1.6. A nivel teológico
Con los cambios teológicos 'topan' todas las Iglesias. Los
misioneros los han experimentado más rápida y profundamente por sus contactos
internacionales y por los contragolpes de los cambios acaecidos. El Concilio
Vaticano II y los múltiples cambios socio-eclesiales hacen mudar la
interpretación de la misión en vigor. Se descubren exigencias nuevas, como el
diálogo, la inculturación, el desarrollo, sin lograr siempre integrarlas en todo.
Se pasa del monolitismo misiológico a una crisis de comprensión hasta
alcanzar paulatinamente una integración teológica de los distintos elementos de
la misión. Es posible distinguir tres momentos: la seguridad de los
principios del preconcilio, la incertidumbre y la confusión, una nueva síntesis
progresiva. Esta tercera fase no ha alcanzado a todos los grupos y a todas las
Iglesias con la misma intensidad.
El reequilibrio teológico se ha visto favorecido por el
magisterio y la formación continua. Entre los varios elementos que han estado
en el centro de los pasos mencionados destacan: el concepto de la salvación y
la necesidad de la Iglesia y del bautismo, las motivaciones y las finalidades
de la misión, el concepto y la praxis de las Iglesias locales, el paso de la
adaptación a la inculturación, del choque al diálogo con las religiones, el
compromiso en favor del desarrollo y de la justicia, la espiritualidad...
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