Cap.

 1      2|         varonil de ¡fondo! que se dejó oír perceptible y clara
 2      4|          hasta la salita. Allí se dejó caer en una silla que le
 3      5|          para cumplir su promesa, dejó el camino derecho que llevaba,
 4      5|          una voz que de pronto se dejó oír hacia el extremo del
 5      6|           mareantes santanderinos dejó de verle en la procesión
 6      9|        noticia, por de pronto, le dejó estupefacto; pero antes
 7     11|         lugar de las aceitunas, y dejó solos en el comedor a los
 8     11|         Por razón de este empleo, dejó de frecuentar la calle Alta;
 9     11|          la muchachuela cuando la dejó medio tendida en el suelo
10     11|           procedencia. Tía Sidora dejó apresuradamente la obra
11     12|           calle Alta, después que dejó el latín y fue recogido
12     16|          y cargó con ella, que se dejó llevar, muerta de risa,
13     17|         de la letra, y por eso le dejó muy desconcertado la sequedad
14     19|       tomó por pretexto, Sotileza dejó a Muergo en aquella actitud,
15     19|         por su sobrino, aunque no dejó por eso de aconsejarle que
16     20|        tan pronto como Pachuca la dejó sola y sin la obligación
17     20| indinidades, Sotileza. ¡Muerto me dejó!~ ~ -¡Lo ves!... ¿Y cuándo
18     21|           clavo que este lance le dejó adentro, la cuestión pendiente
19     21|       arrimó a ella las espaldas, dejó Sotileza su actitud amenazante.
20     22|         por Cleto solo, aunque no dejó de estimar su cortesía,
21     23|        eso la cerraron.~ ~ Andrés dejó la puerta y corrió a la
22     24|           que había contado, y se dejó caer en una silla junto
23     26|          lo creía de buena fe.~ ~ Dejó las calles del centro porque
24     27|      Venancio Liencres. De pronto dejó Luisa de llorar, y dijo