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Mariano José de Larra El doncel de Don Enrique el Doliente Concordancias (Hapax Legomena) |
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1 1| Urbano VI, ocurrida el año 1378, después de la muerte de 2 1| Posteriormente, en el año 1381, el sucesor de don Enrique 3 1| VII, a 26 de septiembre de 1394, reinando en Castilla don 4 1| el Papa Clemente VII, a 26 de septiembre de 1394, reinando 5 8| caballeros consta al lib. I, tít. 3, que «al caballero o dueña 6 8| que habláis tan gordo? ¡Aah! -prosiguió bostezando.~ ~ - 7 35| convento; nuestro reverendo abad no quiso que en nuestros 8 21| en la habitación como se abalanza el tigre al redil llamado 9 21| yo soy -respondió la dama abalanzándose hacia atrás para poner todo 10 39| conocerás mi mano -dijo, y se abalanzó sobre el contrario.~ ~ Retrocedió 11 13| soledad y la Madre de Dios me abandona. Un acontecimiento extraordinario 12 17| adelantándose a recoger la prenda abandonada - , no es necesario, yo 13 17| exhalar un gemido de terror, y abandonándola sus fuerzas, dejóse caer 14 26| ninguna señal alarmante, se abandonaría más fácilmente y caería 15 10| Dios confunda al malsín, abandone la Virgen Madre al engañador 16 33| ojos! -añadió el montero abarcando con la mano el hocico del 17 6| reglamentado por el sabio abate, pero cuya existencia tiene 18 32| castillo desde el tiempo de Abderramen...~ ~ -¡Bah! -dijo el otro 19 28| muerte; pero semejante a la abeja, que se lastima al picar 20 15| Su Alteza, Mosén Abrahem Abezarsal, el mismo que en la corte 21 24| justiciero para atropellar abiertamente los fueros de una Orden 22 32| Villena; que les fueron abiertas las puertas; que el maldecido 23 31| abrir aunque sus ruegos me ablandaran. Corre en seguida en su 24 32| sin embargo, habremos de abogar por el moro, en primer lugar 25 35| monstruo, monstruo abominable!~ ~ -¿Quién sois? Acabad, 26 31| hablamos es una palabra de abominación; el tiempo es precioso y 27 6| están siempre prontas a abonar mis imprudencias. La amistad 28 26| mil amantes, que tal vez aborrecen, o son las de una hermosa 29 28| sí -. ¡Oh, quién pudiera aborrecerte!~ ~ -¡Me ama, me ama como 30 37| hablaba eran palabras de aborrecimiento y execración, y dirigidas 31 8| menester todavía que os abra yo los ojos con el puño?~ ~ 32 20| plomo mi cabeza... Abrahem, Abrah... ah... Bien.~ ~ Apenas 33 35| si dais orden de que nos abran temprano en el castillo.~ ~ - 34 21| nunca con este amor que me abrasa para no ser correspondido. 35 31| que deja sobre tu labio abrasador este ósculo de muerte, que 36 21| que vuestros ojos no me abrasarán en lo sucesivo y yo juraré 37 21| ojos entre la multitud para abrasarle impunemente? ¿Creéis que 38 35| hundidos de la encarcelada, que abrazaba con religioso fervor el 39 29| perdón! -y cayó de rodillas, abrazando los pies del hidalgo, y 40 31| Jamás -repuso Elvira abrazándose a un alto crucifijo de plata 41 18| voz la misma; arrojéme a abrazarla y...~ ~ -¿Vos?~ ~ -Yo, y 42 10| verdad de mis palabras.~ ~ Abrazáronse los consortes en presencia 43 25| Dejad -le dijo - el abrazo para ocasión en que estéis 44 31| alcaide del alcázar... ¡La abren, Dios mío! -continuó escuchando 45 28| dijo Elvira pensando más en abreviar el diálogo que en meditar 46 8| los ojos con el puño?~ ~ Abría el ballestero unos ojos 47 22| ruido de caballos que se abrían paso por entre la espesura 48 36| y proyectos de venganza. Abríanse unas puertas, derribábanse 49 24| desvanecer. Solos estamos; abridme vuestro corazón; decidme, ¿ 50 35| conde de Cangas y Tineo. Abriéronle inmediatamente, e introducido 51 36| la noche anterior que se abriese a los padres descaminados, 52 8| como tal lograr que se le abriesen las puertas. Calculando 53 23| inocentes. Si sólo hubiera abrigado Elvira indiferencia con 54 27| posible que Hernán Pérez abrigase la menor duda acerca de 55 18| la cámara de don Enrique. Abrióla de golpe y precipitóse dentro 56 38| para el justicia mayor. Abriólas éste y recorriólas rápidamente. 57 31| amarás, y mi espada aún nos abrirá paso al través de los pérfidos 58 28| para vuestro esposo, no os abriría mi corazón. Pero ¡ah! vos 59 35| se había dado la orden de abrirles el rastrillo en cuanto se 60 24| fin, os habréis decidido a abrirme francamente vuestro corazón? - 61 36| su debilidad se hallaba abrumada bajo el peso del hábito 62 39| creyó, sin embargo, oportuno abrumarle con reconvenciones en la 63 16| alteza sabe que el estudio absorbe las horas de mi vida y desde 64 24| convaleciente aún, la miraba absorto y enternecido: «Elvira, 65 3| marquesado de Villena, que su abuelo don Alfonso, primer marqués 66 7| lienzos que entre nuestros abuelos tanto se apreciaban con 67 33| tenemos montes y venado en abundancia, lo cual haré con tanto 68 32| artes de la guerra a su abundante vegetación. Un largo litigio 69 37| acusación, no sin acompañarla de abundosas lágrimas, que manifestaban 70 21| otro lado de la mesa, y el aburrido caballero se creyó solo 71 21| Vos osáis ofenderme, vos abusáis de esa manera de mi loca 72 1| perpetuaban la injusticia y el abuso de la fuerza de los primeros 73 25| el arzobispo los oficios, acabados los cuales se levantó el 74 6| nuevamente ofensivas que acabáis de proferir. Sé cuánto debo 75 1| el cuadro que rápidamente acabamos de bosquejar, que sea preciso 76 27| de esos que pasan y se acaban y dan lugar a otros? ¡Ay! 77 17| qué letras tenéis?~ ~ -Acábanse, señor, de recibir éstas.~ ~ -¡ 78 3| Acabad...~ ~ -Sí, acabaré... a mi necedad...~ ~ -Basta; 79 38| insignia dio al montero, acabaron de indignar a éste, e iba 80 31| Cuándo dijo lo que me acabas de referir?~ ~ -Aquel día 81 10| María; ¿es posible que no acabéis de conocer los sentimientos 82 2| para nuestros lectores.~ ~ Acabóse la corta refacción sin hablar 83 3| dibujante llamaría en el día académicas o de estudio. Sus labios 84 36| pulsado, cosa que no le había acaecido nunca desde su llegada al 85 22| le había dado - , tomad y acallad con oro vuestra conciencia, 86 32| llegar aquella conversación acalorada del montero Peransúrez, 87 1| estratégica de los jóvenes y acalorados caballeros del ejército 88 38| coraje había acabado de acalorar; pero cuando no pudo reprimirse 89 33| patas, lamió la mano que le acariciaba, como si quisiese dar a 90 36| ignorancia de las llaves les acarreaba, y aún más del silencio 91 26| Queréis decir que podrá acarrear mi muerte?... Porque eso, 92 27| locura imprudente del doncel acarrease a su prima más funesta consecuencia 93 39| fin las gentes de Villena, acaudilladas por el hidalgo, que había 94 7| fue perdiendo fuerzas su acceso de cólera, como pierde impetuosidad 95 8| Guar del conde que la acecha!~ ~ ~ ~Que un caballero 96 6| observador que los hubiera acechado, por pocos progresos que 97 2| Villena anda hace tiempo acechando un maestrazgo.~ ~ -¿Sabéis 98 2| puestos los monteros en acecho, esperaban en las encrucijadas 99 32| el cual daba de sí más aceite que luz. Pendíase unas veces 100 32| reservadas de su hostelería unas aceitunas algo aventajadas, y cierto 101 3| efectivamente, las pisadas aceleradas de varias personas, y se 102 2| a su señor, que no quiso acelerar para su servicio el fin 103 24| embargo, intrigar para que se acelerase la reunión del capítulo, 104 34| fidelidad llegaron a tocar en un acendramiento difícil de explicar, ni 105 17| os admito por mi campeón, aceptad este lazo, noble caballero.~ ~ 106 37| con su intempestiva y no aceptada generosidad.~ ~ ~ ~ 107 5| doncel de Su Alteza; empero aceptando el encargo del conde, aprovechaba 108 4| monedas; cada cornado que aceptas debe pesar mas que el plomo 109 5| servirle en clase de paje, y acepté a pesar de mi prima, que 110 5| adaptar mi carácter al suyo, y aceptó mis servicios. Y he pretendido 111 14| su mano a la desconocida; aceptóla ésta para salir, pero un 112 34| blandamente, y regándole con sus acerbas lágrimas, los ratos que 113 33| distancia; conforme nos acercábamos Bravonel y yo, habíamos 114 17| Entre los muchos que se le acercaban tocóle uno en el hombro 115 35| acaecimiento que los había acercado tanto a la corte.~ ~ -Bueno 116 35| bien, miradme -prosiguió acercando la luz a su semblante.~ ~ -¡ 117 31| Es ésa? -dijo Macías acercándola a un farol de la escalera 118 2| es que ha muerto -añadió acercándosele al oído - como presumo. ¿ 119 10| espada, a cuya señal se acercaron los demás con sendos puñales 120 38| la plaza. Acaso podréis acercaros al señor justicia mayor, 121 34| cumplimientos les invitaron a que se acercasen para secar sus hábitos al 122 23| nosotros somos defensores acérrimos de los amigos, en los cuales 123 16| opondrían obstáculo a tan acertada elección.~ ~ -¡Hágase la 124 7| mozalbete.~ ~-No, que lo has de acertar. Cuando se trata de coger 125 9| acometí.