Cap.

  1      2|              eh? Dígalo la señorita Elvira, vuestra misma esposa, que
  2      3|            las dos establecido.~ ~ -Elvira -decía doña María de Albornoz
  3      3|          Albornoz a su camarera - , Elvira, ¡cuánta envidia te tengo!~ ~ -¿
  4      3|            señora? ¿A mí? -contestó Elvira con curiosidad.~ ~ -Sí; ¿
  5      3|        jabalíes y ciervos del soto. Elvira, si se hicieran las cosas
  6      3|            preguntó con distracción Elvira, lanzando un suspiro -. ¿
  7      3| verdaderamente.~ ~ -No te entiendo, Elvira.~ ~ -¿Y me entenderíais
  8      3|         acaso encontrará en mí a la Elvira de nuestros amores?~ ~ -¿
  9      3|             palabras en mi corazón, Elvira! Sí tú no te consideras
 10      3|           irreprensible.~ ~ -Basta, Elvira, basta; seguiré tu consejo;
 11      3|        bordaban a la indicación que Elvira les hizo levantándose y
 12      3|                  Puedes comprender, Elvira, la causa que me vuelve
 13      3|          particular; pero paréceme, Elvira, que te ha suspendido esta
 14      3|           está aquí ya -interrumpió Elvira, como aprovechando esta
 15      3|             Enrique de Villena.~ ~ -Elvira, nuestros esposos.~ ~ -No,
 16      3|        pasos de hombres; ellos son; Elvira, permanecesola a mi
 17      3|         estamos solos, señora.~ ~ -¡Elvira! -dijo la de Albornoz, echando
 18      3|            tu cámara.~ ~ Salió doña Elvira del salón por una puerta
 19      3|                   Nunca! ¡Socorro! ¡Elvira! ¡Elvira! -gritó la desesperada
 20      3|          Nunca! ¡Socorro! ¡Elvira! ¡Elvira! -gritó la desesperada condesa
 21      3|           dar entrada en el salón a Elvira, que asustada acudía a las
 22      3|       acción la inesperada vista de Elvira.~ ~ -¿Qué tenéis, señora,
 23      3|           gritos? -preguntó azorada Elvira, echando una mirada exploradora
 24      3|             la condesa en brazos de Elvira sin tener aliento sino para
 25      3|           palabra que pudiese dar a Elvira la clave de lo que entre
 26      4|        servicio de mi hermosa prima Elvira. A lo menos allí no hay
 27      5|          Bien dice mi hermosa prima Elvira que no hay afecto que dure,
 28      5|             más. ¿Dice eso tu prima Elvira? ¿Cuándo? ¿A quién lo dice? ¡
 29      5|         Pérez?~ ~ -Sí, el marido de Elvira, a quien conocéis como a
 30      5|             vuelvas o no al lado de Elvira, júrame no abrir tu boca
 31      6|             y solitario su camarera Elvira; cuando se haya separado
 32      6|           condesa de la compañía de Elvira. ¿Qué tenéis?~ ~ -Nada;
 33      7|            esposa a la aparición de Elvira, que había acudido con tanta
 34      7|             produjo la solicitud de Elvira todo el efecto que deseaba;
 35      7|            más serenidad, refirió a Elvira cuanto con el conde le acababa
 36      7|         obsequios era aquella misma Elvira en quien tenía puesta toda
 37      7|           Logró por fin persuadirla Elvira a que se recogiese y tratase
 38      7|            Hízolo así la condesa, y Elvira se retiró a la cámara inmediata,
 39      7|           corrieron. El carácter de Elvira simpatizaba no poco con
 40      7|         inocente corazón de la niña Elvira; pero ésta no era ya la
 41      7|             esta personificación, y Elvira, juguete de la Naturaleza,
 42      7|           Amadís la que a la triste Elvira mejor pudiera convenirle;
 43      7|         favorable para la virtud de Elvira en las escenas, sobre todo,
 44      7|           se entretenía la sensible Elvira, cuando sintió abrir la
 45      7| sensibilidad se asomó a los ojos de Elvira oyendo la ingenua manifestación
 46      7|            importa. Ya estoy con mi Elvira, que me confiará sus penas -
