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Mariano José de Larra El doncel de Don Enrique el Doliente Concordancias (Hapax Legomena) |
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4005 27| león allí no contará a la leona, con maligna sonrisa, que 4006 15| corredor al patio de los leones de Su Alteza; recordaréis 4007 1| resignación de la regente viuda Leonor, y reclusión de ésta por 4008 32| la mora Zelindaja y del letrero árabe del castillo; y lo 4009 25| batallas proveíale de armas, levantábale si caía, dábale caballo 4010 32| sola en una extremidad, levantábase la otra irritada de la presión, 4011 10| señora, a quien encontró levantada, pero no repuesta de las 4012 2| varias magníficas tiendas levantadas a orillas del Manzanares 4013 22| mortífero intento, sino que levantándole en el aire, le apartó largo 4014 35| apoderándose de sus piernas, le levantaron en alto.~ ~ -¡Perdón, señora 4015 5| aborrezco.~ ~ -Sólo desde que levantaste la caza... porque antes 4016 32| la sangre en las venas; levanté los ojos, y en una de las 4017 36| Mis tristes gemidos levántense al cielo;~ ~ ~ ~Pues ya 4018 35| menester. Diciendo y haciendo, levantóse Ferrus con trabajo y cerró 4019 21| alzarse y deprimirse las leves ondas al blando impulso 4020 1| confesar que no hay crónica ni leyenda antigua de donde le hayamos 4021 25| Prestado este noble juramento, leyéronsele los Evangelios, sobre los 4022 35| traía y apartándose un poco leyóle rápidamente, manifestando 4023 8| de caballeros consta al lib. I, tít. 3, que «al caballero 4024 2| exigieron las dos o tres libaciones que con rico vino de Toro, 4025 39| hizo~ ~ ~ ~A ella haced librada.~ ~ ~ ~Rom. del rey Rod.~ ~ ~ ~ 4026 16| oh portento! -continuó -; libradme, Señor, de todo mal y purificad 4027 38| antigua amiga la que venía a librarla de la muerte que tanto había 4028 8| a Dios que pudiese~ ~ ~ ~librarse así el caballero~ ~ ~ ~Que 4029 38| seguíanle dos pajes con las libreas de Villena, llevando el 4030 15| secreto laboratorio.~ ~ -Libres estamos ya de la condesa, 4031 4| tiene más despierto que una liebre.~ ~ -¿El miedo?~ ~ -Pienso 4032 38| encontrar, merced a muchas liebres que regala uno al padre 4033 10| de saber cuál interés os liga al imprudente paje que ha 4034 8| simpatía que con una persona - ligada a la suerte de la de Albornoz 4035 34| sólo quedaba que pensar en ligar el interés de Ferrus al 4036 1| tutores, había ratificado las ligas hechas por su padre con 4037 25| suele verse al través de ligeras nubecillas el resplandor 4038 6| sé que debiera haberme limitado a responder no sencillamente; 4039 38| tachonado de que pendía una rica limosnera; zapatos de seda negros, 4040 32| oscuridad de encubrir la poca limpieza, se llegaba a una cuadra, 4041 38| besos.~ ~ Efectivamente, limpióse el rostro del vencido: era 4042 32| forastero no era preciso ser un lince para inferir que éste era 4043 26| quiero demandar.~ ~ ~ ~La más linda mujer del mundo~ ~ ~ ~¿Dónde 4044 17| eran muy galanos y venían lindamente ataviados. Al día siguiente 4045 3| Enrique III y descendiente por línea recta de don Jaime de Aragón. 4046 1| muerte del infeliz obispo de Lisboa, despeñado de la torre: 4047 24| de la Orden, al maestre. Lisonjeábase el clavero en su respuesta 4048 28| hombre es harto débil para no lisonjearse de semejantes distinciones. 4049 20| que habéis...~ ~ -No me lisonjeéis y acabad.~ ~ -Todo eso, 4050 17| los pies -dijo - por la lisonjera distinción con que honras 4051 18| con quien dio fue con el listo paje, el cual con aire sumamente 4052 1| poseía la corta riqueza literaria griega y romana que de las 4053 1| antigüedad, hacían a la literatura todo el servicio que podían 4054 27| dedo imprudentemente en la llaga -. Ello, por otra parte, 4055 31| huyendo~ ~ ~ ~Muy malamente llagado,~ ~ ~ ~Y que a la hora de 4056 19| último maestre de Calatrava. Llamábanle, efectivamente, a este alto 4057 4| está en la antecámara.~ ~ -Llamadle.~ ~ -Está bien.~ ~ -Id con 4058 19| caballeros de Calatrava, llamados unos, de su propia voluntad 4059 19| miráis reunidos a vuestro llamamiento sabría desvanecer bien presto, 4060 23| seres de suyo carniceros que llamamos en el día cirujanos, el 4061 32| encantada fortaleza, cuando llamándose andana el astuto moro, dio 4062 6| Calatrava, el doncel Macías se llamará comendador. ¿Queréis ocupar 4063 3| eran las que un dibujante llamaría en el día académicas o de 4064 27| Pérez!~ ~ -¿Qué hacéis?~ ~ -Llamarle. Lleve mi vida quien se 4065 35| sala, no había dejado de llamarles la atención el agradable 4066 22| del hombre que ni puede llamarse bueno ni malo completamente, 4067 25| a conferir a su escudero llamase la atención de la corte. 4068 10| criado me oirá aunque los llame. Pero venid -añadía al jefe 4069 31| tus rigores?~ ~ -¿Yo os llamé, Macías?~ ~ -¿Qué escucho? - 4070 21| mirando a la puerta -. No llaméis a nadie; señora, ¿qué tenéis?~ ~ -¿ 4071 36| para acudir a donde nos llamen otros personajes, no menos 4072 10| dar este importante paso, llamo al paje y le dijo cómo era 4073 32| es la misma que la mía; llámola así porque la trajo ella 4074 6| la cámara de Hernando y llamólo en voz baja.~ ~ -¿Quién 4075 22| de una vez. A buen tiempo llegan; enterrarán al vencido.~ ~ - 4076 40| agravarse mis males.~ ~ Llegáronse, efectivamente, al grupo. 4077 38| el duelo, mejor haréis en llegaros a la plaza. Acaso podréis 4078 4| En buen hora, Ferrus. Llégate más cerca y habla bajo. 4079 9| ijares al caballo; cuando llegué, la música había cesado; 4080 34| residuo del torrente, que llenaba con sus aguas el foso exterior 4081 4| confusión de objetos que llenaban la mesa, iluminaban el laboratorio 4082 27| siempre, no contento con haber llenado de luto mi corazón, con 4083 27| insondable...~ ~ -Abismo que se llenará, que yo traspasaré, o donde 4084 3| sus sonrisas frecuentes, llenas de encanto y de dulzura, 4085 22| exclamación tan inesperada, llenos de terror sus compañeros, 4086 35| con cordel que preparado llevaban, a manera de mordaza, y 4087 11| hallarse en tal paraje -. Llevábanla, sin duda, a enterrar en 4088 17| sería puesta en tormento y llevada al suplicio, donde le sería 4089 22| casualidad sobrevenida; o llevados a cabo, en fin, a costa 4090 3| corneta?~ ~ -Imposible; llevan sólo tres días y fueron 4091 16| de Aragón. Otro aragonés llevará a la victoria a los valientes 4092 39| perdonáis la vida, yo os llevaré donde gustéis.~ ~ -Ea, pues, 4093 31| Respiro! Algún objeto llevaría. Vuela a tu prima, Jaime; 4094 32| y de la posibilidad de llevarla a cabo, y del valor de Peransúrez, 4095 19| perdonaba medio alguno de llevarlas a cabo ni daba punto de 4096 15| que invocáis tuvo a bien llevarle a mejor vida.~ ~ -¿Qué dices, 4097 27| escucho? ¿Adónde queréis llevarme?~ ~ -Donde no haya hombres, 4098 32| Nuño -dijo Peransúrez - , llevarnos la luz, que supongo no nos 4099 12| En cuanto a los que llevaron a la condesa, yo te respondo 4100 39| si fuese a cosa hecha o llevase alguna orden y se acercó 4101 8| el diablo le lleve.~ ~ -Llévele en buen hora. ¡Ah!~ ~ -¿ 4102 32| Ni diablos que te lleven!~ ~ -Como gustéis, señor, ¡ 4103 8| mano vigorosa del cuello, llevóle sin dejarle gañir, ni aun 4104 3| ahora lo sé, y a que he llorado muchas lágrimas que han 4105 14| acostumbrada sequedad:~ ~ -¿Lloras, señor? Levanta la cabeza 4106 29| avergonzado.~ ~ -Alzad, prima; no lloréis -dijo Jaime acercándose 4107 29| Parte. Sí, dices bien, no lloro ya -dijo con interrumpidos 4108 31| Perfidia sin igual! ¿Y no lloró al decirlo, no tembló, miserable? 4109 7| de su furor, la dejó toda llorosa en brazos de su camarera, 4110 9| pero fue imposible; había llovido, y él cayó en el fango; 4111 7| años que su autor, Vasco Lobeira, había dado al mundo éste 4112 22| una manada de hambrientos lobos.~ ~ -Date -le gritó uno 4113 29| sudado por enmendar sus locuras! ¡Ay, Dios mío! -prosiguió 4114 35| de la tierra...~ ~ -Vinum lœtificat cor hominis -interrumpió 4115 35| conjurar el encanto con esta lógica observación.~ ~ Otro gemido 4116 34| comisión que se le confiaba? Lográbase, además, de este modo la 4117 27| para volverme después de lograda?~ ~ -Yo tiemblo, Jaime - 4118 15| que...?~ ~ -Pienso que si logramos poner en juego esa pasión, 4119 38| palestra en contra de Villena, logrando persuadir al mariscal del 4120 17| persona que me lo presente logrará la gracia que pida, y su 4121 22| sacrificar? Nada, pues, lograrás. El entendido maestro corta 4122 35| fin, y de observaciones, logróse de ella que dejase el satisfacer 4123 2| aquellas horas.