~ ~ -Por Santiago que acertaste. ¡Es mi hombre! ¿Era el 126 38| indignaba contra Villena, achacando a sus cobardes maleficios 127 37| don Enrique de Villena, achacándole aquel propio crimen del 128 25| concesión cristiana, debe achacarse más bien esta inconsecuencia 129 35| padre:~ ~ -Mi superior está achacoso; es sordo además tanquam 130 17| lais y virolais, que de achaque de encuentros. Ahora anda 131 35| enviado esta agua, y los achaques de mi compañero, nos han 132 25| miradas del caballero y su aciaga hermosura. Esta medida había 133 7| Ah! , ¡ah! que no lo acierta -exclamó en su triunfo el 134 38| circunstantes, sucediendo a la aclamación el más profundo silencio.~ ~ 135 10| y libertad, para que le aclarase sus misteriosos avisos; 136 5| obtener una contestación aclaratoria de la situación del espíritu 137 7| sus villas; ora intentaba acogerse al amparo del mismo Rey, 138 22| las espadas y comenzaron a acometerle todos a una con la ventaja 139 9| no me pareció bien, y le acometí.~ ~ -Por Santiago que acertaste. ¡ 140 22| los tres que le quedaban acometiendo -. ¡Muera! Yo daré cuenta 141 22| sosegadamente, esperó a que le acometiera su contrario con resuelto 142 10| protegerla de todo extraño acometimiento.~ ~ -Traición, señora -gritó 143 38| resuelto al contrario, que le acometió causándole de nuevo otra 144 4| el segundo en tu amo; ¿te acomoda esta condición?~ ~ Una inclinación 145 5| completamente desempeñada.~ ~ Acomodó el paje en el dedo en que 146 5| una estrella fija que la acompaña siempre y que luce en medio 147 9| conde en persona, a quien acompañaba su fiel camarero. Hízose, 148 23| boca en boca, siempre irían acompañadas de aquellas expresiones 149 7| exhalando profundos gemidos acompañados de voces inarticuladas, 150 6| soto, camino de El Pardo; acompáñala por lo regular en este paseo 151 39| justicia mayor a Arjonilla, acompañándola Elvira, Jaime y Peransúrez; 152 37| funesta acusación, no sin acompañarla de abundosas lágrimas, que 153 34| mucho peso, porque habían de acompañarle otros, los cuales sólo sabían 154 6| Permitid, señor, que os acompañe hasta que os deje en vuestra 155 21| pecho del hidalgo la voz acongojada que en balde intentaba desconocer.~ ~ -¡ 156 20| vigésimo~ ~ ~ ~ ~Quien esto vos aconseja,~ ~ ~ ~Vuestra honra no 157 26| obstáculos como continuamente le aconsejaba el judío; pero ya hemos 158 26| humano.~ ~ -Judío, ¿y qué me aconsejáis?~ ~ -¿Necesitáis consejos 159 4| vuestras sales... yo os aconsejaría que imitarais mi ejemplo 160 4| presente le había felizmente acontecido? Resolvió, pues, en su corazón 161 3| esta villa, cosa que le aconteció algunas veces en su corto 162 25| rostro~ ~ ~ ~Para facerlo acordado,~ ~ ~ ~Y vuelto que fuera 163 26| Sí, sí; ¿cómo pudiera no acordarme? Sin el concurso de circunstancias 164 29| lo di; si él se escapa, acordaros habéis del pájaro de Su 165 4| medroso confidente, ni menos acordarse de la orden que de esperarle 166 40| cuadragésimo~ ~ ~ ~¡Tarde acordaste!!!.. ~ ~Rom. del conde Claros.~ ~ ~ ~ 167 17| quienes ni contestaba ya acorde ni podía apenas atender. ¡ 168 15| tranquilamente su carrera y no nos acordemos más de ellos que ellos se 169 7| Basta. ¿Estás cierto?~ ~ Acordóse de pronto el imprudente 170 6| orden de caballería que para acorrer a los débiles y a los desvalidos 171 22| a un momento el que más acosaba a Macías.~ ~ -¡Mueren por 172 39| abrió por entre los que le acosaban un caballero, gritando, 173 22| defendíase como un león acosado a la puerta de su caverna 174 5| su constancia en seguir y acosar días y noches enteras a 175 2| Guzmán y que esta noche no se acostará don Enrique de Villena sin 176 12| del sillón del trono, como acostumbra hallándose en la corte. 177 2| población, considerablemente acrecentada, y el hombre ha venido a 178 5| término al miedo que se había acrecentado en él al recorrer las escaleras 179 3| había pensado él nunca en acrecentar sus Estados por los medios 180 35| surtieron efecto, y el mal se acrecienta por momentos. Temeroso Su 181 1| por esos mundos impresas y acreditadas, de cuyo contenido no nos 182 24| a que sois, Vadillo, tan acreedor.~ ~ -Guarde el cielo, señor, 183 26| culpables de calumnia, y acreedores, por consiguiente, al castigo 184 38| seda negros, abiertos y acuchillados; un camisón riquísimo de 185 10| caballeros y escuderos acudían todos a la voz del conde, 186 7| aparición de Elvira, que había acudido con tanta oportunidad a 187 22| tan indeciso el combate, acudieron en número de otros tres 188 10| esta primera diligencia, acudió la triste Elvira a la cámara 189 15| más de ellos que ellos se acuerdan de nosotros. Otros astros 190 5| socorro de un caballero, acuérdate del doncel de Enrique III. 191 3| a todo el mundo; que se acuesten mis donceles y mis pajes; 192 17| Por qué venís tapada a acusar al delincuente? La verdad 193 7| si por ventura tienes que acusarte de algún...~ ~ -¡Chitón!, 194 22| era la dama enlutada que acusó esta mañana en pública corte 195 35| hospedaje. Introibo, dijimos, ad altare.~ ~ -Y bien dicho - 196 35| cuchillo de monte y dejóle más adaptado a la estatura de la hermosa. 197 5| emisario en Calatrava, fingí adaptar mi carácter al suyo, y aceptó 198 25| vestido una cota, embrazado la adarga y empuñado la lanza.~ ~ 199 1| son prendas todas las más adecuadas al cristianismo, no dejan 200 25| orabín, el salterio, la adedura albardana, la dulcema e 201 2| mientras que el uno de ellos se adelantaba a apearse y tener de la 202 19| los tibios con promesas de adelantamiento, ganasen a los descontentos 203 19| nombramiento, la bajeza con que se adelantaron varios caballeros de su 204 11| catástrofe me pueden anunciar.~ ~ Adelantáronse, al llegar a decir esto, 205 39| suplicó al conde le permitiese adelantarse en su excelente caballo 206 24| y del arrojo con que os adelantasteis en la corte a alzar el guante, 207 5| no poco perjuicio de sus adelantos e intereses, pues solía 208 30| claras demostraciones y ademanes de contento y satisfacción 209 5| llegada se había secretamente aderezado por las gentes de Villena, 210 5| amigos, y cuando en vez de aderezar la ballesta ha tenido que 211 32| algunos años, y se habían adherido a él, como en aquellos tiempos 212 34| que cual telas de araña se adhieren siempre a los edificios 213 7| victorioso -; escuchadme, señora adivina: es un caballero joven.~ ~ - 214 10| estupor; el lector hubiera adivinado en sus semblantes infinidad 215 31| conocer? Si tanto sabéis y adivináis...~ ~ -Bien, no importa. 216 9| paciencia, podrá tal vez adivinarlo por sus prontos resultados.~ ~ ~ ~ 217 7| el anillo hasta que ella adivinase como pudiese su procedencia; 218 27| Preguntadle por qué no adivinó que lazos indisolubles y 219 19| alguno a su compañero y adlátere el objeto de aquella misteriosa 220 17| de esa desgraciada, y la administración de la justicia exige que 221 20| eso no es nada. Más es de admirar la cobardía de los demás 222 33| os referiré cosas que os admiren, y veréis si tenemos montes 223 20| si os interrumpo; pero admiro vuestra penetración. ¿Habéis 224 25| religiosas y profanas que para la admisión de los señores en esta vasta 225 17| fuese. Como prenda de que os admito por mi campeón, aceptad 226 2| del rey como a un montero adocenado. ¿Y puedo yo hacer la misma 227 19| para expresar sus ideas adopta.~ ~ -¡Por Santiago, caballeros 228 19| Enrique de Villena, una vez adoptadas sus ambiciosas ideas de 229 5| esas voces que el vulgo ha adoptado tal vez con sobrada ligereza. 230 4| al parecer no debía tener adoptados todavía su agitado esposo. 231 1| vano deseo de venganza, adoptando y jurando, a imitación del 232 26| mujer, cuyas perfecciones adoráis?...~ ~ -Entiendo, entiendo.~ ~ - 233 24| dulses de balladas,~ ~ ~ ~Adormiendo a veces, muy alto a las 234 32| la más pequeña de las que adornan en el día la capital de 235 2| prestaba a la cara que debiera adornar cierta aspereza y aun ferocidad 236 27| cederán los bosques; amor la adornará; tú misma con tu presencia. 237 3| el trabajo que emplee en adornarme.~ ~ -¿Qué decís?~ ~ -Sí; 238 25| loriga guarnecida de piel, adorno reservado sólo en aquel 239 8| suave y diestramente pulsado adquiría nueva dulzura del silencio 240 1| estudio, y la ciencia que adquirían era sólo el medio criminal 241 7| ventaja que sobre ella ha adquirido. Como un incendio que ha 242 3| letras le había impedido adquirir aquella flexibilidad y pulso 243 4| solía surtir la reina del Adriático entonces a las personas 244 24| dominios del maestrazgo, que la adulación de sus parciales se había 245 7| temores porque no un amor adúltero, sino la ambición era quien 246 17| tomaba la defensa de la advenediza?~ ~ -¡Oh oprobio! ¡Oh mengua! ¡ 247 17| de incertidumbre hacia el advenedizo defensor de su acusadora.~ ~ 248 22| miedo de uno o de los dos adversarios, o por cualquiera extraña 249 34| hombre que podría en un caso adverso comprometer al conde, y 250 36| del pie de la torre. Esta advertencia sólo podía animar a los 251 20| mismo que esta mañana os advertí: bien conocéis cuán difícil 252 27| Qué palabras! Pues advertid que ver a mi prima es imposible.