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Alfabética [« »] elocuencia 3 elocuente 4 elogios 1 elvira 358 emancipado 2 embajada 2 embajador 2 | Frecuencia [« »] 415 pero 389 don 360 os 358 elvira 352 qué 338 señor 320 enrique | Mariano José de Larra El doncel de Don Enrique el Doliente Concordancias elvira |
Cap.
1 2| eh? Dígalo la señorita Elvira, vuestra misma esposa, que 2 3| las dos establecido.~ ~ -Elvira -decía doña María de Albornoz 3 3| Albornoz a su camarera - , Elvira, ¡cuánta envidia te tengo!~ ~ -¿ 4 3| señora? ¿A mí? -contestó Elvira con curiosidad.~ ~ -Sí; ¿ 5 3| jabalíes y ciervos del soto. Elvira, si se hicieran las cosas 6 3| preguntó con distracción Elvira, lanzando un suspiro -. ¿ 7 3| verdaderamente.~ ~ -No te entiendo, Elvira.~ ~ -¿Y me entenderíais 8 3| acaso encontrará en mí a la Elvira de nuestros amores?~ ~ -¿ 9 3| palabras en mi corazón, Elvira! Sí tú no te consideras 10 3| irreprensible.~ ~ -Basta, Elvira, basta; seguiré tu consejo; 11 3| bordaban a la indicación que Elvira les hizo levantándose y 12 3| Puedes comprender, Elvira, la causa que me vuelve 13 3| particular; pero paréceme, Elvira, que te ha suspendido esta 14 3| está aquí ya -interrumpió Elvira, como aprovechando esta 15 3| Enrique de Villena.~ ~ -Elvira, nuestros esposos.~ ~ -No, 16 3| pasos de hombres; ellos son; Elvira, permanece tú sola a mi 17 3| estamos solos, señora.~ ~ -¡Elvira! -dijo la de Albornoz, echando 18 3| tu cámara.~ ~ Salió doña Elvira del salón por una puerta 19 3| Nunca! ¡Socorro! ¡Elvira! ¡Elvira! -gritó la desesperada 20 3| Nunca! ¡Socorro! ¡Elvira! ¡Elvira! -gritó la desesperada condesa 21 3| dar entrada en el salón a Elvira, que asustada acudía a las 22 3| acción la inesperada vista de Elvira.~ ~ -¿Qué tenéis, señora, 23 3| gritos? -preguntó azorada Elvira, echando una mirada exploradora 24 3| la condesa en brazos de Elvira sin tener aliento sino para 25 3| palabra que pudiese dar a Elvira la clave de lo que entre 26 4| servicio de mi hermosa prima Elvira. A lo menos allí no hay 27 5| Bien dice mi hermosa prima Elvira que no hay afecto que dure, 28 5| más. ¿Dice eso tu prima Elvira? ¿Cuándo? ¿A quién lo dice? ¡ 29 5| Pérez?~ ~ -Sí, el marido de Elvira, a quien conocéis como a 30 5| vuelvas o no al lado de Elvira, júrame no abrir tu boca 31 6| y solitario su camarera Elvira; cuando se haya separado 32 6| condesa de la compañía de Elvira. ¿Qué tenéis?~ ~ -Nada; 33 7| esposa a la aparición de Elvira, que había acudido con tanta 34 7| produjo la solicitud de Elvira todo el efecto que deseaba; 35 7| más serenidad, refirió a Elvira cuanto con el conde le acababa 36 7| obsequios era aquella misma Elvira en quien tenía puesta toda 37 7| Logró por fin persuadirla Elvira a que se recogiese y tratase 38 7| Hízolo así la condesa, y Elvira se retiró a la cámara inmediata, 39 7| corrieron. El carácter de Elvira simpatizaba no poco con 40 7| inocente corazón de la niña Elvira; pero ésta no era ya la 41 7| esta personificación, y Elvira, juguete de la Naturaleza, 42 7| Amadís la que a la triste Elvira mejor pudiera convenirle; 