Cap.

  1    Pró|              porque eres de nuestra calle...», y vengan penas después...~ ~
  2      1| Muelle-Anaos!... ¿No vivís ya en la calle de San Francisco?~ ~ -Sí,
  3      1|             hace, en una casa de la calle de la Mar, de Santander;
  4      1|     Mártires en la Puntida, y de la calle de Tumbatrés; el de las
  5      1|          cuartel del Reganche en la calle Burgos; del parador de Hormaeche,
  6      2|             pasar por la embovedada calle de los Azogues. Según la
  7      2|         Lorenzo, el cura loco de la calle Alta, tío de un muchacho,
  8      2|        consternadas, echándose a la calle, las que aún no habían salido
  9      2|          Medio pueblo andaba por la calle, y el otro medio se desparramaba
 10      3|               Tío Mocejón, el de la calle Alta (porque había otro
 11      3|  dilacerante, eran el espanto de la calle, con haber en ella tantas
 12      3|            el suelo, en mitad de la calle, y la vista unas veces en
 13      3|            todos los balcones de la calle! Mirándola en aquel trance,
 14      3|       quinto piso de una casa de la calle Alta (acera del sur), que
 15      3|          curiosidad de arrojar a la calle, o sobre el primero que
 16      3|           abandonada en medio de la calle, como quien dice, no fueron
 17      3|            muchachos raqueros de la calle de la Mar, y sobre todo
 18      3|             años), que aunque de la calle Alta, no asomaba por ella
 19      3|              o entre raqueros de la calle Alta y raqueros de la calle
 20      3|         calle Alta y raqueros de la calle de la Mar. Satisfacíase
 21      3|         sufrido ya, a largarse a la calle y a dormir en una barquía,
 22      4|            pitada a la puerta de la calle, referir algún lance que
 23      4|       repartía en la vecindad de la calle, recetando conocimientos
 24      4|            la niña que jugaba en la calle; y muy tentados estuvieron
 25      4|         marinera, a la puerta de la calle, con un zoquete de pan,
 26      4|             cerraba el camino de la calle.~ ~ -Pero ¿aónde vas, enfeliz,
 27      4|        Silda en las tinieblas de la calle, sin resolverve a dar dos
 28      4|            si la niña había seguido calle adelante, hacia Rúa Mayor,
 29      4|          del Muelle, con rumbo a la calle Alta.~ ~ Sin ser visto, ¡
 30      4|            el enfermo, al oír en la calle el grito de ¡arriba! del
 31      4|          pelo a todo lo largo de la calle. Mirándolas con espanto
 32      4|            no tiene más casa que la calle, con el cielo por tejado...
 33      4|             desde aquel punto de la calle hasta la esquina de la cuesta
 34      5|           Muelle, y se dirigió a la calle de la Mar, atravesando una
 35      5|        salía del portal y tomaba la calle a todo correr.~ ~ Bajó pronto
 36      5|          caminaban los dos hacia la calle Alta, el padre Apolinar
 37      5|             alcanzaba a verse de la calle, atravesáronla como dos
 38      5|             a la misma puerta de la calle, miró y escuchó desde allí
 39      6|            se llamaba Paredón de la calle Alta, existe todavía con
 40      6|            la acera del sur de esta calle y la última de la misma
 41      6|           ahora en el Paredón de la calle Alta; fíjese en aquel hombre
 42      7|         desnudos, a la puerta de la calle; que todo eso y mucho más
 43      7|           llegar, poco a poco, a la calle de San Francisco, por la
 44      7|       amistades en el Paredón de la calle Alta, y en la mesa de la
 45      7|    écheseusted con ese aparejo a la calle, sin atreverse a andar ni
 46      7|            Y así marchaban los dos, calle de San Francisco arriba
 47      9|       entretanto, caminaba hacia la calle Alta, deteniéndose con todos
