Cap.

  1      8|       patio, al pie del muro:~ ~ -Clara (así se llamaba Clori en
  2      8|       Lucía, y hallaron ya a Doña Clara en la puerta.~ ~ El Comendador,
  3      8|        distracciones, miró a Doña Clara con extraordinaria curiosidad.
  4      8|          y luz viva. Todo en Doña Clara manifestaba salud y lozanía,
  5      8|         morado lirio.~ ~ Era Doña Clara más alta que su amiga Lucía,
  6      8|         mujer. El cabello de Doña Clara era negrísimo, las manos
  7      8|       pusieron en la misma línea. Clara estaba en el centro. Lucía
  8      8|      inspirado el idilio?~ ~ Doña Clara, que si bien más moza que
  9      8|          enojo.~ ~ Nada dijo Doña Clara, a pesar de ello; pero Lucía
 10      8|  Comendador, encarándose con Doña Clara, que se puso más encarnada
 11      8|           Comendador advirtió que Clara se tranquilizaba, si bien
 12      8|           llama Clori en poesía y Clara en prosa?~ ~ -¡Ay, es verdad! ¡
 13      8|       esta señorita se llama Doña Clara de Solís y Roldán. Y ahora, ¿
 14      8|          a su familia? A la misma Clara es posible que V. la conozca,
 15      8|         nació, estaba V. en Lima. Clara es limeña.~ ~ Dominándose
 16      8|           de salud -contestó Doña Clara - ; pero, entregada como
 17      8|    Gracias a Dios, lo está, -dijo Clara.~ ~ -Se ha retirado ya de
 18      8|         tiene mi padre, -contestó Clara.~ ~ -Sería su inmediato
 19      8|          su inmediato heredero si Clara no viviese, -añadió Lucía,
 20      8|      hallaba entre personas, como Clara y su tío, que le infundían
 21      8|     Comendador, su sobrina y Doña Clara.~ ~ Don Fadrique, como si
 22      8|      quedado la menor duda de que Clara era Clori, la duda se hubiera
 23      8|          que los párpados de Doña Clara se contraían más de lo ordinario,
 24      8|         prosa, apenas se acercó a Clara, y no le dijo palabra que
 25      8|        frondosísima alameda. Allí Clara, o adelantándose o quedándose
 26      8|         los lugares más agrestes, Clara no se apartaba del lado
 27      8|          no se atrevía a hablar a Clara; pero de repente, en una
 28      8|            el Comendador detuvo a Clara, la contempló de un modo
 29      8|          en la frente un beso.~ ~ Clara halló, sin duda, muy raro
 30      8|   hablándole de pecados y faltas, Clara no pudo ver allí ningún
 31      8|          un suave imperio, al que Clara no supo resistir.~ ~ Le
 32      8|          Lucía y su tío dejaron a Clara a la puerta de su casa,
 33      8|         Que está desesperado; que Clara le desdeña, que le rechaza,
 34      8|         decidido el casamiento de Clara con D. Casimiro.~ ~ -Sí,
 35      8|    prosiguió diciendo:~ ~ -¡Pobre Clara! Figúrese V. lo divertida
 36      8|     compañía. Si no fuera por mí, Clara estaría como enterrada en
 37      8|        muy listo y capaz de todo. Clara ha estado con él, no diré
 38      8|           relaciones. Ello es que Clara le amaba. Luego ha tenido
 39      8|           no sabía qué decir.~ ~ -Clara -prosiguió Lucía - , ahora
 40      8|       sigue siendo buena amiga de Clara; pero no caviles m formes
 41      8|        amores de D. Carlos y Doña Clara, y calla también cuanto
 42      9|           acabamos de dar cuenta, Clara había entrado en el cuarto
 43      9|         mujeres.~ ~ No bien entró Clara en el cuarto, Doña Blanca
 44      9|     estado hoy con nosotras -dijo Clara, no atreviéndose a mentir,
 45      9|      dignidad serena - ; pero tú, Clara, no debes volver a salir
 46      9|          muerto en la hoguera.~ ~ Clara se aterró al oír en boca
 47      9|            Primero confiaría yo a Clara al cuidado de la más vil
 48     10|       veces Lucía sacar a paseo a Clara. Siempre que envió recado,
 49     10|        recado, le contestaron que Clara estaba mal de salud o muy
