Cap.

 1      2|      sus verdugos le dejaran en paz y rascarse a sus anchas
 2      4|        mano de Dios? ¡Tenéis la paz y buscáis la guerra!~ ~ -¿
 3      5|    Miguel; conque, Sidora, a la paz de Dios... Creo que se podrá
 4      9|         que si no me dejaban en paz los de su casa, se verían
 5     14|        contienda y los ponía en paz; es decir, conseguía que
 6     14|        asunto, porque lo que es paz, verdaderamente, no se lograba,
 7     18|    Cariño, abnegación, sosiego, paz y noble confianza: todo
 8     20|       lo juro.~ ~ -Déjame ya en paz.~ ~ -¡Pero no me cojas tirria!~ ~ -
 9     21|      sólo por verle allí tan en paz... Ya sabéis de quién hablo. ¿
10     21|        conviene que me dejen en paz sobre esos particulares;
11     23|    alcordaba de ella!, ¡bien en paz vivía en su casa!... (De
12     23|      mucho más todavía, sin dar paz ni sosiego a sus gargantas,
13     24|    impertinente!~ ~ -¡Déjame en paz con doscientos mil demonios,
14     25|         seguro de llevar por la paz lo que pensó llevarse de
15     27|        por gritado, y déjame en paz.~ ~ -Así, hijo, así..., ¡
16     28| horizontes - . Vamos a comer en paz y en gracia de Dios.~ ~
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