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Alfabética [« »] muelle-anaos 30 muelles 1 muelluco 4 muergo 193 muergos 3 muero 1 muerta 5 | Frecuencia [« »] 204 dijo 195 después 193 calle 193 muergo 188 pues 187 allí 181 todos | José María de Pereda Sotileza Concordancias muergo |
Cap.
1 1| eres tú?~ ~ -¿Yo?... Yo soy Muergo*.~ ~ -Ni tanto siquiera, 2 1| el muchacho que seguía a Muergo por la derecha, también 3 1| escasos y malos, menos feo que Muergo y no tan bronco de voz.~ ~ 4 1| encararse con el que seguía a Muergo - , que tampoco sabes qué 5 1| aunque no bien ni del todo. Muergo no necesitó remolque más 6 1| Pero aguárdate un poco, Muergo.~ ~ Los muchachos, que ya 7 1| detuvieron. Y dijo el fraile a Muergo, alzándole las haldillas 8 1| las Higueras -respondió Muergo a tropezones.~ ~ -¿Y no 9 1| mal.~ ~ -¡Castigo de Dios, Muergo; castigo de Dios! -dijo 10 1| La culera -respondió Muergo - , y ésa, en banda.~ ~ - 11 1| verdad? ¡Cuerno si lo es!~ ~ Muergo se encogió de hombros, y 12 1| puso en seguida en las de Muergo.~ ~ -No son cosa mayor - 13 1| calorcillo que le había chocado a Muergo en ella al entregársela 14 1| muchachuela.~ ~ En cuanto la vio Muergo se echó a reír como un estúpido; 15 1| recién llegada remedó a Muergo con una risotada falsa, 16 1| ju, ju, ju! -respondió Muergo, rascándose el cogote, machacado 17 1| se ajuega, si no es por Muergo -añadió Sula.~ ~ Muergo 18 1| Muergo -añadió Sula.~ ~ Muergo volvió a reírse estúpidamente, 19 1| orilla. Dimpués, allegó Muergo... la acertó con un troncho, 20 1| iba diendo a pique... Y Muergo se reía.~ ~ -Y yo -saltó 21 1| Sula - , le dije, «¡Chapla, Muergo, tú que anadas bien, sácala, 22 1| sin dejar de remedar a Muergo, que volvió a reír como 23 1| si lo sé! (y enderezó a Muergo un gestecillo avinagrado), 24 1| ju! -graznó el salvaje Muergo.~ ~ La niña le remedó, según 25 1| cuando no hacía gesto a Muergo, recorría con los ojos suelo, 26 1| alumbrar un testarazo a Muergo, lanzáronse en tropel a 27 1| se encogió de hombros, y Muergo, apretándose el nudo de 28 1| Silda llamó burro a Muergo; Guarín, Cole y los demás 29 1| quién a otros quehaceres, y Muergo a dejar los calzones en 30 2| Lo mismo opinaban Sula y Muergo, y bien le tentaron para 31 2| que ya le había señalado Muergo con sus ojos bizcos y su 32 2| para ver cómo se revolcaba Muergo sobre los prados, o se bañaba 33 2| torcido y el reír estúpido de Muergo.~ ~ -¡Buenas cosas traerá 34 2| Sula.~ ~ -U jalea -añadió Muergo.~ ~ -Para él las trae a 35 2| es jalea, puño! -insistió Muergo relamiéndose - . Una vez 36 2| el aplauso de Silda y de Muergo, que se le cayó en el prado 37 2| papelejos.~ ~ En cuanto Muergo vio el pitillo, le echó 38 2| piña* seca loque era suyo, Muergo, envuelta en humo la monstruosa 39 2| a taparlas* no le ganaba Muergo. ¡Como que le había enseñado 40 2| de Molnedo. Allí intentó Muergo hacer su poco de pino, quedándose 41 2| hasta blasfemias, lanzaba Muergo al sentirse flagelado tan 42 2| pulpe allí!~ ~ Cosa que a Muergo le tenía sin cuidado, puesto 43 2| el cuarto adquirido por Muergo era la causa de la deserción. 44 3| que también andaban al muergo y a la amayuela y a la gusana 45 3| de cobre. Allí conoció a Muergo, y a Sula, y a otros muchachos 46 3| parecía ser el monstruoso Muergo, el más estúpido, el más 47 3| era tan cariñosa como con Muergo.