Cap.

1      3|     de salvar y purificar las almas de cuantos muchachos cogía,
2      3|   cuando se abren al amor las almas y cuando la naturaleza y
3      3|  infundiéndose tal vez en las almas de los hombres, sin necesidad
4     10|  ceguedad los ojos de algunas almas? ¿Se comprende que la copia,
5     12| Jacinto era un gran médico de almas, aunque duro y feroz a veces
6     16|     por los hombres que otras almas sus hermanas. Cierto que
7     19|    por seguro que haya en las almas humanas algo que, a pesar
8     21|   lazo que estrechaba así dos almas.~ ~ Cuanto pretendiente
9     27|  ejerce tal imperio sobre las almas, que las atrae y las cautiva,
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