Cap.

 1      1|           el ansia de llegar a la escalera para examinar la dádiva
 2      1|         lanzáronse en tropel a la escalera, que, angosta y carcomida,
 3      3|       enfrente de la puerta de la escalera, sobre un montón de redes
 4      4|      bajaba el último tramo de la escalera con igual aceleramiento
 5      4|       negocio cuando en las de la escalera se oyeron las voces de la
 6      4|     hombre... desde lo alto de la escalera; porque, apenas callaron
 7      4| accesorias que caían debajo de la escalera. Cerrada la puerta, todo
 8      4|        una de las viviendas de la escalera.~ ~ Y vamos al caso. Fray
 9      5|           el primer peldaño de la escalera del padre Apolinar, halló
10      5|       bajar el último tramo de la escalera - . ¡Muy tumbada a la bartola,
11      6|         del precipicio y la ancha escalera de piedra que descendía
12      7|   curiosidad, desde lo alto de la escalera, algunas preguntas (que
13      7|          golpes a la puerta de la escalera y Bitadura salió corriendo
14     10|      hallarse con el patrón en la escalera y de oír hablar de él a
15     10|         explorarla un poco por la escalera. No pasó del tercer piso.
16     11|           al primer peldaño de la escalera, limpiando la basura del
17     14|         iba desde la puerta de la escalera con rumbo a la sala, donde
18     14|         ruido por la noche, en la escalera o en el portal, le hacía
19     15|        vivo un año más en aquella escalera de la calle de la Mar, con
20     15|          Polinar, subían ambos la escalera de la casa de éste, les
21     17|         lo mismo cuando bajéis la escalera de los palcos... Porque
22     17|          a su madre para bajar la escalera, y Andrés ofreció el suyo
23     17|      retumbaban en el hueco de la escalera y hacían estremecer el barrote
24     23|        metióse en el portal, echó escalera arriba y se puso en acecho
25     23|      madre, y volvió a salir a la escalera; bajó hasta el portal sin
26     23|          guardando la honra de la escalera, ¡sí!, y la honra de toa