~ ~ -¿ 253 39| ausencia en el combate.~ ~ Advertida de allí a poco en el palenque 254 12| perdido la cabeza.~ ~ -Voy a advertirle que vuestras señorías...~ ~ - 255 34| sé, señor alcaide. Pero advierta vuestra merced que no son 256 37| de Guzmán, la separaron, advirtiendo a éste que la ley prevenía 257 37| rompimiento con su esposa; advirtióse desde entonces que cuanto 258 32| hallaba bajo la protección y advocación de Santa Catalina. En el 259 14| desapareció a sus ojos la aérea visión. Macías creyó ver 260 10| inesperadamente todo el aéreo castillo de sus fantásticas 261 24| le dijo don Enrique con afabilidad, ¿os han permitido ya dejar 262 2| aire no común, su rostro afable, aunque grave, sus maneras 263 17| de tan luengas tierras y afamadas hazañas podía darles.~ ~ 264 32| era de los más fuertes y afamados de Castilla, no dejaba por 265 11| los pecheros y hombres de afán, también si los moros vuelven 266 4| claro en claro trabajando y afanado sobre esos cacharros que 267 35| prisión, y después de tantos afanes, faltábales aún desempeñar 268 13| miras de su señor, habíale afeado los medios y le había reconvenido 269 9| imponente, tanto por el lujo y afectación con que se hallaba alhajada 270 16| Señor -respondió con afectada sorpresa el hipócrita charlatán - , 271 5| doncel, y despidiéndose afectuosamente, no tardaron en oírse sus 272 18| hubiera ocultado... yo le afeé... ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿ 273 36| preso. Éste, en fin, se aferró en decir que él no saldría 274 24| sobresalía singularmente; afianzóse más en ella la amistad que 275 32| tendría el castillo muchos aficionados, porque era común opinión 276 39| montes, y hay cronista que afirma que años adelante murió 277 13| desdichada muerte de su señora; afirmábanse al recordarla todas sus 278 24| fuese porque se hubiese afirmado en quitar al doncel todo 279 6| pero... acordaos -añadió afirmándose en los talones con ademán 280 37| Lo único que podremos afirmar es que Hernán Pérez de Vadillo, 281 14| no osaba, sin embargo, afirmarse en sus sospechas.~ ~ -Con 282 37| tenía vagas sospechas. Pero afirmó en seguida que desde entonces 283 30| señor, a ti; sin embargo, afírmome en lo dicho; no tienes, 284 38| un resplandor singular. Afirmóse en los estribos, registró 285 17| todo caso saldrá por ella. Aflígeme, sin embargo, el estado 286 23| las penas que debían de afligir a su hermosa prima. Retiróse 287 30| Naturaleza se ha erigido, se afligirá como si el no ser nada fuese 288 24| sólo pueden contribuir a afligirme.» Volvía en sí Elvira al 289 7| estaba como arco que se afloja. Siguió mirando, pero más 290 7| el exceso del dolor; la aflojó el vestido con que tan inútilmente 291 19| si hubiera sido éste el afortunado, El amor propio ofendido 292 6| propia su vergüenza y su afrentoso desaire. Mirábale atento 293 36| lanzaba hacia las playas africanas algunas nubes dispersas, 294 31| dejó sentir en la parte de afuera de su habitación un rumor, 295 38| bestias con el mozo en las afueras del pueblo.~ ~ -Como gustéis - 296 5| perro cobarde con las orejas agachadas y sin siquiera ladrar por 297 35| más en ella la atención, y agarrando con una mano a Peransúrez, 298 18| decís porque tenéis que agasajar y poner buen semblante a 299 19| perfectamente por escribano o agente de negocios, de lo cual 300 2| presta a los poetas cierta agilidad de que nunca podrá gloriarse 301 40| turba es aquélla que se agita en el extremo de la plaza. ¿ 302 14| pero un notable temblor la agitaba; oprimióla suavemente el 303 10| entrambas nuestras heroínas agitaban acerca de los resultados 304 21| de una persona que duerme agitadamente. Miró a todos lados y creyó 305 39| una mujer desmelenada, agitando con ademán frenético una 306 22| por cuyas ramas pasaba, agitándolas y susurrando tristemente, 307 5| disforme, lamióse los labios, agitó la cola, y sacudiendo las 308 37| que bajo nuestra pluma se aglomeran, no nos haya permitido sacarlos 309 39| que por dentro la cerraba. Agobiado por el número de los que 310 24| confiarte las muchas que agobian a tu escudero.~ ~ -Quiero 311 12| conde, a cuya imaginación se agolpaba, entre otros peligrosos 312 7| coordinarlas entre sí; empero agolpábanse todas a su imaginación ferviente; 313 27| las lágrimas que se habían agolpado a sus ojos, rogó al pajecillo, 314 17| mirando dudoso a todas partes. Agolpáronse al oír estas palabras los 315 31| Y que a la hora de agora,~ ~ ~ ~Seré muerto o cativado.~ ~ ~ ~ 316 4| busca en su imaginación agotada algún arbitrio, o que espera 317 19| cierta una cosa que no le agradaba, enrojecióse su rostro, 318 5| cuarto de mi prima y hube de agradarle; díjome que si quería servirle 319 35| interrumpió el padre -. Nosotros agradecemos a vuestras mercedes la buena 320 35| con su mano un ademán de agradecer el ofrecimiento.~ ~ -La 321 31| que es harto grande.»? Yo agradecería vuestra nobleza entonces.~ ~ - 322 10| deseo de la condesa, de agradecerle su fina amistad e implorar 323 20| inconveniente podrá haber?...~ -¡Qué agradecida debo estaros, sabio Abrahem!~ ~ - 324 37| caballero una mirada de agradecimiento - , dejad morir a una desdichada - 325 30| fenestras, como dejamos dicho, y agradeció al pueblo con claras demostraciones 326 40| este pueblo maldito sin agravarse mis males.~ ~ Llegáronse, 327 23| existencia; a lo cual se agrega la reflexión de que a aquellas 328 26| astrólogo; semejante reserva, agregada a aquella tristeza misteriosa 329 38| de cada uno, y a ella se agregaron dos persevantes. Entró en 330 16| estandarte de Calatrava verá agregarse a su cruz roja las barras 331 5| y suavizaba la condición agreste que en los bosques se había 332 38| gente? -replicó una voz agria y descompasada, semejante 333 38| muchacho, y siguió corriendo. Agrupábase la gente cada vez más por 334 25| mesa, y aun a ofrecer el aguamanil a los convidados antes y 335 18| buscar al astrólogo; os aguarda para darme una razón que 336 27| díjome no ha mucho... Mas, aguardad. Si no me engaño, ella viene...~ ~ -¿ 337 4| camarero de nuestro amor, estoy aguardando su venida para prestarle 338 32| comer embuchados no debía aguardar a que entrase Peransúrez 339 2| éstos habían probado sus agudas defensas, dando al viento 340 39| huyó despidiendo del pecho agudos alaridos.~ ~ Precipitáronse 341 10| extremo por un ejército aguerrido y numeroso. Por una de estas 342 7| larga y tranquila posesión. Aguijoneaba, además, a la infeliz condesa 343 2| sobre él con el venablo aguzado y rendirle en tierra del 344 33| después de mi ballesta y dos aguzados venablos, seguido de mi 345 29| Qué locura! ¡Mi voz se ahoga!~ ~ -Hermosa prima, Hernán 346 39| asido aún al juglar y lo ahogaba casi con su mano, intimándole 347 28| Señor! -exclamó Elvira ahogando sus sollozos y volviendo 348 12| Asíale de la garganta, y ahogárale sin remedio, si no se le 349 27| inmensidad de mi amor la ahogó en el fondo de mi corazón. 350 26| corazón el dardo que se ahondaba más mientras más esfuerzos 351 4| que me arrebatan por los aires...~ ~ -¡Eh! -interrumpió 352 38| concluyeron su carrera airosamente. Tomaron los caballeros 353 23| habían notado su singular aislamiento, su profunda tristeza y 354 | ajenas 355 17| donceles con el pantalón muy ajustado y dos mangas perdidas recortadas 356 17| los canes; después de ello ajusticiada por calumniadora.~ ~ No 357 38| Alteza declarase si quería ajusticiarlo o perdonarlo. Sus bienes 358 5| en el dedo en que mejor ajustó el anillo del doncel, y 359 38| cuales colocáranse unos en ala bajo el balconcillo de Su 360 3| Albornoz - , llegad hasta el alabardero de la cámara del Rey y ved 361 31| manos, hermosas como el alabastro, sus trémulos labios; no 362 4| talismanes mágicos, y no pocos alambiques y redomas aplicables a usos 363 5| can, de la familia de los alanos, y su inquietud y sus sordos 364 2| por encima del hombro le alargaba, como pudiera con un perro 365 17| es! -gritó con penetrante alarido la enlutada, y el exceso 366 26| ella en él ninguna señal alarmante, se abandonaría más fácilmente 367 37| judío, es de presumir que alarmase al marido acerca de lo que 368 38| Venía jinete en un soberbio alazán encubertado con paramentos 369 25| el salterio, la adedura albardana, la dulcema e axabeba y 370 7| todos había avasallado ya su albedrío bajo esta personificación, 371 4| cuarto~ ~ ~ ~ Este es aquel Albenzayde~ ~ ~ ~Que entre todos tiene 372 1| contienda en su propio corazón albergaba. En la época de nuestra 373 32| misterioso personaje que albergáis en vuestro bien alhajado 374 34| qué peligro hay en albergar dos frailes? Dios sabe de 375 34| enamorado Macías, pensó albergarse en la hostalería del complaciente 376 25| e axabeba y el hinchado albogón, la cinfonia, el odrecillo 377 7| duda.