Cap.

 1      1|           el cardenal don Pedro de Luna, aragonés de nación, y ricohombre
 2      1|             y ricohombre de los de Luna; negóse al principio a admitir
 3      8|            la opaca claridad de la luna que penetraba por entre
 4      8|          escucharle al claro de la luna.~ ~ -¡Cielos! -exclamó la
 5      8|     volveos; poneos a la luz de la luna. Por el alma del cobarde,
 6     15|        papa en Aviñón don Pedro de Luna bajo el nombre de Benedicto
 7     15| acaecimiento de un momento a otro. Luna es aragonés, como yo, y
 8     15|         allegado, el ricohombre de Luna, ha ceñido a sus sienes
 9     15|         noticias!~ ~ -Don Pedro de Luna ocupa la santa silla de
10     16|           un rico-hombre de los de Luna es el elegido del Señor,
11     16|          romano.~ ~ -¡Don Pedro de Luna! -exclamó, vuelto hacia
12     16|   sorprendido Rey -. ¡Don Pedro de Luna! -y arrodillándose ante
13     21|            Hernando si antes de la luna nueva no habías de poderte
14     25|           y el mismo don Álvaro de Luna, célebre por su progidioso
15     25|  crepúsculo o a la opaca luz de la luna. Apenas quedaba concluido
16     36|            noche pasaba~ ~ ~ ~E la luna s'extendía:~ ~ ~ ~La clara
17     36|            pálido resplandor de la luna en su ocaso advirtió a Hernando,