Capitulo

 1         I|       imponente, disgustó a los dos partidos que en el seno del Gobierno
 2         I|             Lamartine; de todos los partidos, desde el borbónico hasta
 3        II|           Alemania en Oriente. Esos partidos austriacos tan soñadores
 4        II|          negar toda legalidad a los partidos republicanos, expulsándolos
 5       III| conjuraciones y los combates de los partidos políticos. El estallido
 6       III|           otra de las manías de los partidos revolucionarios en Europa;
 7       III|             discusión continua, los partidos organizados ya y con sus
 8       III|            reunir en uno solo estos partidos opuestos, hacer de estos
 9       III|           sentimiento de honor. Los partidos no se suceden unos a otros
10       III|             huestes de los antiguos partidos monárquicos soñaban con
11       III|        ejercía el gobierno. Los dos partidos gobernantes, radical uno
12       III|         bocetos borrosos de los dos partidos republicanos en formación
13         V|          carácter monárquico de los partidos conservadores, y es otro
14         V|             carácter radical de los partidos republicanos. Los conservadores
15         V|         maniobras anarquistas a los partidos reaccionarios, cuando entró
16        VI|          divide allí en dos grandes partidos. Puede llamarse al uno celto-americano
17        VI|           no basta para dirigir los partidos el voto de sus individuos,
18        IX|           eminente, de los antiguos partidos ingleses, cuando decía que
19        XI|            trazados con lucidez dos partidos en armas, el puro y el hábil.
20       XII|           unas vacaciones todos los partidos, en calma los ánimos y en
21       XII|            aislamiento de todos los partidos civiles, sus caracteres
22       XII|           política. El error de los partidos conservadores consistió
23       XVI|             a los Gobiernos y a los partidos realistas, empeñados en
24      XVII|            judíos y cristianos. Los partidos avanzados quisieran que
25      XVII|         constitucional, pululan los partidos y resuenan con siniestro