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Cap.
1 1| Muelle-Anaos* -continuó Andrés - . Baja casi todos los 2 1| Sí, señor -respondió Andrés - . Van muy a menudo.~ ~ - 3 1| recuerno del hinojo!~ ~ Andrés se puso muy colorado, y 4 1| Es callealtera -añadió Andrés.~ ~ -¡Dale, y van cuatro! - 5 1| llama tío Mocejón* -expuso Andrés.~ ~ -¡Ta, ta, ta, ta!... - 6 1| se trata ahora, caballero Andrés?~ ~ -Pues yo -respondió 7 1| A mí, no -interrumpió Andrés con viveza - ; a ésta es 8 1| sí, pae Polinar -le dijo Andrés, mirándole muy risueño.~ ~ -¡ 9 1| A que sí -insistió Andrés.~ ~ -¡Cuerno! -replicó el 10 1| era cosa superior, dijo Andrés a Silda:~ ~ -Para cuando 11 2| Cosa de nada! -como dijo Andrés respingando de gusto cuando 12 2| la Fuente Santa. Aunque Andrés había visto, al asomarse 13 2| padre! -dijo la muchacha a Andrés.~ ~ -A veces las trae tal 14 2| trae tal cual -respondió Andrés sin volver la cara.~ ~ -¿ 15 2| de Las tres coronas -dijo Andrés respondiendo a Sula.~ ~ -¡ 16 2| muchos, guárdame uno, ¿eh, Andrés?~ ~ Volvióse éste hacia 17 2| las grandes habilidades de Andrés. Sintióse picado del amor 18 2| buen trecho; y antes que Andrés hubiera deshecho el pino 19 2| Así y todo, le consumió Andrés en pocas chupadas, pues 20 2| colilla impalpable que tiró Andrés.~ ~ En la Fuente Santa se 21 2| sitio y ocasión la vara de Andrés y las ortigas de Sula.~ ~ 22 2| quiso acercarse al Muelluco. Andrés le dijo que hartas detenciones 23 2| Échame dos cuartos, Andrés -le dijo el raquero*, piafando 24 2| No los tengo -contestó Andrés, que deseaba continuar su 25 2| faldriquera endenantes!~ ~ Andrés se resistía. Sula apretaba.~ ~ -¡ 26 2| en la faldriquera...~ ~ Y Andrés que nones. Pero terció Silda 27 2| Echas la mota? -dijo a Andrés después de quitarse el cuarto 28 2| que te parta -respondió Andrés, consumido por la impaciencia - . ¡ 29 2| de un muchacho, amigo de Andrés, que se llamaba Colo y estaba 30 2| maravillas de la naturaleza. Andrés era el único de los espectadores 31 2| tumulto en el corazón de Andrés, que era el más interesado 32 2| gorra de galón dorado..., y Andrés, exclamando: «¡Mírale!», 33 3| la Maruca. Así la conoció Andrés.~ ~ Es de advertir que Silda, 34 3| dicho ya, no por virtud.~ ~ Andrés tampoco tomaba parte en 35 3| también a Silda; y en cuanto Andrés calaba la sereña, ya estaba 36 3| picada falsa -respondía Andrés sin halar el aparejo.~ ~ 37 3| pancho, Silda ayudaba a Andrés a encamar los anzuelos; 38 3| sociedad de salvajes; a Andrés le hacía por eso mismo mucha 39 3| vestido y a los modales de Andrés, que a la basura y a la 40 3| explicar es la inclinación de Andrés al Muelle-Anaos y a la pillería 41 4| habérselo oído referir a Andrés y haberla visto, tan descuidada 42 4| llegado a la Maruca con Andrés y su séquito de raqueros, 43 5| No se le olvidaban a Andrés, con las glorias, las memorias. 44 5| revoltijo tan confuso, que Andrés no supo, de pronto, de qué 45 5| Vaya contra! -dijo Andrés, puesto en jarras delante 46 5| conque sube cuanto antes.~ ~ Andrés comenzó a subir de dos en 47 5| Recontra! -gritó desde arriba Andrés - . ¿Por qué no se lo dijiste 48 5| de hora, cuando ya estaba Andrés de vuelta en el portal.~ ~ - 49 5| una buena casa -continuó Andrés en tono muy ponderativo.~ ~ -¿ 50 5| secamente la niña, mientras Andrés salía del portal y tomaba 51 5| chafandina?~ ~ -Porque esperaba a Andrés, que era quien había de 52 5| lacónica que le había dado Andrés de lo que le había ocurrido 53 5| calzones?~ ~ -Porque me dijo Andrés que era sobrino de usté.~ ~ -¿ 54 5| sobrino de usté.~ ~ -¿Quién es Andrés?~ ~ -Un c... tintas, hijo 55 5| bueno ese c... tintas de Andrés.~ ~ -¿Conoce él a Muergo?~ ~ - 56 7| y saludos ella, mientras Andrés, que caminaba a la derecha 57 7| vimos en San Martín con Andrés. Éste era el más joven de 58 8| se le había ocurrido que Andrés pudiera seguir otra carrera 59 8| puesto a escoger carrera para Andrés, ¿qué escojo? ¿La de picapleitos?~ ~ -¡ 60 8| asunto de la carrera de Andrés - . Entrégueme usted su 61 8| en producto el padre de Andrés Calandres. Que pasaba los 62 8| sal en los labios. Pero Andrés iba creciendo, se acercaba 63 8| conversación sobre la carrera de Andrés; y como la capitana no ignoraba 64 9| IX.