Cap.

  1    Pró|            canse en meterme por los ojos la medida que dan ciertos
  2    Pró|            a que estén avezados los ojos de la buena sociedad; si
  3    Pró|           mis adentros, puestos los ojos en las desdeñadas páginas
  4      1|             algo encorvado, con los ojos demasiado tiernos, de lo
  5      1|      muchacho frescote, rollizo, de ojos negros, pelo abundante,
  6      1|           yo todo con estos pícaros ojos que no quieren ser buenos...
  7      1|            Muergo, recorría con los ojos suelo, muebles y paredes,
  8      1|       dientes y revirando mucho los ojos:~ ~ -Yo voy también en cuanto
  9      1|        memoria de tal suerte, que a ojos cerrados me atrevería a
 10      2|        misterio, pero sin abrir los ojos por no ver horrores, eso
 11      2|             señalado Muergo con sus ojos bizcos y su risa estúpida,
 12      2|         chaquetón hasta taparle los ojos. En tan pintoresco trance
 13      2|             en un abrir y cerrar de ojos, desató el bramante de su
 14      2|       cuenta de ello, de que, a sus ojos, valían mucho más las maravillas
 15      3|        color de hígado con grietas, ojos pequeños y verdosos, de
 16      3|          para que echen chispas los ojos más mortecinos. En cuanto
 17      3|            frente y caído hacia los ojos, para que no los ofendiera
 18      3|            la gente los oídos y los ojos, y aun las narices, cuando
 19      3|             muy calladita y con los ojos clavados en el aparejo.~ ~ -¡
 20      4|             a Silda en su casa, los ojos se les iban a los inquilinos
 21      4|         consideración doblaba a sus ojos el valor de las prendas
 22      4|             el pelo enmarañado, los ojos humedecidos, la mirada entre
 23      4|             de teja caído sobre los ojos, la cabeza muy gacha por
 24      5|           lo necesario para que los ojos alcanzaran a presidir las
 25      5|           estorbar al visual de los ojos entornados, formaban un
 26      5|            mientras le bailaban los ojos de alegría, ofreció a Silda
 27      6|         dientes largos, iba con los ojos airados de Mocejón a los
 28      7|      Cabildo, para dar recreo a los ojos contemplando el panorama
 29      7|         llamaba Andrea, y tenía dos ojos como dos soles; un pelo
 30      8|           pasaba Andrea, volvía los ojos del alma a su hijo, y otra
 31      9|          pescadora, no apartaba los ojos de ella sino para fijarlos
 32     11|           blanco cutis, pelo lacio, ojos regulares y regulares facciones.
 33     11|         debajo de los sobacos y los ojos hinchados de llorar. Encaróse
 34     11|            hacia la coronilla y los ojos relucientes, porque ésta
 35     11|          dulzura y mucha luz en sus ojos negros; eran muy regulares
 36     11|            ley?~ ~ Volvió Cleto los ojos hacia tío Mechelín, y apartóles
 37     11|        desde allí le siguió con los ojos... y con la palabra; y se
 38     11|            una finura que lleva los ojos de la cara... Si me da el
 39     12|     llamativos pormenores movía los ojos del observador a hacer otras
 40     12|        señalado, iba saltando a los ojos de un observador algo adiestrado
 41     12|           la mirada de sus rasgados ojos, demasiado cruda; el entrecejo
 42     12|          bodega no miraba con malos ojos la bien notoria afición
 43     12|            parecía animarle con los ojos - . Lo que siento es, dicho
 44     13|          bamboleaban delante de los ojos, su boca no cesaba de murmurar
 45     13|     señalaba, con el asombro en los ojos, lo que iba pintando su
 46     13|          crió y se le metía por los ojos. Entonces pintó a don Venancio
 47     14|            Sidora a Andrés, con los ojos empañados, mientras su marido
 48     14|           el día, y cierre usté los ojos para no ver la estampa de
 49     14|             los días; me faltan los ojos para la costura, y la poca
 50     14|           presente, no apartaba los ojos de tía Sidora sino para
 51     14|             menesterosa, robaba los ojos de la cara; tío Mechelín
 52     14|             presentó delante de los ojos fue el cuerpo mismo de la
 53     14|          inesperada ocasión, si sus ojos se apartaban muy a menudo
 54     14|            tanto en el mirar de sus ojos, negros y grandes, ni en
 55     15|       próximo, para conocer con sus ojos enfermos al suplicante - ,
 56     15|         hijo, mira, ¡mira si tienes ojos para ver! -exclamó de pronto
 57     15|            canto, para defender sus ojos de los rayos directos de
 58     16|           los cruzados rayos de sus ojos bizcos.~ ~ Andrés se complacía
 59     16|             echando chispas por los ojos bizcos, y agitándose en
 60     16|     lagrimales todo lo negro de sus ojos:~ ~ -¡Puño, qué gusto dan
 61     16|           revelaba en la luz de sus ojos valientes y en la sonrisa
 62     16|            de interpretar para unos ojos serenos; mas no para los
 63     16|        lanzando al mismo tiempo sus ojos tales destellos y transformándose
 64     16|      bostezando y restregándose los ojos; y como los celajes se oscurecían
 65     17|     creciendo y agigantándose a los ojos de la buena moza, y que
 66     18|            yo  que no valgo a tus ojos hoy lo que valía poco hace.~ ~ -
 67     18|           leído muchas veces en los ojos.~ ~ -¿Cuándo?~ ~ -Desde
 68     18|      porfiar sobre el engaño de tus ojos cuando leían en los míos.
