Cap.

  1      1|           escuela de órdago para una mujer! ¿Cómo te llamas, hija?~ ~ -
  2      3|             en todo la Sargüeta*, su mujer, cuyo genio avinagrado y
  3      3|           que era más llevadera esta mujer inaguantable, que su hija
  4      3|             la patrona, es decir, su mujer, era quien cobraba cada
  5      3|             quiso, por consejo de su mujer, que la promesa del Cabildo «
  6      3|              de hierba. Solamente su mujer le aventajaba, no tanto
  7      3|       Mechelín, marinero que, con su mujer, tía Sidora, ocupaba la
  8      4|          sabía muchos cuentos.~ ~ Su mujer, tía Sidora, también gastaba
  9      4|            los negros. Mechelín y su mujer amparaban, en cuanto podían,
 10      4|           peseta diaria que gana una mujer por el trabajo de madrugar
 11      4|              gusto tío Mechelín y su mujer hubieran llevado a su lado
 12      4|             mismo creo -respondió la mujer, muy pensativa y con las
 13      4|                Bien a tiempo llegas, mujer! -le decía con fingida sorpresa - .
 14      4|         alborotos, tío Mechelín y su mujer vieron a Silda que bajaba
 15      4|             tales horas? -exclamó la mujer de Mechelín, tratando de
 16      4|             Ave María!~ ~ Una voz de mujer respondió una indecencia
 17      4|             su opinión y en la de su mujer, del disgusto que tomó,
 18      4|           pero no se lo consintió su mujer, y se aguantó en la cama
 19      4|            que tenía entre manos, su mujer colocaba, pues sabía hacerlo
 20      5|         bodega de tío Mechelín, cuya mujer barciaba la olla en aquel
 21      5|            tan a pechos mi pregunta, mujer -dijo el fraile algo pesaroso
 22      5|              a mirarse Mechelín y su mujer, y preguntó aquél a la niña:~ ~ -¿
 23      7|              le compras? -le dijo su mujer.~ ~ Bitadura la miró con
 24      7|             en que aparece aquí, una mujer de gran estampa: blanca
 25      7|              de necesidad, porque su mujer había estado soñando con
 26      7|             él quería demasiado a su mujer para no complacerla, sin
 27      7|         valiera en estampa lo que su mujer.~ ~ Y así marchaban los
 28      7|        cacimba sobreuna cómoda, y su mujer, después de plegar la mantilla
 29      7|            de fiestas y teniendo una mujer tan escrupulosa en estos
 30      7|    comandante retirado, amigas de su mujer, y menos todavía otras personas
 31      8|            tiene usted. Me dieron la mujer que pedí cuando se me antojó
 32      8|          cuartos -se dijo - a que mi mujer ha andado conspirando por
 33      8|       consideración hacia él, de una mujer tan guapota y honrada como
 34      8|             siempre de espaldas a su mujer, braceando mucho y taconeando
 35      8|         balcón abajo.~ ~ Y tomó a su mujer en brazos, como solía. Púsose
 36      9|              había de ser mañana una mujer de gobierno. En opinión
 37     10|         acordado entre Bitadura y su mujer que Andresillo sería puesto
 38     11|     descansando en el interés que su mujer tenía en que Andrés navegara
 39     11|           sinceridades delante de su mujer, que se ponía cárdena de
 40     11|              lo demás, era una pobre mujer que lo ignoraba todo; desde
 41     11|             Sidora, porque decía que mujer torpe en anudar la hebra,
 42     11|           Dios: «esto, Sidora, no es mujer, es una pura sotileza...». ¡
 43     12|          conseguir ciertas cosas una mujer de su carácter no necesitaba
 44     12|          estas cosas y su remango de mujer hacendosa, y hasta con su
 45     12|            Mechelín, ni quizá por su mujer, dejándose arrastrar éstos
 46     12|              la sereña -respondió su mujer.~ ~ -¿Hay ujana?~ ~ -Se
 47     12|           traído Muergo, y añadió su mujer:~ ~ -Si no estás pa ello,
 48     13|              narrando, Bitadura y su mujer conocían las geniales aficiones
 49     14|           que tío Mechelín, la buena mujer, comenzando a dudar si había
 50     14|              cara; tío Mechelín y su mujer, dos «aventuraos de Dios»
 51     14|           conducta tío Mechelín y su mujer, tan bondadosos, tan campechanos.