 48      9|       divertido con ellos! Iba a la calle Alta para ver qué tal se
 49      9|            acera y al extremo de la calle, despidióse y apretó el
 50      9|            y Muergo apretó a correr calle abajo. Silda dijo a Andrés
 51      9|           mucho a esta puerta de la calle, porque te tirarán inmundicias
 52      9|            pero ni en casa ni en la calle tendría otras ocupaciones
 53      9|      preguntó a Andrés si iría a la calle Alta cuando las fiestas
 54      9|             al son del tamboril. La calle, atestada de mesas con licores
 55      9|        desde que andaba solo por la calle.~ ~ Después examinó con
 56     10|         soltura de un pillete de la calle.~ ~ ¡Y vea usted lo que
 57     10|            debía volver allá. En la calle, adonde también le llevó
 58     10|          Pues todas las casas de la calle son por el estilo..., o
 59     10|      saberlo, cogió miedo a toda la calle, por la cual no había pasado
 60     10|          después de la prueba de la calle Alta, que contara con él
 61     10|         Muelle-Anaos; pero no de la calle Alta, adonde iba con bastante
 62     10|        apartarle de la bodega de la calle Alta, porque eso no podía
 63     11|             sola cataplera desde la calle Alta al portal de Tolín.~ ~
 64     11|           dientes, mucho lujo en la calle, percal de a tres reales
 65     11|             aquí; y en seguida a la calle. ¡Pero cuidado con lo que
 66     11|           Muelle de las Naos o a la calle Alta o al Joven Antoñito
 67     11|       empleo, dejó de frecuentar la calle Alta; pero subía allá siempre
 68     11|            vez ponía los pies en la calle; no porque se lo prohibieran,
 69     11|           veía lo que pasaba por la calle, sin exponerse a que las
 70     11|         salir hasta la puerta de la calle para dar desde allí las
 71     11|         hacia él, por lo alto de la calle, al temible cura loco, con
 72     11|          Mechelín, que volvía de la calle con la pipa en la boca.~ ~
 73     11|         salió hasta la puerta de la calle, y desde allí le siguió
 74     11|         todas las demás casas de la calle, y en la calle misma, y
 75     11|          casas de la calle, y en la calle misma, y en el Cabildo entero,
 76     12| emperejilada para las fiestas de la calle, o las bodas de la vecindad,
 77     12|       admiración de los mozos de su calle, y excitar la curiosidad
 78     12|       prestigio de que gozaba en la calle, el arma con qué atormentar
 79     12|             insaciable. Vivía en la calle del Medio, arrimado a una
 80     12|           visitas a la bodega de la calle Alta, se encontraba muy
 81     12|       cabeza contra el portón de la calle; casi al mismo tiempo, una
 82     12|          poco su veneno, se largaba calle abajo, temoroso de lo que
 83     12|           el oficio, Colo, el de la calle Alta, después que dejó el
 84     12|             a bahía.~ ~ En la misma calle Alta se habían sustituido
 85     13|              y al menor ruido de la calle se plantaba de un salto
 86     13|       vendían en los Alemanes de la calle de San Francisco (negras,
 87     13|      hervida se le podía echar a la calle en cuanto se encendían los
 88     13|         divertía en la bodega de la calle Alta, y junto a la Capitanía
 89     13|        estudiado esta materia en la calle Alta; pero no es lo mismo
 90     13|          esa condenada bodega de la calle Alta.~ ~ -¿La de Mechelín?... ¡
 91     14|             y la poca que dan en la calle a esta desgraciá, que es
 92     14|         alegrías de la bodega de la calle Alta, y fueron en ella Andrés
 93     14|         peligroso para echarlo a la calle desde tan alto. Sabían,