~ ~ Perdíanse en lontananza los cazadores, y el ruido 4124 40| en letras gordas sobre la losa:~ ~AQUÍ YACE MACÍAS EL ENAMORADO~ ~ ~ ~ 4125 38| perfecta hermosura fresca y lozana que había deslumbrado tantas 4126 22| punto, por entre sus muchos lozanos compañeros, que desafiaban 4127 28| venas. Largo tiempo había luchado también el deber con el 4128 23| su departamento, no sin luchar algún tanto, y aunque a 4129 32| que aquél se prometía una lucida paga de sus esmeradas y 4130 32| moro había amado en sus lucidos abriles a una mora Ramada 4131 17| varias noticias que de tan luengas tierras y afamadas hazañas 4132 27| del doncel, como el eco lúgubre del bronce que anuncia al 4133 36| Callaron al llegar aquí los lúgubres acentos de la cantinela, 4134 4| tomos en folio; dos o tres lunas redondas, de aquellas con 4135 10| habitación por arte sin duda de Luzbel y con auxilio de todas las 4136 5| cumplido como el trovador M..., no tengáis miedo, no 4137 5| perdonad, señor... señor Ma... no os sé llamar de otra 4138 36| Vill. Querella de amor de Mac.~ ~ ~ ~ No bien hubieron 4139 24| Arjonilla, Favera, Maella, Macalón, Valdetorno, la Frejueda, 4140 15| pequeña, su tez pálida y macilenta; brillaban sus ojos en su 4141 25| escudero, los padrinos o madrinas del paje prometían en su 4142 2| enredadas y sus silvestres madroñeros, que han desaparecido después 4143 32| cuando veía a una ya tan madura y encaprichada de él como 4144 24| Alhama, Arjonilla, Favera, Maella, Macalón, Valdetorno, la 4145 38| Eso no, ¡pesia a mí!, maese Pedro -interrumpió un mozalbete 4146 25| los recibía de mano del maestresala, que ya era por sí una dignidad, 4147 30| con singular destreza y maestría, el famoso juego de cubiletes 4148 4| el vulgo creía talismanes mágicos, y no pocos alambiques y 4149 6| de él, le había hecho el magnánimo doncel.~ ~ Volvióse éste 4150 1| reprimido de los orgullosos magnates, sin cuya cooperación voluntaria 4151 2| hombre ha venido a hollar la magnífica alfombra que la Naturaleza 4152 2| monte y de la selva: varias magníficas tiendas levantadas a orillas 4153 32| venablo al mago y a cuantos magos nos fuesen echando a las 4154 12| estimación...~ ~ -¿El diablo? Malandrín... -no pudo menos de sonreírse 4155 23| amores~ ~ ~ ~A mi esposa con maldade;~ ~ ~ ~Porque no le dio 4156 10| Enrique, entretanto, gritaba y maldecía.~ ~ -¡Por Santiago! he olvidado 4157 32| igualmente aborrecido el moro y maldecidos su nombre y su memoria en 4158 35| estaba ya a dos líneas de maldecir en su corazón su osadía 4159 31| vida; no me obliguéis a maldeciros.~ ~ -Sí, maldíceme ahora... 4160 31| una mesa lucía -. El cielo maldice vuestro amor y... yo...~ ~ -¡ 4161 31| obliguéis a maldeciros.~ ~ -Sí, maldíceme ahora... mas ¿qué rumor...?~ -¡ 4162 38| con el diablo.~ ~ -Callad, maldicientes -gritaba una vieja -. ¿Qué 4163 11| tengo yo mayor miedo de las maldiciones de las viejas de mis reinos 4164 31| Silencio, silencio. No me maldigas ya; ¡desventurada!~ ~ -Sí; 4165 31| No, Macías, no; yo le maldigo nuestro amor.~ ~ -Elvira, 4166 39| paga.~ ~ ~ ~Mis ojos sean malditos~ ~ ~ ~Que su hermosura miraran,~ ~ ~ ~ 4167 23| O tenéis otro algún male?~ ~ ~ ~-Hame ferido Carloto,~ ~ ~ ~ 4168 23| era difícil que la pública maledicencia añadiese alguna particularidad 4169 4| perniciosos efectos de las maléficas redomas que tanto temor 4170 25| era preciso creer que un maleficio particular ejercía sobre 4171 38| achacando a sus cobardes maleficios la desaparición del pundonoroso 4172 14| enojos;~ ~ ~ ~No toméis malencolía;~ ~ ~ ~Que sabiendo la verdad~ ~ ~ ~ 4173 2| entre sus altos jarales, sus malezas enredadas y sus silvestres 4174 35| su corazón su osadía y su malhadada incredulidad.~ ~ Repuesto 4175 38| endeble cuerpo de una vieja malhumorada que acababa de asomarse 4176 34| hospedaje -repuso Rui Pero malhumorado.~ ~ -Lo sé, señor alcaide. 4177 4| sangre me responderá de tu malicia o de tu ignorancia y pagarás 4178 4| leer ni escribir, acaso maliciemos...~ ~ -¡Voto va! ¡No sabéis 4179 5| oído mis palabras -añadió maliciosamente - que tomáis todavía algún 4180 7| esta pregunta, y se sonrió malignamente viendo a Elvira cogida en 4181 15| expresión de toda su persona malignidad y avaricia; su mano descarnada 4182 23| Si este proyecto se había malogrado, no había sido en verdad 4183 36| ocasión de que su intento se malograse. Lo cual prueba, además 4184 17| muchos sucesos buenos y malos que habían pasado aquel 4185 10| credulidad, Dios confunda al malsín, abandone la Virgen Madre 4186 36| mísero aquél, que así amor maltrata!~ ~ ~ ~¡Ay triste el que 4187 38| al verse tan injustamente maltratado - , que le enseñe yo a hablar 4188 33| señalará el rastro de los malvados.~ ~ -A la buena de Dios - 4189 18| Abrió Hernán Pérez la mampara inmediata y quedóse como 4190 22| puerta de su caverna por una manada de hambrientos lobos.~ ~ - 4191 28| y corren lentamente, que manan con dolor, con amarguísimo 4192 33| montero, riñón cubierto, y mañanaamanecerá Dios, y con su dedo omnipotente 4193 39| secado ya para siempre el manantial de sus lágrimas.~ ~ -¡Hele 4194 2| insaciable del hogar, los manantiales mismos han torcido su corriente 4195 38| mirando con ojos zainos a un mancebito que parecía más reservado 4196 25| Poitou; Carlos, conde de la Mancha, hijo de Felipe, -y otros 4197 40| Sus vestiduras se hallaban manchadas y rotas por diversas partes; 4198 4| violencia, nunca; todavía no he manchado con sangre mi diestra; si 4199 6| sin castigar al osado que mancilla su buen nombre y espera 4200 38| cerco oscuro, su frente mancillada por la adusta mano del dolor, 4201 14| señora; si algún caballero ha mancillado el nombre de una orden de 4202 5| y se andan a la magia de mancomún...~ ~ -¡Silencio otra vez! 4203 10| señal que manifestase estar mancomunado con los traidores. Ofendía 4204 15| Hízolo Ferrus como se le mandaba. Apenas había doblado tras 4205 34| su clase y prerrogativas. Mandábale a decir el conde que siendo 4206 30| ver las ahumadas que tenía mandadas disponer para este caso, 4207 26| constelaciones, doncel, mandan que tengamos frío en el 4208 38| falta de otras pruebas, y mandando comparecer a las partes 4209 30| en ningún caso quien le mandase.~ ~ Salió Su Alteza a una 4210 22| si llegamos tarde! No os mandé yo tanto.~ ~ -¿Qué dices, 4211 10| y tirándole un furibundo mandoble desarmó al conde. Bien trató 4212 38| recrearse con los furibundos mandobles y reveses del combate; había 4213 10| tranquilizando al paje, mandóle que se retirase a su lecho, 4214 12| tan delicada empresa al mandria mayor que vio la tierra! ¿ 4215 25| odrecillo francés y la reciancha mandurria, cuyos ecos distintos se 4216 6| quien de aquella manera los manejaba era un hombre generoso, 4217 22| Por otra parte, los dos manejaban las armas y las conocían 4218 19| paso que una lanza bien manejada derribaba a un enemigo; 4219 22| suficientemente que las pasiones no se manejan con la mano, y que el tino 4220 38| habilidad con que logró, manejando su bridón, burlar repetidas 4221 15| de pasiones vivas; acaso manejándolas y volviéndolas contra él 4222 19| horas enteras evocando los manes de los difuntos en un cementerio, 4223 35| mundanos de defensa. Aunque manet nobiscum Dominis, bueno 4224 38| guarnecido del mismo color, manga larga y angosta, con capilla 4225 17| pantalón muy ajustado y dos mangas perdidas recortadas como 4226 35| Rui Pero, que se halló ya maniatado y tapada la boca antes de 4227 3| ese extraño interés que manifestáis.~ ~ -¿A otra mujer? -interrumpió 4228 37| visitado en la noche del sarao, manifestándole sus dudas y temores, y encargándole 4229 10| descubría en él alguna señal que manifestase estar mancomunado con los 4230 1| contemplarlas; y aun su utilidad manifiesta, dado sobre todo el dato 4231 17| Villena, cuya alegría se había manifiestamente conocido por algunos instantes, 4232 2| tardado en describir esta maniobra tardó en desaparecer a los 4233 21| con vosotros como con sus maniquíes!~ ~ Abriendo en seguida 4234 2| ellas preparaban varios manjares y daban vueltas a un largo 4235 10| Fernán Pérez de sondear mañosamente el alma de su avisada esposa. 4236 11| puridad, el adelantado Pedro Manrique, donceles y caballeros principales, 4237 17| comienzan Gran sosiego e mansedumbre, a doña Angelina de Grecia, 4238 32| de parecerse al Olimpo, mansión de los dioses, en las densas 4239 22| Hernando quiere que lo manteen a él si vuelve a suceder, 4240 2| cubierta la mesa de un limpio mantel labrado y un opíparo trozo 4241 22| debiendo todo el año, pues me mantenéis. ¡Voto va!, ¿y qué pieza 4242 25| comprendían no sólo los moros que mantenían guerra todavía con los reyes 4243 3| posición en el mundo te mantiene a cubierto de los tiros 4244 5| pretendido que esta venida se mantuviese oculta a todo el mundo, 4245 34| de Ferrus sobre todo, se mantuvo oculto hasta que supo que 4246 4| artístico artesón, y otra manual y más pequeña colocada entre 4247 7| condesa, y púsose a leer un manuscrito voluminoso, que entre otros 4248 4| labios moverse por sí solos maquinalmente, hubiera conocido cuán importantes 4249 19| largo de su habitación y maquinando cómo podría asir la dignidad 4250 17| Merece, más de diez mil maravedís. ¿Habéis oído, señor comendador, 4251 32| edificio notable, la tercera maravilla de Monilla. Era ésta una 4252 20| conoceréis sus efectos; es maravillosa la virtud de la bebida; 4253 1| este que en el siglo XIX marca la adelantada civilización 4254 19| seña de ofrecer asiento, marcaban de cuando en cuando la entrada 4255 3| regularidad y sus proporciones marcadas y eran las que un dibujante 4256 21| movimiento, en fin, más marcado pareció anunciar que iba 4257 4| espacio el punto que debe marcarle el alcance de su tiro.