~ ~ El paje, que había alborotado la sala con sus gritos y 378 38| paraje donde sonaba el mayor alboroto.~ ~ Un caballero bien montado 379 10| Don Enrique! -exclamó alborozada la de Albornoz. Miró, sin 380 5| cortó la manifestación de su alborozo -. Hay más gente que nosotros 381 34| Pero, para desempeñar la alcaidía de este famoso castillo, 382 1| don Juan I, ocurrida en Alcalá de Henares de caída de caballo. 383 3| sobrenaturales cuanto no estaba a sus alcances, fuese que efectivamente 384 21| trasluce, Hernando, que se te alcanza más de ardides de montería 385 28| pesaba sobre Elvira había alcanzado al doncel. Había bebido 386 30| como en los tiempos que alcanzamos de dicha y de ilustración; 387 10| al Manzanares; allí los alcanzaremos; la escalera secreta no 388 18| Tan lejos que no le alcanzaría el mismo Hernando, que no 389 22| sería vano intento querer alcanzarlos; detúvole en aquel punto 390 10| Nada más frecuente en los alcázares antiguos, y de construcción 391 24| defensa de mi señor. Yo alcé en tu nombre el guante que 392 7| una cámara inmediata a la alcoba donde, casi vestida también, 393 3| Los estados de Salmerón, Alcolea y Valdeolivas que me trajisteis 394 24| y sus parciales; en ella alegaba el derecho de la Orden de 395 5| perdición, a no haberle alegado su mismo tío el de Villena, 396 5| corazón de su señor su última alegoría, más despedazadora que el 397 2| representaba la caza del ciervo, y alegórica por consiguiente a las circunstancias, 398 24| pintadas~ ~ ~ ~A las gentes alegra, todas la tiene pagadas.~ ~ ¿ 399 22| honradez del hidalgo, hubiérase alegrado tal vez, pero la idea de 400 18| desaparecido, no hay medio de alegrar a mi prima. Venid, venid 401 3| seguir hablando. ¿Deberé alegrarme de esta inesperada entrevista? ¿ 402 21| inmediación de la mañana tiñe en alegres imágenes la fantasía de 403 38| gruñido prolongado, como se aleja tronando la tempestad.~ ~ -¡ 404 6| el irritado conde, que se alejaba premeditando los medios 405 20| y el retiro en que vivo alejan de mí las visitas que pudieran 406 14| señora? Cuando pensaba alejarme de esa funesta corte...~ ~ -¿ 407 36| era alegría.~ ~ ~ ~La copa alevosa, que amor nos colmó~ ~ ~ ~ 408 17| calumnia se uniese a la alevosía y que don Enrique de Villena 409 11| Otorgadme que me dé a buscar al alevoso, y que donde quiera que 410 25| historia, hablando del príncipe Alexis, hijo de Isaac, emperador 411 3| costosos tapices, ostentosas alfombras de Asia, almohadones de 412 40| la loca!~ ~ A toda esta algazara respondía la desdichada 413 4| un enorme tintero, cuyos algodones hubieran podido prestar 414 7| al reconocimiento de la alhaja, cuya posesión no creía 415 10| efectos de nuestra nueva alianza. ¿Dudáis aún?~ ~ -Esta duda, 416 2| Enrique de Villena sin haber aligerado y repartido la carga de 417 8| suerte de la de Albornoz alimentaba Macías en todas sus acciones.~ ~ 418 3| caballero de Calatrava había alimentado inútilmente.~ ~ -Ferrus, 419 1| anarquía que en el Estado alimentaran sus poderosos tutores, había 420 10| entre sus mismos brazos, allanando su propia habitación por 421 15| cuando éste sepa que mi allegado, el ricohombre de Luna, 422 25| los infieles de aquende y allende el mar; fórmula en que se 423 15| atravesado el pecho con punzante almarada; una lámpara arderá delante 424 39| clavó el pendón real en una almena.~ ~ Hernando, que había 425 32| Tenía su doble muralla almenada, torres, foso, su contrafoso, 426 8| aspiraban:~ ~ ~ ~ En el almenado alcázar~ ~ ~ ~Duerme Zaida 427 32| tranquilamente en derredor de las almenas, prueba evidente de que 428 10| manera de los que usaban los almogávares, no permitían ver quiénes 429 3| ostentosas alfombras de Asia, almohadones de la misma procedencia, 430 28| indiferente atolondramiento de su alocada edad.~ ~ -Pienso, Hernán 431 12| por cierto que, una vez alojado, no se arroja del pecho 432 32| en la brasa sus húmedas alpargatas, o disponían su cena en 433 15| Cangas. Ved, yo soy mejor alquimista. Sin andar a caza de la 434 35| hospedaje. Introibo, dijimos, ad altare.~ ~ -Y bien dicho -habló 435 35| Ferrus -. Esto entretanto no altera el orden de nuestra cena. 436 24| relativa a la noche del duelo, alteraba visiblemente a Vadillo, 437 6| concebido, sino con aquellas alteraciones que exigía la nueva posición 438 8| como de voces ofensivas y alteradas se oyó un breve instante; 439 28| bien. Pero, esposa, ¿os alteráis? Esa agitación... acaso... 440 14| satisfacción.~ ~ -No os alteréis y oídme. Sí, caballeros 441 37| dueña que la seguía. No se alteró el implacable Vadillo; hincándose, 442 19| hacer una trova muy pulida y altisonante, en que cantaba las hazañas 443 5| y largos corredores poco alumbrados del espacioso alcázar de 444 5| linterna sorda en la mano para alumbrar sus pasos, se presentó llamando 445 22| de los jinetes, que para alumbrarse traían teas en la mano, 446 6| que sobre la mesa ardía, alumbróle hasta que comenzó a bajar 447 25| instrumentos y cantaban baladas alusivos al acto que se preparaba, 448 17| trovas que el mismo Alfonso Álvarez de Villasandino y que el 449 25| de Buelna, y el mismo don Álvaro de Luna, célebre por su 450 38| del palenque un caballero, alzada la visera, que todos reconocieron 451 22| atacando y respondiendo. Alzadas a un tiempo mismo las espadas, 452 38| suspensión con el pañuelo. Alzado en pie entonces el justicia 453 5| la cabeza el caballero y alzándola el paje, entrambos a dos 454 17| responderéis a la mía? -preguntó alzándose la visera el denodado mancebo.~ ~ -¡ 455 21| de un lobo he cogido al alzapié.~ ~ -Bien se trasluce, Hernando, 456 17| no es necesario, yo la alzaré por mi señor...~ ~ -Teneos... - 457 21| alzaba y deprimía como suelen alzarse y deprimirse las leves ondas 458 39| centinela por la garganta, alzóle del suelo, diole dos vueltas 459 28| Sí, ¿a qué negarlo? Vos amabais a la condesa, más acaso 460 5| caza... porque antes la amabas como yo amo el monte.~ ~ - 461 29| Sea su triunfo completo. Amadle sin rubor. ¡Perezca sólo 462 27| Soltad; es imposible.~ ~ -Amadme, Elvira, ¡por piedad!~ ~ -¡ 463 36| justos cielos, en pecho amador~ ~ ~ ~Tiranos me disteis 464 16| si alguna calamidad nos amaga, que podamos evitar con 465 8| de una campana, a aquel amalgama de gordura, de bestialidad 466 1| un poder superior que los amalgamase y ordenase, completando 467 21| Te amo, Elvira, te adoro. Ámame o mátame.~ ~ -Elegid, caballero, 468 29| vuestra cólera. Todos os amamos aquí y os respetamos, todos; 469 14| y cerca de nosotros, que amancillan la clase a que pertenecen. 470 35| dejasen ver a la puerta al amanecer.~ ~ Cortó, pues, Hernando 471 37| por tanto en Andújar.~ ~ Amaneció este día y nadie en la Corte 472 36| en el castillo, en cuanto amanezca?~ ~ Su posición tenía más 473 3| nace al mundo, entonces amará a una mujer...~ ~ -¡Mentís, 474 3| raíz las rencillas que han amargado hasta ahora nuestra desdichada 475 26| arrancármela después más amargamente de entre las manos. Si mi 476 7| rompió de nuevo a llorar amargas y copiosas lágrimas, exhalando 477 28| que manan con dolor, con amarguísimo dolor, del mismo corazón.~ ~ - 478 21| contestó el doncel con toda la amargura de la desesperación.~ ~ - 479 21| caballero.~ ~ -¿Que jure yo no amarte? Jurad vos no ser hermosa, 480 6| también, en su lánguido amartelamiento, que el amor era la primera 481 7| diálogo, todo esto reunido y amasado junto de nuevo en su mente, 482 27| vos me amáis ahora ni me amasteis jamás. ¿Dónde aprendisteis 483 7| brillante, b; rubí, r; amatista, a. Y luego... una, dos, 484 15| de cooperar a los planes ambiciosos de don Enrique, y éste cruzó 485 13| reconvenciones a su reservada y ambigua conducta. Repúsose, con 486 3| condesa y resonaban por los ámbitos del salón; en balde trataba 487 21| es imposible que no me améis. No se ama nunca con este 488 26| debiera mi mérito haber hecho; ámeme ella, y sea como quiera. ¿ 489 35| retiren, señor Ferrus.~ ~ -Amen -repuso el padre - , tanto 490 3| que esperaba? ¿Acaso habrá amenazado su vida algún riesgo inesperado?~ ~ - 491 2| de cabeza y una ojeada de amistosa protección que le dispensó 492 15| consultar.~ ~ -¿Queréis que amolde una semejanza de cera?... 493 10| mientes en Elvira, que atada y amordazada permanecía, salió por la 494 32| confección de bebidas y filtros amorosos. Con ellos enquillotraba 495 23| los suyos para reanimar su amortiguada vida. Dirigió en seguida 496 5| ardía, hacía poco al parecer amortiguado, en su pecho, cerró su puerta 497 22| aquellas horas del alcázar el amoscado hidalgo y el impetuoso caballero. 