 47      7|              Ah! ya le tengo -gritó Elvira aprovechando para asirle
 48      7|             disponía la interesante Elvira, tan niño como él, a valerse
 49      7|          echando a correr en cuanto Elvira le hubo cogido - , no me
 50      7|        inexperto paje; la perspicaz Elvira, que al principio había
 51      7|             de él para manifestar a Elvira aquel su amor, de que el
 52      7|          acertado tan singularmente Elvira por un presentimiento sin
 53      7|            platero ni el acierto de Elvira tenían nada de particular
 54      7|                 Quedábale todavía a Elvira un resto de duda que a toda
 55      7|          lugar no era ella la única Elvira que en Castilla se encerraba,
 56      7|          caballero?... -interrumpió Elvira.~ ~ -Y de los mejores y
 57      7|                 Santo cielo! -decía Elvira impaciente -. Jaime, yo
 58      7|        sonrió malignamente viendo a Elvira cogida en su propio lazo,
 59      7|             en el alcázar? -repitió Elvira queriendo leer la verdad
 60      7|           uno -exclamó levantándose Elvira.~ ~ -Cierto que no es más
 61      7|           no vuelvas -gritó furiosa Elvira -; marcha, huye si temes
 62      7|        resuelto del rapaz, bien vio Elvira que no sacaría de él más
 63      7|       trataba de reposar la infeliz Elvira, no atreviéndose a desnudarse
 64      7|           los párpados fatigados de Elvira, todas esas imágenes confusas
 65      8|            representaba, la hermosa Elvira, que en su lecho, medio
 66      8|             voz, llamó a la hermosa Elvira.~ ~ -¿Oís, discreta prima?~ ~ -¡
 67      8|        prima?~ ~ -¡Cielos! -exclamó Elvira sentándose sobre el lecho -. ¿
 68      8|            donde sabía que habitaba Elvira, clavó los ojos en la ventana,
 69      8|              Al llegar aquí no pudo Elvira contener más tiempo el sobresalto
 70      8|          había visto hasta entonces Elvira al pie de su ventana, había
 71      8|           cesó de allí a poco; sacó Elvira la cabeza por entre los
 72      8|           la garganta de la infeliz Elvira, que era todo oídos, pues
 73      8|                   Infeliz! -exclamó Elvira después de un momento de
 74      8|         destrozador para la infeliz Elvira, que por los antecedentes
 75      8|     horrible realidad en el alma de Elvira. Pero al oír la palabra
 76      9|         completa salud a la hermosa Elvira.~ ~ -Esa pregunta, señor...~ ~ -¡
 77      9|                     Vadillo!~ ~ -De Elvira, señor... Perdonad si mi
 78     10|            a la condesa? ¿Era acaso Elvira el objeto de tan intempestiva
 79     10|         acababa de oír.~ ~ Repúsose Elvira lo mejor que pudo, y tranquilizando
 80     10|             el caso en amaneciendo. Elvira, satisfecha con el silencio
 81     10|             indicado.~ ~ No deseaba Elvira otra cosa; cada vez más
 82     10|        diligencia, acudió la triste Elvira a la cámara de su señora,
 83     10|      contribuyó a aquietarla lo que Elvira le refirió, y entrambas
 84     10|            generosidad.~ ~ Era para Elvira evidente que poco después
 85     10|          agonía de la de Albornoz y Elvira, porque idea exacta de ninguna
 86     10|                Es Jaime! -respondía Elvira -; mas no, no suena nada -
 87     10|                ahora sí... -repetía Elvira atenta a la puerta, los
 88     10|          iba a entrar, la condesa y Elvira unánimemente inspiradas
 89     10|            que habéis sido siempre, Elvira puede ser testigo de nuestra
 90     10|      Albornoz. Miró, sin embargo, a Elvira como para preguntarla con
 91     10|             las palabras del conde. Elvira bajó los suyos y dejó sin
 92     10|           presencia de la asombrada Elvira, quien, acostumbrada a la
