167. ¡No persigáis cosas
mezquinas! ¡No viváis en la negligencia! ¡No abracéis falsos puntos de vista!
¡No apoyéis el mundo! (al prolongar el ciclo de la existencia y la continuidad
: samsara).
168. ¡Despertaos! Nunca
seáis negligentes. Seguid la ley de la virtud. El que practica la virtud vive
felizmente en este mundo y en el próximo.
169. Seguid el sendero de
la virtud y no el del mal. El que practica la virtud vive felizmente en este
mundo y en el próximo.
170. Si uno percibe el
mundo como una burbuja de espuma y como un espejismo, a ese no lo ve el Dios de
la Muerte.
171. ¡Venid, contemplad
este mundo adornado como un carro real donde los necios están inmersos! Pero para
los sabios no existe ningún apego hacia aquél.
172. Pero el que antes
era necio y después no, ese tal es como cuando la luna ilumina la tierra
liberándose de las nubes.
173. Aquel cuyas buenas acciones
superan las malas, ilumina este mundo como la luna emergiendo de las nubes.
174. Este mundo está
ciego. Solamente unos pocos aquí pueden ver con claridad. Tan solo unos pocos
van a un reino divino, como pájaros liberados de las redes.
175. Volando, los cisnes
siguen el sendero del sol. Los hombres surcan el aire por poderes psíquicos.
Los sabios se apartan de este mundo, habiendo conquistado a Mara y sus huestes.
176. No hay mal que no
pueda hacer un mentiroso que haya transgredido la única Ley y que se muestra
indiferente al mundo de más allá.
177. Verdaderamente los
míseros no irán al reino celestial. Los necios no alcanzarán, por supuesto, la
liberación. Los hombres sabios se regocijan en la generosidad y van a un reino
más feliz .
178. Mejor que el poder
sobre todo lo terreno, mejor que habitar en los cielos, mejor que el dominio
sobre los vastos mundos, es el fruto del Vencedor de lo Ilusorio.
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