498 1| casa real de Francia, se amotinaron, y precipitándose en el 499 17| insolente rostro; ése se ampara en tu misma corte. Ése nos 500 1| de la elección forzada, y amparados de la corte de Francia eligieron 501 25| innumerables cruzados. Juró amparar y defender las viudas y 502 23| quien dirigirse para que amparase su debilidad contra el enemigo 503 22| cansada ya como él de pelear. Amparó Macías en tan inminente 504 22| obtener de su adversario más amplias explicaciones. Meditó un 505 15| Su traje era un largo y amplio balandrán negro cogido con 506 25| cualquier otra.» Después, añade el historiador que nos ha 507 35| cierto -dijo Ferrus.~ ~ -Añádeme su señoría que en ese pueblo 508 32| encantador y descomunal. Añadíase a esto que no había faltado 509 21| complaceríais en repetírmelo. Añadidme ahora que amáis a ese hidalgo...~ ~ -¿ 510 3| sí, firmaré, firmaré -y añadiendo pero de esta manera, y precipitándose 511 34| del castillo de Arjonilla; añadiéndole, que si desempeñaba fielmente 512 26| palabras y partid. Sólo os añadiré, y ved que no os hablo más 513 25| atambales, de las trompas y añafiles; instrumentos todos con 514 32| nos dice Jimena en sus anales eclesiásticos de Jaén, no 515 19| cualidades que le son más análogas y que le es más fácil tener; 516 6| formado planes para vos mismo análogos acaso a los míos.~ ~ -Os 517 1| refugiándose en el lugar de Anania, y después en Fundi, proclamaron 518 1| años, para dar fin a la anarquía que en el Estado alimentaran 519 35| infanta va a librar:~ ~ ~ ~En ancas de su caballo~ ~ ~ ~Consigo 520 32| espaciosa de Arjonilla.~ ~ Una anchísima puerta, cuyo dintel presentaba 521 34| hemos hablado. Un salón anchuroso, adornado con varios trofeos 522 21| de entendidos y un torpe anciano juega con vosotros como 523 9| ventanas de su amada esposa si andaban moros en la costa.~ ~ -Bravo 524 32| fortaleza, cuando llamándose andana el astuto moro, dio dos 525 32| no servís para caballero andante y aventurero. ¡Voto va! ¡ 526 2| Pero, gran señor, tú propio anduvieras acertado en restaurar tus 527 22| siguiéndole a pocos pasos. Así anduvieron largo trecho, conservando 528 33| confianza ya: dos leguas anduvimos. Allí encontramos un pueblo; 529 15| alguno en observarlos, esta anécdota sonó dos días y se olvidó 530 26| un ángel, id a consultar ángeles; yo sólo conozco el corazón 531 17| sosiego e mansedumbre, a doña Angelina de Grecia, la princesa que 532 32| hilos de las sábanas de angeo de la venta de Puerto Lápice, 533 8| deshoras de la noche; el ángulo saliente del alcázar nos 534 3| lentamente en los cuatro ángulos del salón principal pebeteros 535 37| vino a sacarla de su mortal angustia el tercer requerimiento 536 5| Hernando -dijo por fin el angustiado caballero - , mañana habremos 537 22| Luchaba el conde con mortales angustias entre el deseo de ver perdido 538 3| la vista de su consorte anhelante.~ ~ -Esposo mío -exclamó 539 36| circunstancias que puede anhelar saber el impaciente lector.~ ~ ~ ~ 540 2| principio a una pierna de esa ánima en pena que está purgando 541 19| los semblantes la misma animación que en el de Guzmán; todos 542 8| y Ferrus conversaban muy animadamente en el laboratorio del hermético, 543 39| Entretanto luchaban animados de igual furor Hernán Pérez 544 29| torre del alcázar. ¡Pobre animalito! Él, ¡ya se ve!, quiérese 545 35| que seáis -dijo por fin animándose Hernando y descubriendo 546 27| muriese yo callando. Ellos me animaron, empero. Bien lo sabéis, 547 19| dieran a reconocer, que animasen a los tibios con promesas 548 31| dichas estas palabras, el animoso doncel a su habitación y 549 27| en donde cae, que rompe y aniquila la existencia, y que es 550 25| grande de la Iglesia, el aniversario de una famosa victoria, 551 20| mayor inquietud... estaba anocheciendo ya...~ ~ -Os di mi palabra - 552 32| esperó fuera del pueblo a que anocheciera, sin duda por no enseñar 553 21| veo yo?~ ~ ~ ~Canc de rom. anón.~ ~ ~ ~ Más de una hora 554 27| un amor que destruye y anonada como el rayo el corazón 555 3| montes os vais vos.~ ~ ~ ~Anónimo.~ ~ ~ ~ Hallábase concluida 556 21| importuna tela robaba a sus ansiosas miradas.~ ~ No era, sin 557 12| tiraba a ti, no.~ ~ ~ ~Rom. ant. del Infante vengador.~ ~ ~ ~ 558 38| precipitarse ya sobre su antagonista, cuando un grandísimo rumor 559 15| entre los que no tenían antecedente ni interés alguno en observarlos, 560 15| maestre de Calatrava...~ ~ -Tu antecesor.~ ~ -Así lo espero, Ferrus. 561 35| se ponía, preveníasele de antemano que no se separase del extremo 562 1| con sobrada razón nuestros antepasados de cuatro o cinco siglos: 563 4| esperarle en su cámara le tenía anteriormente conferida -. Mal conoce 564 21| por una bebida ponzoñosa y antinatural. Algún gemido se escapaba 565 34| se inclinó ya, por cierta antipatía que había nacido en su corazón 566 32| venerable y misterioso de sus antiquísimas murallas. El mago había 567 4| mundo... y a cada paso se me antoja que me arrebatan por los 568 32| perdonó medio alguno de anudar de nuevo sus rotas relaciones. 569 17| la dama, concluyendo de anudarle el lazo.~ ~ -Y bien, Macías, ¿ 570 28| a mí.~ ~ Al llegar aquí anudáronse las palabras en la garganta 571 26| Esa corte, que me habéis anunciado siempre como un...~ ~ -Sí - 572 19| a no ser vos el que la anunciáis. Ignoro los motivos que 573 9| menor ruido que pudiera anunciarles la deseada presencia de 574 5| la señal convenida para anunciarme que le esperase. Pero ¿eres 575 9| muerte; pero el montero al anunciármelo añadió que el maestro a 576 7| envía como precursor, a anunciarnos nuevos pesares y desventuras.~ ~ - 577 37| de la ausencia de éste, anunciaron los farautes el aplazado 578 15| después. De allí a poco anuncié al mancebo que un astro 579 16| grandes acontecimientos que te anuncio. ¿Ves aquella estrella, 580 37| pidióle la venia, dada la cual anuncióse como el campeón de don Enrique.~ ~ 581 10| tragó, pues, el cebo y el anzuelo.~ ~ -Repuesto don Enrique 582 32| doncellas como bujía que se apaga. Conforme las iba el bribonazo 583 29| Adiós -repuso con voz apagada Elvira - , adiós! -y cayó 584 2| que pudiera renovar el mal apagado fuego de la rivalidad de 585 39| Elvira, tú también? ¡Nunca se apagará este ardor y esta memoria! ¡ 586 15| funesto conjuro, vos mismo apagaréis el resplandor mortecino, 587 16| resplandor parece querer apagarse con vacilantes oscilaciones, 588 34| en el extremo opuesto un aparador o bufete encerraba la vajilla 589 4| amo es nigromante y este aparato... ¡Dios me valga! No tocaría 590 4| esencia del oro; crisoles y aparatos sencillos, si bien costosos, 591 9| sin duda; acaso luego se aparecerá y creerá desarmar mi enojo 592 17| don Enrique los ojos, que aparecían en medio de su antifaz como 593 18| dueña enlutada se había aparecido a pedir justicia...~ ~ - 594 10| los circunstantes, y se aparecieron seis figuras fantásticas, 595 15| de sus respuestas, que yo aparentaba despreciar, inferí que amaba 596 28| saltaba al mismo tiempo aparentando con la mayor inteligencia 597 33| certeza de la huella, y aparenté ir por otra, gritando siempre: «¡ 598 28| separado ya de su esposo, aparentó acariciar al ave, pero díjole 599 18| llena de ideas de muertes y apariciones, de sombras y emplazamientos. 600 8| muerte, según todas las apariencias.~ ~ -¿Has oído? -dijo uno 601 11| circuló por la corte, y todos apartaban la vista de los sangrientos 602 36| de nuestros aventureros, apartando rápidamente los ojos del 603 27| hombros al ver que Macías, apartándole con brazo poderoso, se dirigía 604 22| atrevido que había osado apartarle de aquel modo, tan incivil 605 17| por las puertas del salón. Apartáronse los caballeros, y don Enrique 606 32| cortesano, ni que más se apartase del tipo primordial del 607 25| El candidato, colocado aparte en una mesa pequeña, mientras 608 7| casado, en verdad, ciegamente apasionada del hidalgo; pero desde 609 32| enamorados motetes y de las apasionadas caricias que a otra fingía, 610 38| Como gustéis -replicó, apeándose, Nuño -; pero reparad, buena 611 38| repuso el buen Nuño.~ ~ Apeáronse nuestros viajeros, y dejadas 612 9| igualará tu servicio.~ ~ -Apeéme del caballo para reconocerle, 613 11| separaba, llegó con rostro apenado, y doblando de nuevo la 614 15| alumbra; él contiene la apetecida esencia del oro; pero el 615 26| cuando tenía asido ya el apetecido maestrazgo, un doncel aventurero 616 39| En el castillo se había aplacado entretanto el desorden y 617 24| si no habían bastado a aplacar su rencor, contribuían no 618 38| por otra razón cualquiera. Aplacáronle, sin embargo, algún tanto 619 4| aseguro que no estoy para aplaudir vuestras gracias. Mirad 620 38| una confusa gritería de aplauso y de temor al mismo tiempo 621 38| grandísimo rumor de voces y de aplausos resonó por toda la plaza.~ ~ -¡ 622 39| a tal! -exclamó Hernando aplicando el oído -. Me han descubierto 623 27| inexperto niño, volviendo a aplicar el dedo imprudentemente 624 23| efectivamente lo supiera. Aplicóle las yerbas que más convenientes 625 35| nuestros dos reverendos, y apoderados ya del manojo de llaves 626 10| Santiago al mal caballero. Apodérese el ángel malo del alma del 627 2| Hernando es el otro.