3.2. La puesta en marcha concreta
3.2.1. Lugares
En nuestros antiguos territorios de misión, seguimos
colaborando en el desarrollo de las iglesias fundadas (cfr Constituciones CICM
de 1967, art.2), pero se delinea un movimiento hacia las periferias, los
territorios interiores, las poblaciones indígenas, en menoscabo de las diócesis
o zonas más provistas de sacerdotes.
Filipinas: hacia las poblaciones tribales
Indonesia: hacia las
poblaciones de Irian Jaya
Congo: hacia Kisangani,
una diócesis muy afectada por la rebelión
Kinshasa: parroquias
creadas desde el centro hacia las periferias
A nivel de Instituto se crean nuevas fundaciones con una
nueva visión, según convenciones y contratos. Se abre camino la idea que la
misión es un servicio temporal. Las urgencias misioneras son un
criterio de elección de estas nuevas fundaciones.
Regiones con una mayoría musulmana: Nigeria, Senegal
Regiones asoladas por
las guerras: Mozambique
En el Capítulo CIMC de 1981, Europa se declara una región
misionera, como las demás. Esto implica la posibilidad de destinarle equipos
misioneros y se acompaña de una cierta relativización de el ad extra
geográfico. Sin embargo, para un Instituto como el nuestro, debemos reconocer
que la misión en Europa (reverse mission) comporta ciertas dificultades particulares:
nosotros no tenemos ninguna tradición de la misión en Europa, ninguna
experiencia, es necesario inventarlo todo, la misión es el asunto sobre todo de
no-europeos cuya formación no ha preparado a vivir en un mundo secularizado.
Además, con la disminución de las vocaciones en las Iglesias de Europa, se
corre el riesgo de tapar sencillamente los agujeros de la pastoral diocesana.
3.2.2. Métodos
En la práctica misionera, los esfuerzos descansan sobre
cuatro ejes:
la convicción creciente de la necesidad de la
inculturación del mensaje, en la espera de que la Iglesia local se afirme
y se encargue de ello;
la importancia de una integración del misionero
en la realidad local;
la opción
por las CEB, la formación de líderes laicos, la creación de nuevos ministerios,
la puesta en marcha de centros de formación integral;
una promoción del desarrollo comunitario como
parte integrante de la evangelización, junto con la necesidad de apoyarse
más en los recursos locales.
Se asiste al mismo tiempo a los primeros pasos del diálogo
interreligioso.
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