~ ~ - 4258 30| habitantes de Madrid. Debemos marchar inmediatamente a Otordesillas, 4259 2| día se recoja la batida, y marcharéis conmigo lo más pronto que 4260 20| Una hora, Abrahem! Quiero marcharme... Me pondré el antifaz...~ ~ -¿ 4261 2| contribuir a su buen éxito, marchemos...~ ~ -Naciste para comer, 4262 32| inclinando sus secas y marchitadas hojas sobre el camino.~ ~ 4263 6| que daba cierta severidad marcial a su fisonomía; su voz era 4264 33| y al llegar, ¡voto a San Marcos! hallé rastro. Un ruido 4265 2| A las orillas del mare.~ ~ ~ ~ Con él van sus cazadores~ ~ ~ ~ 4266 21| el corazón del asustado marinero que el que produjo en el 4267 25| fatídico obligaba a la incauta mariposa a girar en torno de la vacilante 4268 32| los servía, una robusta Maritornes, que nada tenía que envidiar 4269 38| corbejones, con cartapisa de martas cebellinas, bordados de 4270 8| su alma como el golpe del martillo que hace entrar a trozos 4271 35| Por vida de Diego Gil y Martín Bravo, los más famosos monteros 4272 19| cristiana que la palma del martirio, la cual podía ser muy santa 4273 1| conservar entre sí clandestina y masónicamente, como un pérfido talismán 4274 27| tirano; hay un amor que mata; un amor que destruye y 4275 19| él que don Enrique había matado a su esposa, y aunque la 4276 17| te retamos a muerte como matador de tu esposa la muy ilustre 4277 21| Elvira, te adoro. Ámame o mátame.~ ~ -Elegid, caballero, 4278 22| que no me venceréis sino matándome. Por lo demás, recordad 4279 33| de vuestra imaginación. Mataréis a Ferrus; pero ¿y luego?~ ~ - 4280 22| le venciese, empero, sin matarle, podrá imponerle...~ ~ - 4281 29| Vuelva! Aquí mi pecho está. Máteme luego.~ ~ -¡Vaya, señor - 4282 38| lejos le veían, que era Mateo Sánchez, verdugo de Su Alteza, 4283 4| hablar y proponer, y la otra material y brutal encargada de escuchar.~ ~ 4284 35| no decís la verdad.~ ~ ~ ~Mató el fraile al caballero,~ ~ ~ ~ 4285 38| viene -exclamaba otro -. Matóla su marido, sí señor, y hay 4286 2| hermosos días del mes de mayo: como a cosa de dos leguas 4287 11| Juan Hurtado de Mendoza, su mayordomo mayor, y sosteníanle del 4288 21| lámpara de que sólo ardía un mechero, y ése con pálido resplandor, 4289 4| caballeros; una lámpara de cuatro mecheros, suspendida del artístico 4290 32| del siglo XVI con el aura meciéndose blandamente en las ondeantes 4291 14| la dorada cuna en que se mecieron, son rémora bastante a sus 4292 2| un roble, de que no había mediado entre su colmillo y mi persona 4293 32| que disponía de más que de medianas facultades, y que aquél 4294 32| punto que traería en las medias.~ ~ -Como gustéis -repuso 4295 22| pasar de un trago la amarga medicina a que ha de deber mal su 4296 16| con que salpicó la cena su médico, que no pudo menos de hacerle 4297 1| don Juan I, hallándose en Medina del Campo, y después de 4298 11| don Fadrique, duque de Medinaceli, el conde don Juan Alfonso 4299 38| rayos de sus ojos y parecía medir con la vista el espacio 4300 27| tanto cuanto reflexivo y meditabundo al pajecillo, que no veía 4301 13| cual no tenía todavía muy meditadas las respuestas.~ ~ Avínole 4302 4| necesito callar un momento y meditarlo.~ ~ -¡Mentecato! ¡Necio 4303 10| ver, por fin, su suerte mejorada. ¿No era, por otra parte, 4304 21| abandonado en un asiento a sus melancólicas imaginaciones, cuando le 4305 18| Capítulo decimoctavo~ ~ ~ ~ ~Melisendra está en Sansueña,~ ~ ~ ~ 4306 25| de su figura y armónica melodía sin más datos que esta breve 4307 8| dicho, había cantado ya con melodiosa voz, si bien varonil, las 4308 33| cuidado de llevar con su menaje a Otordesillas las prendas 4309 1| poco menos que precisado a mendigar los hombres de armas, que 4310 38| caballero a dar voces o aviso, o menear mano ni hacer seña, so pena 4311 38| nadie, que todos habemos menester-~ ~ -¿Qué irá a decir el 4312 17| advenediza?~ ~ -¡Oh oprobio! ¡Oh mengua! ¡Oh caballeros! -exclamó 4313 12| Vuelves a mentar al diablo, menguado? ¿Dónde está el diablo, 4314 35| grande manera interesante su mensaje. Tomó Rui Pero el pliego 4315 30| fortuna,~ ~ ~ ~De esta tu mensajera.~ ~ ~ ~Rom. del rey Rod.~ ~ ~ - 4316 1| la sazón Enrique II, sus mensajeros, así como los había enviado, 4317 28| resignada con esta breve oración mental, sentóse trémula y agitada 4318 12| viéndole...~ ~ -¿Vuelves a mentar al diablo, menguado? ¿Dónde 4319 7| amasado junto de nuevo en su mente, en medio del silencio y 4320 4| momento y meditarlo.~ ~ -¡Mentecato! ¡Necio de mí en creer que 4321 31| veréis. Decidme que me amáis. Mentid, señora, si no es cierto; 4322 15| fraguara, para ganarle, mentiras que algún tiempo yo mismo 4323 21| Y si os lo dijera mentiría? Le amo...~ ~ -¡Silencio! 4324 35| guardar ceremonia, habían menudeado en realidad del tinto más 4325 3| las dos filas de blancos y menudos dientes que en cada una 4326 7| había sido inducida sólo por mera curiosidad al reconocimiento 4327 35| de aquel modo, o si sería meramente casual e hija de la poca 4328 32| Zelindaja, que hacía oídos de mercader, y no parecía sino que había 4329 25| se habían hecho de ella merecedores, alguna solemnidad. Un día 4330 29| yo sola; ¡yo su castigo merecí!~ ~ -¡Ah! No, no parto, 4331 3| hallo en el mundo otro que merezca más mi preferencia. ¡Ah! 4332 26| haced vos lo que debiera mi mérito haber hecho; ámeme ella, 4333 1| infieles era la grande obra meritoria del siglo, a la cual, como 4334 32| de igual odioso manejo. Mesábanse los cabellos las infelices 4335 32| entrado no hacía mucho en el mesón, y en quien nadie había 4336 5| acercóse a pasos lentos y mesurados a la puerta, como dando 4337 4| personas ricas; algún espejo metálico girando sobre un eje a la 4338 8| del Rey...~ ~ -¿Doncel? Metedme el dedo en la boca; más 4339 38| vieja - que como no queráis meterla conmigo en mi camaranchón, 4340 34| se jugase una pasada que metiese ruido al señor alcaide nuevo 4341 11| sus ojos eran hermosos; mezclábase en ellos cierta languidez 4342 39| infierno todo, que anda mezclado en mis asuntos. Mi castillo 4343 20| y seda artificiosamente mezclados. El más profundo letargo 4344 34| sombras, era cuando solía mezclarse con el silbido del viento 4345 17| Sevilla me escribe el ginovés Micer Francisco Imperial.~ ~ -¿ 4346 38| descendió entonces del tablado; midieron en seguida el suelo, dividieron 4347 9| miembros fatigados. Ni el miedoso juglar había vuelto, ni 4348 10| entonces el conde, y no parando mientes en Elvira, que atada y amordazada 4349 1| ordenase, completando el gran milagro de la civilización, se encontraban 4350 18| valientes, temerarios contra un millar de enemigos armados en un 4351 28| esfuerzos, torciéronla como un mimbre delicado.~ ~ -¡Se aman, 4352 31| Elvira, pues, adiós. Mimuerte es tuya, como fue mi vida.~ ~ 4353 7| cubre, tenga entrada la más mínima porción de aire; entonces 4354 32| flexibilidad que un periódico ministerial del día. La construcción 4355 32| riéndose, y no tardó un minuto en estar servido el huésped -. 4356 18| Harto os he dicho; miradlo.~ ~ ~ ~Rom. de Gaiteros.~ ~ ~ ~ 4357 21| sino vos me dijo: Macías, mírame y ama?~ ~ -¿Yo?~ ~ -Vuestros 4358 39| malditos~ ~ ~ ~Que su hermosura miraran,~ ~ ~ ~Que a no mirarla 4359 39| miraran,~ ~ ~ ~Que a no mirarla ellos~ ~ ~ ~Todo este mal 4360 3| se borra y desvanece al mirarle detenidamente; que no otra 4361 29| es el mío? ¿Las gentes al mirarme le pronunciarán con befa 4362 29| para otro día esa canción! Mire por Dios...~ ~ -¡Ah, Jaime! ¡ 4363 38| dejen esas cuestiones y miren a los trompeteros que se 4364 14| desembozándose con enfado el doncel. Miróla entonces de alto abajo y 4365 38| señoría el justicia mayor.~ ~ Miróle de alto a bajo el faraute, 4366 30| importancia a sus acciones míseras, al que llaman su honor, 4367 2| que vuelve los ojos, sino miseria y esterilidad.~ ~ Al famoso 4368 19| ella a más moros que los misioneros que iban continuamente a 4369 31| nada menos que el mismo, el mismísimo pajecillo Jaime, a quien 4370 35| propio servicio.~ ~ -Ite, missa est -replicó el padre, echando 4371 7| por la tendida campiña; mitigóse su dolor, pero por largo 4372 24| fue tan bien recibida esta moción de Su Alteza como se esperaba; 4373 10| hubiera reconocido en sus modales y palabras al tirano esposo 4374 21| ascendente contorno de una pierna modelada por el deseo: no la hubiera 4375 5| deferencia, y para quien moderaba y suavizaba la condición 4376 26| todo lo demás después!