~ ~ -¡Límpiate los mocos 48 3| roña y de la desnudez de Muergo. Y Muergo correspondía a 49 3| la desnudez de Muergo. Y Muergo correspondía a estas relativas 50 3| la misma monstruosidad de Muergo; un inconsciente afán, hijo 51 3| que es horrible; hacer con Muergo lo que algunas mujeres, 52 4| el rapaz y llegó a ser el Muergo que nosotros conocemos. 53 4| que nosotros conocemos. Muergo, pues, era sobrino carnal 54 4| abajo.~ ~ -¡Ah, vamos..., Muergo!... ¡Buen pez! Si va de 55 5| cuarto que le echaste a Muergo. Él quería pitos y Sula 56 5| A la de unos tíos de Muergo.~ ~ -¿Cómo se llaman?~ ~ - 57 5| Y ésos son tíos de Muergo?~ ~ -Por lo visto.~ ~ -Buenas 58 5| tiene hilo de camisas es Muergo.~ ~ -Buena la tendría si 59 5| Que más falta le hace a Muergo la camisa que a mí.~ ~ Volvieron 60 5| conoces tú a ese lichón de Muergo? -preguntó la marinera.~ ~ - 61 5| Andrés.~ ~ -¿Conoce él a Muergo?~ ~ -Mucho le conoce.~ ~ -¿ 62 5| Quién te tiró?~ ~ -Muergo.~ ~ -¿Y cómo saliste?~ ~ - 63 5| cómo saliste?~ ~ -Me sacó Muergo, porque se lo mandaron Sula 64 9| bodega Silda, acompañando a Muergo. Muergo llevaba ya puestos 65 9| Silda, acompañando a Muergo. Muergo llevaba ya puestos los calzones 66 9| Andrés lo miró asombrado, y Muergo apretó a correr calle abajo. 67 9| en seguida, aludiendo a Muergo:~ ~ -Quería yo que le dieran 68 9| ellos no querían, porque Muergo no la merece y su madre 69 9| arrimarte a ese indecente de Muergo.~ ~ -Al Muelle-Anaos -le 70 9| hijuca?... Y por lo tocante a Muergo, según él se porte, así 71 10| réplica. ¿Qué más? Hasta Muergo parecía influido benéficamente 72 11| primero que se la pidiera.~ ~ Muergo no iba ya a su casa, porque 73 11| natural monstruosidad de Muergo, pues cuanto más se la desmochaba 74 12| de dos veces a favor de Muergo, desde que éste, apenas 75 12| vivía.~ ~ Y el bruto de Muergo explotaba bien estas inexplicables 76 12| de una sola tajada. Para Muergo, la tajada era todo cuanto 77 12| de Sotileza en amparar a Muergo siempre, con razón o sin 78 12| grosería y la monstruosidad de Muergo... ¡Oh, la monstruosidad 79 12| Oh, la monstruosidad de Muergo! ¡Había que considerarle 80 12| casi todos los ahorros de Muergo; y no todos, porque no se 81 12| deuda entera de repente. Muergo era bebedor; pero con el 82 12| que más le merezca?~ ~ -Muergo lo merece -contestó la muchacha.~ ~ -¡ 83 12| estorbe. Y ten entendido que a Muergo, más que por feo, se le 84 12| de su casa, y tropezó con Muergo, que entraba en el portal; 85 12| súbita resolución, dijo a Muergo muy calladito, pero con 86 12| más!~ ~ -¡Puño! -respondió Muergo, también por lo bajo - . ¿ 87 12| tiempo, una blasfemia de Muergo, medio en falsete..., y 88 12| entre las cuales escupía Muergo más sangre que saliva, y 89 12| lo contara nadie.~ ~ Pero Muergo no estaba de humor de referir 90 12| recado que había traído Muergo, y añadió su mujer:~ ~ - 91 12| ello, quédate en la cama. Muergo y Cole han de ir de toas 92 12| nombre de Cleto se revolvió Muergo sobre el escabel, como un 93 12| que le importe -respondió Muergo.~ ~ Cole era un pescador 94 14| monstruosa excepción de Muergo; pero como, con respecto 95 14| propiedad), ayudado de Cole y de Muergo, que ordinariamente se lo 96 14| puntual historia, cuando Muergo y el hijo de Mocejón se 97 15| daba. Y aquel clavo era Muergo y el considerar que si había 98 15| Andrés era protector de Muergo, y no se prestaría a ayudarle 99 15| feo ni tan torpe como ese Muergo...