~ Los entusiasmos de Andrés~ ~ Andresillo, entretanto, 65 9| ya se ha hecho mención. Andrés le preguntó por la casa 66 9| Qué te pasa? -le preguntó Andrés.~ ~ -Este hombre, ¡toña!..., 67 9| Pa maldita la cosa -dijo Andrés.~ ~ -Pus dale que ha de 68 9| palo te espera allí! -dijo Andrés con candorosa ingenuidad - . ¡ 69 9| tío Mechelín, dijo Colo a Andrés:~ ~ -Ésta es la casa.~ ~ 70 9| camisa..., ¡ju, ju! -dijo a Andrés el monstruoso muchacho, 71 9| el costado izquierdo.~ ~ Andrés lo miró asombrado, y Muergo 72 9| calle abajo. Silda dijo a Andrés en seguida, aludiendo a 73 9| Silda la dijo señalando a Andrés:~ ~ -Este es el c... tintas 74 9| lo que sentía, con lo que Andrés formó un gran concepto de 75 9| mi alcoba -dijo Silda a Andrés, interrumpiendo la retahíla 76 9| tía Sidora encarada con Andrés, Silda con su faz impasible, 77 9| éste como a la marinera, y Andrés, atentísimo y hasta impresionado 78 9| encogió de hombros, preguntó a Andrés si iría a la calle Alta 79 9| las fiestas de San Pedro. Andrés respondió que puede que 80 9| tan bien enterado estaba Andrés de lo que eran aquellas 81 9| que se pescan con red. Andrés había visto muchas veces 82 9| que tía Sidora enseñó a Andrés, porque la tenía a mano. 83 9| delante. Esto bien lo sabía Andrés, igual que el manejo de 84 9| marinera no se le explicó.~ ~ Andrés no pestañeaba oyendo a tía 85 9| sardina asada, lo cual rehusó Andrés muy cortésmente. Pero, al 86 10| particulares~ ~ El negocio de Andrés caminaba en posta por la 87 10| marido, estuviera preso Andrés con algún compromiso por 88 10| inquebrantable.~ ~ Bien conocía Andrés al hijo del comerciante. 89 10| almacenero.~ ~ Todo esto sabía Andrés, porque Andrés conocía a 90 10| esto sabía Andrés, porque Andrés conocía a todos sus coetáneos 91 10| porque la intimidad de Andrés era de las más codiciadas 92 10| habló de estas cosas con Andrés en cuanto fue amigo; y Andrés, 93 10| Andrés en cuanto fue amigo; y Andrés, asombrado de la fortuna 94 10| Antoñito de Ribadeo!~ ~ Andrés, en cambio de este favor, 95 10| retrocedió espantado, llamando a Andrés, que ya subía en busca suya.~ ~ - 96 10| De modo que le dijo a Andrés, después de la prueba de 97 10| fuera de la Dársena.~ ~ Andrés se admiró de que hubiera 98 10| cómo no había de volver Andrés, si le daba gloria ver a 99 10| todo se le volvía contar a Andrés las habilidades de Silda 100 11| que su mujer tenía en que Andrés navegara en popa por sus 101 11| prisa, porque le aguardaba Andrés en el portal, le dijo su 102 11| con el gesto.~ ~ Recibió a Andrés con la boca llena de frunces 103 11| pero Tolín era Tolín, y Andrés era el hijo de un capitán 104 11| a arrugarlos, le dijo a Andrés en una ojeada rápida y vanidosa:~ ~ -¡ 105 11| aceitunas, la niña se fijó en Andrés, que cada vez se ponía más 106 11| de la advertencia; pero Andrés se puso todavía más encendido 107 11| los dedos una aceituna. Andrés, al verlo, agarró otra del 108 11| cuanto vio la cara que ponía Andrés.~ ~ -No haga usted caso - 109 11| se apresuró a rectificar Andrés, sin saber qué hacer con 110 11| gran atención los gestos de Andrés - . Puede que quiera higos 111 11| gracias -volvió a decir Andrés, echando lumbre hasta por 112 11| Desde aquel día merendó Andrés muy a menudo en casa de 113 11| chiqueros al tejado de enfrente. Andrés llegó a remedar tal cual 114 11| con ellas; mientras que Andrés llegó a dar hasta ocho saltos 115 11| de la Alameda segunda, y Andrés y Tolín a correrla donde 116 11| verano y llegó el otoño, y Andrés y Tolín fueron arrimados, 117 11| preguntó, muy angustiado, por Andrés.~ ~ -Tres días hace que 118 12| Cómo no vino el mesmo don Andrés? -preguntó la marinera.~ ~ - 119 12| cosas se alcuerde más don Andrés de los de Abajo, que las 120 13| XIII.~ La órbita de Andrés~ ~ Bastó con que le buscaran 121 13| de Recreo.~ ~ Su hijo y Andrés le reemplazaban en el banco 122 13| todos estos tiquismiquis. Andrés le ayudaba muy poco, y tenía 123 13| como santo en su peana.~ ~ Andrés era un mocetón sanguíneo, 124 13| distintas entre sí que las de Andrés y Tolín. Lo único en que 125 13| convalecencia fue larga. Andrés, como ya se ha dicho, sabía 126 13| barcos y muñecos a su lado; y Andrés tuvo la santa paciencia 127 13| gallinas..., hasta que decía Andrés:~ ~ -Ya no caben más cosas.