~ ~ -¿Qué apostáis a que desde este momento 628 9| Sí -reponía otro - , apostaría la mejor pieza de mi arnés 629 1| la obediencia al intruso apostático Bartolomé, como le llama 630 32| juntos de Andalucía.~ ~ -Yo; apostemos -repuso Peransúrez, picado 631 12| hacer trova, y júrolo por el apóstol Santiago, hasta no tener 632 19| acusadora de su rival había apostrofado a los caballeros presentes 633 19| enunciación de este inesperado apóstrofe, dejóse percibir sordo murmullo 634 2| y allí y varios venablos apoyados en los rincones, daban a 635 36| efectos encontrados, hubo de apoyarse un momento en un trozo de 636 17| si buscase a alguien que apoyase la demanda que iba a hacer -; 637 31| amor, cuando una mano se apoyó sobre su hombro con extraña 638 31| una de sus composiciones, apoyóse el trovador desdichado contra 639 7| nuestros abuelos tanto se apreciaban con el nombre de mesas revueltas». 640 34| baqueta española, la más apreciada entonces en Europa, conversaban 641 2| señor -contestó Vadillo, apreciando en su justo valor el ligero 642 22| necesitas para ceder? ¿En cuánto aprecias la vida de dos hombres?~ ~ - 643 17| solo, si bien con trabajo. Apreció mucho este regalo el rey 644 30| Bueno; pues es necesario que aprendas ahora de Ferrus tan peregrina 645 26| vuestra inexperta lengua, aprended a respetar lo que no entendéis. ¿ 646 32| desvanecida hermosa, quien aprendió entonces lo que habrían 647 27| me amasteis jamás. ¿Dónde aprendisteis a amar de esta manera? Me 648 35| casual e hija de la poca aprensión del que la hacía. Parecióles 649 2| donde hemos dicho que se aprestaban las viandas, se hallaba 650 35| oís una cadena?~ ~ -Él es; apresurémonos - Sacando en seguida el 651 10| cuidado del montero, se apresuró a desvanecer las sospechas 652 8| parecían dos carámbanos de apretada nieve; su cabello, tendido 653 2| Vadillo dándole la mano y apretándosela como para dar a entender 654 5| escatimar el rastro, ha de apretar los ijares al caballo e 655 3| todo; no os contentéis con apretarle en vuestra mano; aquí tenéis 656 9| habita...~ ~ -Seguid.~ ~ -Apreté los ijares al caballo; cuando 657 13| por mí lo ignoro. Adiós. Apretóme la mano de una manera, prima, 658 2| dar a entender que aquel apretón de manos debía significar 659 10| el tiempo, si bien no tan aprisa como al desgraciado que 660 13| vista el espectáculo de su aprisionada prima. Asustóse primero 661 34| y para mandar a éstos y aprisionar con ellos a un caballero 662 11| almirante, y alto murmullo de aprobación acogió el paternal dicho 663 33| dudas; declaréle mi intento, aprobó mi idea, y yo le confié 664 5| aceptando el encargo del conde, aprovechaba el único medio que a la 665 10| el encubierto no se había aprovechado de su ventaja para rematarle, 666 38| otra herida en un costado. Aprovechándose Vadillo entonces del momento, 667 6| personajes de nuestra narración, aprovecharemos esta coyuntura favorable 668 3| tan justa exigencia, se aprovechó esta ocasión de volver a 669 39| Dichas estas palabras, aprovechóse el conde de Cangas de la 670 10| vez podrán formar una idea aproximada de la penosa agonía de la 671 17| sino que oiga tu Alteza y apruebe mi desafío. Oíd, ricos-hombres, 672 34| menester?~ ~ -Estoy tan apto, señor Rui Pero, para desempeñar 673 5| condición te suelto.~ ~ -Apuesto que me habéis hecho un cardenal.~ ~ -¿ 674 24| maestre, y no dejaba de apuntar el que creía tener a la 675 32| las cuales, al punto que apuraban a poder de engaños la pócima, 676 34| determinada, si llegaba ocasión apurada en que estorbase la existencia 677 20| Estoy seguro de ella; apuradla.~ ~ -Ya veis si tengo confianza 678 31| pajecillo Jaime, a quien tan apurado y comprometido dejamos por 679 25| todos con que se verían tan apurados nuestros músicos del día 680 11| oficiales de mi justicia apurarán la verdad y le hallarán 681 31| Sed generoso vos ahora; no apure el vaso yo del crimen y 682 36| copa y las heces mi labio apuró.~ ~ ~ ~¡Ay triste el que 683 30| queriendo hacer uso del aqua mortis, necesitáis aprender...~ ~ - 684 25| presentase contra los infieles de aquende y allende el mar; fórmula 685 10| víspera. No contribuyó a aquietarla lo que Elvira le refirió, 686 5| separan? ¡Yo romperé esa ara, yo la destrozaré! ¡Yo hollaré 687 28| por mejor decir, góticos arabescos, que tenían entonces todos 688 32| efectivamente en letras gordas arábigas y en árabe dialecto: es 689 16| Qué de lágrimas costará tu aragonesa condición, tu invencible 690 12| señor escudero. Tiene algo arañada la cara de la caída y un 691 38| de las armas negras en el arandela, desguarneciéndole el guardabrazo 692 24| realidad, resistirse a la arbitrariedad y ganar tiempo con buenas 693 22| consigo mismo - , imagina arbitrios para engrandecer a un ser 694 22| paraje derribando algunos arbustos y matorrales. Paróse al 695 2| baño por los viejos, del arca de Noé y de la muerte de 696 1| desalojarlos la sencilla arcabucería y manera de guerrear de 697 10| quisiera la condesa penetrar el arcano que las nocturnas trovas 698 32| de diván, un corpulento arcón que así era de paja como 699 2| labrada de damasco. Algunos arcos y ballestas suspendidas 700 15| punzante almarada; una lámpara arderá delante de ella; cuando 701 3| el mayor gusto y primor; ardían lentamente en los cuatro 702 32| fuego antiguo en que había ardido por el moro; desde entonces 703 24| le ocupaban, pues deseaba ardientemente que su esposa doña Catalina 704 37| levantaba para decidir en tan arduo caso - , debo hacer presente 705 2| ocupar su lugar. Inmensos arenales, oprobio de los siglos cultos, 706 6| explorado más tiempo el terreno arenoso sobre que había sentado 707 38| de muy gruesos rollos de argentería a manera de chapetas de 708 19| terminante todos sus cargos y argumentaciones -. ¿Sabéis lo que es honor, 709 23| perfectamente, que no podía ser argumento contra ella. Pero el lector 710 25| voces aguda e de los puntos arisca, el corpudo laúd, el rabé 711 32| verdad, aquellos sencillos arjonillanos. De todo el comportamiento 712 30| a todos con sus juegos y arlequinadas, farsas y bufonerías.~ ~ ~ ~ 713 3| engalanarme y aparecer a sus ojos armada de las únicas ventajas que 714 11| como de muchas personas armadas que se acercan; volviendo 715 24| pues no eres caballero.» Ármame, señor. Si mis largos servicios 716 39| entre dientes el centinela, armando su ballesta -. ¡Ea! atrás 717 25| con el plano de la espada, armándolo caballero en nombre de Dios, 718 39| pensara nadie en impedírselo; armándose en seguida y montando precipitadamente 719 9| Voy viendo que os debo de armar caballero, porque ya, sin 720 22| cerró,~ ~ ~ ~Ambos se fueron armare,~ ~ ~ ~Cabalgaron a caballo,~ ~ ~ ~ 721 2| señor, que harías bien en armarte mejor de lo que estás, porque ¡ 722 7| oculto e ignorado en la armazón de una casa vieja, que no 723 1| continuas treguas y largos armisticios, que continuamente por una 724 25| exacta idea de su figura y armónica melodía sin más datos que 725 38| rodete italianas; llevaba sus arneses de piernas y brazales con 726 3| pebeteros de oro que exhalaban aromas deliciosos del oriente, 727 16| aquí el inspirado varón, arqueó las cejas con siniestro 728 28| entonces todos los adornos arquitectónicos. Pero en cada una de sus 729 24| tristeza, que cada vez se arraigaba más en su corazón, la hiciese 730 32| alguna; estaban clavadas y arraigadas casi ya en el suelo, como 731 10| los invasores -; llegad y arrancadme la vida antes que el honor.~ ~ 732 36| la cantinela, que había arrancado lágrimas de los ojos de 733 23| el hidalgo, a quien quiso arrancar el conde de Cangas y Tineo 734 26| entrever la felicidad para arrancármela después más amargamente 735 38| singulares, justas y torneos.~ ~ Arrancaron al punto los caballeros 736 14| tapada, volviendo en sí, arrancó su mano de la del doncel 737 39| costal o un haz de fajina. Arrancóse en seguida la saeta del 738 1| enemigo, esta costumbre arrastraba a algunos a autorizar trances 739 35| y el ruido de una cadena arrastrada por el suelo hasta el infinito 740 39| para salvarse y no verse arrastrado en la ruina del conde, no 741 1| no se dejasen torpemente arrastrar.~ ~ Este era el estado de 742 38| del celo por su defensor, arrastró a Elvira hacia el mismo 743 4| paso se me antoja que me arrebatan por los aires...~ ~ -¡Eh! - 744 10| malandrines que acababan de arrebatar a su cara esposa de entre 745 6| que creyese necesarios, arrebatará a la condesa de la compañía 746 3| prosiguió la condesa:~ ~ -Arreglad mis cabellos, pasadme un 747 1| su piedad, pues en vez de arreglar por ésta su conducta, se 748 34| nuestra historia, dos hombres arrellanados en dos grandes poltronas 749 2| revolvían con sus brazos arremangados el asador como atizaban 750 38| las lanzas en los ristres, arremetiendo uno contra otro con singular 751 8| va, Bernardo, que os haga arrepentir de vuestra insolencia si 752 32| rostros de unos cuantos arrieros y trajineros que secaban 753 6| que había sentado el pie arriesgadamente,~ ~ -¡Doncel! -repitió ya 754 34| rato a la lluvia y que se arrima a un rincón a medio cerrar.