~ ~ -Moderaos, joven arrebatado. ¿Qué 4377 17| visto en los embajadores; moderaron la barba, que antes se dejaban 4378 32| parroquial, sino que era una obra moderna que no tenía más fecha que 4379 1| ningún libro antiguo ni moderno: respondemos, sin embargo, 4380 4| un eje a la manera de los modernos tocadores de las damas; 4381 6| Dejad esa inoportuna modestia; imagino que entrambos nos 4382 35| Al entrar los dos modestos frailes en la sala, no había 4383 2| seductora, sobre todo en sus modulaciones, probaba que no descuidaba 4384 12| fría el chasco inesperado y mohíno por demás el desairado conde, 4385 35| quiten esos hábitos que traen mojados...~ ~ -Et super flumina 4386 38| encendida la quisquillosa mojigata.~ ~ -¡Ea! ¡ea! - ,dijo Nuño -; 4387 36| miraba a una parte y otra, moldase los dedos, y daba al diablo 4388 34| así, en el corazón de una mole de piedra, que esto y no 4389 1| transitoria una breve y molesta peregrinación, que nos conduce 4390 34| que sale de la presa de un molino, que rompe por entre las 4391 2| cada uno para equilibrar el momentáneo desnivel de su constante 4392 32| algunos habitantes salidos de Mona, ora por su inmediación 4393 1| para otros tiempos; y los monasterios, conservando estos monumentos 4394 1| algunas primitivas comunidades monásticas.~ ~ El estudio todo que 4395 5| profundo silencio variaba la monotonía de los suspiros de su amo, 4396 17| máquina convenientemente montada, y que ya podía manejar 4397 38| alboroto.~ ~ Un caballero bien montado y armado de todas armas 4398 40| caballeros, ricamente ataviados y montados, pasaban una tarde por la 4399 28| el furor y embate de las montañas de agua que subleva y despide 4400 5| en muestra de su pasión montaraz. Con esta pequeña digresión, 4401 2| aunque más a la ligera, montaron en sus caballos y se despidieron 4402 21| por ti, válame Dios, que monteara yo presto de todos modos. 4403 32| mediodía.~ ~ ~ ~Rom. de Montesinos.~ ~ ~ ~ Existe a cinco leguas 4404 19| chispa lanzada en medio de un montón de estopa seca. Veíase lucir 4405 1| monasterios, conservando estos monumentos clásicos de la antigüedad, 4406 35| preparado llevaban, a manera de mordaza, y atáronlos en seguida 4407 18| cierto?~ ~ -Sí -replicó mordiéndose los labios el desairado 4408 6| en Castilla. Su color era moreno, sus cabellos negros como 4409 37| había querido defender su moribunda virtud, había tenido gran 4410 23| herido, bañado en su sangre, moribundo, acaso por su imprudencia, 4411 15| esposo de tres años no se morirá de tristeza por tan terrible 4412 33| juntos hemos vivido, y juntos moriremos!~ ~ -¿Y seguisteis la huella? - 4413 28| verdad, Elvira? Capaz será de morirse. ¡Azor!, ¡azor! Sólo por 4414 20| el rostro con su abanico morisco - nunca le hablé...~ ~ -¿ 4415 16| báculo? Parece lanzar sus mortecinos reflejos a la parte de Calatrava...~ ~ - 4416 22| no sólo le detuvo en su mortífero intento, sino que levantándole 4417 2| súbditos del caballero. Sin mortificarle estas ideas dábase prisa 4418 30| queriendo hacer uso del aqua mortis, necesitáis aprender...~ ~ - 4419 32| cuerdecita embreada de manchas de moscas; en el segundo caso columpiábase 4420 35| Ferrus sino la expresión del mosto, y no dudó en responder 4421 7| amoroso de jeroglíficos en motes, colores, empresas y lazadas. 4422 32| testigo de los enamorados motetes y de las apasionadas caricias 4423 20| consideraciones. Las que puedan moverle a él contra mí me interesan 4424 40| pie, pero el bulto no se movía. Acercóse el sacristán y 4425 1| palanca poderosa con que movían y removían a su placer cuantos 4426 21| labios, y la mano que pendía, moviéndose con dificultad, parecía 4427 10| vez, en fin, la puerta se movió al morir en ella el ruido 4428 35| vuesas reverendas con esos mozos de estribo? -preguntó Ferrus, 4429 | muchísimos 4430 38| estupor, señal de vida, y mudaba de colores don Enrique de 4431 34| habitación, moverse a ratos, mudar de sitio, desaparecer, y 4432 35| relevado aún.~ ~ -Pudierais vos mudarlas -le contestó Rui Pero mientras 4433 32| piramidal chimenea, era todo el mueblaje, si se exceptúan dos fementidas 4434 4| nosotros se usan, era el mueble que más llamaba la atención 4435 21| con el fondo oscuro de los muebles y de la habitación - Una 4436 8| Quién es, repito, por las muelas de santa Polonia, quién 4437 26| porque aun muriendo, si muero amado, seré dichoso. Si 4438 18| imaginación llena de ideas de muertes y apariciones, de sombras 4439 36| No más a mis ruegos te muestres impía,~ ~ ~ ~Oh pérfida 4440 24| alguna otra causa que os mueva?...~ ~ -Señor...~ ~ -¿Presumís 4441 19| que a esta convocación os mueve y a declarar qué habéis 4442 31| vencen, ni mis trovas la mueven! ¡Elvira!~ ~ ~ ~¡Ah! Te 4443 38| señor justicia mayor, con mulas y todo?~ ~ -Paréceme que 4444 9| más hermosas del día en el mullido y caliente lecho.~ ~ La 4445 35| nos perdone esos medios mundanos de defensa. Aunque manet 4446 32| contar esos propósitos a un muñeco de seis años, y vuestro 4447 26| nunca funesta, porque aun muriendo, si muero amado, seré dichoso. 4448 2| oficio perfectamente si muriesen de repente todos los dignos 4449 10| hemos dado harto motivo de murmuración con nuestras anteriores 4450 12| obedecido tus órdenes sin murmurar tengo algún derecho a descargar 4451 3| maldecida debierais decir -murmuró entre dientes el conde, 4452 8| dejaremos rodeando los altos muros de la fortaleza para dar 4453 2| caballero -; paz entre las musas y los hijosdalgo; en estos 4454 30| disponía, y la noche en músicas y en danzas, en que los 4455 26| veis cubierta mi cabeza no nacen impunemente.~ ~ -Y bien, 4456 17| mujeres,~ ~ ~ ~Los por nacer y nacidos;~ ~ ~ ~Repto a todos los 4457 1| guerra existía entre las dos naciones, si no lo hubiesen atestiguado 4458 2| éxito, marchemos...~ ~ -Naciste para comer, Ferrus; hago 4459 36| muralla y pasaría el foso a nado con su perro, o retrocediendo 4460 20| maravilloso efecto de la narcótica bebida.~ ~ -¡Es mía! -dijo, 4461 38| caballero por los oídos y las narices al recibir el golpe de Vadillo, 4462 19| vamos con desaliñada pluma narrando, aquel don Luis de Guzmán, 4463 16| quien confía el timón de su nave zozobrante... ¡Oh, Benedicto, 4464 6| de los brazos que creyese necesarios, arrebatará a la condesa 4465 22| Para hablar, hidalgo, no necesitábamos habernos apartado tanto 4466 35| ocasión ese punto. Ved que necesitamos salir del monte. ¡Ea! Venid 4467 30| plan asequible tal vez. Necesitaremos de Ferrus. Si el doncel 4468 24| porción de mi honor, no necesitaría castigar a ningún caballero; 4469 23| enemigos del conde de Cangas no necesitaron más que asegurar que éste, 4470 15| destruirán por sí solos, sin que necesitéis cargar vuestra conciencia 4471 19| ha vencido nunca sino las necias dificultades de lo que llama 4472 29| que vea lo que hacen esos necios. Tenedme ahí entretanto 4473 1| decidió por Roberto de Génova, negando la obediencia al intruso 4474 10| don Enrique de Villena? No negaré que pudierais estar justamente 4475 20| astuto astrólogo - , la que negaréis al único caballero que os 4476 24| también, que su esposa le negaría haber sido ella la enlutada 4477 24| que recelar, mal pudiera negaros una gracia, a que sois, 4478 21| puesto que fuera inútil negároslo por más tiempo. Y ¿qué queréis? ¿ 4479 13| cualquier ocasión, mal pudiera negársele un doncel de don Enrique. 4480 2| mirada sardónica hacia el negligente Vadillo, que con el capacete 4481 17| nunca el Rey de Castilla negó justicia a nadie.~ ~ -Señor - 4482 32| los circunstantes - , un negocio urgente me llama. Mañana, 4483 32| daba poco realce el color negruzco de la piedra y el aspecto 4484 34| más luz aquel cavernoso nicho que la que le prestaba en 4485 23| descubrió nunca en él y que niega constantemente su asistencia; 4486 21| disparo mi venablo.~ ~ -¿Niegas tú, pues, la influencia 4487 1| al trato belicoso de los nietos de las hordas del norte, 4488 26| otorgar,~ ~ ~ ~Pues que de mi nigromancia~ ~ ~ ~Es vuestro saber y 4489 34| pertenecer siempre a seres nigrománticos, como le sucedía a la sazón, 4490 33| Peransúrez; ¡admirable Bravonel! Nobien le hube dicho aquella breve 4491 25| fue paje y doncel famoso y nobilísimo don Pero Niño, conde de 4492 35| de defensa. Aunque manet nobiscum Dominis, bueno es llevar 4493 31| Yo agradecería vuestra nobleza entonces.~ ~ -Acabemos, 4494 17| tu tiempo y buena fama en noblezas generales y en gracias cumplidas. 4495 35| del castillo y de la voz nocturna, para no tenerlas todas 4496 10| penetrar el arcano que las nocturnas trovas encerraban, y aún 4497 32| voces y de los espantos nocturnos, y lo que sé decir es que 4498 2| los viejos, del arca de Noé y de la muerte de Holofernes 4499 28| a la pérfida sombra del nogal.~ ~ También el doncel oyó 4500 14| que cubría su rostro.~ ~ -Nombradlos, señora; si algún caballero 4501 1| inmediatamente después de nombrados, si así fuese necesario, 4502 17| el Rey - , y hoy mismo le nombraré sucesor.