~ ~ 128 13| ésta, dando con el codo a Andrés, le señalaba, con el asombro 129 13| sabiendo lo que sabe?~ ~ Andrés se dio muy pronto por vencido. 130 13| paisajes, dijo una noche a Andrés:~ ~ -Aprende, aprende, hijo. ¡ 131 13| yo los manejo -respondió Andrés.~ ~ -Y andar con marinerotes... ¡ 132 13| Luisa con mucho retintín.~ ~ Andrés se puso muy colorado, porque 133 13| tertulia le componían Luisa y Andrés. Algunas veces se arrimaban 134 13| mientras Tolín pintaba, Andrés refería lo referible de 135 13| mar.~ ~ O interrumpía a Andrés con estas palabras:~ ~ - 136 13| nosotros no te oímos.~ ~ Andrés, porque quería de veras 137 13| era crecer mucho, porque Andrés crecía y ensanchaba que 138 13| día festivo, se hallaba Andrés echando un párrafo con algunos 139 13| ver algo de eso», pensó Andrés. Y se brindó generosamente 140 13| quedar amarrada al costado, Andrés subió a bordo con el práctico. ¡ 141 13| horas de sesión, cercenaba Andrés el tiempo necesario a la 142 13| meterse en las cosas de Andrés, como si le importaran mucho; 143 13| ella.~ ~ A la Zanguina iba Andrés, porque en la Zanguina vivían, 144 13| y allí se embobalicaba Andrés viendo con qué primor iban 145 13| las geniales aficiones de Andrés, y estaba muy distante el 146 14| después de ella, fue cuando Andrés se decidió a manifestar 147 14| a los placeres de bahía. Andrés aceptó de buena gana la 148 14| daba para cubrirlas todas. Andrés lo observó con mucha pena, 149 14| decía una tarde tía Sidora a Andrés, con los ojos empañados, 150 14| de Dios! Mire usté, don Andrés: yo no sé qué me pasa cuando 151 14| casa. ¡Pero ni eso, don Andrés, ni eso! Y yo no tengo jornal 152 14| ponerlos en los humedecidos de Andrés.~ ~ El cual, tan pronto 153 14| calle Alta, y fueron en ella Andrés y el nombre de su padre 154 14| saberse que, aunque entre Andrés y Sotileza había grande 155 14| pero como, con respecto a Andrés, ningún mal querer tenía 156 14| afabilidad de Sotileza con Andrés, bajaba la de Andrés con 157 14| con Andrés, bajaba la de Andrés con Sotileza, y hasta iba 158 14| cuanto más reparaba en Andrés, más cambiado lo encontraba.~ ~ 159 14| causa del retraimiento de Andrés, y esta causa va a conocerla 160 14| barquía con el apego de Andrés a la bodega y con la fresca 161 14| de la barquía? Desde que Andrés y Sotileza habían dejado 162 14| por oírlo de tales bocas? Andrés, pudiente y guapo mozo; 163 14| se le volvía observar a Andrés cuando le encontraba en 164 14| cuando estaba al lado de Andrés... Y peor lo ponía así; 165 14| cambio, detuvo una noche a Andrés en mitad de la acera, y 166 14| apetito y el descanso.~ ~ Andrés se quedó espantado, porque 167 14| le había atormentado.~ ~ Andrés comprendió que le era preciso 168 14| condición humana! Aquel Andrés tan escrupuloso, tan hidalgote, 169 14| acontecía en el caso de Andrés, ayúdenme ustedes a sentir. 170 14| ayúdenme ustedes a sentir. Andrés había visto crecer a Sotileza 171 14| pronto, tres cosas:~ ~ Que Andrés, pensando y obrando así, 172 14| razón al afirmar que en Andrés había habido un cambio repentino.~ ~ ¡ 173 14| plenitud de su desarrollo, y Andrés haciéndose un mozo cabal, 174 14| Venancio, por insinuación de Andrés. Porque es de advertir que, 175 14| capitana llegó a decir a Andrés un día, que si aquella tal 176 14| tanto con igual motivo. Y Andrés se quedó como quien ve visiones, 177 14| tales aspavientos.~ ~ Porque Andrés, a pesar de estas y otras 178 14| hacía una excepción con Andrés, con cuyo trato se había 179 14| le calentara las orejas. Andrés solía amoscarse de tarde 180 14| de todos los diablos, y Andrés salía renegando de la impertinente 181 14| viéndole y escuchándole; y como Andrés era dueño de algunos dineros, 182 14| bien apurado el asunto, Andrés y otra media docena escasa 183 15| con lo otro. Se acordó de Andrés, en cuya influencia entre 184 15| salir de sus ahogos; pero Andrés era protector de Muergo, 185 15| El de la misa de don Andrés.~ ~ -Sí... échale un galgo.~ ~ -¡ 186 16| XVI.~ Un día de pesca~ ~ Andrés madrugó al día siguiente 187 16| te los aplaude. ¡Sí, sí, Andrés! ¡Te lo digo como lo siento!; 188 16| cosas por donde deban ir!~ ~ Andrés, al salir de misa, vio que 189 16| la mimaban en extremo, y Andrés, cuando fue consultado sobre 190 16| en su barco a pescar con Andrés, les acompañó Sotileza.