Capitulo

1       III|           homicidas sonaban en sus oídos; tranquilo, al presentarle
2         V| muchedumbre que le profería en los oídos palabras de muerte y le
3       VII|        pueden escuchar los humanos oídos en el mundo.~ ~Las naciones
4        IX|      desastre de Maximiliano a los oídos de su protector, un gran
5       XII|   revolucionario que los mandaba y oídos a sus jefes regulares y
6      XIII|           de su grado, abierto los oídos a tal proposición espantosa.
7       XIV|          con sublime resonancia en oídos acostumbrados a los loores
8        XV|    sinfonías de Beethoven nuestros oídos, y con las creaciones de
9        XV|          como el espacio. Nuestros oídos y nuestros ojos se habían
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