Cap.

 1     15|          impaciente Villena.~ ~ -Ea, Abrahem -dijo entonces
 2     22|           Interrumpir, hidalgo? ¡Ea!, acabemos de una vez. A
 3     22|          cogido un venablo.~ ~ -¡Ea! Hernando, esas reflexiones
 4     27|    nuestros ojos se tutean?~ ~ -¡Ea! partid, dejadme -añadió
 5     28|          Su Alteza darme vaya. «¡Ea!, dijo, Vadillo, hoy no
 6     29|        contestó Hernán Pérez -. ¡Ea!, salid.~ ~ -De buena gana;
 7     31|   felicidad... ¿Es posible?~ ~ -¡Ea! Dejad vuestras pueriles
 8     31|            a todo el mundo!~ ~ -¡Ea! ¡Silencio! y separémonos.
 9     32|     dormiremos como podamos.~ ~ -Ea, pues, guiad, que he menester
10     33|          presa en el animal.~ ~ -Ea, pues, venid; demos disimuladamente
11     35|    necesitamos salir del monte. ¡Ea! Venid con nosotros.~ ~ -¿
12     38|       consejo del muchacho.~ ~ -¡Ea! Vamos -dijo Nuño -; si
13     38|      quisquillosa mojigata.~ ~ -¡Ea! ¡ea! - ,dijo Nuño -; dejen
14     38| quisquillosa mojigata.~ ~ -¡Ea! ¡ea! - ,dijo Nuño -; dejen esas
15     39|          armando su ballesta -. ¡Ea! atrás digo.~ ~ -¡Cuerpo
16     39|         de creer a sus ojos.~ ~ -Ea, señor -dijo Hernando, después
17     39|       llevaré donde gustéis.~ ~ -Ea, pues, vamos -replicó Hernando,