~ ~ ¡ 191 16| abundante y sabrosa, que llevaba Andrés para regodearse todos al 192 16| los propósitos que tuvo Andrés, en una ocasión, de anticiparse 193 16| mismas razones que expuso a Andrés tía Sidora para que no intentara 194 16| eso Cleto no acompañaba a Andrés en la barquía de tío Mechelín, 195 16| ellos.~ ~ -Por suerte, va Andrés con ella -exclamaba para 196 16| hacia la boca del puerto.~ ~ Andrés y Sotileza, sentados a popa, 197 16| hacía mucho tiempo ya que Andrés no seguía aquel sistema 198 16| rayos de sus ojos bizcos.~ ~ Andrés se complacía en cotejar 199 16| Muy feo está! -respondió Andrés coincidiendo con Sotileza 200 16| relinchando otra vez.~ ~ En esto Andrés y Sotileza largaron los 201 16| Se bajó la inútil vela, y Andrés y Sotileza, a barco parado, 202 16| en su guadañeta, puso a Andrés lo mismo que si le hubieran 203 16| por de pronto, arrancó a Andrés una interjección algo fuerte; 204 16| reír como una loca, cuando Andrés, pasada la primera impresión, 205 16| magano que acababa de sacar Andrés.~ ~ -¡No es lo mismo uno 206 16| A comer -dijo de pronto Andrés.~ ~ -¿En ónde? -preguntó 207 16| Y eso ¿qué? -observó Andrés - . ¿Ya no hay agallas para 208 16| Por usté lo digo, don Andrés, y por esa muchacha, que 209 16| que, atesada su escota por Andrés, que también cogió la caña, 210 16| tripulantes y pasajeros; y sacó Andrés para él, del cesto de las 211 16| seco; y mientras andaba Andrés empeñado en hacer otro tanto 212 16| muerta de risa, en tanto Andrés saltaba, de un brinco prodigioso, 213 16| Déjala ya, animal! -le gritó Andrés.~ ~ -¡Suéltala, piazo de 214 16| misma, a cuya sombra deseaba Andrés que se comiera.~ ~ Viendo 215 16| honradísima muchacha, y Andrés también le echó un trepe 216 16| durezas de su tío; pero a Andrés le soltó al oído estas palabras 217 16| particularmente en el beber. Andrés y Sotileza apenas bebían 218 16| boca arriba y Sotileza y Andrés no le escuchaban, por estar 219 16| firme como su sobrino.~ ~ Andrés y Sotileza se miraron entonces, 220 16| el fuego de sus mejillas, Andrés la vio, sobre el fondo solitario 221 16| serenos; mas no para los de Andrés, que, ofuscado en aquel 222 16| blandos con que la sujetaba Andrés con una brusca sacudida, 223 16| su cara de tal modo, que Andrés se apartó un gran trecho 224 16| señalaba a tío Mechelín).~ ~ Andrés sintió en mitad del pecho 225 16| los buenos mozos; y la de Andrés había quedado muy herida, 226 16| desde el barco al arenal, Andrés no tuvo otro remedio que 227 16| por instantes. Sometióse Andrés, sin réplica, a los mandatos 228 16| tabla colgada del carel). Andrés y Sotileza se sentaron en 229 16| las dejaba partidas.~ ~ Andrés se había echado su capote 230 16| con insistencia le ofrecía Andrés.~ ~ Viose, pues, la hermosa 231 16| toda prevención era poca. Andrés, recordando lo pasado, procuraba 232 16| cellisca.~ ~ De pronto dijo Andrés a Sotileza, y por lo bajo:~ ~ - 233 16| primeros barcos, volvió a decir Andrés, bajito también:~ ~ -Aquí 234 16| Vaya una intención, Andrés!~ ~ -No es tan mala como 235 16| más adelante, propuso a Andrés enmendar el rumbo para desembarcar 236 16| beneplácito de todos.~ ~ Dijo Andrés qué pescado de lo cogido 237 16| su bodega:~ ~ -Mientras Andrés la ampare, no me importa.~ ~ ~ ~ 238 17| La noche de aquel día~ ~ Andrés durmió mal aquella noche, ¡ 239 17| decirse, si es cierto?~ ~ A Andrés le molestaban mucho estas 240 17| sirven para cosa mejor; y Andrés, con su gallardía natural, 241 17| Luisa, pasando de largo.~ ~ Andrés tomaba todos los dichos 242 17| Que nos vamos!...~ ~ Andrés abrió en seguida; y como 243 17| ambos al pasillo, donde tuvo Andrés que saludar a la señora 244 17| para bajar la escalera, y Andrés ofreció el suyo a Luisa 245 17| otras dos señoras, y de Andrés los mejores que supo hacer 246 17| joven por quien suspiraba. Andrés, muy cerquita de Luisa, 247 17| verso -había respondido Andrés - ; digo, no, puede que 248 17| de los faroles no fue de Andrés, que ni siquiera reparó 249 17| aquellos tiempos.~ ~ Lo que Andrés observó entonces fue que 250 17| amorosos pensamientos. Luisa y Andrés iban delante de todos, menos 251 17| miedo, se agarró al brazo de Andrés, fuerte, e inmoble como 252 17| firme y sin miedo -le decía Andrés - , que a mí no me lleva 253 17| arrimaba a la encina, que Andrés, a no serlo tanto en ciertos 254 17| su linda acompañada.