43 7| favorable para la virtud de Elvira en las escenas, sobre todo, 44 7| se entretenía la sensible Elvira, cuando sintió abrir la 45 7| sensibilidad se asomó a los ojos de Elvira oyendo la ingenua manifestación 46 7| importa. Ya estoy con mi Elvira, que me confiará sus penas - 47 7| Ah! ya le tengo -gritó Elvira aprovechando para asirle 48 7| disponía la interesante Elvira, tan niño como él, a valerse 49 7| echando a correr en cuanto Elvira le hubo cogido - , no me 50 7| inexperto paje; la perspicaz Elvira, que al principio había 51 7| de él para manifestar a Elvira aquel su amor, de que el 52 7| acertado tan singularmente Elvira por un presentimiento sin 53 7| platero ni el acierto de Elvira tenían nada de particular 54 7| Quedábale todavía a Elvira un resto de duda que a toda 55 7| lugar no era ella la única Elvira que en Castilla se encerraba, 56 7| caballero?... -interrumpió Elvira.~ ~ -Y de los mejores y 57 7| Santo cielo! -decía Elvira impaciente -. Jaime, yo 58 7| sonrió malignamente viendo a Elvira cogida en su propio lazo, 59 7| en el alcázar? -repitió Elvira queriendo leer la verdad 60 7| uno -exclamó levantándose Elvira.~ ~ -Cierto que no es más 61 7| no vuelvas -gritó furiosa Elvira -; marcha, huye si temes 62 7| resuelto del rapaz, bien vio Elvira que no sacaría de él más 63 7| trataba de reposar la infeliz Elvira, no atreviéndose a desnudarse 64 7| los párpados fatigados de Elvira, todas esas imágenes confusas 65 8| representaba, la hermosa Elvira, que en su lecho, medio 66 8| voz, llamó a la hermosa Elvira.~ ~ -¿Oís, discreta prima?~ ~ -¡ 67 8| prima?~ ~ -¡Cielos! -exclamó Elvira sentándose sobre el lecho -. ¿ 68 8| donde sabía que habitaba Elvira, clavó los ojos en la ventana, 69 8| Al llegar aquí no pudo Elvira contener más tiempo el sobresalto 70 8| había visto hasta entonces Elvira al pie de su ventana, había 71 8| cesó de allí a poco; sacó Elvira la cabeza por entre los 72 8| la garganta de la infeliz Elvira, que era todo oídos, pues 73 8| Infeliz! -exclamó Elvira después de un momento de 74 8| destrozador para la infeliz Elvira, que por los antecedentes 75 8| horrible realidad en el alma de Elvira. Pero al oír la palabra 76 9| completa salud a la hermosa Elvira.~ ~ -Esa pregunta, señor...~ ~ -¡ 77 9| Vadillo!~ ~ -De Elvira, señor... Perdonad si mi 78 10| a la condesa? ¿Era acaso Elvira el objeto de tan intempestiva 79 10| acababa de oír.~ ~ Repúsose Elvira lo mejor que pudo, y tranquilizando 80 10| el caso en amaneciendo. Elvira, satisfecha con el silencio 81 10| indicado.~ ~ No deseaba Elvira otra cosa; cada vez más 82 10| diligencia, acudió la triste Elvira a la cámara de su señora, 83 10| contribuyó a aquietarla lo que Elvira le refirió, y entrambas 84 10| generosidad.