Cap.

  1      1|       rincones más oscuros. El cuarto tenía también una alcoba, en cuyo
  2      1|             encorvadura del cuello; y tenía un poco abultada y rubicunda
  3      1|              perneras cabales; el que tenía calzones no tenía chaqueta,
  4      1|              el que tenía calzones no tenía chaqueta, y lo único en
  5      1|                porque el chaquetón no tenía botones, ni ojales en que
  6      1|            habrás jugado al bote.~ ~ -Tenía una escota* y la perdí esta
  7      1|             pila.~ ~ El cura, que los tenía bien estudiados, no acabó
  8      2|            ciego a los atractivos que tenía delante.~ ~ Así es que duró
  9      2|                  Cosa que a Muergo le tenía sin cuidado, puesto que,
 10      3|              muy rara vez, la tijera. Tenía los andares como todos los
 11      3|              entre las dos.~ ~ Carpia tenía un hermano llamado Cleto,
 12      3|             Alta (acera del sur), que tenía siete a la vista, y cuya
 13      3|          balcones de madera. Digo que tenía siete pisos a la vista,
 14      3|              rarísimo el marinero que tenía una parte pequeña en la
 15      3|    revendedora los cuartos, si no los tenía preparados el viernes por
 16      3|             sus cenas.~ ~ Entretanto, tenía que andar en un pie a todo
 17      3|           pasto), a la pesca de bahía tenía que ir Silda también, y
 18      3|          pescar con un aparejillo que tenía, desde las escaleras del
 19      3|             eso mismo mucha gracia, y tenía con ella consideraciones
 20      4|              su entender, un dicho no tenía réplica.~ ~ Cuando Silda
 21      4|              Sidora con las ganas que tenía de sonsacar pormenores a
 22      4|               niña; pero el miedo que tenía a los escándalos de la familia
 23      4|             el zoquete, las ganas que tenía de devorarle.~ ~ Pero no
 24      4|           querían oír. ¿Era miedo que tenía la niña a las venganzas
 25      4|             pensaba dar al cordel que tenía entre manos, su mujer colocaba,
 26      4|           debía terminar el cordel, y tenía convenientemente dispuesto
 27      4|        cerraron después de entrar.~ ~ Tenía esa habitación una salita
 28      4|             todo era negro allí, y no tenía otro remedio tía Sidora
 29      4|            Sidora; pero una hora hace tenía yo pantalones, aunque malos... ¡
 30      5|         Apolinar interesaban, pues no tenía otra noticia que la muy
 31      5|                añadió Silda - tampoco tenía calzones, y pae Polinar
 32      5|                     Bien de sobra los tenía! -dijo la marinera con enojo
 33      6|         sagrada era la obligación que tenía el Cabildo de dar socorro
 34      7|       muchísimos zapateros de portal; tenía buenas amistades en el Paredón
 35      7|               años, la única hija que tenía, moza a la sazón, en la
 36      7|              que se llamaba Andrea, y tenía dos ojos como dos soles;
 37      7|            fraile. Ya era capitán; ya tenía una paga de sesenta pesos
 38      7|               ser serio.~ ~ Cuando ya tenía un hijo de tres años, le
 39      7|              y apuesta como la que él tenía.~ ~ Mientras ésta se daba
 40      7|              se tocaba un resorte que tenía la peana; sillería de cerezo,
 41      7|             por razón de su empleo, y tenía oído que, en una casa, la
 42      8|               mezquino escritorio que tenía en el entresuelo de una
 43      8|               Montañesa, igual al que tenía él en su casa, y de un papel
 44      8|               la mano? ¿Qué valedores tenía? ¿Adónde se arrimaba su
 45      8|            pero en los casos dudosos, tenía el buen instinto de inclinarse
 46      8|              trocaron los papeles. No tenía las fuerzas de su marido
 47      9|               no el cordelillo que él tenía, con unas tanzas de poco
 48      9|            enseñó a Andrés, porque la tenía a mano. A medida que se
 49      9|              un cuarterón! Así es que tenía muchas ganas de ser mayor
 50     10|            tacones de los borceguíes; tenía el charol de la visera tan
 51     10|            jamás había gustado. Tolín tenía grandísima privanza en el
 52     10|                Esta privanza de Tolín tenía por motivo los muchos favores
 53     11|               el interés que su mujer tenía en que Andrés navegara en
 54     11|             hacer con la aceituna que tenía en la boca - . Es que no
 55     11|              dar la camisa, cuando la tenía, al primero que se la pidiera.~ ~
 56     11|          ocasión de ello, y que harto tenía que hacer el muchacho con
 57     11|             hay leña para mí; y según tenía el libro en esta mano, mientras