 52     14|          cambio repentino.~ ~ ¡Si la mujer de tío Mechelín hubiera
 53     15|             Ni jota.~ ~ -¿Lo sabe su mujer?~ ~ -Lo mesmo que el marido.~ ~ -¿
 54     15|             decirle:~ ~ -Ahí está la mujer de Capuchín, el de Prado
 55     15|               Y qué se le pudre a la mujer de Capuchín? -contestó el
 56     15|              y tiene tres hijos y la mujer, y se cae de hombre de bien!...~ ~
 57     15|            sirvienta.~ ~ -¿Qué duro, mujer de Dios?~ ~ -El de la misa
 58     15|             el triste recado para la mujer de Capuchín, y de pronto
 59     15|             que digamos, dásele a la mujer de Capuchín para que le
 60     16|              pesca. ¡Era de oír a la mujer de don Pedro Colindres cuando,
 61     16|             atención consagrada a su mujer, como en otros lances idénticos;
 62     16|             cuanto por venir éste de mujer que, aun resuelta a rechazarle
 63     17|            con agua hirviendo, de la mujer por quien suspiraba hondo
 64     17|                    Vaya una entraña, mujer! -respondió, atarugado,
 65     18|         sentir a él, enfrente de una mujer como tú, ¿no pueden hacérmela
 66     18|   sacrificarlo a la buena fama de la mujer que se quejaba de sus malas
 67     18|         indomable como la de aquella mujer, nunca bien conocida de
 68     18|             Cómo era posible que una mujer tan equilibrada de juicio
 69     18|         barro estaba formada aquella mujer, que no tenía una amiga
 70     19|       marinero - . Las mieles de una mujer como ésa no están para bestias
 71     20|              pelo casi blancos, y su mujer, una hermosa matrona, de
 72     20|              vivo.~ ~ -¿De qué casa, mujer?~ ~ -La de la calle Alta.~ ~ -¡
 73     20|         creyéndolo o no, afirmó a su mujer que por ese lacio no había
 74     20|              del servicio.~ ~ -Y tú, mujer -preguntó Pachuca en crudo - , ¿
 75     20|                 Dígolo yo por decir, mujer -respondió Pachuca, temerosa
 76     23|              Mechelín, ayudado de su mujer y de los tertulianos, entre
 77     23|            indecenteee!...~ ~ -Pero, mujer, ¿qué es ello?, ¿qué está
 78     23|           tampoco. Por eso patea una mujer aquí, puesta en jarras;
 79     23|             Eso no se pregunta a una mujer como yo -dijo Sotileza,
 80     23| incomprensible para él. Ya no era la mujer de aspecto frío, de serena
 81     23|             su buena fama. Ya era la mujer bravía: ya enseñaba la veta
 82     23|            tú quiera deshonrar a una mujer de bien como yo, para que
 83     24|            ya tenía, imbuidos por su mujer, llegaron a producirle muy
 84     24|             larga conferencia con su mujer. Andrés acudió al llamamiento
 85     24|          porque conocía mejor que su mujer la causa del desfallecimiento
 86     24|         Pedro para tranquilizar a su mujer.~ ~ Después, encorvando
 87     24|             casa alguien más que esa mujer; tú no faltabas a tus deberes...,
 88     24|            esas cosas! -replicó a su mujer el capitán, con voz huracanada;
 89     24|            caso de las miradas de su mujer - . ¿Pues la tienes tú con
 90     24|           Pedro Colindres, cuando su mujer estaba ya poniéndose la
 91     25|        agonizantes:~ ~ -¡Cosa de na, mujer; cosa de na!... Sólo que
 92     25|          paece poco? -replicábale su mujer.~ ~ -Poco, Sidora, poco -
 93     25|              que pudo la cabeza a su mujer -: Trabaja por aliviar la
 94     25|            airada espantó a la pobre mujer. Temiéndose lo más malo,
 95     25|                  Y ¿cuál es lo otro, mujer?~ ~ -¡Lo otro!... Pos pensaba
 96     25|            señor -respondió la pobre mujer acoquinada.~ ~ Silda, que
 97     25|              teme! -repetía la pobre mujer mirando de hito en hito
 98     25|         tienes tan a mano! ¡Anímate, mujer, que él güeno es de por
 99     27|                    Pero qué te pasa, mujer? -preguntóla Tolín, volviendo
100     27|             yo me desvivo por cierta mujer..., de que me paso las noches
101     27|          hipocondría que decir a esa mujer, cuando está delante de
102     29|           llegas a faltar!..., ¡y tu mujer en seguida!... ¿Eh?... ¿
103     29|          mismo tiempo que decía a su mujer:~ ~ -¡Bendito sea el Señor,
104     29|    pregúntale a esa Señora si yo soy mujer de faltar a lo que ofrezco.~ ~
105    Sig|             PEJINA. - El hombre o la mujer del pueblo bajo de la ciudad
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