 50     10|      Lucía fue ella misma a ver a Clara, y sólo dos veces pudo verla,
 51     10|        lego o doctrino humilde, y Clara la acompañaba siempre, sin
 52     10|          averiguado los amores de Clara con D. Carlos de Atienza,
 53     10|       contaba en su casa.~ ~ Doña Clara no hablaba a solas ni escribía
 54     10|           y ama y compadece a tu -CLARA».~ ~ ~ ~
 55     11|        Buenos días, -dijo también Clara, no con más aliento que
 56     11|     Valentín y llevando delante a Clara.~ ~ Don Fadrique pagó la
 57     11| reprimenda, le habló así mientras Clara iba delante:~ ~ -Mil veces
 58     11|  incruento sacrificio de la misa; Clara marchaba delante tan linda
 59     12|         había otro medio de ver a Clara.~ ~ En efecto, D. Fadrique
 60     12|         del mundo exterior, salvo Clara, podía distraerle ni llamarle
 61     12|       lado. Entonces advirtió que Clara estaba no muy lejos, de
 62     12|         la entierren.~ ~ -Pero si Clara dice a su madre que no ama
 63     12|          ama a D. Casimiro...~ ~ -Clara no se atreverá a decirlo.~ ~ -
 64     12|    señores padres, y dejar a Doña Clara tranquila con los suyos.~ ~ -
 65     12|          logrará V. más que ver a Clara en la iglesia, con más angustia
 66     12|         yo que evitaré la boda de Clara con el viejo rabadán y conseguiré
 67     12|      escribir dándole noticias de Clara, y avisándole del menor
 68     12|          había obtenido jamás que Clara recibiese carta suya, y
 69     12|         si ni siquiera de palabra Clara le había dado a entender
 70     12|          a entender que le amaba? Clara le amaba, sin embargo. Bien
 71     12|          Mas amarle no quiere.~ ~ Clara le amaba, y a su despecho,
 72     12|      Carlos, de que su pasión por Clara era verdadera y profunda.
 73     12|           y profunda. Del amor de Clara por el poeta rondeño estaba
 74     13|           tiene la conciencia tan clara como yo, y no hay caso que
 75     14|       creer? Si amase a un galán, Clara me lo hubiera confesado.~ ~ -
 76     14|      terco... y no consentiré que Clara sea el precio del rescate
 77     16|          el salón de Doña Blanca. Clara borda a su lado. D. Valentín,
 78     16|        que para D. Carlos, Lucía, Clara y el Comendador, era el
 79     16|          a que D. Valentín y Doña Clara despejasen, para hablar
 80     16|          años de mi vida, tu hija Clara ha venido a sublimar mucho
 81     16|          sumisión a sus mandatos! Clara es una santita en este mundo,
 82     16|           más, en comparación con Clara, criada en grandes ciudades,
 83     16|        Lucía vale casi tanto como Clara.~ ~ Y que ambas están educadas
 84     16|            Es, pues, evidente que Clara debe mucho a Dios, y luego
 85     16|           los encomios de su hija Clara.~ ~ Luego añadió:~ ~ -En
 86     16|           Has preguntado, pues, a Clara si quiere casarse tan niña?~ ~ -
 87     16|         qué razones, hay para que Clara no se case con D. Casimiro?
 88     16|    Casimiro? V. es el confesor de Clara. ¿Ama Clara a otro hombre?~ ~ -
 89     16|           confesor de Clara. ¿Ama Clara a otro hombre?~ ~ -Por lo
 90     16|           que soy su confesor, si Clara amase a otro hombre y ella
 91     16|     entrar aquí la cuestión de si Clara ama o no a otro hombre.~ ~ -
 92     16|         que no ha tenido amoríos. Clara no ha mirado jamás con malicia
 93     16|       perjudicar los intereses de Clara y de su amigo y antiguo
 94     17|     expreso. Tal vez está educada Clara con rigidez que raya en
 95     17|      manchásemos la conciencia de Clara, descubriéndole su origen, ¿
 96     17|            qué otro recurso tiene Clara sino entrar en un convento
 97     17|         qué, dirá V., ha de pagar Clara la falta que no cometió?