~ ~ Era para Elvira evidente que poco después 85 10| agonía de la de Albornoz y Elvira, porque idea exacta de ninguna 86 10| Es Jaime! -respondía Elvira -; mas no, no suena nada - 87 10| ahora sí... -repetía Elvira atenta a la puerta, los 88 10| iba a entrar, la condesa y Elvira unánimemente inspiradas 89 10| que habéis sido siempre, Elvira puede ser testigo de nuestra 90 10| Albornoz. Miró, sin embargo, a Elvira como para preguntarla con 91 10| las palabras del conde. Elvira bajó los suyos y dejó sin 92 10| presencia de la asombrada Elvira, quien, acostumbrada a la 93 10| Traición, señora -gritó Elvira -; traición; ¡nos han vendido! - 94 10| defendiéndose con destreza. Miraba Elvira con atención el semblante 95 10| y no parando mientes en Elvira, que atada y amordazada 96 12| sospecha de la virtud de Elvira - , pero la duda se había 97 13| Largo tiempo hacía que Elvira, atada a la columna y sin 98 13| Mal podía responderle Elvira sino con los ojos; pero 99 13| ha puesto así, mi señora Elvira? ¿Os ató el señor escudero 100 13| entonces el atolondrado a Elvira y desató sus crueles ligaduras.~ ~ -¡ 101 13| mío! ¡Dios mío! -exclamó Elvira en viéndose libre -. Alguna 102 13| Traes nuevas? -preguntó Elvira olvidando todo lo demás -. ¿ 103 13| tristes -dijo pensativa Elvira -. ¿Y de la condesa supiste?...~ -¿ 104 13| conjeturas.~ ~ Meditó un momento Elvira el partido que tomaría, 105 13| atolondrado como le llaman.~ ~Elvira apretó la mano del inteligente 106 13| extraordinarias escenas.~ ~ Buscó Elvira a su esposo sin más demora, 107 13| hecho no le era lícito a Elvira imaginarlo siquiera.~ ~ 108 13| realizar su voluntad mientras Elvira pudiese obrar libremente 109 13| obstante, pues poco tardó Elvira en presentarse ante sus 110 13| las preguntas sencillas de Elvira, ni sus halagos, ni sus 111 13| sospecha presentada por Elvira. Comenzaba ya ésta a dudar 112 14| imposible...~ ~ -¡Imposible! Elvira, vos sois...~ ~ -Soltad, 113 14| mi pecho. Conozco a esa Elvira, y su honor me es harto 114 14| Bien, ¿qué importa Elvira? La prenda que me pedís, 115 15| Prosigue, señor: la otra...~ ~ -Elvira, la mujer de...~ ~ -Tranquilizaos. 116 15| El ramillete era de Elvira; el caballero, Macías. En 117 15| No me cabe duda: ama a Elvira, y la ama como un frenético. 118 18| tomar si no encontraba a Elvira en su cuarto.~ ~ Sucedióle, 119 18| levantarse, al presentarse él, a Elvira, que con afectuosas palabras:~ ~ - 120 18| condesa...~ ~ -Perdonad, Elvira, si... Yo... ya sabéis que... - 121 18| Qué aire!~ ~ -Adiós, Elvira, adiós. No me esperéis hasta 122 18| preguntó, lanzando un suspiro, Elvira -. ¿Quién te ha dicho eso? 123 18| Dichas estas palabras, Elvira y el paje pasaron a otra 124 21| precipitadamente su mano.~ ~ -¡Elvira!~ ~ -¡Silencio!~ ~ -Vos 125 21| bien claro lo dijeron. ¡Ah! Elvira, yo he aprendido bien a 126 21| hace tres años. ¡Tres años, Elvira! Tú sabes los días, los 127 21| que su destino. Te amo, Elvira, te adoro. Ámame o mátame.~ ~ - 128 21| lo que gustéis -exclamó Elvira fuera de sí y haciendo un 129 21| Pero, ¿qué veo? ¿Lloráis? Elvira, ¿lloráis? Nos entendemos; 130 21| por última vez la mano de Elvira, que se desasió de él, y 131 23| Valdovinos.