~ ~ -Hernán Pérez - 4503 14| demasiado a la dama que nombrasteis y que sé, doncel, que ella 4504 8| hobiesen recebido, de que non pudiesen haber derecho, 4505 1| los bárbaros de la fría Noruega y las cultas ruinas de la 4506 5| corte de don Enrique tenían nota de valientes, no sólo por 4507 28| agitación que en su exterior se notaba era, comparada con el desorden 4508 7| pajecillo, había fijado notablemente en ella su atención, y examinaba 4509 17| fecundo prometía ser en notables acontecimientos por algunos 4510 35| alcázar. ¡Ah! ¡ah! ¡ah! Notad, padres míos, la figura 4511 35| estuviesen menos expuestos a ser notados o a encontrar importunas 4512 37| los ojos, y dos farautes, notando el pequeñísimo diálogo que 4513 12| y quién sabe si alguien notará la coincidencia de su desaparición 4514 35| capucha tan sobre ellos como notarán vuesas mercedes. La humedad, 4515 38| del justicia mayor; dos notarios para testimoniar y dar fe 4516 25| no había podido menos de notarla y que en balde había pensado 4517 25| No había podido menos de notarse por la concurrencia esta 4518 22| alegría llegó Abenzarsal a noticiar al conde de Cangas y Tineo 4519 17| cumplidas. El Rey, mi amo, noticioso de la grandeza de tu reino, 4520 23| por esta vez hubiera sido notoria injusticia dudar un solo 4521 1| tanto más para el simple novelista, cuanto que historias verdaderas 4522 32| decir es que nunca le di un novén a mi abuela porque me lo 4523 9| Capítulo noveno~ ~ ~ ~ Ese caballero, amigo,~ ~ ~ ~ 4524 25| además, pasar por el largo noviciado de paje y escudero progresivamente. 4525 16| aquella parda y manchada nubecilla que el viento del Norte 4526 25| verse al través de ligeras nubecillas el resplandor del sol. A 4527 12| legítimo, y disipado ya el nublado que sobre su cabeza tronaba 4528 13| tomaría, mientras que hacía nudos a uno de los cordones, que 4529 10| un ejército aguerrido y numeroso. Por una de estas minas, 4530 37| ricamente recamado; seguíanle numerosos caballeros y escuderos de 4531 3| menester testigos.~ ~ -Serás obedecido-dijo el juglar, y salió dejando 4532 12| Calatrava.~ ~ -Callo, señor; obedezco, pero no lo apruebo. Permíteme 4533 5| Madrid.~ ~ Retiróse Hernando, obediente a las indicaciones de su 4534 1| partidarios la muerte del infeliz obispo de Lisboa, despeñado de 4535 34| de la fortaleza. Mirando oblicuamente por el agujero conductor 4536 2| cierto aire de complacencia obligada que suponía en él el hábito 4537 23| historiadores, nos creemos obligados a asegurar, porque lo sabemos 4538 5| enseñarían la salida y le sabrían obligar a tañer de sencilla *.~ ~ - 4539 24| una ofensa mortal, no le obligara a ello.~ ~ -Alzad, Vadillo, 4540 31| Yo, señor, yo? Me obligaréis a deciros lo que añadió...~ ~ -¿ 4541 20| razones que a ocultarme me obligaron nada tenían de común con 4542 8| si bien menos generosa y obligatoria, más fuerte acaso que todos 4543 39| de un brazo del doncel y obligóle a subir con él la escalera,~ ~ -¡ 4544 31| aborrecer la vida; no me obliguéis a maldeciros.~ ~ -Sí, maldíceme 4545 35| Pondrémosle canes?~ ~ -Ved no nos obliguen a tañer de traspuesta, mirad 4546 8| observando y dejando ver su oblonga figura - , que he de escarmentar 4547 38| derecho llevaba ricamente obrada, y que decía en letras de 4548 19| convinieron todos, no podía obrarse sino por arte del demonio, 4549 2| cada uno es hijo de sus obras, y las mías pueden ser tan 4550 20| sola gota he dejado.~ ~ -Obrasteis como prudente -repuso el 4551 39| trigesimonoveno~ ~ ~ ~ Yo malo que obré el pecado,~ ~ ~ ~Merecía 4552 7| como primer objeto de sus obsequios era aquella misma Elvira 4553 32| muy malo! -repuso riéndose obsequiosamente el hostelero -. ¡Ya veis - 4554 24| asegurarla el hablar del caso, observaba sobre este particular la 4555 34| y eran las precauciones observadas sabiamente por los principales 4556 17| perder la razón; que se había observado ya muchas veces tal cual 4557 2| ojos de nuestros pacíficos observadores por entre la espesura la 4558 6| apenas su indignación.~ ~ -Observaránse las precauciones necesarias 4559 6| necesito. Como caballero observaré los pactos y guardaré los 4560 15| antecedente ni interés alguno en observarlos, esta anécdota sonó dos 4561 15| responderle más claramente. Observéle entretanto; de allí a pocos 4562 30| de Guzmán, ceden en tan obstinada demanda y dan al olvido 4563 13| la desconsolada hermosa. Obstinóse en negar constantemente 4564 19| de don Enrique no habían obtenido todavía las trovas aquel 4565 25| quiso ser su padrino, y obtuvo que fuese madrina la noble 4566 36| resplandor de la luna en su ocaso advirtió a Hernando, así 4567 35| No tardaremos en tañer de occisa. ¿Pondrémosle canes?~ ~ - 4568 38| construido un palenque de ochenta pasos de ancho y de cuarenta 4569 34| interiores divertían sus ocios tirando al blanco o bohordando 4570 7| contento con divertir las horas ociosas por medio del primero que 4571 18| cortesanía de caballero ocioso, encontrarse en el mismo 4572 8| Capítulo octavo~ ~ ~ ~ ~Helo, helo por do 4573 35| había permanecido callado. Ocultábale el medio de abajo una larga 4574 4| una estupidez atolondrada, ocultaban vastos planes, que sin duda 4575 18| hubiera hecho, me lo hubiera ocultado... yo le afeé... ¡Dios mío! ¡ 4576 3| le darás...~ ~ -¡Ah!, vos ocultáis mal vuestra perfidia; vos 4577 37| desaparecido. No se le podía ocultar a Elvira que cualquiera 4578 3| ojos el pecado, no me lo ocultaréis...~ ~ -¡Silencio!~ ~ -Los 4579 6| me exigisteis palabra de ocultarlos...~ ~ -¿Cómo? -interrumpió 4580 20| ya que las razones que a ocultarme me obligaron nada tenían 4581 17| baja - que insistáis en ocultaros de quien ha de ser vuestro 4582 23| había inspirado la idea de ocultarse, a lo cual se había añadido 4583 38| ni sobre su caballo armas ocultas, ni yerbas, ni hechizos, 4584 21| sois, vos sois; no me lo ocultéis por más tiempo si no queréis 4585 33| con una luz en la mano; ocultéme debajo de la reja lo más 4586 11| a enterrar en los sitios ocultos en donde los vi.~ ~ -Justicia; 4587 27| ojos, que salvase su honor, ocultóse en el gabinete y cerróse 4588 40| don Enrique el Doliente, y ocupábale en su menor edad, regido 4589 26| entre los que en el día ocupan nuestra atención había más 4590 32| cocina, y como si dijéramos ocupando el estrado y sirviendo de 4591 3| dividida su alma ardiente y que ocuparon exclusivamente todo el transcurso 4592 24| servicio, a la honrosísima que ocupo hoy a tu lado, no dejé nunca 4593 30| comprendido que yo quiero que os ocurra.~ ~ -Mi cuerpo, señor, viejo 4594 31| amor más grande, ¡y no os ocurren en pago sino pérfidos medios 4595 30| perdone. Pero en cuanto a mis ocurrencias, permite que te diga, señor, 4596 4| pero soltábalas como ideas ocurridas al acaso, sin plan ni conocimiento 4597 30| que sólo conforme me vayan ocurriendo podré irlas poniendo a tu 4598 25| al que le hablaba, y no ocurriéndole nada que responder de pronto 4599 7| aquella parte del alcázar ocurriera.~ ~ Echóse después en su 4600 23| primera idea que entonces le ocurrió fue el riesgo de un próximo 4601 33| cansado de no hallarle, ocurrióme que acaso fuera de la villa 4602 34| circunstancias que pudieran ocurrir, y un tanto menos escrupulosas, 4603 32| cuando le ocurre, que suele ocurrirles siempre. Somos demasiado 4604 32| opinión, para satisfacción de odios y rencores propios suyos; 4605 1| superstición, y el segundo hasta la odiosidad contra el que nació en suelo 4606 25| albogón, la cinfonia, el odrecillo francés y la reciancha mandurria, 4607 25| repetidas ocasiones el valet (oescudero) de Constantinopla, porque 4608 11| Nadie en mi presencia la ofenderá, conde de Cangas y Tineo. 4609 17| lanza, porque sea dicho sin ofenderle, se le entiende más de lais 4610 21| sobrenatural -. ¡Vos osáis ofenderme, vos abusáis de esa manera 4611 4| fuego si tu conducta...~ ~ -Ofendes a Ferrus, señor.~ ~ -Quiero 4612 10| mancomunado con los traidores. Ofendía y se defendía éste, empero, 4613 26| respondió que no, que la ofendíais... que huyeseis... que?...~ -¡ 4614 10| pudierais estar justamente ofendida; pero vengo a reclamar mi 4615 29| alcanzar nada.~ ~ ~ ~Él ofendió a mi marido,~ ~ ~ ~Y de 4616 24| aceptar vuestra generosa oferta, Fernán Pérez? Quédame, 4617 10| Enrique a la cabeza de los ofíciales de su casa corriendo el 4618 35| hacer.~ ~ -¡Voto va! aquí se ofrece de buena voluntad -añadió 4619 31| Hablo por fin, hablo, para ofreceros más generosidad, mayor sigilo 4620 28| rabia que concebí, que se lo ofrecí al Rey, y de buena voluntad. 4621 35| nuevamente en las copas y ofreciendo una al padre que había llevado 4622 23| del aposento de Abenzarsal ofreciéronse a su imaginación las reflexiones 4623 19| apetecible para que se le ofreciesen naturalmente en el camino 4624 38| pie y os tomarán la mano. Ofrecíme a hacer un servicio a Peransúrez, 4625 13| los ojos en la columna, ofrecióse a su vista el espectáculo 4626 36| Virgen de la Almudena de una ofrenda proporcionada a sus cortos 4627 18| la toquéis, y como ella ofrezca cuerpo y resistencia -añadió 4628 15| proporcione presto. Si lo consigo, ofrezco edificarla un santuario 4629 8| sobresalto y la agitación que la ofuscaba: ¡Basta!, oyó decir el caballero, ¡ 4630 19| Qué horror!