Cap.

 1      4|            Hágales la cruz como al demonio y témplese los nervios;
 2      4|            la niña, o, para que el demonio no se ría de la mentira,
 3     13|          sino gozoso. Yo no  qué demonio tenía la mar para aquel
 4     13|      ignorase el suceso. Porque el demonio de la muchacha, que ya iba
 5     13|             Y si lo supieran, ¡qué demonio!... ¿Les he entregado yo
 6     14|        todo mal pensamiento que el demonio pudiera sugerirle, y contra
 7     17|          el arte que te ha dado el demonio para aventajar al marinerazo
 8     18|          ojos, no esperes a que el demonio te la vuelva a poner...
 9     19|        hubiera amontonado el mismo demonio tantos inconvenientes delante
10     20|          ese particular no debo al demonio ni una mala idea.~ ~ Hablando
11     23| advertencia bien ocurría la de ese demonio de muchacho!... Ya lo vería
12     23|          solimán por esa bocaza de demonio, coliebra!..., ¡escandalosa!..., ¡
13     24|           mi exigencia; pero, ¡qué demonio!, temporales más fuertes
14     25|            ello que la que tomó el demonio por nosotros.~ ~ -¡Uva,
15     27|                Pero, trastuela del demonio..., ¡mira que cualquiera
16     27|         cerca de la madrugada. ¡El demonio de la chiquilla!...~ ~ ~
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