 94     14|      estimación de las gentes de la calle, más se arrimaban a la huérfana
 95     14|             en cuanto el aire de la calle oreó su rostro enardecido,
 96     14|             la bodega, y vigilar la calle para sorprenderle en ella
 97     14|       maldicientes sardineras de la calle Alta. De aquí su sincera
 98     14|            tomar en la bodega de la calle Alta aquellas «precauciones
 99     14|          tronchazos; andaban por la calle, vestidos de señores, los
100     14|             inglés los chicos de la calle para jugar a las canicas
101     15|         pobre Cleto andaba, andaba, calle arriba y calle abajo; del
102     15|              andaba, calle arriba y calle abajo; del Paredón al portal,
103     15|            de ello la menor cuenta, calle de Rúa-Mayor abajo; y llegó
104     15|        puedo perder el tiempo en la calle...~ ~ -Pus le diré en casa
105     15|            la cuesta de la Ribera y calle de San Francisco; precisamente
106     15|           en aquella escalera de la calle de la Mar, con ser quien
107     15|       atrevo a poner los pies en la calle Alta si las columbro en
108     16|           para los pescadores de la calle Alta. Muergo, que había
109     16|            de seguir hasta el de la calle Alta, como aquél deseaba.~ ~
110     16|           ello y se encaminaba a la calle Alta por la de Somorrostro
111     17|             cachetes en medio de la calle por defender la vida o el
112     17|         acostumbrada, se le va a la calle con junquillo y sombrero
113     17|            si quisiese echarte a la calle de una vez... ¡apenas tiene
114     17|          seguir todavía paseando la calle a mi hermana. Pues como
115     17|             del bigote.~ ~ Ya en la calle, la consabida ringlera de
116     17|           de la casa. Al enfilar la calle de los Mártires, comenzaron
117     17|           el relativo sosiego de la calle trasera, dijo a Luisa, como
118     18|        desde que me recogiste en la calle, me dan en esta casa, por
119     18|             de intimidad en toda la calle; que no echaba de menos
120     18|        santo propósito de que en la calle se oyeran las que debían
121     19|          vociferando en mitad de la calle! Y gracias que no le adivinaron
122     19|          encontróse, al abocar a la calle Alta, con el bueno de Colo.
123     19|           el animoso Colo, que picó calle arriba, dejando a su amigo
124     19|        junto a la Zanguina y por la calle de la Mar, y los Arcos de
125     19|            y los Arcos de Dóriga, y calle de los Santos Mártires,
126     19|            pipada a la puerta de la calle.~ ~ Muergo había parecido
127     19|          arrimado a la puerta de la calle. Le llamó para decirle que
128     19|             después de subir por la calle de Somorrostro, tomó por
129     19|     plantado a él a la puerta de la calle. De esto habría que hablarla,
130     19|        respondió Muergo.~ ~ -¿De la calle Alta?~ ~ -Sí.~ ~ -¿De la
131     19|         apurados; pero no estaba la calle solitaria, y, no estándolo,
132     19|         chico iba ahumando hacia la calle de la Blanca, mientras su
133     20|           casa, mujer?~ ~ -La de la calle Alta.~ ~ -¡Bah!~ ~ -¡Cuando
134     20|         titubear - . ¿No es tuya la calle de arriba abajo? ¿Hay moza
135     20|        sabes tú que las hay en esta calle peores que la sarna, y contra
136     20|      crepúsculo, los vio salir a la calle, desde la taberna del tío
137     20|             de la bodega salir a la calle juntos.~ ~ Alzóse súbitamente
138     20|            ancho y a lo largo de la calle, y, viéndolo todo libre
139     21|       matrimonio de la bodega de la calle Alta para hablarle del asunto
140     21|           tertulias y cocinas de la calle, desde la noche anterior.