~ ~ -Oídlo, sí, con escándalo, nobles 4631 8| entender la letra...~ ~ -Oigamos, que prosigue.~ ~ Volvía 4632 13| cubriéndose con él la cabeza, oíle sollozar y salí. He aquí, 4633 10| cámara y ningún criado me oirá aunque los llame. Pero venid - 4634 7| la princesa;~ ~ ~ ~Bien oiréis lo que dirá.~ ~ ~ ~Rom. 4635 3| vuestro intento -continuó sin oírle la de Albornoz - , ¿qué 4636 2| Ferrus, pero de modo que pudo oírlo el que era objeto de la 4637 14| caballero, y dadme palabra de oírme y de no indagar quién yo 4638 8| yo! ¡Voto a tal? ¿No le oísteis por aquí? -respondió otra.~ ~ - 4639 2| se escapa», gritaban los ojeadores, y más de diez cuernos, 4640 32| En el ínterin ved que nos ojean, y si no nos hemos de dejar 4641 33| a explorar el monte y a ojear los alrededores del alcázar. 4642 40| devorar al que la miraba; sus ojeras negras, sus mejillas descarnadas, 4643 35| de todas suertes que un ojo avezado al cazador. Vuestra 4644 33| cuerpo, y porque le hubiera olfateado mi leal Bravonel, y hubiera 4645 33| breve exhortación, comenzó a olfatear la tierra, y antes de dos 4646 32| ventaja de parecerse al Olimpo, mansión de los dioses, 4647 1| de Génova de la casa de Oliveros, y por parte de madre con 4648 32| o disponían su cena en ollas y sartenes, asaineteando 4649 4| de llamas, y que anda un olor tal, que Dios me perdone 4650 32| añadía el moro haciendo el olvidadizo.~ ~ -¿Y los placeres que 4651 6| a creer que tuviese tan olvidados los principios y los deberes 4652 21| os ha dicho que os amé? ¿Olvidáis que no puedo ser vuestra 4653 31| jamás, olvídate si puedes, y olvídame después. Venga la muerte 4654 13| nuevas? -preguntó Elvira olvidando todo lo demás -. ¿Traes 4655 35| interiores rencillas, sin duda olvidándolo todo en momentos en que 4656 24| sido, además, imposible olvidarle del todo. En la Corte ningún 4657 31| tósigo? Bórralos jamás, olvídate si puedes, y olvídame después. 4658 11| presentarse a su Rey.~ ~ -¡Es una omisión imperdonable!... Pero, señor, 4659 33| mañanaamanecerá Dios, y con su dedo omnipotente nos señalará el rastro de 4660 1| de la muerte de Gregorio onceno. Habíanse reunido los cardenales 4661 32| meciéndose blandamente en las ondeantes hebras de oro de Belisa, 4662 19| sus oyentes en sus mismas opiniones - nunca dudé de vuestro 4663 34| su gasto, aunque no tan opíparamente como el hostalero esperaba, 4664 2| limpio mantel labrado y un opíparo trozo de exquisito morcón 4665 3| víspera en el amante, se opondrá siempre a la duración del 4666 16| Calatrava, y sus caballeros no opondrían obstáculo a tan acertada 4667 10| secreta, sin que pudiese oponerles resistencia alguna la consternada 4668 35| Qué resistencia puedo oponeros? Si sois tan crueles como 4669 27| exánime y sin sentido no oponía a su loco arrebato más resistencia 4670 36| alano en aquella posición. Oponíais los otros a esta generosa 4671 32| hacía mucho tiempo que no oponían obstáculos las artes de 4672 39| siento sobre mis labios la opresión dulcísima, el calor inmenso 4673 3| perder asimismo su posición opresora al conde - , sí, firmaré, 4674 27| Elvira desasiéndose de los opresores lazos del doncel - , vos 4675 39| peso del caballero que la oprimía, hundióse el doncel súbitamente, 4676 40| muerta. Sus labios fríos oprimían la fría piedra del sepulcro. 4677 28| que cogiéndole una mano y oprimiéndosela cariñosamente, continuó, 4678 14| notable temblor la agitaba; oprimióla suavemente el doncel, como 4679 6| la inocencia que queréis oprimir. Dadme licencia de que os 4680 19| una ocasión en dos partes opuestas a un mismo tiempo; lo cual, 4681 2| engalanarle, y Madrid, la opulenta Corte de reyes poderosos, 4682 25| laúd, el rabé gritador, el orabín, el salterio, la adedura 4683 19| quedaba. La última frase del orador produjo el efecto de una 4684 16| Enrique y el condestable oraron fervorosamente por el alma 4685 19| elegante artificio de la oratoria, porque solía repetir que 4686 15| ése no hay espíritu en el orbe que no responda.~ ~ -¿Y 4687 28| ojos, lanzados fuera de su órbita, devoraban desde la oscuridad 4688 37| combate que Su Alteza había ordenado: esta pregunta estremeció 4689 34| respondido el como gustéis de ordenanza. Esta observación de los 4690 37| había dignado Su Alteza ordenar la prueba del combate.~ ~ 4691 1| superior que los amalgamase y ordenase, completando el gran milagro 4692 22| quiero que su constelación no ordene su muerte; venid conmigo...~ ~ -¿ 4693 30| asunto por los términos ordinarios, vale tanto como decirme 4694 1| quitar la vida al conde de Orén en el mismo palacio de la 4695 1| declaraba las muestras de su organización irascible, que a gala tenía; 4696 25| nuestros músicos del día para organizar una sola tocata medianamente 4697 1| guerrear de la época; su orgullo, nacido de los grandes favores 4698 2| nuevo, levanta su frente orgullosa, coronada de quiméricos 4699 7| hallarse en el caso de la bella Oriana, y aun no le faltaba a su 4700 6| elevación de sus pensamientos. Ornábale el rostro en derredor una 4701 38| preciosas reliquias y ricos ornamentos, y en el cual debía celebrarse 4702 7| tiempo en que no sabían ortografía ni los plateros ni los amantes. 4703 38| demasiado conocidos para osar poner en duda su ventaja.~ ~ 4704 11| pasión?...~ -¡Ay de quien osare ofender la memoria de mi 4705 31| preguntó airado -el que osas perturbar la meditación 4706 19| ilustre caballero quien osase descifrar las ventajas que 4707 16| apagarse con vacilantes oscilaciones, a la derecha de la Osa 4708 32| La llama del hogar, oscilante y tan indecisa como un Gobierno 4709 21| del pecho oprimido; un ay oscuramente pronunciado moría al nacer 4710 28| facciones, como una nube oscurece el día, y cierta agitación 4711 28| indefinible tristeza que oscurecía sus facciones, como una 4712 17| turba de cortesanos andaba oscurecido - , quiero que vos y fray 4713 22| de su narración, pero fue oscureciendo su rostro una nube de descontento 4714 5| serías tú su emisario.~ ~ -Oslo diré si me soltáis este 4715 18| esta pequeña reprimenda no osó hablar el pajecillo.~ ~ - 4716 33| peligro como buen montero, y osos mayores que ése, amigo mío, 4717 23| sus acciones otro delito ostensible contra su esposo, sino aquella 4718 38| de Villena, entretanto, ostentaba en su semblante la alegría 4719 15| para el vulgo esa necia ostentación y acordaos de que es más 4720 14| ni el nombre ilustre que ostentan, ni la dorada cuna en que 4721 3| señor; costosos tapices, ostentosas alfombras de Asia, almohadones 4722 11| seguro de que tu alteza me otorga lo que a pedirte vengo. 4723 11| pues, señor, justicia. Otorgadme que me dé a buscar al alevoso, 4724 1| Castilla, en su testamento otorgado en Celórico de la Vera, 4725 26| parte~ ~ ~ ~Me lo queráis otorgar,~ ~ ~ ~Pues que de mi nigromancia~ ~ ~ ~ 4726 11| singular que acababa de otorgarle. Retiróse en seguida a desarmar, 4727 5| yo me entiendo.~ ~ -Paje, óyeme: nadie en el mundo pudiera 4728 5| Hernando; es la señal -dijo en oyéndola el caballero, y se levantó 4729 6| El conde desque esto oyera~ ~ ~ ~Presto tal respuesta 4730 15| batientes hojas de la puerta, oyéronse los vacilantes pasos de 4731 27| Elvira - , si por ventura oyeses...~ ~ -Perded cuidado, prima 4732 8| del silencio de la noche; oyólo primero el paje entre sueños, 4733 32| puesto el honor de vuestro pabellón. En el ínterin ved que nos 4734 16| debía gustar, ora dando pábulo con sus bien estudiadas 4735 2| los placeres de una época pacífica y ajena de temores de guerra.~ ~ - 4736 28| corazón, si vierais cuánto ha padecido... ¡Piedad, piedad de mí! 4737 5| alguna cosa del mal que padezco, calla como la tumba; si 4738 2| casó sin embargo con la Padilla...~ ~ -¿Y queréis suponer?... ¿ 4739 17| Como dice Rodríguez: del Padrón, el trovador gallego, amigo 4740 17| quiero que vos y fray Alonso Páez de Santa María, maestro 4741 19| entonces, como ahora, se pagaba y paga la multitud de las 4742 5| estuviese escondido.~ ~ Pagábale, en verdad, el leal Bravonel 4743 24| gentes alegra, todas la tiene pagadas.~ ~ ¿Y cómo resistir, sobre 4744 38| muerta por unos bribones pagados, a causa de unos amores, 4745 3| propias manos yo os hiciera pagar...~ ~ -Teneos, María; y 4746 32| despensa, y que paga... y que pagará...~ ~ -En hora buena, señor 4747 3| trajisteis al matrimonio pagarán espléndidamente vuestra 4748 4| malicia o de tu ignorancia y pagarás cara tu loca presunción; 4749 1| quien nos lea en nuestras páginas, tan fidedignas como útiles 4750 11| mi real voluntad que no paguen mis reinos más monedas, 4751 38| Rui Pérez Viedma,~ ~ ~ ~Pai Rodríguez respondía,~ ~ ~ ~ 4752 32| Cenaban a un lado dos paisanos que parecían, si no del 4753 32| corpulento arcón que así era de paja como de cebada, y adonde 4754 25| serpiente cascabel al mísero pajarillo, para hacerle víctima de 4755 39| caído maestre, y como buen palaciego, fue el primero que manifestó 4756 11| con raro interés entre los palaciegos del robo singular de doña 4757 35| nosotros. ¡Pero qué vino! ¡Qué paladar! ¿Os dormís, señor Rui Pero? ¡ 4758 34| de uno de estos tragos, paladeando todavía el licor de Baco.