~ ~ ~ ~ Cuando Elvira fue sacada de la mano por 132 23| ninguna de las acciones de Elvira era culpable; por un exceso 133 23| enteramente independiente de Elvira, y que no podía por consiguiente 134 23| sabía acaso una cosa que Elvira no sabía por lo visto, o 135 23| confesar que si las acciones de Elvira no eran culpables, acaso 136 23| Si sólo hubiera abrigado Elvira indiferencia con respecto 137 23| forzoso inferir: primero, que Elvira huyó de sí misma, creyendo 138 23| mujer menos virtuosa que Elvira, en todo este desgraciado 139 23| distraer a la melancólica Elvira, y que tampoco estaba ésta 140 23| temido, al mismo tiempo, de Elvira; pero cuando, por fin, después 141 23| se ofreció a la vista de Elvira fue Fernán, llevado en brazos 142 23| buena opinión y fama de Elvira; pero hay autores que aseguran 143 23| Sabéis que el desafío fue por Elvira? ¿Qué decís? Sí, no lo digáis; 144 24| mañana de la acusación de Elvira había dispensado Su Alteza 145 24| primera vez había visto a Elvira, y en particular desde que 146 24| doncel no ver personalmente a Elvira, si un solo momento no se 147 24| volvía a tomar imperio sobre Elvira el recuerdo de su perdido 148 24| que una brillante poesía, Elvira no podía menos de leer un 149 24| a su esposo, al parecer, Elvira, y su imaginación solía 150 24| absorto y enternecido: «Elvira, le decía, da tregua a tu 151 24| afligirme.» Volvía en sí Elvira al oír esas palabras; un 152 24| primeros días había esperado Elvira a que Fernán Pérez la hablase 153 24| esta conducta, parecióle a Elvira que lo mejor que podía hacer 154 24| sucesivo todos los pasos de Elvira; segundo, la intención decidida 155 24| tan insolente ultraje. ¡Elvira, a quien amo más que a mí 156 24| pero pudierais, sin que Elvira hubiese empañado nunca vuestro 157 25| damas principales, se veía a Elvira, esposa del hidalgo, cubierta 158 26| contento con su estrella. Elvira, en primer lugar, llevaba 159 26| combate, después de él. Elvira se hallaba libre en su cámara; 160 26| no era menos cierto que Elvira debía estar en la más cruel 161 26| judiciario, En ese caso, tanto Elvira como Macías serían declarados 162 26| valiente su contrario; y si Elvira no hubiera huido constantemente 163 26| excusar a la desdichada Elvira mortales sinsabores. El 164 26| vuestro trabajo?... ¡Oh, Elvira, Elvira, cuánto me cuestas! ¿ 165 26| trabajo?... ¡Oh, Elvira, Elvira, cuánto me cuestas! ¿Necesitáis 166 26| Sí, pero no confundáis a Elvira con...~ ~ -En buen hora, 167 26| tener una entrevista con Elvira; desde entonces no vio más 168 26| entonces no vio más que a Elvira en el mundo, y desde entonces 169 26| leído en su corazón, que Elvira o la muerte era la única 170 27| Jaime -decía una mañana Elvira a su paje, que sentado a 171 27| tenga rencor por eso... «Elvira me ama», decía antes de 172 27| fuera esposo de la hermosa Elvira, ¡qué pocos cuidados me 173 27| fue la única respuesta de Elvira, y un profundo silencio, 174 27| te da lástima? -preguntó Elvira.~ ~ -Si vierais en qué estado 175 27| estáis vos mejor que él...~ ~ Elvira se cubrió el rostro con 176 27| Jaime -dijo volviendo en sí Elvira y levantándose - , nunca, 177 27| no hay remedio -exclamó Elvira desesperada -. No he de 178 27| crecido antes que él, retiróse Elvira por no ofrecer su rostro 179 27| ella viene...