~ ~ Andrés, en cuanto volvió a verse 255 17| Yo te lo aseguro.~ ~ Andrés sintió una marejada de fuego 256 17| obras de caridad! -exclamó Andrés, más dueño ya de sí mismo, 257 17| gobernando el timón -saltó Andrés, resignado a pasar por uno 258 17| con un sacudimiento que Andrés no estaba en disposición 259 17| te importa, sí -respondió Andrés con entereza - , puesto 260 17| desprendió el suyo del de Andrés. Verdad es que esto sucedía 261 17| que le quitaban el sueño a Andrés a las altas horas de la 262 17| bastante el genio. El mismo Andrés no contaba ya con fuerzas 263 18| primera vez en su vida anduvo Andrés, con una perseverancia que 264 18| Bien observado lo tenía Andrés. Por eso se alegró mucho 265 18| notó el desconcierto de Andrés, y le preguntó sobresaltada:~ ~ -¿ 266 18| Siéntate y escucha.~ ~ Andrés se sentó en una silla, y 267 18| sobre la silla preparada por Andrés.~ ~ El cual, en cuanto la 268 18| braveza de su carácter.~ ~ Andrés, que siempre la había visto 269 18| confianza de naide has perdido, Andrés. Todos saben lo que te deben, 270 18| si en esa cuenta estabas, Andrés -exclamó Silda con un calor 271 18| de tan abajo como yo.~ ~ Andrés sintió en mitad del cráneo 272 18| que no me crees? -le dijo Andrés muy contrariado.~ ~ -No - 273 18| y aquello, no te canses, Andrés, aquello era la pura verdá... 274 18| amparándola con un embuste.~ ~ Andrés se quedó, por un momento, 275 18| qué no la das? -preguntóle Andrés, no tan valiente como parecía.~ ~ - 276 18| Silda!~ ~ -Lo dicho, Andrés. ¿No querías razones? Pues 277 18| Pues ya las tienes.~ ~ Andrés se quedó desarmado, y herido 278 18| palabra.~ ~ -Y la cumplo -dijo Andrés, más con los labios que 279 18| Otra estocada al pecho. Andrés no sabía ya de qué lado 280 18| sé tanto como para eso, Andrés; y harto haré con responder 281 18| traerlos. Con eso basta.~ ~ Andrés, por respeto a sí propio, 282 18| honradez de Silda a los ojos de Andrés, puesto que no ignoraba 283 18| las fuerzas del ánimo de Andrés, particularmente desde que 284 18| resultado ocioso!), se lo barajó Andrés en la mollera en los pocos 285 18| mentales razonamientos, Andrés comenzó a evocar, en tono 286 18| esto, Sotileza -exclamó Andrés, por remate de sus lamentaciones - . 287 18| Pero ¿quién te echa, Andrés? -dijo Sotileza con asombro, 288 18| declamaciones.~ ~ -Tú -respondió Andrés - , puesto que me dices...~ ~ - 289 18| acaso?~ ~ Sotileza, mientras Andrés hablaba así volvió a inmutarse; 290 18| imposibles de pintar:~ ~ -¡Andrés!... ¡Mira que, por enmendarlo, 291 18| lo pongo, Silda -exclamó Andrés fuera de sí - ; lo que sé 292 18| me matas de pesadumbre, Andrés!~ ~ Y Andrés vio entonces 293 18| pesadumbre, Andrés!~ ~ Y Andrés vio entonces en los ojos 294 18| yo soy ahora? -preguntó Andrés, ciego por el despecho y 295 18| apartaba sus ojos de los de Andrés, se alzó rápidamente de 296 18| la Virgen de los Dolores, Andrés, no me preguntes más de 297 18| Por el amor de Dios, Andrés! Tú que sabes lo que vale, 298 18| yo ese tesoro! -exclamó Andrés, sinceramente asombrado 299 18| que son las lenguas.~ ~ Andrés estaba ya aturdido. Su vehemente 300 18| Entonces sí que hablaba Andrés con el corazón en los labios! ¡ 301 18| es ponerse en justicia, Andrés! Y, mira, ahora que eres 302 18| con todo mi corazón...~ ~ Andrés se levantó de la silla, 303 18| No te amontones de nuevo, Andrés, por la Virgen del Carmen!... 304 18| Silda! -exclamó entonces Andrés en medio de uno de aquellos 305 18| Así iba discurriendo Andrés desde que puso la planta 306 19| En seguida pensó en Andrés, resuelto a confiarle el 307 19| cosa de reparar en él. Pero Andrés no fue aquella noche a la 308 19| hasta que le vio bajar.~ ~ Andrés parecía otro desde aquella 309 19| no le hubiera producido a Andrés tan viva, tan honda y tan 310 19| que, comparado con el de Andrés, de rosas y mejorana le 311 19| mismo pleito.~ ~ Apartóse de Andrés sin despedirse, y tan cargado 312 19| los ímpetus apasionados de Andrés con su palabra desengañada 313 19| Muergo se encontró con Andrés; y no sé yo si en la necesidad 314 19| el encuentro que tuvo.~ ~ Andrés, tan pronto como se apartó 315 19| de la costa; pero la de Andrés era de huracanes furiosos 316 19| dónde vienes? -le preguntó Andrés.