~ ~ -¿ 4759 2| place. ¿Habéis visto un palafrén que acaba de llegar de Madrid 4760 1| empíricos solapados, la palanca poderosa con que movían 4761 38| dejado, se había lanzado a la palestra en contra de Villena, logrando 4762 32| embargo, ni dejan de estar pálidas las incautas jovencillas, 4763 19| peregrinación cristiana que la palma del martirio, la cual podía 4764 2| Alteza y que me dan una palmadita en la mejilla diciéndome: 4765 35| cada uno de los alcaides un palo del hogar atravesado en 4766 28| como le es fácil a la débil paloma desasirse de las crueles 4767 29| Elvira! ¡Elvira! -dijo Macías palpitando todo de amor y de felicidad -. 4768 10| en sus batientes hojas y palpitándole el seno aceleradamente con 4769 2| su sangre y sus entrañas palpitantes; más de un montero, a punto 4770 38| ver qué pretendía aquel palurdo; expúsole entonces el montero 4771 32| el mundo.~ ~ -Será de la pandilla que llegó ayer y que esperó 4772 17| jóvenes donceles con el pantalón muy ajustado y dos mangas 4773 1| Evangelios renunciar al papazgo inmediatamente después de 4774 25| caballero y ver en qué objeto se paraba; si alcanzó a ver algo todavía, 4775 3| mediana importancia, porque se paraban de trecho en trecho; volvían 4776 40| feroz y extraviada sonrisa; parábase, escuchaba un momento y 4777 30| complacéis en aventurar horribles paradojas en los momentos críticos 4778 32| aquélla era la posada, o parador, o venta, o como se quiera, 4779 34| a hilos el agua, como un paraguas expuesto por gran rato a 4780 2| juré a todos los santos del paraíso no volver a ponerme en el 4781 11| lucían sobremanera las barras paralelas de Aragón. El estandarte, 4782 8| que los acontecimientos paralelos de la conversación de don 4783 38| soberbio alazán encubertado con paramentos negros que le llegaban hasta 4784 10| entonces el conde, y no parando mientes en Elvira, que atada 4785 32| verdaderamente regia, puesta en parangón con la más espaciosa de 4786 38| Sepúlveda, rom.~ ~ ~ -Pararemos aquí, si os parece -decía, 4787 34| este importante cargo, no pararía en esto sólo su favor. Bien 4788 4| voto, ni en eso pudiera yo pararme. Pero ¿cómo combinar ese 4789 3| volvían a andar y volvían a pararse, hasta que se les oyó en 4790 24| quedaban declarados por la parcialidad de don Luis de Guzmán gran 4791 40| por unos y otros bandos y parcialidades.~ ~ Dos caballeros, ricamente 4792 16| Dávalos.~ ~ -Sí; ¿veis aquella parda y manchada nubecilla que 4793 2| voluntad; sus ojos, entre pardos y verdes, tenían no sé qué 4794 35| quién sois el que tanto os parecéis al montero de don Enrique? ¿ 4795 32| cocina la singular ventaja de parecerse al Olimpo, mansión de los 4796 3| mujer joven y asaz bien parecida, vestida con descuido a 4797 7| poblaron su sueño de escenas parecidas a las que habían pasado 4798 38| consecutivas, el cual no pareciendo, comenzó el oficio de la 4799 12| Dos estatuas de mármol parecieron a tan inesperada vista el 4800 35| aprensión del que la hacía. Parecióles en conclusión que no se 4801 34| y no otra cosa era cada paredón del castillo. No tenía más 4802 19| lanza con bizarría, corría parejas con extrema donosura, cogía 4803 7| recogiese y tratase de poner un paréntesis a su pesar en el sueño, 4804 1| con los condes de Boloña, parientes de la casa real de Francia, 4805 39| concediéndole, empero, Hernando parlamento, y viéndose Ferrus ahogar, 4806 32| sermones de nuestro buen párroco, es decir, a oscuras.~ ~ -¿ 4807 40| madrugada el sacristán de la parroquia de Santa Catalina de Arjonilla 4808 1| romana que de las ruinas del Partenón y del Capitolio habían podido 4809 35| decía, apoyándose en su partesana - que no entré yo al servicio 4810 28| amé; os conduje al altar, partí con vos mi lecho, os entregué 4811 13| intrincada tesis con un teólogo; participaba de las preocupaciones de 4812 26| seguro de que su esposa participase de la culpable pasión de 4813 8| momento en que había hecho partícipe de él al enemigo.~ ~ El 4814 16| Francisco, a quien venero particularmente.~ ~ -Vana es ya la intención 4815 1| regente, y permitió a sus partidarios la muerte del infeliz obispo 4816 24| acompañar al Rey en sus partidas de cetrería, especie de 4817 1| fuerza recíproca de los partidos con la más leve inclinación 4818 31| rápidamente sobre su rodilla, partióla en dos desiguales trozos, 4819 40| ricamente ataviados y montados, pasaban una tarde por la plaza de 4820 3| Arreglad mis cabellos, pasadme un vestido con el cual pueda 4821 18| extraordinarios cien veces que los pasados; pero don Enrique le detuvo 4822 18| tenéis secretos para mí, vos pasáis los días enteros lejos de 4823 22| vale tanto una hermosura pasajera como la vida del hombre? 4824 2| prestar atención a sus gracias pasajeras. Resignóse, pues, con su 4825 39| saeta del brazo Hernando, y pasándola por los talones del vencido, 4826 34| Pero ése, señor, no los pasará en hombros a través del 4827 4| suya. Os digo que no se pasarán tres días sin que me torne 4828 22| Parecióle de veras mal que pasase la burla tan adelante. Cuando 4829 22| cierto punto del cual no pasasen, y que bastase, sin embargo, 4830 35| la atención el agradable pasatiempo en que entretenían sus ratos 4831 1| que se coronó el día de Pascua de Resurrección. Varios 4832 3| traía pensado, y empezó a pasearse a lo largo con pasos tendidos 4833 36| sobre el cuerpo del caído, paseíllo un pie en el pecho y sacó 4834 2| enemigos tuyos esperarán a que pasemos para enviarnos en pos del 4835 8| llevaba consigo, salióse pasito de su estancia y sin ser 4836 27| arrebato más resistencia que la pasiva inmovilidad del estupor 4837 13| pues, ser completamente pasivo y guardar el más riguroso 4838 15| báculo semejante al bastón pastoral, y una toquilla con dos 4839 40| por el monte, y dicen los pastores que gusta mucho de pasar 4840 15| marqués de Villena quisiese patentizar a la corte entera que vuestra 4841 11| de aprobación acogió el paternal dicho de Enrique el Doliente.~ ~ 4842 38| suspendido por los pies en un patíbulo.~ ~ Disponíanse los archeros 4843 15| dama desde un corredor al patio de los leones de Su Alteza; 4844 8| Calatrava. Voto va el santo patrón del sueño que, o ha trasegado 4845 10| camarera.~ ~ -Bien veo -dijo pausadamente después de un momento - 4846 5| entregado al viento la última pavesa de mis cenizas antes de 4847 35| encontrado en su camino.~ ~ -Pax vobiscum -dijo el menos 4848 17| Sotomayor y Hernán Sánchez de Pazuelos, embajadores del rey de 4849 3| ángulos del salón principal pebeteros de oro que exhalaban aromas 4850 2| montería, placer privilegiado y peculiar de los feudales señores 4851 8| dónde saliese, y sobre el pedazo de tierra que acababa de 4852 35| siniestramente sobre un pedestal.~ ~ -¡Basta, crueles, basta 4853 28| y nada más. Mirad; yo os pedí vuestro corazón, no os lo 4854 32| tormentas, una voz de mujer que pedía a los elementos todos su 4855 27| Vos me pedís virtudes? Pedid amor, señora. Es lo único 4856 3| precisamente la que vengo a pediros...~ ~ -¿Yo dar mi consentimiento?~ ~ - 4857 27| doncel, más generoso!~ ~ -¿Pedísme generosidad? ¿La usasteis 4858 19| empresa mientras que estuviese pegado el puño de la espada a la 4859 4| si he podido en mi vida pegar los ojos en esta maldita 4860 3| padre traidor?~ ~ ~ ~-Señor, peino mis cabellos,~ ~ ~ ~Péinolos 4861 3| peino mis cabellos,~ ~ ~ ~Péinolos con gran dolor,~ ~ ~ ~Que 4862 39| Macías, animado con la pelea, se defendía valientemente 4863 39| por el hidalgo, que había peleado con desesperación, y el 4864 26| por más que muchos que pelean no venzan. Vuestra constelación 4865 23| peligro que le amenazaba peleando con tan acreditado caballero 4866 22| todas arma~ ~ ~ ~A guisa de peleare.~ ~ ~ ~Rom. del marqués 4867 39| y defender a la condesa, peleó como aquél que acababa de 4868 31| es mentira; que su vida peligra; que está Hernán conmigo... 4869 22| uno desmontado, hiriéndole peligrosamente el caballo. Los compañeros, 4870 26| desprecia? ¿Son sus miradas las peligrosas redes que las mujeres desvanecidas 4871 12| se agolpaba, entre otros peligrosos recuerdos, el del secreto 4872 40| existencia.~ ~ Arrojábanla pellas de barro los muchachos y 4873 32| diremos, en la punta de una peña, podía servir de reducto 4874 28| Saber por qué soy penado,~ ~ ~ ~Plácete, porque si 4875 32| el pícaro moro hacíase de pencas y dejábalas llorar y suplicar, 4876 35| no se escapará mientras pendan de mi cintura las llaves 4877 22| largo trecho del sitio de la pendencia, con la misma facilidad 4878 25| tomar armas por sí en las pendencias y encuentros a que asistía. 4879 25| armas respectivas y de que pendían largos borlones de aquel 4880 32| de sí más aceite que luz. Pendíase unas veces de la misma pared, 4881 9| conversaban en diversos grupos, pendientes del menor ruido que pudiera 4882 26| por su amada; pero el que pendiese la vida de aquélla del esfuerzo 4883 34| acompasado golpeo de un reloj de péndola, será el único que pueda 4884 39| justicia mayor clavó el pendón real en una almena.