383. Esforzado y
resistente, cruza la corriente. Descarta, oh noble, los deseos sensoriales.
Conociendo la aniquilación de los fenómenos condicionados, sé, oh noble, un
conocedor del Nibbana.
384. Mediante la
meditación y la Visión Cabal, el noble alcanza la más alta Sabiduría y,
liberándose de toda atadura del que sabe, se extingue.
385. Aquel para el que no
existe ni esto ni aquello, ni «yo» ni «mío», está alerta y liberado de las
pasiones, a ése llamo yo un noble.
386. Al que es
meditativo, puro y tranquilo, que ha llevado a cabo su deber y está libre de
corrupciones, habiendo alcanzado la más Alta Meta, a ése llamo yo noble.
387. El sol brilla de
día; la luna brilla de noche; en su armadura brilla el rey guerrero; en la
meditación brilla el noble. Pero todo el día y toda la noche brilla el Buda en
su esplendor.
388. Porque ha descartado
el mal, es llamado noble; porque vive en paz, es llamado monje; porque ha
abandonado las impurezas, es llamado recluso.
389. Nunca debe dañarse a
un noble, ni deberá el noble devolver el daño al que se lo ha provocado. Se
avergüence aquel que lastime a un noble. Más se avergüence el noble que quiera
vengarse .
390. No es pequeña la
recompensa del noble que no toma represalias. Cuando la mente es apartada del
placer y cesa el intento de dañar, el sufrimiento amaina.
391. El que no comete
ningún mal con el cuerpo, la palabra y la mente, el que se autocontrola en
estos tres aspectos, a ése llamo yo noble .
392. Reverénciese
devotamente a cualquiera que haya comprendido la Doctrina predicada por el
Iluminado, como un brahmán reverencia el sacrificio del fuego.
393. No por dejarse el
pelo trenzado, ni por el linaje, ni por el nacimiento se vuelve uno un noble,
sino aquel que es verdadero y recto, puro, ése es un noble.
394. ¿De qué sirve el
pelo trenzado, oh necio ? ¿De qué sirve tu ropa de antílope ? Interiormente
estás lleno de pasiones, pero permaneces limpio por fuera.
395. Al hombre que lleva
túnica hecha de apaños, que es delgado, de vigorosas venas, que medita solo en
el bosque, a ése llamo yo noble.
396. Yo no llamo
merecidamente noble a uno porque ha nacido en tal linaje o de madre brahmín. No
puede serlo merecidamente quien no se ha liberado de los impedimentos. El que
está libre de impedimentos (mentales), libre de ataduras, a ése llamo noble.
397. El que ha cortado
todas las ataduras y no tiembla, el que ha ido más allá de toda atadura y es
libre, a ése llamo yo noble.
398. El que ha cortado la
correa (de la malevolencia), las riendas (de la codicia) y la cuerda (de las herejías),
junto con la erradicación de las tendencias latentes, y ha diluido la
ignorancia y es un iluminado, a ése llamo yo noble .
399. El que sin odio
padece reproches, golpes y castigos, para quien la paciencia es su arma y poder,
a ése llamo yo noble.
400. Quien carece de
cólera, pero es firme, virtuoso, libre de avidez, autocontrolado y que éste
será su último renacimiento, a ése llamo yo noble .
401. Aquel que como el
agua en la hoja del loto, o como el grano de mostaza en la punta de una aguja,
no se agarra a los placeres, a ése llamo yo noble.
402. Al que en esta vida
ha efectuado la aniquilación del sufrimiento, que es libre de sus Agregados
(cuerpo-mente) y se ha emancipado de las trabas mentales, a ése llamo yo noble.
403. Aquel cuya sabiduría
es profunda, que posee la Visión Cabal, adiestrado en conocer cuál es el
sendero correcto y cuál el equivocado, que ha alcanzado el final más elevado, a
ése llamo yo noble.
404. Quien no intima con
los que tienen hogar ni con los que no lo tienen, que libre vagabundea, sin
deseos, a ése llamo yo un noble.
405. Aquel que ha dejado
de lado el palo de la violencia hacia los seres, débiles o fuertes, que no mata
ni causa muerte, a ése llamo yo noble.
406. Aquel que es amigo
entre los hostiles, controlado entre los armados, desapegado entre los
apegados, a ése llamo yo noble.
407. Aquel cuyo deseo y
odio, orgullo e ignorancia han caído como la semilla de mostaza desde la punta
de la aguja, a ése llamo yo noble.
408. Aquel que sólo
profiere palabras gentiles, instructivas y veraces, que habla sin ofender a
nadie, a ése llamo yo noble.
409. Aquel que en este
mundo no coge nada que no le den, sea valioso o sin valor, pequeño o grande,
agradable o desagradable, a ése llamo yo noble.
410. Aquel que no tiene
anhelos en este mundo ni en el próximo, libre de deseos y emancipado, a ése
llamo yo noble.
411. Aquel que a través
del conocimiento, está libre de dudas, y se ha establecido firmemente en el
Nibbana, a ése llamo yo noble.
412. Quien ha trascendido
las ataduras tanto del mal como del bien, libre de pena, libre de
contaminaciones y puro, a ése llamo yo noble.
413. Aquel que está libre
de mancha, inmaculado como la luna, puro, absolutamente sereno y claro, que ha
destruido la sed del devenir, a ése llamo yo noble.
414. Quien ha superado la
avidez, este dificultoso sendero, el océano de vida, la ignorancia, el que ha
cruzado y llegado más allá, que es meditativo, libre de aferramiento y dudas,
que a nada se encadena y ha alcanzado el Nibbana, a ése llamo yo noble.
415. El que ha abandonado
los deseos sensoriales, ha renunciado a la vida mundana y no tiene hogar, ha
destruido todos los deseos sensoriales y devenido libre, a ése llamo yo noble.
416. Aquel que en este
mundo ha superado la avidez, renunciando a la vida mundana y viviendo sin
hogar, el que ha destruido la avidez y devenido libre, a ése llamo yo noble.
417. Aquel que ha
descartado las ataduras mundanas y celestes, y está completamente liberado de
ellas, a ése llamo yo noble.
418. El que está más allá
del placer y el displacer serene, sin manchas, y que ha conquistado sus
Agregados (mente-cuerpo), y es tenaz, a ése llamo yo noble.
419. Aquel que conoce el
camino de los seres que mueren y renacen, que no se apega, que camina hacia el
Nibbana y se ilumina, a ése llamo yo noble.
420. Aquel cuyo destine
ni los dieses ni los semidioses, ni tampoco los hombres conocen, que ha
destruido todas las impurezas y que ha conseguido la meta, a ése llamo yo
noble.
421. Aquel que no se
agarra a los Agregados, que son pasado, futuro o presente, que permanece sin
encadenarse y sin aferramiento, a ése llamo yo noble.
422. Aquel sin miedo, el
noble, el héroe, el gran sabio, el conquistador, sin deseos, el limpio, el
iluminado, a ése llamo yo noble.
423. Aquel sabio que
conoce sus vidas previas, que percibe el cielo y el infierno, que ha llegado al
final de los nacimientos y que ha alcanzado el Conocimiento Supremo y ha
completado su labor viviendo la vida santa, a ése llamo yo noble .
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