Cap.

 1      2|         Fadrique trece años, pero estaba muy espigado. Como iba de
 2      2|         viaje de D. Fadrique, que estaba muy traída y con algunas
 3      2|      Fadrique y de lo crecido que estaba, y del talento que tenía
 4      2|      camino, al uso de la tierra, estaba en muy buen estado, no se
 5      2|            cada una de las cuales estaba ya en los cuarenta y pico
 6      2|       leer casi de corrido cuando estaba ya muy granada; y sus lecturas
 7      2|      desengañada. Su conversación estaba siempre como salpicada de
 8      2|         más innoble aspecto; pero estaba dotada de un despejo natural
 9      2|           de la casa, D. Fadrique estaba condenado a vestirse de
10      3|          términos precisos lo que estaba vago y difuso en el ambiente:
11      3|           bermejino. Se sabía que estaba, ya en el Perú, ya en el
12      4|        ocasión tristísima. España estaba en guerra con los ingleses,
13      4|     rebelión, al mismo tiempo que estaba auxiliando la de Washington
14      4|         tenía por cierto que todo estaba divinamente bien y que nada
15      4|       podía estar mejor de lo que estaba. El mal le parecía un accidente,
16      4|      eterna duración, D. Fadrique estaba muy dudoso; pero su optimismo
17      4|         teoría novísima, tal como estaba en la mente de D. Fadrique,
18      4|         que no perturbasen lo que estaba prescrito y ordenado; así
19      4|      revolución que en Francia se estaba realizando, cuyos principios
20      5|         compatricios.~ ~ Entonces estaba yo cerril; pero ya V. se
21      5|          tanto tiempo en él. Todo estaba trocado: la brutalidad se
22      6|    resultaba que casi todo el día estaba calamocano, porque aquel
23      6|         las varias páginas en que estaba estampado su nombre. Un
24      6|    dirigidas por él, casi siempre estaba presente el P. Jacinto;
25      7|                VII -~ ~ Encantado estaba D. Fadrique con su modo
26      7|           mitad de cuyas palabras estaba en griego para ellas.~ ~
27      7| encontrado.~ ~ -¿Cómo, tío, si no estaba en la tertulia más que el
28      8|          en la misma línea. Clara estaba en el centro. Lucía dijo
29      8|        tal vez cuando ella nació, estaba V. en Lima. Clara es limeña.~ ~
30      8|           asiento de piedra. Allí estaba sentado el poeta rondeño
31      8|       pero la cara de D. Fadrique estaba tan seria, y su expresión
32      9|          su madre.~ ~ Doña Blanca estaba sentada en un sillón de
33      9|     libros y papeles. D. Valentín estaba allí, sentado en una silla,
34      9|        mejores tiempos, cuando él estaba menos viejo y menos sumiso,
35     10|          le contestaron que Clara estaba mal de salud o muy ocupada
36     10|      hermosa tarde, el Comendador estaba en el patio de la casa sólo
37     11|        con alegre aspecto; el día estaba hermosísimo; la paz reinaba
38     12|       Entonces advirtió que Clara estaba no muy lejos, de rodillas,
39     12|  sobresalto y ternura hacia donde estaba el galán, declarando así
40     12|          en el gentil mancebo que estaba a su lado, y darle a sospechar
41     12|       para volar en seguida donde estaba ella.~ ~ Don Carlos, aunque
42     12|        Clara por el poeta rondeño estaba más convencido aún. Con
43     12|       tocaba en los setenta años, estaba firme y robusto aún, si
44     13|           el cual no dormía, sino estaba leyendo, sentado a la mesa.~ ~
45     13|           tanto, si el P. Jacinto estaba atinado o no en lo que decía;
46     13|       yendo a una alacena, que no estaba lejos, y sacando de ella
47     14|           la varilla saliente que estaba fija a una tabla de pino,
48     14|          cortina de bayeta verde, estaba la cama del buen religioso.
49     16|            He creído advertir que estaba V. impaciente por hablarme
50     16|     andará. Mi encomio de Clarita estaba muy en su lugar, porque
51     16|          valiese. El pobre fraile estaba sofocado, rojo hasta las
52     16|          lengua, que por lo común estaba tan suelta, se le había
53     18|   simpática que a él debía el ser estaba condenada, o a vivir como
54     18|         Fadrique que este término estaba aun remotísimo, pero sabía
55     18|     reconocía no obstante, que si estaba lejos aún el día en que
56     18|           que uno mismo adquiere, estaba aún mucho más lejos el día
57     21|           podía estar con razón y estaba orgulloso. Lo que debió
58     21|         amorosos de Nicolasa, que estaba entre los veinte y los treinta
59     21|    veinticinco años que ya tenía, estaba como en cautiverio agridulce.
60     21|           de Clarita. D. Casimiro estaba en su poder.~ ~ Nicolasa
61     22|          Doña Antonia; pero Clara estaba cambiada.~ ~ Su palidez
62     22|      ponía fuera de sí, y a veces estaba a punto de romper con el
63     22|          sus medidas. Su conducta estaba prescrita y determinada
64     23|       tener, cuando me consta que estaba, que está aún, enamorada
65     24|     quedaba sola en la sala donde estaba de diario.~ ~ El padre se
66     24|   reconozco que Clara, sin culpa, estaba condenada por la suerte
67     24|           Convenimos en que Clara estaba, sin culpa suya, condenada
68     24|     sacarla de la impiedad en que estaba sumida? ¿Pues no me desvanecí
69     24|      envolvernos en sus redes? Yo estaba ciega. Creí ver en V. un
70     24|  extraviado que me enamoraba, que estaba prendado de mí, a quien
71     25|          sus hipótesis, que Clara estaba ligada a su tío con vínculo
72     25|           enamoró... eso sí... yo estaba enamorado... y como creí
73     25|          de Santo Domingo, aunque estaba lejos, a preguntar si el
74     26|     noticias.~ ~ La cara de Lucía estaba demudada. Los ojos algo
75     26|          eso es verdad, la señora estaba delicada, pero que al fin
76     27|          tenebroso de su espíritu estaba suavemente iluminado por
77     28|         Blanca hacía mucho tiempo estaba sujeta a frecuentes paroxismos
78     28|           Blanca hacía tiempo que estaba harta de vivir.~ ~ La única
79     28|   síntomas: la principal dolencia estaba complicada con otras muchas.
80     28|           según lo preocupada que estaba. Lo que antes de confiarse
81     28|      Lucía, por su parte, también estaba meditabunda y triste en
82     28|        Doña Blanca. El P. Jacinto estaba acompañando a las dos amigas
83     28|          D. Valentín, que allí no estaba.~ ~ Así permaneció Doña
84     28|           acudió entonces a donde estaba Clara, que Lucía había recostado
85     29|       hemos descrito, Doña Blanca estaba tan mal, que no había esperanza
86     30|      bienaventurado de la tierra. Estaba lleno de satisfacción y
87     30|        volvía hacia la cama donde estaba Nicolasa, ya hacia la cuna
88     30|            ya hacia la cuna donde estaba el niño, y ya se paraba
89     30|          bermejina.~ ~ Como Lucía estaba ya enterada de todos los
90     30|      aseguraba que era mozo o que estaba mejor que los mejores mozos.
91     30|        además la chacha Ramoncica estaba poderosísima con lo que
92     30|         ambos a la casa. La noche estaba hermosísima, la calle silenciosa
93     30|        ventura de su amiga.~ ~ No estaba D. Fadrique menos soñador
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