Cap.

 1      3|       cara, pergamino viejo; el pecho hundido, los brazos largos;
 2      3|    remendado, cruzadas sobre el pecho las puntas y amarradas encima
 3      4|         tanto al reírse como el pecho y la barriga, que, tras
 4      4|       rejones que las entren de pecho a espalda, ¿qué mil demonios
 5      4|        la marinera, sacando más pecho y más barriga que nunca - .
 6      6|    medalla de concejal sobre el pecho, y sus guantes blancos...,
 7      6|        brazos cruzados sobre el pecho, la cabeza gacha y torcida,
 8     14|         rudimentaria razón y el pecho desapercibido de Cleto,
 9     15|   hundía en lo más dolorido del pecho a cada paso que daba. Y
10     16|      Andrés sintió en mitad del pecho la fuerza de esta brusca
11     18|       ella.~ ~ Otra estocada al pecho. Andrés no sabía ya de qué
12     19|       obra las infladuras de su pecho.~ ~ Cleto, que bastante
13     19|   tempestad desencadenada en su pecho y en su cabeza. Porque la
14     19|   Muergo le subía un cosquilleo pecho arriba; se le encrespaba
15     21| respirar siquiera. Sentía en el pecho la impresión de aquellos
16     21|            Muergo lanzaba de su pecho rugidos sordos, y Sotileza,
17     21|    enderezarse el otro, en cuyo pecho se oían zumbidos, como de
18     23|        tumultos y oleadas en el pecho.~ ~ Así llegó a casa, y
19     23|       faz descolorida y el alto pecho jadeante, dijo de pronto
20     23|         suyas, con temblores de pecho y de barriga. Aquella risotada
21     24|   Conque un poco de voluntad, y pecho al agua, hijo... ¿Tienes
22     25|         en el fondo mismo de su pecho, y las miradas tristes que
23     26|       cruzó los brazos sobre el pecho, y quiso facilitarle su
24     27|     lanzando las palabras de su pecho con tal ansia, que parecía