Cap.

 1      1|         impuestas) para con su dueño inmediato, y para con el
 2      2| detenía por aquellos días a su dueño. Una armadura completa que
 3      4|       ciertamente no era él el dueño. Después de un momento de
 4      4|    vasallos no reconocían otro dueño, y su inclinación a cualquier
 5      5|  levantarle.~ ~ -¿Tiene, pues, dueño el venado que has visto?
 6      6|  pública nuestro diálogo, sois dueño de hacerlo; pero... acordaos -
 7      7|       las dudas que acerca del dueño del anillo había dejado
 8     17|       la gracia que pida, y su dueño será libre de toda pena
 9     19|      distraído y preocupado al dueño de la casa, sentábase cada
10     21|   parecía querer desviar de su dueño la fantástica figura que
11     32|        cenaban, el inteligente dueño del establecimiento, lleno
12     32|      dedicar mil atenciones el dueño de la posada. Servíale primeramente
13     33|   quisiese dar a entender a su dueño que no se equivocaba en
14     34|    sucedía a la sazón, que era dueño de él el conde de Cangas,
15     35|     dos reverendos, que no fue dueño de gritar ni de oponer la