Cap.

 1     15|    entusiasmado los divinos ojos de Nicolasa!~ ~ -No conozco a esa Nicolasa.~ ~ -¿
 2     15|      Nicolasa!~ ~ -No conozco a esa Nicolasa.~ ~ -¿Que no la conoce V.?... ¡
 3     15|          Bah!... ¿Quién no conoce a Nicolasa? Es un prodigio de bonita.
 4     15|         bien visitaba D. Casimiro a Nicolasa.~ ~ -Pues yo no la he visitado.~ ~ -
 5     15|           que digo que es V. bueno. Nicolasa es una muchacha honrada...
 6     15|          habiendo ido V. ni a ver a Nicolasa ni a ver la chacha Ramoncica, ¿
 7     15|             D. Casimiro y esa bella Nicolasa?~ ~ -Nada, tío... ¿No lo
 8     15|            no iba con buen fin... y Nicolasa le desdeñó siempre; pero
 9     21|          Voy a volver a pretender a Nicolasa. No es rica, pero es mejor
10     21|         enamorar estrepitosamente a Nicolasa, esperando que así daría
11     21|           mujer de mucho mérito.~ ~ Nicolasa, en efecto, lo era. Hija
12     21|       habían suspirado en balde por Nicolasa, la cual, con modesta dignidad,
13     21|            vuestra esposa, poco.~ ~ Nicolasa excitaba y provocaba con
14     21|    propasarse para que se lograsen, Nicolasa se revestía de gravedad
15     21|           delante al padre cura.~ ~ Nicolasa había heredado de su madre
16     21|       contraído segundas nupcias, y Nicolasa tuvo madrastra en vez de
17     21|           lo contrario. La madre de Nicolasa había sido tremenda, dominante,
18     21|           no hacía más que lo que a Nicolasa se le ocurría. Nicolasa
19     21|             Nicolasa se le ocurría. Nicolasa lo podía y mandaba todo
20     21|            preliminares amorosos de Nicolasa, que estaba entre los veinte
21     21| pretendientes encopetados los había Nicolasa despedido, apelando al cura.
22     21|           del cura ellos mismos.~ ~ Nicolasa, no obstante, como todas
23     21|         cautiverio agridulce. Jamás Nicolasa le dijo que le amaba de
24     21|           más guapo del lugar; pero Nicolasa le había hechizado. Con
25     21|          casa del tío Gorico, ver a Nicolasa, requebrarla, mirarla con
26     21|            más mínimo. Aunque entre Nicolasa y el hijo del herrador no
27     21|         remoto grado de parentesco, Nicolasa había preconizado a Tomasuelo
28     21|            con ánimo imperturbable, Nicolasa explicaba de esta manera
29     21|          pretendiente se acercaba a Nicolasa era respetado por Tomasuelo,
30     21|             período de coqueteo con Nicolasa, la cual, con exquisita
31     21|           despedido; sus amores con Nicolasa habían sido como aurora,
32     21| Villabermeja, se puso a galantear a Nicolasa con la imprudencia y el
33     21|              D. Casimiro buscaba en Nicolasa refugio y compensación contra
34     21|     Casimiro estaba en su poder.~ ~ Nicolasa provocó la declaración seria
35     21|                Cuando vio a solas a Nicolasa, con los ojos encarnados
36     21|          hombres endebles! -exclamó Nicolasa. ¿Qué locura es ésta? Cálmate,
37     21|          Dios y ten pecho ancho.~ ~ Nicolasa, con suma blandura, enjugó
38     21|  boquiabierto y como traspuesto.~ ~ Nicolasa entonces repitió los cogotazos;
39     21|             de ánimo convino en que Nicolasa debía casarse con D. Casimiro;
40     21|           del amor espiritual que a Nicolasa le ligaba.~ ~ Así venció
41     21|            le ligaba.~ ~ Así venció Nicolasa los obstáculos todos y aseguró
42     21|            boda entre D. Casimiro y Nicolasa, fue a Villabermeja; visitó
43     23|           feliz coincidencia de que Nicolasa nació pocos meses después
44     23|            con el mayor sigilo, que Nicolasa es hija mía. Le he dicho
45     23|       chacha de que no conviene que Nicolasa sepa los lazos que a ella
46     30|              se disipó del todo.~ ~ Nicolasa, o mejor dicho, la señora
47     30|         mejor dicho, la señora Doña Nicolasa Lobo de Solís, esposa legítima
48     30|              desde el casamiento de Nicolasa, había empezado a pugnar
49     30|          hacia la cama donde estaba Nicolasa, ya hacia la cuna donde