 98     17|      vergüenza, me asesinan. Pero Clara también debe pagarla. Si
 99     17|           la nobleza de alma de Clara. Si ella supiera quién es...
100     17|       supiese?~ ~ -Sin vacilar... Clara se retiraría a un convento.
101     17|      aunque incompleta, ignorando Clara el motivo que hay para la
102     17|          Convengo en que entrando Clara en un claustro el mal se
103     17|        mejor que el casamiento de Clara con D. Casimiro. No piense
104     17|          bien: lo mejor sería que Clara se sepultase en un claustro,
105     18|      prefería a ver, a imaginar a Clara entre los secos brazos de
106     18|          llegar a él. No quería a Clara poseedora de lo que le constaba
107     19|   curiosidad sobre los asuntos de Clara.~ ~ Lucía, no llegando a
108     19|      adivinado el lazo que unía a Clara con él.~ ~ Lucía, prevaliéndose
109     19|    Persisto y persistiré mientras Clara crea yo que le ama.~ ~ -¿
110     19|    desterrado en comunicación con Clara: yo sí. Yo he escrito a
111     19|            yo sí. Yo he escrito a Clara tres cartas nada menos,
112     19|   entregue. En mis cartas copio a Clara algunos párrafos de los
113     19|           cosa?~ ~ -¿Qué?~ ~ -Que Clara me ha contestado. La contestación
114     19|         cuidadosa y sobresaltada. Clara, en los días que lleva de
115     20|      crisis repentina del alma de Clara puso a D. Fadrique taciturno.~ ~
116     20|     conciencia, tenían a la pobre Clara en un estado de ánimo no
117     20|        era la señal alarmante que Clara daba de aquel estado.~ ~
118     20|    peligrosa.~ ~ La sinceridad de Clara era evidente. De súbito,
119     20|      Jacinto ponderó el fervor de Clara y animó a Doña Blanca para
120     20|          Las causas del cambio de Clara eran vagas y confusas; pero
121     20|        que de su modo de educar a Clara, de su involuntario tenaz
122     20|        firme resolución que tenía Clara de tomar el velo, hízola
123     20|      severidad; empezó a tratar a Clara hasta con mimo, y anhelante
124     20|         Lucía, y consintió en que Clara volviese a salir con ella
125     21|          sobrina la señorita Doña Clara.~ ~ Con cincuenta y seis
126     21|         que empezó a ser novio de Clara, se puso más orondo y satisfecho
127     21|     Cierto que el rival por quien Clara le dejaba era Dios mismo;
128     21|            antes del noviazgo con Clara, en un largo período de
129     22|                         XXII -~ ~ Clara había vuelto a salir de
130     22|           y de Doña Antonia; pero Clara estaba cambiada.~ ~ Su palidez
131     22|       éste le dirigía la palabra, Clara se estremecía como si la
132     22|   benignidad y dulce condición de Clara, D. Fadrique advertía con
133     22|         hablase.~ ~ Con Lucía era Clara más expansiva, y Lucía seguía
134     22|      veces me doy a cavilar que a Clara le han dado un bebedizo. ¡
135     22|        pronto, a ver si liberta a Clara de este género de locura.~ ~
136     22|     Casimiro, de la resolución de Clara de retirarse a un convento
137     22|         Don Carlos volvió a ver a Clara en los paseos que ésta daba
138     22|         pero la delicada salud de Clara le llenó de desconsuelo.
139     22|      atormentó y afligió el ver a Clara esquiva, tímida como nunca,
140     22|           menos de un mes: en que Clara se me esté muriendo, y en
141     22|         aprobaba la resolución de Clara de ser monja. Esto le ponía
142     23|           de jubiloso triunfo - , Clara es libre ya. No es menester
143     23|        por qué inútil?~ ~ -Porque Clara, a mi ver, no desistirá
144     23|           que no desistirá? Sobre Clara pesa el yugo férreo de su
145     23|            Quitémosle ese yugo, y Clara volverá a vivir, y volverá
146     23|        Convénzala de que es libre Clara; de que los bienes, que
147     23|       locura es contagiosa; que a Clara y a V. los tiene ya enloquecidos,
148     23|          le antoje hacerme creer? Clara tiene trastornada la cabeza,
149     23|       para infundir el delirio en Clara y perturbar su natural despejo.