~ ~ -De allá arriba -respondió 317 19| Quién? -volvió a preguntar Andrés muy anhelante.~ ~ -Sotileza, ¡ 318 19| Conque... Sotileza sola -dijo Andrés, disimulando de mala manera 319 19| Conque «a lo mejor» -recalcó Andrés, con un acento que sacaba 320 19| modo, dijo al impaciente Andrés:~ ~ -Güeno, por decir güeno, 321 19| decirlo!...~ -¿Y ella? -apuntó Andrés, casi con un rugido.~ ~ - 322 19| ovillo - , pos ella, don Andrés, ¡ju, ju!... La gloria mesma..., ¡ 323 19| estúpido! -rugió la voz de Andrés al dicho del marinero - . 324 19| Yo te lo mando -repuso Andrés, temiendo haberse descubierto 325 19| Según iba desahogando Andrés sus iras de este modo, en 326 19| sino que diga la verdá!~ ~ Andrés se quedó helado de vergüenza, 327 19| Cómo resquema!... Don Andrés, por usté me echo yo de 328 19| respuesta que se le ocurrió a Andrés, de pronto, a esta inesperada 329 20| esto acontecía en casa de Andrés, Pachuca, la novia de Colo, 330 20| no hacía nada por él, y Andrés le cerraba todas las puertas. 331 20| Y quién más?~ ~ -Don Andrés.~ ~ -¿A esa persona le fuiste 332 21| consejo, pinto el caso, a don Andrés?~ ~ -¡Ni se lo miente siquiera! - 333 21| contrariaba grandemente a Andrés, porque le alejaba de aquellos 334 21| apretados en la mollera de Andrés, resolución descabellada.~ ~ 335 21| de aquel su altercado con Andrés. Con el clavo que este lance 336 21| el encuentro que tuvo con Andrés en las inmediaciones de 337 22| regido diestramente por Andrés, a quien acompañan sus amigos; 338 23| su encuentro nocturno con Andrés, cuyo relato no había podido 339 23| podido hacer a Sotileza... ¡Andrés!... ¡Bien de veces le vio 340 23| cabía la gente cuando llegó Andrés. Porque Andrés creyó muy 341 23| cuando llegó Andrés. Porque Andrés creyó muy de necesidad darse 342 23| regateo, llegó a decir a Andrés:~ ~ -¡Mire usté, hombre, 343 23| Querrá usté creer, don Andrés -añadió tía Sidora - , que 344 23| Mechelín.~ ~ ¡Preguntarle a Andrés si había notado el suceso, 345 23| condiciones aparentes de Andrés podía dar en la manía de 346 23| rápida leyó en la cara de Andrés el mal efecto que le estaban 347 23| de Dios?~ ~ Cuando salió Andrés de la bodega, muy poco después 348 23| ser vista, vio entrar a Andrés en la bodega. En seguida 349 23| lamentaciones apasionadas de Andrés... Por más que aguzaba el 350 23| produjo la llegada súbita de Andrés, desalentado, confuso y 351 23| verdadera; y por lo que toca a Andrés, ni un cañonazo le hubiera 352 23| duras recriminaciones a Andrés, que no hallaba réplicas 353 23| alientos hasta para llamar a Andrés, que, aturdido e inmóvil, 354 23| fin le llamó con una seña. Andrés se acercó. Sotileza, con 355 23| lo que se ve por aquí.~ ~ Andrés miró un instante por la 356 23| cerrada esta puerta?~ ~ Andrés no supo qué responder. Sotileza 357 23| tienes la culpa de ello, Andrés!..., ¡tú la tienes!... ¿ 358 23| está la llave? -preguntó Andrés en un rugido, trocado de 359 23| oficio. ¿Te vas enterando, Andrés? ¿Te vas enterando bien 360 23| que hoy me has hecho?~ ~ Andrés, por única respuesta a estas 361 23| para eso la cerraron.~ ~ Andrés dejó la puerta y corrió 362 23| resquicios.~ ~ En cuanto Andrés se convenció de que no había 363 23| jadeante, dijo de pronto Andrés, alzando la hermosa cabeza:~ ~ - 364 23| clavando sus empañados ojos en Andrés, díjole al punto:~ ~ -¡Lavar 365 23| verdad de lo que siento. ¡Ay, Andrés!, si contabas con esa idea 366 23| quieres?~ ~ -De ti nada, Andrés..., ni de naide. Lo que 367 23| Eso es lo que yo necesito, Andrés; eso es lo que quiero: porque 368 23| cuando salgamos? -preguntó Andrés, abatido de nuevo al considerar 369 23| María..., qué pesaúmbre!~ ~ Andrés, condolido de la situación 370 23| daba?~ ~ Tal miedo tenía Andrés a la salida en medio de 371 23| Sotileza.~ ~ -¿Qué haces, Andrés? -le preguntó ésta, que 372 23| observaba desde la salita.~ ~ Andrés corrió hacia ella y le mostró 373 23| después de arrancársela a Andrés de la mano.~ ~ Éste, olvidado 374 23| en opinión del ofuscado Andrés, sólo le faltaba cambiar 375 23| pesadumbres tan amargas.~ ~ ¿Y Andrés? ¡Qué papel el suyo... y 376 23| un azote para la cara de Andrés, y una tenaza para su conciencia. 