~ ~ -¿Ella? ¿Elvira?~ ~ -Salid, pues; ved que 180 27| Jaime? -salió diciendo Elvira -. ¡Santo Dios! -añadió 181 27| resistencia; yo os amo, Elvira.~ ~ -¡Ah! ¿qué intentáis? 182 27| volveos.~ ~ -¿Adónde queréis, Elvira, que me vuelva? -dijo Macías, 183 27| Silencio! Si mi esposo...~ ~ -Elvira, no temáis...~ ~ -Salid. 184 27| Yo tiemblo, Jaime -dijo Elvira - , si por ventura oyeses...~ ~ - 185 27| plantas si queréis...~ ~ -¡Elvira! -gritó Macías fuera de 186 27| levantando a la hermosa Elvira -. Oídme. Un momento no 187 27| mi honor?...~ -¿Yo, Elvira? ¡Maldición sobre mí!~ ~ -¿ 188 27| nos hundiremos. Me amas, Elvira, me amas. Tu llanto, tus 189 27| otros? ¡Ay! Tú lo ignoras, Elvira. Hay un amor tirano; hay 190 27| Donde no haya hombres, Elvira; donde la envidia no penetre. 191 27| sonrisa, que Macías ama a Elvira. Las fieras se aman también, 192 27| a nosotros mismos. Ven, Elvira, bien mío.~ ~ -Macías -dijo 193 27| bien mío.~ ~ -Macías -dijo Elvira desasiéndose de los opresores 194 27| partid, dejadme -añadió Elvira con una emoción difícil 195 27| es imposible.~ ~ -Amadme, Elvira, ¡por piedad!~ ~ -¡Nunca! ¡ 196 27| Huyamos. Los amantes son sólo, Elvira, los esposos... Inútil es 197 27| prosternándose la desdichada Elvira - , dadme fuerza y virtud. 198 27| su corazón a la infeliz Elvira, que exánime y sin sentido 199 27| los oídos de Macías y de Elvira -. Él viene -repitió de 200 27| Viene, Jaime?... -preguntó Elvira fuera de sí -. ¡Dios mío! 201 27| No, no! -contestó Elvira mirando a todas partes con 202 27| honor, Macías! -exclamó Elvira.~ ~ -Hablad pues...~ ~ - 203 27| Macías una ojeada de dolor a Elvira y otra de despecho hacia 204 27| embargo, por el brazo de Elvira, que suplicante le rogaba 205 27| Dios mío! -exclamó Elvira -. ¡Perdón, perdón! ¡Vos 206 27| las cuitas de la infeliz Elvira.~ ~ ~ ~ 207 28| encontrado en la situación de Elvira, si bien no nos atreveríamos 208 28| las acciones y palabras de Elvira; en balde había resistido, 209 28| aguijón en la herida que hace, Elvira no había ganado el corazón 210 28| fatalidad que pesaba sobre Elvira había alcanzado al doncel. 211 28| semblante pálido y deshecho de Elvira, sus ojos encendidos de 212 28| tardado, ¿no es verdad, Elvira? -dijo acercándose a ella 213 28| Santo Dios! -dijo para sí Elvira, hasta cuyo corazón había 214 28| alusión.~ ~ -¿Estáis triste, Elvira? -continuó Hernán acariciando 215 28| Esposo mío! -exclamó Elvira, destrozada en su interior - 216 28| triste este pájaro. Miradle, Elvira. Su Alteza acaba de cambiármele 217 28| ninguno... » ¿Qué tenéis, Elvira?... Sobre eso fue tal la 218 28| ya. Volviendo a la caza, Elvira, está visto que hoy no cazo. 219 28| fidelidad, ¿no es verdad, Elvira? Capaz será de morirse. ¡ 220 28| parece a vos.~ ~ Volvía Elvira la cabeza a una y otra parte; 221 28| encerrado mancebo, ni el de Elvira si llegaba a ser descubierto, 222 28| esposa.~ ~ -Os entiendo, Elvira -dijo después de un momento 223 28| Yo? -preguntó azorada Elvira -. ¿De qué inferís?...~ ~ - 224 28| conducido a dar sospechas.