 93     10|             Traición, señora -gritó Elvira -; traición; ¡nos han vendido! -
 94     10|  defendiéndose con destreza. Miraba Elvira con atención el semblante
 95     10|             y no parando mientes en Elvira, que atada y amordazada
 96     12|            sospecha de la virtud de Elvira - , pero la duda se había
 97     13|              Largo tiempo hacía que Elvira, atada a la columna y sin
 98     13|               Mal podía responderle Elvira sino con los ojos; pero
 99     13|            ha puesto así, mi señora Elvira? ¿Os ató el señor escudero
100     13|           entonces el atolondrado a Elvira y desató sus crueles ligaduras.~ ~ -¡
101     13|            mío! ¡Dios mío! -exclamó Elvira en viéndose libre -. Alguna
102     13|             Traes nuevas? -preguntó Elvira olvidando todo lo demás -. ¿
103     13|             tristes -dijo pensativa Elvira -. ¿Y de la condesa supiste?...~ -¿
104     13|    conjeturas.~ ~ Meditó un momento Elvira el partido que tomaría,
105     13|       atolondrado como le llaman.~ ~Elvira apretó la mano del inteligente
106     13|   extraordinarias escenas.~ ~ Buscó Elvira a su esposo sin más demora,
107     13|            hecho no le era lícito a Elvira imaginarlo siquiera.~ ~
108     13|       realizar su voluntad mientras Elvira pudiese obrar libremente
109     13|           obstante, pues poco tardó Elvira en presentarse ante sus
110     13|          las preguntas sencillas de Elvira, ni sus halagos, ni sus
111     13|             sospecha presentada por Elvira. Comenzaba ya ésta a dudar
112     14|        imposible...~ ~ -¡Imposible! Elvira, vos sois...~ ~ -Soltad,
113     14|             mi pecho. Conozco a esa Elvira, y su honor me es harto
114     14|                  Bien, ¿qué importa Elvira? La prenda que me pedís,
115     15|     Prosigue, señor: la otra...~ ~ -Elvira, la mujer de...~ ~ -Tranquilizaos.
116     15|                 El ramillete era de Elvira; el caballero, Macías. En
117     15|              No me cabe duda: ama a Elvira, y la ama como un frenético.
118     18|            tomar si no encontraba a Elvira en su cuarto.~ ~ Sucedióle,
119     18|    levantarse, al presentarse él, a Elvira, que con afectuosas palabras:~ ~ -
120     18|            condesa...~ ~ -Perdonad, Elvira, si... Yo... ya sabéis que... -
121     18|                Qué aire!~ ~ -Adiós, Elvira, adiós. No me esperéis hasta
122     18|      preguntó, lanzando un suspiro, Elvira -. ¿Quién te ha dicho eso?
123     18|              Dichas estas palabras, Elvira y el paje pasaron a otra
124     21|      precipitadamente su mano.~ ~ -¡Elvira!~ ~ -¡Silencio!~ ~ -Vos
125     21|         bien claro lo dijeron. ¡Ah! Elvira, yo he aprendido bien a
126     21|         hace tres años. ¡Tres años, Elvira! Tú sabes los días, los
127     21|             que su destino. Te amo, Elvira, te adoro. Ámame o mátame.~ ~ -
128     21|             lo que gustéis -exclamó Elvira fuera de sí y haciendo un
129     21|           Pero, ¿qué veo? ¿Lloráis? Elvira, ¿lloráis? Nos entendemos;
130     21|           por última vez la mano de Elvira, que se desasió de él, y
131     23|           Valdovinos.~ ~ ~ ~ Cuando Elvira fue sacada de la mano por
132     23|          ninguna de las acciones de Elvira era culpable; por un exceso
133     23|        enteramente independiente de Elvira, y que no podía por consiguiente
134     23|            sabía acaso una cosa que Elvira no sabía por lo visto, o
135     23|     confesar que si las acciones de Elvira no eran culpables, acaso
136     23|            Si sólo hubiera abrigado Elvira indiferencia con respecto
137     23|       forzoso inferir: primero, que Elvira huyó de sí misma, creyendo