~ ~ 755 6| aposento de Macías, éste le arrimó un asiento, el cual ocupó 756 32| que sabemos -dijo el más arriscado -; harto trabajo tenemos 757 25| tumulto de la refriega, arrodillábase el escudero a las plantas 758 17| exclamó con doliente voz la arrodillada dama.~ ~ -Alzad y contad 759 25| derecha del buen condestable, arrodillados los dos al lado de la epístola 760 15| en ese lugar, que creéis arrogantemente haber heredado, si el nieto 761 40| consumía su existencia.~ ~ Arrojábanla pellas de barro los muchachos 762 23| del conde con los venablos arrojadizos de que se había provisto 763 36| Hízole así Hernando, y arrojando sus vestidos y el cuerpo 764 22| embargo -repuso Villena arrojándole otro bolsón parecido al 765 14| una amiga de la condesa se arrojará a los pies del Rey y denunciará 766 18| condesa, su voz la misma; arrojéme a abrazarla y...~ ~ -¿Vos?~ ~ - 767 17| tu justicia y los que la arrostran. Doña María de Albornoz, 768 22| era bastante malvado para arrostrarla. ¡Estado infeliz del hombre 769 28| sensaciones, lo que es la arrugada superficie del mar azotado 770 40| descarnadas, su frente surcada de arrugas y sus manos de esqueleto, 771 10| reconciliación fuesen una nueva artería, si fuesen un lazo...~ ~-¡ 772 4| suspendida del artístico artesón, y otra manual y más pequeña 773 18| tenga mil veces que parecer artificiosa con su esposo se habrá de 774 3| que se había divertido el artista en sobrecargarla; descansaban 775 7| de Burgos había engarzado artísticamente, a ruego de Macías, en un 776 4| mecheros, suspendida del artístico artesón, y otra manual y 777 4| redonda, incluso el rey Artus, que se volvió cuervo, ni 778 38| en un cuervo, como el rey Artús.~ ~ -¡Otra tenemos! -gritó 779 32| cena en ollas y sartenes, asaineteando su rústica conversación 780 25| de un castillo sitiado o asaltado, la brecha abierta ya de 781 21| dejaba ver el torneado y ascendente contorno de una pierna modelada 782 1| primeros súbditos; una escala ascendiente y descendiente que constituía 783 10| informado se hallaba de las asechanzas que contra ella se prevenían 784 36| con la prisión del doncel. Asegurábales, sin embargo, su compañera, 785 22| el cielo oír mis votos! Aseguraremos sus vidas, y no nos faltarán 786 24| bien espantar la caza que asegurarla el hablar del caso, observaba 787 19| imaginación, buscando trazas para asegurarlas. El alto puesto que anhelaba 788 25| oídos delicados. Podemos asegurarles, sin embargo, que no sólo 789 15| preguntas?...~ ~ -Quiero asegurarme vuestra fidelidad. Conozco 790 17| salvaje de que iba vestido. Aseguraron después a los cortesanos, 791 38| liza de gente de armas que asegurase el campo, y fueron treinta 792 6| Dadme licencia de que os asegure que fuera tan criminal en 793 11| tiempo - , cierto es lo que aseguré a tu Alteza: don Enrique 794 37| Hernán Pérez. Hubo quien aseguró que había visto hablar al 795 30| todavía. Entreveo un plan asequible tal vez. Necesitaremos de 796 17| Cangas y Tineo, ha sido asesinada...~ ~ -Lo sabemos, dueña - 797 3| ostentosas alfombras de Asia, almohadones de la misma 798 12| doncel de Su Alteza?~ ~ Asíale de la garganta, y ahogárale 799 14| tranquilidad, la mano con que tenía asida una punta de la ropa de 800 21| piedad ante el celoso marido, asióla de una mano, y aprovechando 801 7| Elvira aprovechando para asirle la mano aquel momento en 802 5| venado que has visto? Te asiste entonces sobrada razón. 803 25| pendencias y encuentros a que asistía. Sus deberes domésticos 804 19| confianza tenía y que no habían asistido a la corte de aquel día. 805 2| tenía su rostro; una sonrisa asomada de continuo a sus labios 806 27| disimular, de esos que no se asoman a los ojos, que no hablan 807 34| decís? -repuso Rui Pero asomándose a una ventana -. Sí; parece 808 2| en las encrucijadas a que asomase por alguna parte el animal 809 17| Macías! -repitieron asombrados los más de los que presentes 810 7| perplejidad de su prima, no se asombró poco al oír la extraordinaria 811 13| parecía nadie, ni había asomos de peligro, soltó la carcajada, 812 19| Que sala y palacio asorda~ ~ ~ ~La diversidad de voces.~ ~ ~ ~ 813 2| que debiera adornar cierta aspereza y aun ferocidad rechazadora. 814 17| efectivamente, el tártaro con áspero continente al aviso de un 815 8| provecho a que sin duda aspiraban:~ ~ ~ ~ En el almenado alcázar~ ~ ~ ~ 816 25| alta dignidad a que pudiese aspirar un hombre de armas tomar. 817 28| sepultado aquella especie de astillero o gabinete de armas, que 818 3| de las matemáticas, de la astronomía y de la poca física y química 819 6| concluírsele la arena; como buen astrónomo, sin embargo, pasó a la 820 39| Hernando, viendo que su astucia no había surtido efecto -; 821 17| que jurar un príncipe de Asturias después de haber jurado 822 26| en el lazo que le tenía astutamente tendido.~ ~ Don Enrique 823 13| palidez, vuestra agitación me asustan...~ ~ -¡Ah, Jaime!, la condesa 824 26| divina, no podía menos de asustarle la idea de que el contrario 825 13| de su aprisionada prima. Asustóse primero y exclamó:~ ~ -¡ 826 2| del mismo color del sayo y atacados hasta la rodilla, un capacete 827 22| reglas de la caballería, y atacando y respondiendo. Alzadas 828 28| vivo, condenado a vivir atado a un cadáver.~ ~ -¿Qué decís?~ ~ - 829 5| Y hemos de seguir atados a la traílla del conde? 830 30| el enano que está de atalaya en la torre más alta del 831 25| estruendo de los atambores y atambales, de las trompas y añafiles; 832 25| azófar y al estruendo de los atambores y atambales, de las trompas 833 32| edificios la táctica militar de ataque y defensa de aquella época 834 21| Quién sino ella podría atar de esta manera mis acciones? ¿ 835 7| ideas del día y procuraba atarlas y coordinarlas entre sí; 836 35| a manera de mordaza, y atáronlos en seguida fuertemente de 837 33| pieza!, dije yo entonces. Até cabos y dije: «El preso 838 34| tamaños y figuras, bastantes a atemorizar en aquel tiempo de superstición 839 2| confiarle ni a vos mismo. Pero atended. ¿No oís?~ ~ -¿Qué es? - 840 38| juramentos contra el faraute; ni atendió pregón, ni pensaba sino 841 10| ahora sí... -repetía Elvira atenta a la puerta, los ojos fijos 842 33| Bravonel y yoestaremos atentos al ruido de vuestra bocina. 843 10| con sendos puñales a las aterradas damas, todo sin proferir 844 39| paso por entre los demás, aterrados de la muerte de sus compañeros. 845 1| naciones, si no lo hubiesen atestiguado las continuas treguas y 846 6| caso de duda hubiera podido atestiguar con su propia persona la 847 34| parecido más conducente y atinado para el logro de su arrojado 848 2| arremangados el asador como atizaban la brasa, que iba dorando 849 32| cenaban en la otra mesa y atizándole con los dedos -. Bien pueden 850 32| de aire que en la región atmosférica discurrían.~ ~ Cenaban a 851 13| así, mi señora Elvira? ¿Os ató el señor escudero por?...~ ~ 852 4| ciega y de una estupidez atolondrada, ocultaban vastos planes, 853 28| inteligencia el indiferente atolondramiento de su alocada edad.~ ~ - 854 21| la fantástica figura que atormentaba sin duda su intranquilo 855 7| Quién? -preguntó la atormentada belleza -. ¿Quién? acaba 856 5| conexiones.~ ~ -¿Te complaces en atormentarme, paje? ¿De parte de quién 857 31| desventura~ ~ ~ ~Hay que me atormente tanto?~ ~ ¡Inútiles esfuerzos! ¡ 858 25| de acabar, y con que una atracción física llama hacia la serpiente 859 17| descuidado aquella mañana en atraérselos con mercedes y distinciones 860 15| todos de esa corte ciega y atrasada...~ ~ -Proseguid.~ ~ -En 861 4| vulgares que continuamente se atravesaban como obstáculos insuperables 862 9| y su primer escudero, y atravesando apresuradamente las galerías 863 4| desdichado que pretende atravesarse en el camino de sus planes - 864 9| las dueñas del alcázar, atravesélo en mi caballo; sin embargo, 865 39| entonces el último esfuerzo, atravesó con el venablo a dos de 866 31| las que deja el ave que atraviesa rápidamente el cielo, que 867 10| que os envía? ¿Quién se atreve a interrumpir de un modo 868 23| en nuestra salvación, nos atrevemos a asegurar que al repetirse 869 35| si sus reverencias no se atreven por respetos al, cielo, 870 21| lado eternamente. ¿Quién se atreverá a ofenderte estando Macías 871 4| don Enrique - , ¿quién se atrevería a probarme lo contrario? ¿ 872 18| que espero con ansia. ¿Os atreveríais, ya que vais, Vadillo, a 873 25| interponiendo su velo entre las atrevidas miradas del caballero y 874 36| echado por dentro nuestros atrevidos paladines... en una palabra, 875 7| reposar la infeliz Elvira, no atreviéndose a desnudarse del todo por 876 2| personajes, ya que no se atreviera el observador a asegurar 877 32| citando hechos de valor y atrevimientos suyos de bulto y calibre. 