141     21|            gatos y los perros de la calle Alta.~ ~ Con este motivo,
142     21|            Sotileza, subía hacia la calle Alta, reventando en su atavío
143     21|             te planto en metá de la calle y no vuelves a entrar aquí. ¿
144     22|           también, forman espaciosa calle, a uno de cuyos extremos,
145     22|             poquito a poco hacia la calle Alta.~ ~ El lector y yo
146     23|             no se podía parar en la calle Alta. Cánticos en la taberna,
147     23|            lance se comentaba en la calle con aplauso general, porque
148     23|       aplauso general, porque en la calle no había pizca de vergüenza,
149     23|        medio cuarto de hora toda la calle. ¡Lo habían hecho tantas
150     23|              y a toa la gente de la calle, hombre, que se hace lenguas
151     23|          conversación, mientras iba calle abajo hacia la Catedral,
152     23|             de hora más tarde, a la calle Alta por la cuesta del Hospital,
153     23|         silencio. Poca gente por la calle; algunas marineras remendando
154     23|        recogerle en la basura de la calle, que la está manchandoooo!...~ ~
155     23|         cuarto de hora está toda la calle, como diría don Quijote,
156     23|        nuevo este espectáculo en la calle Alta; y por no serlo, los
157     23|       propagar estos rumores por la calle que a defender su terreno
158     23|          recio desde el balcón a la calle; pero cuando empezó a encresparse
159     23|             junto a la puerta de la calle, y en derredor de ella,
160     23|           cómo me la pisotean en la calle! ¡Virgen de la Soledá!... ¡
161     23|           de la plaza encontraba la calle de aquel modo, y se enteraba
162     23|             salir cuanto antes a la calle a mirar a la gente cara
163     23|           continuaba rugiendo en la calle, que estuvo dudando si ocultaría
164     23|             todos los ámbitos de la calle.~ ~ Así la vio apartarse
165     23|          aquí!; ¡ya me tienes en la calle! ¿Y qué? ¿Piensas que hay
166     23|           sí.~ ~ Apenas había en la calle quien no tuviera algún agravio
167     23|          arrebató más de diez varas calle arriba. Una mozuela se acercó
168     23|           miradas de la gente de la calle, convencido además de que
169     23|            Sidora, que subía por la calle de Somorrostro con otra
170     24|            fresquísimo suceso de la calle Alta. Nadie fue tan imprudente
171     24|             más tarde se lanzó a la calle viendo centellas sus ojos
172     24|            tú a la bodega esa de la calle Alta.~ ~ -Pues iba -respondió
173     24|            y lo del escándalo en la calle no ha sido otra cosa que
174     24|         Adónde quieres ir?~ ~ -A la calle Alta ahora mismo. Es necesario
175     24|            Andrés había salido a la calle rato hacía.~ ~ ~ ~
176     25|             y el otro en metá de la calle; y pregunta uno, y va subiendo
177     25|             aquí ha visto entrar la calle entera a condolerse de su
178     25|        ellas habían contreminao* la calle entera con injurias y maldaes... ¡
179     25|            buscar a la bodega de la calle Alta; pero el capitán no
180     25|             había lanzado a él a la calle; y por creerlo así, volvía
181     26|        ruidos y el movimiento de la calle para no ahogarse en la estrechez
182     26|     implacable, los recuerdos de la calle Alta. ¿Qué habría pasado
183     26|          qué modo había salido a la calle... Pero ¡volver a casa en
184     27|          grave de la aventura de la calle Alta en los momentos en
185     27|            los borrachos de toda la calle!... ¡Y a más, a más, cuando
186     27|   mequetrefes que me pasean a mí la calle, con tanto gusto tuyo? ¿
187     28|          Todavía resonaban hacia la calle de la Mar los gritos de ¡
188     28|           buscándole inútilmente de calle en calle, de puerta en puerta;
189     28|             inútilmente de calle en calle, de puerta en puerta; y,
190     29|           vistazo a la bodega de la calle Alta.~ ~ Está allí el padre
191     29|        gemidos. Al mismo tiempo, la calle parecía un mar de lágrimas;
192     29|              pae Polinar salió a la calle y alcanzó a Cleto, que era
193     29|       maldito a lo que pasaba en la calle, ni en la cara que pondrían
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