138     23|            mujer menos virtuosa que Elvira, en todo este desgraciado
139     23|           distraer a la melancólica Elvira, y que tampoco estaba ésta
140     23|         temido, al mismo tiempo, de Elvira; pero cuando, por fin, después
141     23|            se ofreció a la vista de Elvira fue Fernán, llevado en brazos
142     23|             buena opinión y fama de Elvira; pero hay autores que aseguran
143     23|       Sabéis que el desafío fue por Elvira? ¿Qué decís? Sí, no lo digáis;
144     24|           mañana de la acusación de Elvira había dispensado Su Alteza
145     24|           primera vez había visto a Elvira, y en particular desde que
146     24|       doncel no ver personalmente a Elvira, si un solo momento no se
147     24|        volvía a tomar imperio sobre Elvira el recuerdo de su perdido
148     24|           que una brillante poesía, Elvira no podía menos de leer un
149     24|            a su esposo, al parecer, Elvira, y su imaginación solía
150     24|             absorto y enternecido: «Elvira, le decía, da tregua a tu
151     24|            afligirme.» Volvía en sí Elvira al oír esas palabras; un
152     24|        primeros días había esperado Elvira a que Fernán Pérez la hablase
153     24|          esta conducta, parecióle a Elvira que lo mejor que podía hacer
154     24|         sucesivo todos los pasos de Elvira; segundo, la intención decidida
155     24|             tan insolente ultraje. ¡Elvira, a quien amo más que a mí
156     24|             pero pudierais, sin que Elvira hubiese empañado nunca vuestro
157     25|        damas principales, se veía a Elvira, esposa del hidalgo, cubierta
158     26|           contento con su estrella. Elvira, en primer lugar, llevaba
159     26|             combate, después de él. Elvira se hallaba libre en su cámara;
160     26|             no era menos cierto que Elvira debía estar en la más cruel
161     26|      judiciario, En ese caso, tanto Elvira como Macías serían declarados
162     26|         valiente su contrario; y si Elvira no hubiera huido constantemente
163     26|             excusar a la desdichada Elvira mortales sinsabores. El
164     26|            vuestro trabajo?... ¡Oh, Elvira, Elvira, cuánto me cuestas! ¿
165     26|            trabajo?... ¡Oh, Elvira, Elvira, cuánto me cuestas! ¿Necesitáis
166     26|            Sí, pero no confundáis a Elvira con...~ ~ -En buen hora,
167     26|            tener una entrevista con Elvira; desde entonces no vio más
168     26|           entonces no vio más que a Elvira en el mundo, y desde entonces
169     26|            leído en su corazón, que Elvira o la muerte era la única
170     27|             Jaime -decía una mañana Elvira a su paje, que sentado a
171     27|            tenga rencor por eso... «Elvira me ama», decía antes de
172     27|          fuera esposo de la hermosa Elvira, ¡qué pocos cuidados me
173     27|           fue la única respuesta de Elvira, y un profundo silencio,
174     27|            te da lástima? -preguntó Elvira.~ ~ -Si vierais en qué estado
175     27|       estáis vos mejor que él...~ ~ Elvira se cubrió el rostro con
176     27|         Jaime -dijo volviendo en sí Elvira y levantándose - , nunca,
177     27|             no hay remedio -exclamó Elvira desesperada -. No he de
178     27|      crecido antes que él, retiróse Elvira por no ofrecer su rostro
179     27|           ella viene...~ ~ -¿Ella? ¿Elvira?~ ~ -Salid, pues; ved que
180     27|              Jaime? -salió diciendo Elvira -. ¡Santo Dios! -añadió
181     27|             resistencia; yo os amo, Elvira.~ ~ -¡Ah! ¿qué intentáis?
182     27|       volveos.~ ~ -¿Adónde queréis, Elvira, que me vuelva? -dijo Macías,
183     27|       Silencio! Si mi esposo...~ ~ -Elvira, no temáis...~ ~ -Salid.
