Capitulo

 1         I|         por una tierra y por una raza sometida y eternamente contraria
 2         I|         ideas; padres de nuestra raza; tostados por el sol del
 3        II|     torno suyo las fuerzas de su raza, tan anárquicas y disgregadas
 4        II|          Norte y del Oriente. La raza eslava y la raza mongólica,
 5        II|     Oriente. La raza eslava y la raza mongólica, el Imperio moscovita
 6        II|        la rivalidad eterna de la raza germánica y de la raza eslava,
 7        II|        la raza germánica y de la raza eslava, sujetas como las
 8        IV|    envilecimiento de una ilustre raza en la servidumbre y la fatal
 9        IV|   estrecha entre los pueblos. La raza esclavona y la raza germánica
10        IV|           La raza esclavona y la raza germánica se disputan el
11        VI|  enemigos irreconciliables de la raza germánica; su empeño en
12       VII|       por otras aún mayores a su raza y a la humanidad, en que
13       VII|  Historia si estas afinidades de raza que ahora expongo provienen
14       VII|         nuestra gran familia, la raza latina, como se interesa
15       VII|       dejamos aparte los vascos, raza de suyo autóctona y antigua, ¿
16       VII|   extraños príncipes de Borgoña, raza extranjera y feudal, mirar
17       VII|     busca el desquite de toda la raza ibera, y abre frente a frente
18       VII|        que animan a toda nuestra raza. ¡Oh! aquel príncipe constante,
19       VII|          que ha de tener nuestra raza y emplear en su futura obra
20      VIII|     Sultán de Constantinopla. La raza bulgárica, como eslava de
21      VIII|        como eslava de suyo, y la raza griega, como helénica, guardan
22      XIII| propensiones naturales a nuestra raza y en recuerdos antiguos
23       XIV|         los intereses de nuestra raza, tan extendidos y arraigados
24       XIV|  dinastías a los intereses de su raza y de su patria, ligados
25       XIV|          los pueblos de la misma raza y de la misma sangre, llamados
26        XV|          más al parentesco de la raza que al parentesco de la
27        XV|        buen sentido natural a su raza y agrandado por la práctica
28        XV|    también excepcional. Pues una raza de tamaño aguante, confesémoslo,
29        XV|    aguante, confesémoslo, es una raza invencible. La política
30        XV|           todos los odios de una raza condenada por Dios a perpetua
31        XV|          guerra con otra enemiga raza, cuyo exterminio le reclamaban
32       XVI|        religión luterana ni a la raza germánica, españoles y católicos
33      XVII| aspiraciones de su gente y de su raza.~ ~Estos constantes impulsos
34      XVII|        respetable. Los alemanes, raza de individualismo tal que
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