Cap.

 1    Pró|         muy principales también y cuya apreciación estética, por
 2      2|   Emeterio y San Celedonio; antro cuya puerta de entrada, baja
 3      2|      segundo viaje de piloto, y a cuya munificencia debía él algunos
 4      3|         tenía siete a la vista, y cuya línea de fachada se extendía
 5      3|        aquel ambiente corrompido, cuya peste les engordaba. De
 6      3|         todo al famoso Cafetera* (cuya biografía en libros anda
 7      4|        carnal de tío Mechelín, en cuya casa no recordaba haber
 8      4|           condujeron a la bodega, cuya puerta cerraron después
 9      5|           bodega de tío Mechelín, cuya mujer barciaba la olla en
10      7|           en cobre de sus labios, cuya expresión de burla estaba
11      7|          lo que a la pobre madre, cuya cruz más pesada era pensar
12      8|         el contiguo departamento, cuya puerta de comunicación había
13      9|    llevaba a la mar este aparejo, cuya preparación exigía bastante
14     13|    marinera del Cabildo de Abajo, cuya procedencia ignoran hasta
15     14|          venia, hacia el Paredón, cuya explanada estaba solitaria
16     14|        capaz de cometer un delito cuya hipótesis estaba saboreando
17     15|           Se acordó de Andrés, en cuya influencia entre las gentes
18     15|          mezquino gabinete, sobre cuya mesa, bien conocida del
19     16|           barquía al puerto, ante cuya boca exclamó Mechelín, observando
20     16|     después llegaba a la costa en cuya demanda iba. El viento había
21     16|        hasta la arboleda misma, a cuya sombra deseaba Andrés que
22     16|        todos hacia la arboleda, a cuya entrada aguardaba Sotileza,
23     17|     impresionable y alegrote, con cuya indulgencia podía contarse
24     21|           parar hasta Miranda, en cuya ermita ondeaba, desde el
25     23|     suelto, y se vomitan vocablos cuya crudeza no puede representarse
26     24|        frecuentaba muchos centros cuya miga era el tufillo alquitranado.
27     25|          con don Pedro Colindres, cuya actitud airada espantó a
28     25|      apartarse de la cómoda sobre cuya meseta se apoyaba con una
29     26|        otro agente que el tiempo, cuya marcha fatal e inalterable
30     27| aspavientos de Tolín...; y Luisa, cuya inapetencia continuaba y
31     27|          inapetencia continuaba y cuya alteración de semblante
32     28|           opinión fue Reñales, en cuya lancha le esperaba ya Andrés,
33     28|          cual vio Andrés a Cleto, cuya triste mirada, por único
34     28|            al inmenso desierto en cuya inquieta superficie comenzaban
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