184     27|             Yo tiemblo, Jaime -dijo Elvira - , si por ventura oyeses...~ ~ -
185     27|          plantas si queréis...~ ~ -¡Elvira! -gritó Macías fuera de
186     27|             levantando a la hermosa Elvira -. Oídme. Un momento no
187     27|                 mi honor?...~ -¿Yo, Elvira? ¡Maldición sobre mí!~ ~ -¿
188     27|            nos hundiremos. Me amas, Elvira, me amas. Tu llanto, tus
189     27|          otros? ¡Ay! Tú lo ignoras, Elvira. Hay un amor tirano; hay
190     27|              Donde no haya hombres, Elvira; donde la envidia no penetre.
191     27|           sonrisa, que Macías ama a Elvira. Las fieras se aman también,
192     27|             a nosotros mismos. Ven, Elvira, bien mío.~ ~ -Macías -dijo
193     27|          bien mío.~ ~ -Macías -dijo Elvira desasiéndose de los opresores
194     27|             partid, dejadme -añadió Elvira con una emoción difícil
195     27|           es imposible.~ ~ -Amadme, Elvira, ¡por piedad!~ ~ -¡Nunca! ¡
196     27|      Huyamos. Los amantes son sólo, Elvira, los esposos... Inútil es
197     27|        prosternándose la desdichada Elvira - , dadme fuerza y virtud.
198     27|             su corazón a la infeliz Elvira, que exánime y sin sentido
199     27|            los oídos de Macías y de Elvira -. Él viene -repitió de
200     27|          Viene, Jaime?... -preguntó Elvira fuera de sí -. ¡Dios mío!
201     27|                   No, no! -contestó Elvira mirando a todas partes con
202     27|             honor, Macías! -exclamó Elvira.~ ~ -Hablad pues...~ ~ -
203     27|        Macías una ojeada de dolor a Elvira y otra de despecho hacia
204     27|            embargo, por el brazo de Elvira, que suplicante le rogaba
205     27|                  Dios mío! -exclamó Elvira -. ¡Perdón, perdón! ¡Vos
206     27|            las cuitas de la infeliz Elvira.~ ~ ~ ~
207     28|       encontrado en la situación de Elvira, si bien no nos atreveríamos
208     28|          las acciones y palabras de Elvira; en balde había resistido,
209     28|      aguijón en la herida que hace, Elvira no había ganado el corazón
210     28|          fatalidad que pesaba sobre Elvira había alcanzado al doncel.
211     28|      semblante pálido y deshecho de Elvira, sus ojos encendidos de
212     28|             tardado, ¿no es verdad, Elvira? -dijo acercándose a ella
213     28|           Santo Dios! -dijo para sí Elvira, hasta cuyo corazón había
214     28|        alusión.~ ~ -¿Estáis triste, Elvira? -continuó Hernán acariciando
215     28|                Esposo mío! -exclamó Elvira, destrozada en su interior -
216     28|        triste este pájaro. Miradle, Elvira. Su Alteza acaba de cambiármele
217     28|           ninguno... » ¿Qué tenéis, Elvira?... Sobre eso fue tal la
218     28|            ya. Volviendo a la caza, Elvira, está visto que hoy no cazo.
219     28|           fidelidad, ¿no es verdad, Elvira? Capaz será de morirse. ¡
220     28|             parece a vos.~ ~ Volvía Elvira la cabeza a una y otra parte;
221     28|         encerrado mancebo, ni el de Elvira si llegaba a ser descubierto,
222     28|            esposa.~ ~ -Os entiendo, Elvira -dijo después de un momento
223     28|               Yo? -preguntó azorada Elvira -. ¿De qué inferís?...~ ~ -
224     28|       conducido a dar sospechas.~ ~ Elvira hizo un esfuerzo para levantarse,
225     28|          Pienso, Hernán Pérez -dijo Elvira acercándose a su esposo - ,
226     28|            de conversar a solas con Elvira irritaban más y más los
227     28|            lado. No es mi carácter, Elvira, esa fatal reserva que circunstancias
228     28|          desahogo. Me es necesaria, Elvira, una larga explicación.~ ~ -¡
229     28|   explicación.~ ~ -¡Dios mío! -dijo Elvira para sí - , ¡en vuestras
230     28|             en los de ella:~ ~ -Sí, Elvira, oídme. Si os creyese una
231     28|            Pérez! -exclamó asustada Elvira.~ ~ -Sí, ¿a qué negarlo?