377 24| a aquellas horas, siendo Andrés quien era, y su cómplice 378 24| ella lo llevaba escrito Andrés en su azoramiento nervioso, 379 24| conferencia con su mujer. Andrés acudió al llamamiento sin 380 24| justicia, no podrás tenerme, Andrés, por padre duro de entrañas; 381 24| la pura verdad -respondió Andrés.~ ~ -Pues en testimonio 382 24| ha pasado esta mañana.~ ~ Andrés sintió su cuerpo bañado 383 24| hijo.~ ~ -¿Qué te sucede, Andrés?..., ¡hijo mío! -exclamaba 384 24| manos.~ ~ -Nada -respondió Andrés, enderezándose y queriendo 385 24| marche nadie -respondió Andrés - , porque nada de lo que 386 24| verdad.~ ~ Aquí comenzó Andrés a relatar el caso con la 387 24| y para todos nosotros, Andrés! -exclamó la capitana al 388 24| queda nada por referir -dijo Andrés con bien poca sinceridad.~ ~ -¡ 389 24| Pues iba -respondió Andrés muy vacilante y desconcertado - 390 24| aparejos que...~ ~ -¡Mentira, Andrés, mentira!... -le interrumpió 391 24| Confiésanos la verdad, Andrés!~ ~ -Ya la he confesado.~ ~ -¡ 392 24| que les diga yo? -preguntó Andrés con un acento en que se 393 24| tantísimas veces -respondió Andrés de mala gana.~ ~ -Me lo 394 24| hay nada que te disculpe, Andrés, nada; nada de cuanto el 395 24| que debemos creer?...~ ~ Andrés permaneció unos instantes 396 24| es lo que debemos creer, Andrés?~ ~ Este, acosado de nuevo 397 24| seguida, volviéndose hacia Andrés, le dijo temblando de ira -: 398 24| Sí, señor -respondió Andrés, insensible y sombrío.~ ~ - 399 24| de su marido a la cara de Andrés.~ ~ -En el lance de esta 400 24| respondió sin vacilaciones Andrés.~ ~ -¡Eso no es responder 401 24| pongas a prueba mi paciencia, Andrés!~ ~ -¡Pues tenga usted algo 402 24| recomendados los deseos de Andrés.~ ~ -¡Caridad! -respondió 403 24| dar en lo vivo tiraba yo, Andrés. Y eso vivo es muy grave; 404 24| hubieras dicho!~ ~ Decirle a Andrés que eran muy malas sus intenciones 405 24| hechas en un instante por Andrés, desconcertáronle en tales 406 24| interponerse entre su marido y Andrés para evitar que el primero 407 24| humildes; pero la respuesta de Andrés, por lo descosida, por lo 408 24| callealtera.~ ~ -¡Hasta eso, Andrés, hasta eso! -increpóle su 409 24| respondió medio sofocado Andrés - . Pero no soy una peña 410 24| madre ni yo lo merecemos, Andrés, ¡ingrato!, ¡mal hijo!~ ~ -¡ 411 24| Señor! -murmuró roncamente Andrés, sofocado bajo el efecto 412 24| queremos. ¿No es verdad, Andrés, que vas a decir... lo que 413 24| Ya usted lo oyó -dijo Andrés a su madre - , estoy de 414 24| No lo olvidaré -contestó Andrés con sequedad.~ ~ Y salió 415 24| las primeras respuestas de Andrés.~ ~ No había llegado al 416 24| don Venancio Liencres.~ ~ Andrés había salido a la calle 417 25| extrañar que el padre de Andrés, al llegar el momento de 418 25| reciente entrevista con Andrés; y la mala sangre que las 419 25| pormenores que le había referido Andrés en su casa.~ ~ -Exactamente - 420 25| espera por lo relative a don Andrés.~ ~ -¡A ver, a ver! -murmuró 421 25| sus ojos!~ ~ -El señor don Andrés -continuó tía Sidora - entraba 422 25| alcanzó la metá de él a don Andrés, que estaba en casa entonces, 423 25| estorbos la situación de Andrés ante la opinión pública.~ ~ 424 25| de señorío; que estimo a Andrés por lo que vale, pero no 425 25| continuó:~ ~ -Conozco bien a Andrés, porque le llevo tratao 426 25| sentido bien poco honroso para Andrés, se picó del honorcillo 427 25| esa madera. Por eso dije a Andrés lo que él bien sabe; y necesito 428 26| XXVI.~ Más consecuencias~ ~ Andrés salió de su casa, porque 429 26| el seno de la familia; y Andrés, que por gustar entonces 430 26| razón! Pero ¿sabía el mismo Andrés por dónde comenzar la defensa 431 26| Varada en peña, don Andrés!~ ~ Volvióse éste sobrecogido, 432 26| dice usted? -le preguntó Andrés.~ ~ -¿No veo cómo anda por 433 26| Pensé que usté lo sabía, don Andrés... Pos es motivao a la leva.~ ~ - 434 26| Güeno está el oficio, don Andrés!... Dos días hace que no 435 26| Quién se fía de ella, don Andrés?~ ~ -Tres días van así ya, 436 26| ha venío de arriba!...~ ~ Andrés se quedó pensativo unos 437 26| en ella.~ ~ -¿Usted, don Andrés?~ ~ -Yo, sí. ¿Qué tiene 438 26| Mejores las hay, don Andrés, mejores: siempre que está 439 26| un gusto como otro, don Andrés; aunque no verá usté un 440 26| creería quien le conozca, don Andrés.