Cap.

 1      3|         aun si he de creer a sus pensamientos, nada bueno me anuncia este
 2      5|     cuerpo se opusiese al de sus pensamientos. «Dulce señora mía, exclamaba
 3      6| arrogancia y la elevación de sus pensamientos. Ornábale el rostro en derredor
 4      9| encontrada lucha de sus opuestos pensamientos, y vestido como estaba,
 5     23|          decir otro tanto de sus pensamientos, por más que procurase sofocarlos
 6     26|         de vuestros más secretos pensamientos? Decid, ¿os acordáis del
 7     27|       desdén de la señora de sus pensamientos.~ ~ -¡Ah!, Macías, si sois
 8     28| comparada con el desorden de sus pensamientos y la lucha atroz de sus
 9     31|  desorden y la indecisión de sus pensamientos.~ ~ -Sí, volveré -decía
10     33|        balada a la señora de sus pensamientos. Dirigí hacia allá, Peransúrez,
11     34|         la ingrata señora de sus pensamientos, cuyo rigor le había puesto