Capitulo

 1         I|      dicho con evangélica unción, cuyos acentos recordaban el lenguaje
 2         I|    conflictos revolucionarios, en cuyos escollos podría romperse
 3         I|   Magdalena; en aquel vestíbulo a cuyos pies corre el histórico
 4        II|           están las catedrales en cuyos hieráticos senos las fórmulas
 5       III|     niebla frigidísima, dentro de cuyos pliegues apenas se veían
 6       III|          aquellas proclamas suyas cuyos viriles acentos recogerá
 7        IV|          y corrosivos de tisis, a cuyos ardores pueden acabarse
 8        IV|           o imperiales príncipes, cuyos nombres suponen ciertos
 9         V|         de banderas negras, entre cuyos pliegues se veían sediciosas
10        VI|        por el Canciller alemán, y cuyos primeros ensayos comienzan
11       VII|         árabe al sitio de Mérida, cuyos monumentos le inspiran admiración
12      VIII|           desván de pintor, desde cuyos ventanones descubríanse,
13      VIII|         solitario convento, sobre cuyos claustros se alce un despotismo,
14      VIII|         adormecer a los mares, en cuyos cristales clarísimos los
15      VIII|     escombros y sin recuerdos, en cuyos senos pueden los utopistas
16      VIII|         posee una voz estentórea, cuyos acentos llegan a tener la
17        IX|      llevan el palio inmenso bajo cuyos pliegues entra el Zar; y
18         X|      supersticioso credo sobre en cuyos cánones se asentaba la Francia
19       XIV|   completamente neutral un pueblo cuyos intereses no se libran a
20       XIV|       problemas son múltiples, en cuyos términos van guardados muchos
21       XIV|           el soldado incansable a cuyos pies cayeron, o humillados
22        XV| rencorosos juramentos de Anníbal, cuyos juramentos suelen desvanecerse
23       XVI|     defensa de la patria inglesa, cuyos anales han ilustrado con
24      XVII|         de un pueblo republicano, cuyos altísimos derechos demandan
25      XVII|        misionario panslavista, en cuyos artículos con aires de salmos
26      XVII|           los Imperios de Europa, cuyos trabajadores jamás podrán
27      XVII|         inmenso tapiz persa, bajo cuyos pliegues yacían descabezados
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