232     28|          siempre mucho -interrumpió Elvira con más serenidad.~ ~ -No
233     28|             reconvenciones... -dijo Elvira pensando más en abreviar
234     28|        respuestas.~ ~ -¿Es posible, Elvira, es posible?~ ~ -He jurado
235     28|            Vengamos a otro. Sabéis, Elvira, que soy vuestro esposo...
236     28|           Ah! soy inocente -exclamó Elvira precipitándose a los pies
237     28|            Cómo pudiera yo dudarlo, Elvira? Sois inocente; pero ¿basta
238     28|           mi casa, porque os amaba, Elvira. Hay un hombre, sin embargo,
239     28|                  Nada me deslumbra, Elvira. No os haré cargo alguno.
240     28|      entregué. ¿Le habéis guardado, Elvira?~ ~ -¡Señor! -exclamó Elvira
241     28|        Elvira?~ ~ -¡Señor! -exclamó Elvira ahogando sus sollozos y
242     28|            gabinete.~ ~ -La verdad, Elvira, y nada más. Mirad; yo os
243     28|      hacerla feliz. No hago trovas, Elvira, no es el talento la cualidad
244     28|         será siempre mi norte. Sed, Elvira, feliz. Decidme ahora cuáles
245     28|            vez -.~ ~ -¡Ah! -exclamó Elvira en el mayor desorden -. ¿
246     28|             soy.~ ~ -No os turbéis, Elvira; tranquilizaos. Eso me basta ¿
247     28|       pudiera no amaros?~ ~ -Basta, Elvira; de hoy mas mis labios se
248     28|       sucesivo mi tranquilo sueño. ¡Elvira, Elvira!~ ~ Una larga escena
249     28|           tranquilo sueño. ¡Elvira, Elvira!~ ~ Una larga escena de
250     28|          esta enérgica exclamación. Elvira, al oírla, miró dolorosamente
251     28|        corazón.~ ~ -Ah, perdonadme, Elvira -dijo arrebatado el hidalgo
252     28|            perdone, señor? -exclamó Elvira -. ¿Yo a vos? Perdonadme
253     28|          palabras en la garganta de Elvira, y no la dejaron sus sollozos
254     28|             reflexión, y la infeliz Elvira declaraba a los pies de
255     28|              Alzó los ojos al cielo Elvira y contentóse con llorar.~ ~ -¡
256     28|          frente un ósculo conyugal. Elvira sintió su rostro encenderse
257     28|         ósculo dado en la frente de Elvira, que resonó en su corazón
258     29|               Ah!, Vadillo -exclamó Elvira, creyendo haber oído algún
259     29|           cuán desdichada soy!~ ~ -¡Elvira! -dijo escuchando un momento
260     29|             aquel ruido metía -dijo Elvira aprovechando tan feliz coincidencia.~ ~ -¿
261     29| comedimiento.~ ~ -Perdonadle -gritó Elvira, asustada.~ ~ -Ved que habrá
262     29|         pájaro de Su Alteza. Dejad, Elvira, que vea lo que hacen esos
263     29|             querido Jaime! -exclamó Elvira estrechando al paje entre
264     29|        dirigiéndose a la desdichada Elvira -. ¡Ingrata! ¿Qué pretendéis
265     29|            paje.~ ~ -¡Jaime! -gritó Elvira, tapando con su mano la
266     29|           diga? Huid y lo diré.~ ~ -Elvira, ¿qué dirás? -gritó Macías -. ¿
267     29|           Dios! ¡y por piedad!~ ~ -¡Elvira! ¡Elvira! -dijo Macías palpitando
268     29|           por piedad!~ ~ -¡Elvira! ¡Elvira! -dijo Macías palpitando
269     29|        ahora, volverás.~ ~ -¡Adiós, Elvira, adiós! -gritó con loco
270     29|              repuso con voz apagada Elvira - , adiós! -y cayó sin fuerzas
271     29|          con interrumpidos sollozos Elvira, enjugándose los ojos rápidamente,
272     29|            Jaime! -dijo en voz baja Elvira -; corre... Teneos, Hernán
273     29|                mirad... oíd...~ ~ -¡Elvira, Elvira! -exclamó con voz
274     29|        mirad... oíd...~ ~ -¡Elvira, Elvira! -exclamó con voz descompuesta
275     29|      vagamente.~ ~ -¡Perdón! -gritó Elvira con voz aguda y ahogada
276     30|           decirte, ilustre conde. A Elvira, tu acusadora, es caso imposible,
277     30|          favor.~ ~ -Bien. Adelante. Elvira es, además, mujer de Hernán
278     31|           ni mis trovas la mueven! ¡Elvira!~ ~ ~ ~¡Ah! Te place que
279     31|            más prudente.~ ~ -¿Acaso Elvira?...~ ~ -Mirad, de eso nada
280     31|          Llegó el paje entretanto a Elvira y refirióle lo ocurrido.