~ ~ Elvira hizo un esfuerzo para levantarse, 225 28| Pienso, Hernán Pérez -dijo Elvira acercándose a su esposo - , 226 28| de conversar a solas con Elvira irritaban más y más los 227 28| lado. No es mi carácter, Elvira, esa fatal reserva que circunstancias 228 28| desahogo. Me es necesaria, Elvira, una larga explicación.~ ~ -¡ 229 28| explicación.~ ~ -¡Dios mío! -dijo Elvira para sí - , ¡en vuestras 230 28| en los de ella:~ ~ -Sí, Elvira, oídme. Si os creyese una 231 28| Pérez! -exclamó asustada Elvira.~ ~ -Sí, ¿a qué negarlo? 232 28| siempre mucho -interrumpió Elvira con más serenidad.~ ~ -No 233 28| reconvenciones... -dijo Elvira pensando más en abreviar 234 28| respuestas.~ ~ -¿Es posible, Elvira, es posible?~ ~ -He jurado 235 28| Vengamos a otro. Sabéis, Elvira, que soy vuestro esposo... 236 28| Ah! soy inocente -exclamó Elvira precipitándose a los pies 237 28| Cómo pudiera yo dudarlo, Elvira? Sois inocente; pero ¿basta 238 28| mi casa, porque os amaba, Elvira. Hay un hombre, sin embargo, 239 28| Nada me deslumbra, Elvira. No os haré cargo alguno. 240 28| entregué. ¿Le habéis guardado, Elvira?~ ~ -¡Señor! -exclamó Elvira 241 28| Elvira?~ ~ -¡Señor! -exclamó Elvira ahogando sus sollozos y 242 28| gabinete.~ ~ -La verdad, Elvira, y nada más. Mirad; yo os 243 28| hacerla feliz. No hago trovas, Elvira, no es el talento la cualidad 244 28| será siempre mi norte. Sed, Elvira, feliz. Decidme ahora cuáles 245 28| vez -.~ ~ -¡Ah! -exclamó Elvira en el mayor desorden -. ¿ 246 28| soy.~ ~ -No os turbéis, Elvira; tranquilizaos. Eso me basta ¿ 247 28| pudiera no amaros?~ ~ -Basta, Elvira; de hoy mas mis labios se 248 28| sucesivo mi tranquilo sueño. ¡Elvira, Elvira!~ ~ Una larga escena 249 28| tranquilo sueño. ¡Elvira, Elvira!~ ~ Una larga escena de 250 28| esta enérgica exclamación. Elvira, al oírla, miró dolorosamente 251 28| corazón.~ ~ -Ah, perdonadme, Elvira -dijo arrebatado el hidalgo 252 28| perdone, señor? -exclamó Elvira -. ¿Yo a vos? Perdonadme 253 28| palabras en la garganta de Elvira, y no la dejaron sus sollozos 254 28| reflexión, y la infeliz Elvira declaraba a los pies de 255 28| Alzó los ojos al cielo Elvira y contentóse con llorar.~ ~ -¡ 256 28| frente un ósculo conyugal. Elvira sintió su rostro encenderse 257 28| ósculo dado en la frente de Elvira, que resonó en su corazón 258 29| Ah!, Vadillo -exclamó Elvira, creyendo haber oído algún 259 29| cuán desdichada soy!~ ~ -¡Elvira! -dijo escuchando un momento 260 29| aquel ruido metía -dijo Elvira aprovechando tan feliz coincidencia.~ ~ -¿ 261 29| comedimiento.~ ~ -Perdonadle -gritó Elvira, asustada.~ ~ -Ved que habrá 262 29| pájaro de Su Alteza. Dejad, Elvira, que vea lo que hacen esos 263 29| querido Jaime! -exclamó Elvira estrechando al paje entre 264 29| dirigiéndose a la desdichada Elvira -. ¡Ingrata! ¿Qué pretendéis 265 29| paje.~ ~ -¡Jaime! -gritó Elvira, tapando con su mano la 266 29| diga? Huid y lo diré.~ ~ -Elvira, ¿qué dirás? -gritó Macías -. ¿ 267 29| Dios! ¡y por piedad!~ ~ -¡Elvira! ¡Elvira! -dijo Macías palpitando 268 29| por piedad!~ ~ -¡Elvira! ¡Elvira! -dijo Macías palpitando 269 29| ahora, volverás.