 58     11|           otras veces?~ ~ -Yo, cuando tenía uja... hasta que se me perdió.~ ~ -
 59     12|              estaba enjaulada, y ella tenía, en el prestigio de que
 60     12|          bueno de día de fiesta, y ya tenía parte de él; pero no quería
 61     13|             escritorio y del almacén; tenía una excelente nariz, delicado
 62     13|         Andrés le ayudaba muy poco, y tenía a su cuidado la caja. Carecía
 63     13|             En los cobros y pagos que tenía a su cargo, como cajero
 64     13|            visitante en aquel cuarto, tenía muy buen cuidado de decir,
 65     13|             si le hubiera dicho quien tenía autoridad para ello: «pásate
 66     13|          gozoso. Yo no  qué demonio tenía la mar para aquel muchacho;
 67     13|     condenarlas. Pero la capitana las tenía entre ceja y ceja a todas
 68     13|            pies a la cabeza. ¡Mira si tenía yo razón cuando quería enseñarle
 69     14|             Andrés, ningún mal querer tenía que disimular la arisca
 70     14|      beneficio recibido, pues éste no tenía precio, ni el bienhechor
 71     14|          podía hacer con el clavo que tenía allá dentro.~ ~ Y el caso
 72     14|           igualmente, que Sotileza no tenía el aguante de la atemorizada
 73     14|            por último, que tía Sidora tenía mucha razón al afirmar que
 74     14|            del achacoso mareante, que tenía a cargo de conciencia recibir
 75     14|        Particularmente a Cleto, él le tenía sorbido el seso desde aquel
 76     15|               que el monstruo era, ya tenía campaña para rato; y si,
 77     15|            escuchara dos palabras que tenía que decirle.~ ~ -Si no son
 78     15|               Además, eso que te pasa tenía que suceder, porque la mano
 79     16|      preparado por la noche, según lo tenía por costumbre cada vez que
 80     16|             del quinto piso. Cleto no tenía agallas bastantes para arrostrar
 81     16|          maganos.~ ~ Sotileza, aunque tenía un arte admirable para agitar
 82     16|         acabado de decirlo, cuando ya tenía en su caraza toda la pringue
 83     16|            según costumbre, porque no tenía calo, particularmente en
 84     16|         diestra una mano que Sotileza tenía abandonada sobre su falda,
 85     17|             en la situación en que él tenía las cosas desde la tarde
 86     17|              impenitente; últimamente tenía humores, algo más de medio
 87     18|        callealtera. Bien observado lo tenía Andrés. Por eso se alegró
 88     18|         formada aquella mujer, que no tenía una amiga de intimidad en
 89     19|            hija menor de las tres que tenía su vecino Chumbao, patrón
 90     19|                   Cleto, que bastante tenía que hacer con los «jirvores»
 91     20|          media gala, porque, al cabo, tenía que atravesar una parte
 92     20|         cerraba todas las puertas. No tenía más remedio, para abrirlas,
 93     20|           Cleto, que bien claro se lo tenía leído ella, no se asombró
 94     21|             de él, lo expuesta que la tenía en boca del salvaje Muergo.
 95     21|              de tantos, y Sotileza no tenía pretexto siquiera para tacharle
 96     21|            Polinar le había dicho que tenía de su parte la voluntad
 97     21|             en el pelo de la ropa, ya tenía encima de su alma dos varazos
 98     22|               la gente menuda, que no tenía vapores al Astillero, ni
 99     22|         fiesta marítima. Cada Cabildo tenía sus partidarios en la ciudad;
100     23| agradecimiento de Sotileza, cuando lo tenía todo junto, hecho un bodoque,
101     23|              en ella. Pero la ventana tenía una gruesa reja de hierro.
102     23|            qué más daba?~ ~ Tal miedo tenía Andrés a la salida en medio
103     23|             los suelos: ¡tan ciega me tenía la ira! Pero ahora veo que
104     23|              se revolvió el grupo que tenía enfrente para arrollar a
105     24|            con los precedentes que ya tenía, imbuidos por su mujer,
106     25|                y, por malas que sean, tenía que pesarles la obra en
107     25|       tribulada marinera, porque bien tenía su hijo a quien salir en
108     25|              merecerlo tanto, aquí no tenía más que corazones que se
109     25|           moza con un gesto que tanto tenía de agrio como de dulce - ,
110     25|              acudiendo al hechizo que tenía su voz para el asombrado
111     28|               lo que, de puro sabido, tenía ya olvidado: sobre los sitios,
112     28|          sobre las probabilidades que tenía de salvarse. Para él era
113     28|            oficio, que tales quiebras tenía! Y fue reparando, uno por
114     29|            todos los que lloraban, él tenía la del temor de no volver
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