281     31|                  Otra vuelta! -dijo Elvira al paje, que cerraba ya
282     31|           Dios mío? ¿Qué oigo?~ ~ -¡Elvira! -dijo una voz que así parecía
283     31|           de una profunda cueva -. ¡Elvira!~ ~ -¿Quién me llama? -añadió
284     31|        encontrado el paje! -exclamó Elvira -. ¡Ah! si Hernán... ¡Oíd...,
285     31|        misma me he encerrado -gritó Elvira arrojándose sobre un sillón
286     31|    irresistible fuerza.~ ~ -Yo soy, Elvira, yo soy -dijo Macías arrojándose
287     31|          jamás -profirió débilmente Elvira, procurando en vano desasirse
288     31|            pesar.~ ~ -¡Ah! -exclamó Elvira, reluchando inútilmente -;
289     31|          próxima muerte. Ellos son, Elvira, la agonía del amor. ¿No
290     31|             desasiendo a la infeliz Elvira, que, perdidos los ojos
291     31|        Arrodillado a las plantas de Elvira, imprimía todavía en una
292     31|      trémulos labios; no lloraba ya Elvira, no derramaba una lágrima
293     31|            toda su intensidad.~ ~ -¡Elvira! -dijo por fin Macías -. ¡
294     31|        partid -profirió con trabajo Elvira -. ¡No queráis, señor, que
295     31|        Ellos son, ellos son! -gritó Elvira, precipitándose hada la
296     31|          puerta está cerrada -gritó Elvira - y él sólo puede entrar!~ ~ -
297     31|             muera deshonrada -gritó Elvira sin saber adónde refugiarse -. ¡
298     31|          solo, Macías.~ ~ -Contigo, Elvira.~ ~ -Jamás -repuso Elvira
299     31|           Elvira.~ ~ -Jamás -repuso Elvira abrazándose a un alto crucifijo
300     31|           maldigo nuestro amor.~ ~ -Elvira, pues, adiós. Mimuerte es
301     31|       muerte.~ ~ -¡Macías! -exclamó Elvira desasiéndose del crucifijo
302     31|       varías voces.~ ~ -¡Ah! -gritó Elvira con una expresión difícil
303     31|                Él es, él es! -gritó Elvira -. ¡Santo Dios! ¡Piedad
304     33|           debajo de las ventanas de Elvira, que dan sobre la plataforma,
305     33|             la reja de la cámara de Elvira. Dos o tres piedras enormes,
306     34|            merced a la tenacidad de Elvira, se había logrado la industria
307     36|          mis brazos, ven presto, mi Elvira:~ ~ ~ ~Ingrata, aunque sea,
308     37|             estado de la desdichada Elvira, a quien dejamos con la
309     37|        abrió la puerta de la cámara Elvira estaba desmayada, y nada
310     37|       puerta cerrada y el estado de Elvira debieron acabar de abrir
311     37|         cual debía él morir o morir Elvira. El odio más reconcentrado
312     37|        Abenzarsal de la custodia de Elvira, la cual pasó a poder de
313     37|       inevitable.~ ~ Con respecto a Elvira, sólo diremos que desde
314     37|            No se le podía ocultar a Elvira que cualquiera que hubiera
315     37|             pasábase la desgraciada Elvira los días y las noches de
316     37|          que debía quedar condenada Elvira como calumniadora, pero
317     37|        salvar la vida de la infeliz Elvira, cosa que intentaba pedir
318     37|          haber evitado la muerte de Elvira y del doncel.~ ~ A pesar
319     37|          esta pregunta estremeció a Elvira, que se vio sola en el mundo