~ ~ -¡Adiós, Elvira, adiós! -gritó con loco 270 29| repuso con voz apagada Elvira - , adiós! -y cayó sin fuerzas 271 29| con interrumpidos sollozos Elvira, enjugándose los ojos rápidamente, 272 29| Jaime! -dijo en voz baja Elvira -; corre... Teneos, Hernán 273 29| mirad... oíd...~ ~ -¡Elvira, Elvira! -exclamó con voz 274 29| mirad... oíd...~ ~ -¡Elvira, Elvira! -exclamó con voz descompuesta 275 29| vagamente.~ ~ -¡Perdón! -gritó Elvira con voz aguda y ahogada 276 30| decirte, ilustre conde. A Elvira, tu acusadora, es caso imposible, 277 30| favor.~ ~ -Bien. Adelante. Elvira es, además, mujer de Hernán 278 31| ni mis trovas la mueven! ¡Elvira!~ ~ ~ ~¡Ah! Te place que 279 31| más prudente.~ ~ -¿Acaso Elvira?...~ ~ -Mirad, de eso nada 280 31| Llegó el paje entretanto a Elvira y refirióle lo ocurrido. 281 31| Otra vuelta! -dijo Elvira al paje, que cerraba ya 282 31| Dios mío? ¿Qué oigo?~ ~ -¡Elvira! -dijo una voz que así parecía 283 31| de una profunda cueva -. ¡Elvira!~ ~ -¿Quién me llama? -añadió 284 31| encontrado el paje! -exclamó Elvira -. ¡Ah! si Hernán... ¡Oíd..., 285 31| misma me he encerrado -gritó Elvira arrojándose sobre un sillón 286 31| irresistible fuerza.~ ~ -Yo soy, Elvira, yo soy -dijo Macías arrojándose 287 31| jamás -profirió débilmente Elvira, procurando en vano desasirse 288 31| pesar.~ ~ -¡Ah! -exclamó Elvira, reluchando inútilmente -; 289 31| próxima muerte. Ellos son, Elvira, la agonía del amor. ¿No 290 31| desasiendo a la infeliz Elvira, que, perdidos los ojos 291 31| Arrodillado a las plantas de Elvira, imprimía todavía en una 292 31| trémulos labios; no lloraba ya Elvira, no derramaba una lágrima 293 31| toda su intensidad.~ ~ -¡Elvira! -dijo por fin Macías -. ¡ 294 31| partid -profirió con trabajo Elvira -. ¡No queráis, señor, que 295 31| Ellos son, ellos son! -gritó Elvira, precipitándose hada la 296 31| puerta está cerrada -gritó Elvira - y él sólo puede entrar!~ ~ - 297 31| muera deshonrada -gritó Elvira sin saber adónde refugiarse -. ¡ 298 31| solo, Macías.~ ~ -Contigo, Elvira.~ ~ -Jamás -repuso Elvira 299 31| Elvira.~ ~ -Jamás -repuso Elvira abrazándose a un alto crucifijo 300 31| maldigo nuestro amor.~ ~ -Elvira, pues, adiós. Mimuerte es 301 31| muerte.~ ~ -¡Macías! -exclamó Elvira desasiéndose del crucifijo 302 31| varías voces.~ ~ -¡Ah! -gritó Elvira con una expresión difícil 303 31| Él es, él es! -gritó Elvira -. ¡Santo Dios! ¡Piedad 304 33| debajo de las ventanas de Elvira, que dan sobre la plataforma, 305 33| la reja de la cámara de Elvira. Dos o tres piedras enormes, 306 34| merced a la tenacidad de Elvira, se había logrado la industria 307 36| mis brazos, ven presto, mi Elvira:~ ~ ~ ~Ingrata, aunque sea, 308 37| estado de la desdichada Elvira, a quien dejamos con la 309 37| abrió la puerta de la cámara Elvira estaba desmayada, y nada 310 37| puerta cerrada y el estado de Elvira debieron acabar de abrir 311 37| cual debía él morir o morir Elvira. El odio más reconcentrado 312 37| Abenzarsal de la custodia de Elvira, la cual pasó a poder de 313 37| inevitable.