150     23|          que te engañas. Mira que Clara no siente hoy la vocación
151     23|     rarezas, que los extravíos de Clara provienen del tormento espiritual
152     23|         es menester que acabe. Si Clara, cuando esté en completa
153     23|           Casimiro. Pero mientras Clara esté enferma, casi fuera
154     23|           mismo. Yo entretendré a Clara a fin de que hables a solas
155     24|        hora después del almuerzo, Clara se retiraba a su cuarto
156     24|          la misma población, o si Clara no hubiese sido amiga de
157     24|            dice. Yo reconozco que Clara, sin culpa, estaba condenada
158     24|     convenimos. Convenimos en que Clara estaba, sin culpa suya,
159     24|        fortuitos: porque vio V. a Clara y la reconoció; porque Clara
160     24|      Clara y la reconoció; porque Clara es bonita, ya que, si hubiera
161     24|           usted haya encontrado a Clara; el que ella sea bonita,
162     24|         voluntad misma el darlos. Clara, no por casualidad, sino
163     24|           por un capricho, porque Clara es bonita, porque he tropezado
164     24|         que debiera heredarle, si Clara no viviese. Viva, pues,
165     24|           no viviese. Viva, pues, Clara. Vengo a pedir a V. su vida.~ ~ -
166     24|      insultarme. ¿Mato yo acaso a Clara?~ ~ -Lejos de mí el propósito
167     24|           podría V. acaso matar a Clara, y esto es lo que vengo
168     24|         según V., para evitar que Clara muera?~ ~ -Disuadirla de
169     24|           delirio. Concedería que Clara tomase el velo aun cuando
170     24|           de dónde infiere V. que Clara está desesperada? ¿Quién
171     24|           ha dicho. Basta mirar a Clara para conocerlo. Usted misma
172     24|         manera de apreciarlos. Si Clara se va al claustro, no ya
173     24|          sí misma y del infierno, Clara, a mi ver, no desatina:
174     24|            a mi ver, no desatina: Clara procede con recto juicio
175     24|        pudiese. A fin de que goce Clara una efímera e incierta dicha
176     24|           V. he de aconsejar yo a Clara, cuando la nave de su vida
177     24|         siempre: me alegro de que Clara entre en un convento. No
178     25|         había de nuevo respecto a Clara.~ ~ Don José y Doña Antonia,
179     25|       pesar de sus hipótesis, que Clara estaba ligada a su tío con
180     25|        esa de Doña Blanca? ¿Sigue Clara poseída de su lúgubre locura?
181     26|           antigua querida. Ésta y Clara se ofrecían a su imaginación
182     26|        Doña Blanca está muy mala. Clara me escribe diciéndomelo,
183     27|         ánimo entró Lucía a ver a Clara. Apenas se vieron, se abrazaron
184     27|       abrazaron estrechamente.~ ~ Clara, al contrario de Lucía,
185     27|     difundido por toda el alma de Clara una sombra de amarga tristeza
186     27|          desconfianza. Por dicha, Clara carecía de aquel orgullo,
187     27|     resignación y mansedumbre.~ ~ Clara era mil veces más amante
188     27|  alcanzaba la venia, preguntaba a Clara por su madre, ni en voz
189     27|          demasiado al preguntar a Clara por su madre, y ésta exclamó
190     27|       estancia en que se hallaban Clara y Lucía, y las dejó solas.~ ~
191     27|           amargos pensamientos, y Clara y Lucía, casi al oído la
192     27|           Qué ha dicho el médico, Clara? ¿Qué tiene tu madre? -preguntó
193     27|     médico hasta ahora -respondió Clara - , no ha dicho más que
194     27|         apacible y silenciosa.~ ~ Clara, si bien era una criatura
195     27|          preguntó a su amiga:~ ~ -Clara, ¿sigues firme en tu resolución
196     27|         Bien sabe Dios -respondió Clara - , que deseo desahogarme