878 21| tu voluntad, mujer cruel. Atrevióse entonces a llegar su mano 879 5| Hernando, nunca -repuso el atribulado señor - , nunca encontrará 880 22| viejo, batido en sus últimos atrincheramientos - , es decir...~ ~ -Es decir, 881 14| vuestros ojos, los respetos que atropella, los riesgos a que se expone?...~ ~ - 882 6| criado, por el contrario, atropellaba sin el más mínimo escrúpulo 883 38| otras mil voces confusas y atropelladas -; ¿es posible? ¡La condesa! ¡ 884 17| vio de esa manera el suyo atropellado...~ ~ -Serenaos, don Enrique - 885 19| consejos. No; un Rey por sí, atropellando nuestros más sagrados derechos, 886 24| mío. Has sido calumniado, atrozmente calumniado; porque tú dijiste, 887 39| Elvira, Jaime y Peransúrez; aturdida todavía aquélla con los 888 19| murmullo de desaprobación en el auditorio, y poniéndose en pie uno 889 25| momento de dar principio a la augusta ceremonia. Su Alteza en 890 33| echar por la otra, ladrar, aullar, tirarme, en fin, de la 891 6| que no contribuían poco a aumentar en el vulgo la impresión 892 37| valimiento, y el que debía aumentársele, sobre todo, con el triunfo 893 32| poeta del siglo XVI con el aura meciéndose blandamente en 894 2| descanso con sus frescas auras y sus tinieblas a los fatigados 895 18| París descuidado,~ ~ ~ ~Vos ausente, ella mujer.~ ~ ~ ~Harto 896 1| costumbre arrastraba a algunos a autorizar trances de rebelión del 897 35| vuestra palabra divina para auxiliarme en los últimos momentos 898 2| espantoso y semejante al avaro que, henchidas de oro las 899 6| superioridad y predominio que avasallaba desde la primera vez a los 900 7| distinguían. Uno entre todos había avasallado ya su albedrío bajo esta 901 27| Anda con Dios! ¡Allá os avengáis! Yo no pude hacer más -dijo 902 34| alcaides y los dos bien avenidos frailes.~ ~ ~ ~ 903 7| de correr cañas nadie le aventaja; y en un torneo sólo don 904 32| hostelería unas aceitunas algo aventajadas, y cierto vino, no precisamente 905 27| cuando me decidí a acción tan aventurada, cuando me expuse y os expuse 906 6| que corona las empresas aventuradas. Difícil nos sería decir 907 28| contacto fatal. Bajó los ojos avergonzada, y hubiera querido más bien 908 28| acción de que tuvieseis que avergonzaros. Si os hubiera sorprendido 909 27| inextinguible, para que se avergüence de él? ¡Ah! No la hagáis 910 13| Vamos a buscar a mi esposo; averigüemos primero qué voces corren 911 2| sus cazadores~ ~ ~ ~Con aves para volare,~ ~ ~ ~Con él 912 35| todas suertes que un ojo avezado al cazador. Vuestra presencia 913 2| fuego se presentó ante los ávidos ojos de nuestros tres interlocutores. 914 13| meditadas las respuestas.~ ~ Avínole mal, no obstante, pues poco 915 1| extraordinaria al maestre de Avís; ayudado de ella se propasó 916 17| que se dispongan tiros, y avisad a los pueblos de aquí a 917 10| mañosamente el alma de su avisada esposa. Nada había oído, 918 19| de no haber sido de ella avisado, circunstancia que no acertaba 919 39| La condesa creyó oportuno avisar de su situación a Su Alteza 920 35| venado a la ceba. Yo os avisaré el momento.~ ~ -Los tiempos 921 7| advertido a las dueñas que la avisasen a la menor novedad que sintiese 922 25| albardana, la dulcema e axabeba y el hinchado albogón, la 923 3| para exhalar tristísimos ayes y profundos suspiros y regar 924 8| ejecutar si la fortuna le ayudaba. No quiso despertar a Hernando, 925 3| delicada labor de su sexo. Ayudábala enfrente de ella a su trabajo 926 15| cogido con una larga correa; ayudábale a andar un nudoso y retorcido 927 16| de Francia. Abenzarsal, ayudadme a entrar en mi camara; mis 928 8| pugnasen con todo su poder de ayudarlos». Agregábase a esta principal 929 33| que me habéis prometido ayudarme en la montería que me trae 930 39| mano, intimándole que le ayudase a soltarlas. Ferrus, sin 931 39| ahogar, hubo de ceder y ayudó a Hernando como pudo a soltar 932 2| negocios han menester de mi ayuno y si mi hambre puede en 933 25| dolencias. El candidato ayunó aquel día, conformándose 934 6| cabellos negros como el azabache; sus ojos del mismo color, 935 35| Decidme, ¿por qué feliz azar os veo, y cómo en ese traje?~ ~ - 936 35| expedición tan incierta y azarosa ya por sí... A poder de 937 10| el movimiento de las olas azotadas por la brisa; veíala abrirse 938 28| arrugada superficie del mar azotado por una blanda brisa, comparada 939 21| blando impulso de la brisa azotadora. Su aliento desigual solevantaba 940 38| encontró a Hernán en la babera del almete. Vacilaron entrambos 941 35| Et super flumina Babylonis, dice el salmista; vetat 942 2| reforzados?~ ~ -En buen hora, bachiller, deja de hablar. Fernán 943 34| paladeando todavía el licor de Baco.~ ~ -¿Habéis tomado ya, 944 17| Villasandino y que el judío Baena. A propósito, ¿cómo lleváis 945 39| que debía de seguirse a la bajada del rastrillo. No concediéndole, 946 36| ninguno en dos escaleras que bajaron. Al fin de ellas, una tronera 947 19| semejante nombramiento, la bajeza con que se adelantaron varios 948 38| unas a otras en los más bajos para alcanzar puesto, cuando 949 7| discurso de la noche.~ ~ Bajóse para esto a su habitación, 950 33| su laúd y cantando alguna balada a la señora de sus pensamientos. 951 25| instrumentos y cantaban baladas alusivos al acto que se 952 21| simplemente con una espada, balanceando éste en su diestra mano 953 15| traje era un largo y amplio balandrán negro cogido con una larga 954 3| es en vano; desprecio tus balandronadas; mira ese pergamino: tu 955 10| la de Albornoz, diciendo balbuciente y confuso:~ ~ -Ved aquí 956 21| redil llamado por el tímido balido de la inocente oveja.~ ~ 957 24| vihuela de arco fas dulses de balladas,~ ~ ~ ~Adormiendo a veces, 958 2| damasco. Algunos arcos y ballestas suspendidas aquí y allí 959 32| militar en retirada o de baluarte a un destacamento avanzado 960 23| imaginación; su esposo, herido, bañado en su sangre, moribundo, 961 25| personas había traído, y por bandas de ministriles que habían 962 2| de expediciones y varias banquetas de tijera fáciles de plegar 963 25| inferiores. En público, y en los banquetes en que reinaba toda etiqueta 964 32| alumbraba a relámpagos los barbados rostros de unos cuantos 965 35| rostro los efectos de su barbarie; no soy la misma ya; no 966 4| Venid aquí -añadió el barbilampiño cogiendo de la mano inesperadamente 967 38| qué cosas oye uno a los barbilampiños de estos tiempos! -exclamó 968 35| Córdoba, desde allí irá en la barca grande, el Guadalquivir 969 1| tumultuosa del arzobispo de Bari, llamado Urbano VI, ocurrida 970 40| días enteros mirando a los barrancos. No habla más que dos palabras. 971 21| y su larga ropa crujía barriendo el pavimento. Parecía el 972 40| Arrojábanla pellas de barro los muchachos y corrían 973 36| podamos inferir, sospechar o barruntar siquiera, si cuando se dio 974 1| obediencia al intruso apostático Bartolomé, como le llama en la carta 975 24| justicia de mi causa...~ ~ -Bástame tu palabra a desvanecer 976 17| guante por mí. O yo o vos. Bastamos cualquiera de los dos para 977 34| apurando su copa Rui Pero -; bastará con que lo creáis a pies 978 3| casado con doña Juana, hija bastarda de don Enrique II, y reina 979 1| del famoso don Enrique el Bastardo, había subido a ocupar el 980 12| diez hombres reunidos no bastarían, señor, a violentarla -respondió 981 28| cerraba la ventanilla, y si no bastaron a romperla sus esfuerzos, 982 22| del cual no pasasen, y que bastase, sin embargo, para poner 983 3| galantes, si tus virtudes no te bastasen a esclavizarle y contenerle 984 34| mayor monta y trascendencia. Baste decir que por él pudo Ferrus 985 24| si no bastan mis méritos, básteme esa hidalguía, de que en 986 28| Enrique bajo un aspecto falso. Basteos saber que no he creído faltaros...~ ~ - 987 14| exigiréis de mí que me descubra. Básteos saber que conozco demasiado 988 25| las miradas se dirigían bastó a contestar a su muda pregunta, 989 15| retorcido báculo semejante al bastón pastoral, y una toquilla 990 25| caballos, en los duelos y batallas proveíale de armas, levantábale 991 34| o que se desprende de un batán. El que haya tenido alguna 992 22| pues -replicó el viejo, batido en sus últimos atrincheramientos - , 993 22| no ya como hasta entonces batiéndose según las reglas de la caballería, 994 1| depuesto en las fuentes bautismales el vano deseo de venganza, 995 17| botín que cogió al turco Bayaceto?~ ~ -El mismo. ¡Buen ingenio!~ ~ -¿ 996 25| armas. Cuando el famoso Bayardo, caballero sin tacha y sin 997 35| servir; vuestras mercedes beban, y mientras, nosotros exultemos 998 32| servido el huésped -. No se bebe mejor, señor caballero - 999 35| vino es este, padre; ¿no bebéis?~ ~ -Proseguid -dijo el 1000 35| buena voluntad; pero sólo beberemos en la refacción, si tenéis