~ ~ Con respecto a Elvira, sólo diremos que desde 314 37| No se le podía ocultar a Elvira que cualquiera que hubiera 315 37| pasábase la desgraciada Elvira los días y las noches de 316 37| que debía quedar condenada Elvira como calumniadora, pero 317 37| salvar la vida de la infeliz Elvira, cosa que intentaba pedir 318 37| haber evitado la muerte de Elvira y del doncel.~ ~ A pesar 319 37| esta pregunta estremeció a Elvira, que se vio sola en el mundo 320 37| don Enrique de Villena; Elvira, al verle, no fue dueña 321 37| campeón del acusado por otra. Elvira, al recibir tan terrible 322 37| Requirióse entonces a Elvira de que presentase su campeón, 323 37| silencio. Leíase en los ojos de Elvira la ansiedad con que esperaba 324 37| pronunciarle, cuando prosternándose Elvira y elevando al cielo las 325 37| enturbió la frente pálida de Elvira, que quedó sumergida en 326 37| Ah! Señor -repuso Elvira dirigiendo al caballero 327 37| esperarse al campeón de Elvira.~ ~ Don Luis de Guzmán vio 328 38| y hermosa como la señora Elvira, muy amiga por cierto de 329 38| segundo y tercer pregón.~ ~ Elvira alzaba de cuando en cuando 330 38| contenerse por más tiempo Elvira.~ ~ -¡Señor! -exclamó prosternándose 331 38| la acusadora. Desanimada Elvira enteramente, dejó caer su 332 38| igual determinación. No daba Elvira, sumergida en el más profundo 333 38| Hércules sobre su maza. Elvira, al oír el grito de victoria, 334 38| de Villena es inocente. Elvira es calumniadora. He aquí 335 38| la suerte que esperaba a Elvira. Efectivamente, según las 336 38| los archeros a conducir a Elvira al suplicio, estaba ya en 337 38| entre sus caballeros, y Elvira, luchando entre la duda 338 38| su defensor, arrastró a Elvira hacia el mismo paraje. La 339 38| condesa.~ ~ -¡Macías! -gritó Elvira, devorando con sus ojos 340 39| doña María de Albornoz y de Elvira, pudieron más con él las 341 39| Arjonilla, acompañándola Elvira, Jaime y Peransúrez; aturdida 342 39| agitación de su alma.~ ~ -¡Elvira -decía hablando con su señora - , 343 39| hablando con su señora - , Elvira, he aquí el estado infeliz 344 39| los suyos. ¿No lo sientes, Elvira, tú también? ¡Nunca se apagará 345 39| doña María de Albornoz y Elvira, y al nombre de la condesa 346 39| ojos de doña María y de Elvira el horroroso combate.~ ~ -¡ 347 39| combate.~ ~ -¡Cielos! -exclamó Elvira -. ¡Bárbaros, teneos! ¡Tomad 348 39| vida, tomadla! -precipitóse Elvira hacia la prisión, y puesta 349 39| a orillas de la zanja a Elvira, pronta a precipitarse en 350 39| Enrique y los suyos.~ ~ -¡Elvira! -gritó Macías saliendo 351 39| saliendo de la prisión -. ¡Elvira! -lanzóse en seguida al 352 39| desgarrador, lanzado del pecho de Elvira, resonó hasta el mismo corazón 353 39| andar por él una persona. Elvira, en tanto, miraba la sima 354 39| tarde, es tarde! -repuso Elvira dando una horrorosa carcajada.~ ~ -¡ 355 39| En aquel momento pareció Elvira volver en sí para reconocer 356 39| no pudiendo éste llegar a Elvira.~ ~ -¡Maldición sobre ti 357 39| desdichada boda y la suerte de Elvira, salvaron la vida al conde, 358 39| entretanto, había visto a Elvira desde el momento en que