~ ~ Hernando, 4885 8| claridad de la luna que penetraba por entre las nubes, no 4886 27| Elvira; donde la envidia no penetre. Una cueva nos cederán los 4887 2| caballos de las bridas, penetró en una tienda, a cuya entrada 4888 2| lista de los pueblos de la Península. Toda su importancia estaba 4889 25| ante el altar augusto de la penitencia del rencor y de los sanguinarios 4890 35| San Francisco, hijos míos; pensábamos haber caminado toda la noche 4891 12| la opinión de los que tal pensaban.~ ~ Llegaron, por fin, a 4892 39| caballeros y vasallos antes que pensara nadie en impedírselo; armándose 4893 27| alguien y os ve de esa manera, pensará que os he reñido yo a vos, 4894 28| queréis serlo? ¿Para qué pensasteis que enlacé a mi suerte la 4895 13| Tristes, bien tristes -dijo pensativa Elvira -. ¿Y de la condesa 4896 4| Quedóse un momento pensativo el conde, como hombre que 4897 31| he tenido que vencer; no pensé alcanzar a la altura de 4898 6| que os había quitado. No penséis, sin embargo, -añadió el 4899 37| dos farautes, notando el pequeñísimo diálogo que quisiera prolongar 4900 21| lazos.~ ~ -Toscos, señor, per o seguros. Aquí te espero, 4901 2| y con tono de voz apenas perceptible.~ ~ -Sólo sabré deciros - 4902 31| encienden en las venas? ¿No percibes el tósigo? Bórralos jamás, 4903 22| gran trecho a la redonda se percibía.~ ~ De allí a poco, parándose 4904 2| individuos apenas podían percibirse ya a tal distancia y a aquellas 4905 29| el tiempo pasa, y si le perdéis, saldráse con la suya el 4906 31| tiempo es precioso y le perdemos.~ ~ -¿Perderle yo a tu lado?~ ~ - 4907 32| se quisieran contar no se perdería uno solo de la cuenta.~ ~ 4908 29| perder una oreja, y más perderíais vos si...~ ~ -¡Querido Jaime, 4909 4| escrúpulo alguno hasta de perderla si fuese preciso recurrir 4910 31| precioso y le perdemos.~ ~ -¿Perderle yo a tu lado?~ ~ -Cesa ya 4911 5| sonido hasta desvanecerse y perderse del todo en la distancia.~ ~ 4912 36| a la sazón se hallaban. Perdían ya nuestros paladines la 4913 2| distancia y a aquellas horas.~ ~ Perdíanse en lontananza los cazadores, 4914 19| legalmente nombrado.~ ~ No perdieron, pues, instantes preciosos, 4915 22| constelación era que les perdiese mi intriga.~ ~ -Basta, Abenzarsal - 4916 18| hiciera pronto la experiencia. Perdona si el sobrecogimiento de 4917 29| mesura y comedimiento.~ ~ -Perdonadle -gritó Elvira, asustada.~ ~ - 4918 39| señor! -exclamó -; si me perdonáis la vida, yo os llevaré donde 4919 24| inconcebible reserva.~ ~ -Perdónala, señor -dijo Vadillo, hincándose 4920 12| primero que llegase?~ ~ -Perdóname, señor -contestó algo repuesto 4921 34| inútil a nuestro propósito, perdonamos a nuestros lectores con 4922 27| Hernán Pérez. El lector nos perdonará si dejamos para otro capítulo 4923 5| vista de su importancia nos perdonarán fácilmente nuestros lectores, 4924 38| si quería ajusticiarlo o perdonarlo. Sus bienes habían de ser, 4925 10| os perdono, don Enrique; perdonémosnos entrambos. Oíd, empero. 4926 31| borrascosa imaginación mil perdones por la ligereza con que 4927 18| un día de batalla y que perecen de terror ante la idea de 4928 6| de su corazón a no dejar perecer la inocente y débil oveja 4929 37| si es que éste no había perecido ya, como tenía motivos para 4930 22| mismo. Si uno de ellos está pereciendo en este instante, ¿qué astro 4931 30| aprendas ahora de Ferrus tan peregrina habilidad, y esto sin remedio.~ ~ -¿ 4932 22| aquel modo, tan incivil como peregrino, de su ya conseguida victoria; 4933 1| descubría de una manera bien perentoria lo frívolo de su piedad, 4934 29| completo. Amadle sin rubor. ¡Perezca sólo quien no debe gozar!~ ~ -¡ 4935 5| interno más en la maleza, y o perezco en la demanda, o salgo con 4936 25| civilización música les ha perfeccionado, como se verán nuestros 4937 26| Queríais que esa mujer, cuyas perfecciones adoráis?...~ ~ -Entiendo, 4938 32| Dos bancos, remedos asaz perfectos en su instabilidad de las 4939 32| misma flexibilidad que un periódico ministerial del día. La 4940 35| esta noche debe de haberle perjudicado mucho. Benedictus qui venit... 4941 6| doncel antes de que pudiera perjudicar a sus pérfidas intenciones. 4942 3| fines, ora podían también perjudicarle en el concepto de las más 4943 28| fuerte, que sólo podría perjudicaros. Venid y sentaos a mi lado. 4944 5| había formado con no poco perjuicio de sus adelantos e intereses, 4945 38| vencedor de sus costas y perjuicios; y si quedaba muerto, debía 4946 14| delata; pero esa imprudencia permanecerá oculta en mi pecho. Conozco 4947 35| señoría que en ese pueblo permanecerán tres días, por hallarse 4948 6| concluir nuestra entrevista, permítame vuestra grandeza que con 4949 6| alguna natural; empero, permítanos el lector que demos algún 4950 12| obedezco, pero no lo apruebo. Permíteme que te lo diga por última 4951 9| cuya entrada no era a todos permitida), presentaba un aspecto 4952 37| recaudo como estaba, y no permitiéndosele comunicación alguna sino 4953 9| además, y mi turbación no me permitieron conocerle. Figuréme, sin 4954 3| lujo de la época podían permitir, se hallaba allí reunido 4955 3| don Enrique?~ ~ -Si me lo permitís, diré que no sería difícil; 4956 4| estaba tan al alcance de los perniciosos efectos de las maléficas 4957 17| por el descubrimiento del perpetrador del asesinato de su esposa.~ ~ - 4958 1| los delitos; causas que perpetuaban la injusticia y el abuso 4959 32| menos su sombra recorriendo perpetuamente los claustros y galerías 4960 7| gritos y sus burlas al ver la perplejidad de su prima, no se asombró 4961 36| Cómo soltar el rastrillo? Perplejo Hernando miraba a una parte 4962 10| rodeo para su objeto, pues perseguirlos por la mina era caso imposible, 4963 38| a ella se agregaron dos persevantes. Entró en seguida en su 4964 35| Dios! -decía el soldado, y persignábase tan de prisa como si fuese 4965 35| última vez que había de persignarse en su vida, sin apartar 4966 10| llamando a sus criados y persiguiendo siempre al fuerte caballero 4967 18| perdido una amiga, si os persiguiese una voz que os gritase continuamente 4968 17| posible que circunstancias personales me impidan descubrirme en 4969 24| empero, al doncel no ver personalmente a Elvira, si un solo momento 4970 7| ya su albedrío bajo esta personificación, y Elvira, juguete de la 4971 7| exaltación; y se complacía en personificar este bello ideal en tal 4972 27| para no revelar ante los perspicaces ojos de su marido la terrible 4973 1| Europa, no presentaba a la perspicacia del observador sino un caos 4974 22| por ventura, quien les ha persuadido de que vale tanto una hermosura 4975 38| contra de Villena, logrando persuadir al mariscal del campo y 4976 7| divorcio.~ ~ Logró por fin persuadirla Elvira a que se recogiese 4977 14| amancillan la clase a que pertenecen. Ni la sangre que corre 4978 1| que indisputablemente le pertenecería por su boda con doña Beatriz, 4979 10| veces, del alcázar a que pertenecían. Varias puertas y trampas 4980 32| largo litigio que sobre la pertenencia de tal castillo había sostenido 4981 39| felicidad maldecida que yo solo perturbaba. ¡Ah, traidor Villena! ¡ 4982 12| Ferrus tenía no me pagan del pesado chasco. Alza, Ferrus, y 4983 34| cerrada por defuera con pesados cerrojos y candados, cuyas 4984 36| oíanse votos y juramentos, pésames y proyectos de venganza. 4985 3| vivir felices, podrá no pesarles de haberse enlazado para 4986 3| desagradecido caballero.~ ~ -¡Pesarme a mí de tu venida! Yo que 4987 11| rostro a la par airado y pesaroso. Seguía a su lado su primer 4988 16| de Pedro y el anillo del Pescador.~ ~ -¡Dios mío! -exclamaron 4989 17| chicos,~ ~ ~ ~A las carnes y pescados,~ ~ ~ ~Y a las aguas de 4990 25| las ceremonias a dar la pescozada o espaldarazo dos o tres 4991 8| sobrecogió; la atmósfera pesó como plomo sobre su cabeza 4992 35| de Sevilla. Las cartas y pesquisidores que envió Su Alteza a esa 4993 6| y guarnecidos de largas pestañas; una sola vez bastaba verlos 4994 38| soltando la carcajada un petimetre incrédulo de aquel tiempo -. ¡ 4995 34| por su arrogancia y su petulante continente.~ ~ No echó Peransúrez 4996 35| Hernando -. Hace la señal del pezuño chica, y va en la redruña, ¡ 4997 1| expendía sus tesoros en piadosas fundaciones, se mostraba 4998 38| yerbas, ni hechizos, ni piastrón, ni ventaja alguna de las 4999 39| más caso de ella que de la picadura de un insecto, levantó su 5000 40| indiferencia don Luis, y picando espuelas a su caballo. De 5001 28| abeja, que se lastima al picar y deja perdido el aguijón 5002 32| bancos era un tanto cuanto picaresca y maliciosa, porque cuando 5003 2| los monteros desparcidos, picaron de espuela nuestros viajeros 5004 22| buena! -dijo Hernando - Los pícaros lo han llevado. ¡Bella presa! ¿