197     27|       penetrar.~ ~ -¡Ay! -exclamó Clara - , apenas si yo le penetro. ¿
198     27|     peligrosa.~ ~ -No disparates, Clara. A mi tío no se le ha ocurrido
199     27|           inesperada confesión de Clara.~ ~ Después de unos instantes
200     27|        unos instantes de silencio Clara prosiguió:~ ~ -Nada me respondes;
201     27|              A este punto llegaba Clara, cuando vino a interrumpirla
202     27|            Hija, hija!~ ~ Lucía y Clara se estremecieron. Aunque
203     27|         Qué manda V., mamá? -dijo Clara temblando.~ ~ -Agua. Dame
204     27|      prosiguiese el diálogo entre Clara y Lucía.~ ~ ~ ~
205     28|         incesante de la suerte de Clara, a quien amaba con fervor
206     28|           Fadrique, el rescate de Clara, si bien le rechazó y le
207     28|          de la conversación entre Clara y Lucía, de que acabamos
208     28|       permaneció Lucía al lado de Clara, auxiliándola en sus faenas
209     28|          confidencias.~ ~ Si bien Clara no volvió a hablar del estado
210     28|          que por su madre sentía, Clara se atormentaba con la idea
211     28|             Cómo está tu mamá?~ ~ Clara respondía: -Lo mismo - ;
212     28|      habitación donde se hallaban Clara y Lucía.~ ~ Al anochecer
213     28|           extraviados a Lucía y a Clara y al fraile, y habló de
214     28|         logro que se sosiegue.~ ~ Clara y Lucía, como si estuviesen
215     28|        madre, V. delira! -exclamó Clara.~ ~ -No, no deliro -respondió
216     28|    testimonio de mi vergüenza!~ ~ Clara, llena de horror y de ansiosa
217     28|       dirigidas a ella, se cubrió Clara el rostro con ambas manos.~ ~ -
218     28|        maldita de aquel impío?~ ~ Clara, al oír estas últimas palabras,
219     28|         de Lucía.~ ~ Lucía sacó a Clara fuera de la alcoba, sosteniéndola
220     28|           entonces a donde estaba Clara, que Lucía había recostado
221     28|          recostado en un sofá.~ ~ Clara volvió en sí del desmayo,
222     28|   desatado y copioso llanto.~ ~ -¡Clara, amiga querida! -dijo Lucía.~ ~ -
223     28|           y misericordioso! -dijo Clara - . Tu mano omnipotente
224     29|          El padre dejó percibir a Clara aquel terrible pronóstico,
225     29|           un triste suspiro.~ ~ A Clara la llamó a sí Doña Blanca,
226     29|          me valga!~ ~ El dolor de Clara fue profundo. Silenciosamente
227     30|   Fadrique, el viudo D. Valentín, Clara y a veces el padre Jacinto.~ ~
228     30|         todos aquellos corazones, Clara la recordaba con ternura
229     30|         tres veces por semana.~ ~ Clara, viendo ya a todas horas
230     30|       cavilación había detenido a Clara en dar el sí a D. Carlos.
231     30|         en dar el sí a D. Carlos. Clara juzgaba probable que D.
232     30|          con usura.~ ~ La boda de Clara y D. Carlos de Atienza se
233     30|  Villabermeja.~ ~ El afecto hacia Clara le atraía a la ciudad; pero,
234     30|           a la ciudad; pero, como Clara andaba muy distraída en
235     30|          los secretos de su amiga Clara, y como tampoco ocurrían
236     30|          cuando había secretos de Clara que ansiaba penetrar, la
237     30|              Notado todo esto por Clara y D. Carlos, daba ocasión
238     30|      cuenta de lo que les pasaba, Clara y D. Carlos les hubieran
239     30|      buena y tan inteligente como Clara, que era todo cuanto él
240     30|       seriedad un poco triste que Clara había heredado de su madre.~ ~
241     30|         que se celebró la boda de Clara y de D. Carlos en casa de
242     30|       Lucía permaneció al lado de Clara hasta más tarde. También
243     30|          ella iba.~ ~ Cuando supo Clara que Lucía y el Comendador
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