1.3. en campo
religioso
El cambio profundo se nota
también en campo religioso. Las religiones tradicionales étnicas o
internacionales se organizan. Se pasa de una pertenencia religiosa tranquila
a un revivir de las religiones. Las religiones toman conciencia de su valor
y de su fuerza, también en relación con la cultura y la política, sea local que
internacional. Hay un retorno a las formas de animismo también entre los
cristianos, que en esto se sienten animados por movimientos de autenticidad, de
nacionalismo cultural, de necesidad de inculturación, sin el debido
discernimiento.
Las religiones se organizan y se sostienen a nivel mundial y adquieren
valor misionero no solamente en sus territorios tradicionales, sino también en
el mundo. Se pasa pues de la autonomía local a la coordinación y al respaldo
mutuo internacional y de la práctica personal a la conciencia política de la
religión. No solamente el Islam, sino también el Hinduismo, el Budismo y
hasta las religiones tradicionales se mueven en esta dirección. Este revivir comporta en todas
partes un mayor pluralismo religioso, acrecentado por el proselitismo de las
comunidades cristianas de tipo carismático sea internacional de tinte americano
como autóctono.
Los cambios culturales y
religiosos han sacudido las seguridades de las metodologías del pasado de los
misioneros. Las luchas étnicas acompañadas de los genocidios se han convertido
en interrogantes sobre la conversión real de los cristianos. El discernimiento
sobre la vuelta al animismo se ha interpretado, a veces, como una raya de
división entre gente del lugar y extranjeros.
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