~ ~ Esta palabra sacó 100 15| Paño! Mejor se la pone a Muergo, y esto es lo que me desguarne.~ ~ - 101 15| lo que es él, lo que es Muergo, pae Polinar, si a pura 102 16| pescadores de la calle Alta. Muergo, que había ido a llamarle, 103 16| Dará gusto ver a tu amigo Muergo chuparse los dedazos y relamerse 104 16| propia entraña; después, Muergo, que no merecía ni debía 105 16| para sí en tales casos, si Muergo se embarcaba también.~ ~ 106 16| embarcaban el viejo Mechelín, Muergo, Cole y Sotileza, cuando 107 16| inútil, por falta de aire. Muergo y Cole armaron los remos; 108 16| gracioso pañuelo a la cofia.~ ~ Muergo se sentaba dos bancos más 109 16| escabrosidades de la cara de Muergo.~ ~ Éste sintió la puñalada 110 16| que le importe -respondió Muergo, relinchando otra vez.~ ~ 111 16| el caso a risa. Entonces Muergo, que los miraba sin pestañear, 112 16| encima lo más que pudiera; y Muergo, dejando el remo, se plantó 113 16| Güena suerte tenéis! -rugió Muergo contrariado.~ ~ Mas no había 114 16| que otro, puño! -exclamaba Muergo escupiendo tinta y echando 115 16| Cole!~ ~ Y Cole, ayudado de Muergo, izó otra vez la vela, que 116 16| achaques, consintió en que Muergo cargara con él hasta dejarle 117 16| disponía a hacerlo, volvió Muergo del arenal, la agarró de 118 16| pies hasta el tobillo.~ ~ Y Muergo, que le precedía más de 119 16| Mechelín.~ ~ Como si callaran. Muergo corría y corría, y parecía 120 16| le echó un trepe gordo. Muergo no hizo caso maldito de 121 16| sí más de dos varas.~ ~ Muergo recibió el agasajo con un 122 16| arboleda! Y por lo que toca a Muergo, hubo que ponerle a raya, 123 16| con harta pesadumbre de Muergo, que hubiera devorado también 124 16| relato, que fue larguísimo, Muergo roncaba tendido boca arriba 125 16| los brazos del monstruoso Muergo.~ ~ La alusión al pobre 126 16| sacudiéndole blandamente; y a Muergo arrojándole a la cabeza 127 16| dejarse embarcar en brazos de Muergo, y resignarse a ver otra 128 16| daba para tanto lujo.~ ~ Muergo y Cole achicaban a cada 129 16| por las caras de Cole y de Muergo, y los mechones de la greña 130 16| siquiera, como a los de Muergo.~ ~ -¡Mira con qué coplas 131 18| los brazos del estúpido Muergo; de Muergo, en cuyos ojos 132 18| del estúpido Muergo; de Muergo, en cuyos ojos al mirar 133 18| para ella. Luego lo que en Muergo, sucio y feo, no era ni 134 18| estúpida como el horrible Muergo? ¿A qué fenomenales inclinaciones 135 19| morrás que se dieron él y Muergo en la oscuridad del portal. 136 19| de marcharse tía Sidora, Muergo y Sotileza estaban solos 137 19| la puerta de la calle.~ ~ Muergo había parecido allí más 138 19| me alegro, ¡puño! -repuso Muergo - . ¿Y mi tía?~ ~ -En la 139 19| chaqueta que te faltaban, Muergo? -preguntóle la moza con 140 19| Y por eso sólo, Muergo? ¿Por eso sólo agorraste?~ ~ -¿ 141 19| escuchaba las brutalidades de Muergo con la sonrisa en los labios 142 19| Vaya que tendrás que ver, Muergo!~ ~ -¡Puño! -exclamó éste 143 19| torrendo tamién...~ ~ Cuando Muergo bramaba así, clavados los 144 19| pretexto, Sotileza dejó a Muergo en aquella actitud, con 145 19| sobrino.