~ ~ -¡Quién sabe!... Por 441 26| Si Dios quiere, don Andrés.~ ~ No le había salido a 442 26| De este modo iba formando Andrés en su voluntad la resolución 443 26| cabezas juveniles como la de Andrés, y no hay que maravillarse 444 26| Pero no me diga, don Andrés, que se va a pasar aquí 445 26| Nada de eso -respondió Andrés - . Si me acuesto sobre 446 26| departamento indicado por Andrés. Caminando éste detrás de 447 26| Quién duerme ahí? -preguntó Andrés.~ ~ -Es Muergo -respondió 448 26| ahora... Juera del alma, don Andrés, es una pura bestia.~ ~ ¡ 449 26| es una pura bestia.~ ~ ¡Y Andrés envidiaba en aquel instante 450 27| y recibió a la madre de Andrés sin visible disgusto y a 451 27| jóvenes tan irreflexivos como Andrés, sin hombres de maduro seso 452 27| cosas por pecadillos de Andrés de bien escasa importancia.~ ~ - 453 27| eres procuradora de Andrés, o qué?...~ ~ -A nadie le 454 27| a interesarte tanto por Andrés.~ ~ -¡Bien has tardado en 455 27| ofendo con ello? ¿Qué hay en Andrés que no merezca estos malos 456 27| por la noche, cuando venga Andrés aquí; porque tú harás, discretamente, 457 28| de cascarilla, cuando ya Andrés, dolorido de huesos y harto 458 28| cuya lancha le esperaba ya Andrés, muy impaciente, pues en 459 28| lancha; y vio complacidísimo Andrés como la de Reñales quedó 460 28| Mocejón, en la cual vio Andrés a Cleto, cuya triste mirada, 461 28| insaciable voracidad.~ ~ No sé si Andrés, sentado a popa cerca del 462 28| de pronto la atención de Andrés para decirle:~ ~ -Mire usté 463 28| sobre el panel, y cuando Andrés se resolvió a mirar hacia 464 28| sin la menor sorpresa de Andrés, pues aunque nunca había 465 28| avanzaba en su derrotero, iba Andrés esparciendo las brumas de 466 28| lascas* sobre los careles, Andrés paseó una mirada en derredor, 467 28| de pesca pa el besugo.~ ~ Andrés lo sabía muy bien, por haber 468 28| distinguían los ojos de Andrés; pero los del patrón y los 469 28| respectivas sotilezas de alambre, Andrés se puso de codos sobre el 470 28| lancha una merluza, que Andrés, por no haberlas visto pescar 471 28| Pues ahora lo veremos -dijo Andrés nervioso de emoción, volviendo 472 28| de Dios.~ ~ Entonces cayó Andrés en la cuenta de que, al 473 28| importancia como él.~ ~ Andrés le preguntó qué opinaba 474 28| cuenta Falagán.~ ~ Entonces Andrés, fijándose mucho en lo que 475 28| imitaron su ejemplo.~ ~ Andrés no era aprensivo en trances 476 28| otra media hora; y llegó Andrés a reconocer bien distintamente, 477 28| El tallaviento solo!~ ~ Y Andrés, helado de espanto, vio 478 28| llevaba en el centro.~ ~ Andrés lo sabía muy bien; y al 479 28| sangre en el corazón de Andrés el nombre terrible de aquel 480 28| Adelante, Virgen del Mar!.~ ~ A Andrés le parecían siglos los minutos 481 28| suspendiendo el ánimo de Andrés, fue predisponiendo su discurso 482 28| hombres? Estas preguntas leía Andrés en las caras lívidas de 483 28| en aquel riesgo terrible. Andrés elevó al cielo la misma 484 28| con una de sus manos.~ ~ Andrés sintió que el frío de la 485 28| arrebató el viento la vela. Andrés entonces comprendió la gravedad 486 28| compás de su fatiga.~ ~ Andrés, empuñando su remo, clavados 487 28| componer, a una señal de Andrés, que estaba en todo, suspendió 488 28| importante, al paso que Andrés, en el punto en que se hallaba 489 28| tripulantes fijas en la de Andrés e inmóviles, como si de 490 28| Ya lo sabe usté, don Andrés -dijo Reñales a éste -: 491 28| Cierto -respondió amargamente Andrés, sin apartar los ojos de 492 28| mares no rompieran en él.~ ~ Andrés, que no lo ignoraba, parecía 493 28| situación de la lancha. Andrés, por fortuna suya y de cuantos 494 28| lancha se durmiera; pero Andrés pensaba en todo, y pidió 495 28| altura era espantosa, y Andrés sentía el vértigo de los 496 28| último impulso favorable, Andrés, orzando brioso, gritó conmovido, 497 28| el mismo instante, cuando Andrés, conmovido y anheloso, se 498 28| Hijo!... ¡Hijo!...~ ~ Andrés, estremeciéndose, alzó la 499 29| fervorosos mareantes, y Andrés delante de todos ellos, 500 29| otros para corregirse; que Andrés normalice su vida por los 501 29| San Pedro, al saber que Andrés estaba en la mar el día 502 29| con que departían Luisa y Andrés en uno de los balcones de