 69     18|          desmerecer más y más a los ojos de aquella ruda virtud,
 70     18|         Muergo; de Muergo, en cuyos ojos al mirar a Silda, había
 71     18|         casa. ¿Valía él menos a los ojos de Sotileza que aquel animal
 72     18|             honradez de Silda a los ojos de Andrés, puesto que no
 73     18|          Andrés vio entonces en los ojos de Sotileza una expresión,
 74     18|          Silda, que no apartaba sus ojos de los de Andrés, se alzó
 75     18|            te corre la venda de los ojos, no esperes a que el demonio
 76     18|         busca para ello, porque hay ojos y lenguas que no viven más
 77     18|        llevaba su discurso, que sus ojos no vieron a la sardinera
 78     19|             que chisporroteó en sus ojos. El atribulado mareante
 79     19|            las greñas encima de los ojos, comenzaba a anochecer en
 80     19|   encrespaba la greña, y los bizcos ojos se le revolvían en sus cuencas.~ ~ -¡
 81     20|        marido, examinándola con los ojos de pies a cabeza, después
 82     20|          amiga y ayudándola con los ojos y hasta con ciertos movimientos
 83     20|       elástico. No había pegado los ojos en toda la noche última,
 84     20|            de emborracharse por los ojos para romper así las trabas
 85     20|             tales labios, clavó sus ojos en Cleto; con lo cual cortó,
 86     20|             verte la voluntá en los ojos, pa servírtela sin que me
 87     21|          tanto pa metértelo por los ojos, sino porque éste es un
 88     21|       Apolinar, que apenas pegó los ojos en toda la última semana,
 89     21|             manos y abrió mucho los ojos, como si se asombrara de
 90     21|        recreándose en todo ello los ojos y los oídos de los devotos
 91     22|             lanchas componen, a los ojos deslumbrados del espectador,
 92     22|            colores... Ya pueden los ojos más inexpertos medir la
 93     23|     callealtera con su bote! ¡Y qué ojos echaba el tunante a algo
 94     23|      meterían la ocurrencia por los ojos.~ ~ -¡Uva! -confirmó tío
 95     23|             aguantar! ¡A los mesmos ojos de uno!... ¡a la mesma luz
 96     23|             estaba! ¡Delante de los ojos lo tenías! Pero con too
 97     23|             ha visto con sus mesmos ojos... y no me dejará mentirosa
 98     23|           se baja más allá, con los ojos encandilados y las venas
 99     23|            con las greñas sobre los ojos y el jubón desatado, esgrime
100     23|           desencajados los hermosos ojos y temblando de pies a cabeza,
101     23|           ni se atrevió a poner sus ojos en los de Sotileza, mientras
102     23|            y clavando sus empañados ojos en Andrés, díjole al punto:~ ~ -¡
103     23|       playas de Baja-mar; ya en sus ojos había ramos sanguinolentos,
104     23|           la dijo clavándole en los ojos el acero de su mirada:~ ~ -¡
105     23|           llevóse ambas manos a los ojos, y corrió a esconder su
106     24|           La capitana se tapaba los ojos con las manos al describir
107     24|          calle viendo centellas sus ojos y pisando lumbre sus pies.~ ~ -¡
108     24|         madre no apartaba de él los ojos anhelantes, y el capitán
109     24|        padre lanzando rayos por los ojos - . ¡Hasta el cariño y el
110     24|             punto te han cegado los ojos!~ ~ -¡Yo no pisoteo esas
111     24|          madre con el llanto en los ojos.~ ~ -¡Bah! -exclamó don
112     24| desconcertados movimientos, con los ojos llenos de lágrimas, y algunas
113     25|            y sin lágrimas ya en sus ojos enrojecidos, sentada en
114     25|       mordió los labios y cerró los ojos, apretando mucho los párpados,
115     25|              después de secarse los ojos con el delantal, y se halló
116     25|          qué centella de ira en sus ojos!~ ~ -El señor don Andrés -
117     27|             dado largo recreo a sus ojos en la contemplación de los
118     27|         vestirse la tuina y con los ojos muy azorados.~ ~ -Ya lo
119     27|           mismo hay que abrirle los ojos, para que vea lo que nunca
120     28|            de duda que no ponía los ojos en un cuadro de aquéllos
121     28|             las manos, cerrados los ojos y atento el oído al sordo
122     28|       enderezó el cuerpo, abrió los ojos y se atrevió a mirar, no
123     28|           punto de ella, porque sus ojos inexpertos no veían más
124     28|           Apenas la distinguían los ojos de Andrés; pero los del
125     28|          carel de estribor, con los ojos fijos en el aparejo más
126     28|          ello, y con no apartar los ojos de la nublada faz de Reñales,
127     28|    distintamente, sin el auxilio de ojos extraños, los Urros de Liencres,
128     28|    reaparecer con el espanto en los ojos y la muerte en el corazón,
129     28|           luz que sólo perciben los ojos humanos en las fronteras
130     28|             rodillas y elevando los ojos al cielo, hacían la promesa
131     28|             Andrés, sin apartar los ojos de la boca del puerto, ni
132     28|          pausa, y devorando con los ojos el horrible atolladero,
133     28|           una estatua de piedra con ojos de fuego; los remeros, máquinas
134     28|              vio a su padre con los ojos abiertos, el sombrero en
135     29|           apetece ya la pipa, y sus ojos tristes lo miran todo sin
136     29|           gruesos lagrimones de sus ojos, decía acelerado y convulso:~ ~ -¡
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