Creación de
estructuras para la comunidad y el gobierno:
Los programas de los
Asociados para un servicio a corto plazo dependen, por lo general, del
Instituto que los organiza. La continuidad y la estructura del grupo las
garantiza el Instituto y, generalmente, a los Asociados les gusta ofrecer su servicio
voluntario por un cierto tiempo con un bajo nivel de participación. Más abierto
es el programa para un servicio a largo plazo, y mayor es la participación que
los Asociados esperan tener en la dirección y organización del programa mismo.
Es un reto para los Institutos misioneros con un programa para los Asociados,
tener la capacidad de crear situaciones y estructuras que permitan la
participación y el auto-gobierno de parte de los misioneros laicos asociados.
En 1994, la Sociedad
Maryknoll, junto con las Hermanas de Maryknoll, ha patrocinado la formación de
la Asociación de los Misioneros Laicos Maryknoll. Se esperaba, entonces, poder
crear un espacio con algunas estructuras de la Iglesia donde los/las
Asociados/as laicos/as y sacerdotes pudiesen participar en la misión ad
gentes, con su propia organización. Esto ha llevado a una cierta separación
y a la posibilidad de formar parte del liderazgo de la asociación. Al mismo
tiempo, bien que haya asociados con quince años de servicio, la continuidad es difícil
y es un reto encontrar a Asociados calificados y deseosos de asumir la
responsabilidad líderes.
Desde que se han creado
estructuras separadas, el reto ha cambiado: de construir espacios de
participación se ha pasado a crear oportunidades para colaborar y trabajar
juntos en la misión. La existencia de tres grupos Maryknoll, Hermanas,
Sacerdotes y Hermanos, Laicos ha dificultado aún más la coordinación de las
obras existentes y el comienzo de nuevas obras en colaboración. Esperemos pasar no sólo de la
dependencia a la independencia, sino también a una relación de
interdependencia.
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