~ ~ En la caraza de Muergo y en cierta sacudida de 146 19| marinero la noticia que le dio Muergo en cuanto lo tuvo delante; 147 19| ganar los callealteros. Muergo se las tuvo tiesas a favor 148 19| que no se encontró con Muergo en el camino porque, después 149 19| Rúa-Menor. Pero si no con Cleto, Muergo se encontró con Andrés; 150 19| intentos amorosos; pero Muergo... ¡aquel estúpido y horroroso 151 19| aquel estúpido y horroroso Muergo, en cuyos brazos se dejaba 152 19| vez a solas y pronto, y a Muergo también.~ ~ Y en tal ocasión 153 19| en tal ocasión fue cuando Muergo se le puso delante al salir 154 19| De allá arriba -respondió Muergo.~ ~ -¿De la calle Alta?~ ~ - 155 19| allí?~ ~ -¡Puño! -exclamó Muergo, rascándose la cabezona 156 19| aticuenta que na -respondió Muergo, estremeciéndose - ; porque 157 19| pasado ya. ¿No es cierto, Muergo? Vamos, hombre, dilo con 158 19| dilo con franqueza.~ ~ Muergo se rascó otra vez la greña, 159 19| Pos ella -respondió Muergo, restregándose las manazas 160 19| fiera y desconcertada, a Muergo le subía un cosquilleo pecho 161 19| berrinche imprudente.~ ~ Muergo añadió todavía:~ ~ -Sí, ¡ 162 19| elocuente exaltación de Muergo, fue un bofetón de los tremendos 163 21| XXI.~ Varios asuntos y Muergo de gala~ ~ Injuriar fuera 164 21| tenía en boca del salvaje Muergo. En esto no faltaba a la 165 21| inmerecidas consideraciones; si Muergo mentía, hasta deber de conciencia 166 21| repleto de esperanzas.~ ~ Muergo volvió a la bodega dos noches 167 21| y Guarín, de la segunda. Muergo se quedó sin plaza, porque 168 21| Al amanecer, ya estaba Muergo en la Rampa Larga refregándose 169 21| naturaleza.~ ~ -Aguántate así, Muergo -le dijo entusiasmada - . 170 21| Ven acá, animal!~ ~ Muergo avanzó dos pasos hacia Sotileza. 171 21| pañuelo de marga de seda. Muergo le dejaba hacer, sin atreverse 172 21| manos en la espesura.~ ~ Muergo lanzaba de su pecho rugidos 173 21| escabrosidad. De pronto lanzó Muergo un verdadero bramido.~ ~ -¿ 174 21| porque sintió las manazas de Muergo alrededor de su talle.~ ~ -¡ 175 21| abalanzó a ella; y antes que Muergo llegara a tocarle en el 176 21| arrancaron sendas blasfemias. Muergo se detuvo allí, pero rugiendo 177 21| tiempo, fiera y resuelta.~ ~ Muergo retrocedió tres pasos.~ ~ -¡ 178 21| paré!...~ ~ Y sólo cuando Muergo arrimó a ella las espaldas, 179 21| Sotileza su actitud amenazante. Muergo jadeaba, y Sotileza poco 180 21| haberla alzado del suelo.~ ~ Muergo alargó la mano.~ ~ -Amáñate 181 21| el polvo de la gorra.~ ~ Muergo obedeció sin chistar.~ ~ - 182 21| Baja ahora la cabeza.~ ~ Muergo obedeció también. Entonces 183 21| como otras veces -respondió Muergo - . ¡Así..., así!... ¡Ay, 184 21| tenías que contarme.~ ~ Muergo, despertando con estas palabras 185 21| acabósele la paciencia a Muergo; el cual, con dos reniegos 186 22| contendientes de la cucaña.~ ~ Muergo era uno de ellos, y andaba 187 22| aquel espectáculo que, con Muergo y sin ellos, cansa muy pronto 188 23| el extremo de la percha. Muergo, que no halló los zapatos 189 23| había sacudido el polvo a Muergo el día antes, y trató de 190 26| preguntó Andrés.~ ~ -Es Muergo -respondió el hombre de 191 26| instante hasta la suerte de Muergo!~ ~ Minutos después, el 192 28| cabellera cerdosa.~ ~ -¡Muergo! -gritó Reñales, queriendo, 193 Sig| primitivo muelle de Santander.~ ~MUERGO, loc. - Molusco de conchas