320     37|             don Enrique de Villena; Elvira, al verle, no fue dueña
321     37|       campeón del acusado por otra. Elvira, al recibir tan terrible
322     37|               Requirióse entonces a Elvira de que presentase su campeón,
323     37|     silencio. Leíase en los ojos de Elvira la ansiedad con que esperaba
324     37| pronunciarle, cuando prosternándose Elvira y elevando al cielo las
325     37|        enturbió la frente pálida de Elvira, que quedó sumergida en
326     37|                   Ah! Señor -repuso Elvira dirigiendo al caballero
327     37|             esperarse al campeón de Elvira.~ ~ Don Luis de Guzmán vio
328     38|            y hermosa como la señora Elvira, muy amiga por cierto de
329     38|         segundo y tercer pregón.~ ~ Elvira alzaba de cuando en cuando
330     38|           contenerse por más tiempo Elvira.~ ~ -¡Señor! -exclamó prosternándose
331     38|            la acusadora. Desanimada Elvira enteramente, dejó caer su
332     38|        igual determinación. No daba Elvira, sumergida en el más profundo
333     38|             Hércules sobre su maza. Elvira, al oír el grito de victoria,
334     38|             de Villena es inocente. Elvira es calumniadora. He aquí
335     38|            la suerte que esperaba a Elvira. Efectivamente, según las
336     38|           los archeros a conducir a Elvira al suplicio, estaba ya en
337     38|             entre sus caballeros, y Elvira, luchando entre la duda
338     38|             su defensor, arrastró a Elvira hacia el mismo paraje. La
339     38|        condesa.~ ~ -¡Macías! -gritó Elvira, devorando con sus ojos
340     39|         doña María de Albornoz y de Elvira, pudieron más con él las
341     39|            Arjonilla, acompañándola Elvira, Jaime y Peransúrez; aturdida
342     39|          agitación de su alma.~ ~ -¡Elvira -decía hablando con su señora - ,
343     39|          hablando con su señora - , Elvira, he aquí el estado infeliz
344     39|          los suyos. ¿No lo sientes, Elvira, tú también? ¡Nunca se apagará
345     39|            doña María de Albornoz y Elvira, y al nombre de la condesa
346     39|             ojos de doña María y de Elvira el horroroso combate.~ ~ -¡
347     39|      combate.~ ~ -¡Cielos! -exclamó Elvira -. ¡Bárbaros, teneos! ¡Tomad
348     39|         vida, tomadla! -precipitóse Elvira hacia la prisión, y puesta
349     39|             a orillas de la zanja a Elvira, pronta a precipitarse en
350     39|           Enrique y los suyos.~ ~ -¡Elvira! -gritó Macías saliendo
351     39|          saliendo de la prisión -. ¡Elvira! -lanzóse en seguida al
352     39|   desgarrador, lanzado del pecho de Elvira, resonó hasta el mismo corazón
353     39|           andar por él una persona. Elvira, en tanto, miraba la sima
354     39|            tarde, es tarde! -repuso Elvira dando una horrorosa carcajada.~ ~ -¡
355     39|            En aquel momento pareció Elvira volver en sí para reconocer
356     39|           no pudiendo éste llegar a Elvira.~ ~ -¡Maldición sobre ti
357     39|      desdichada boda y la suerte de Elvira, salvaron la vida al conde,
358     39|           entretanto, había visto a Elvira desde el momento en que
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