Libro, Capítulo

1   II,       X|         no hay duda, sino que la lluvia refresca. Porque el elemento
2   II,       X| experiencia, nos muestran que la lluvia de suyo mitiga el calor;
3  III,     XVI|         copia de nieve, ni tanta lluvia, y no se sienten menguar,
4  III,     XXI|       suficientes para engendrar lluvia, sino sólo delgados, que
5  III,     XXI|  levantan vahos, que no paran en lluvia, sino sólo en nieblas, lo
6  III,     XXI|      suficiente para volverse en lluvia. Y que en la costa del Perú
7  III,     XXI|          levantan para que hagan lluvia. De manera que el abrigo
8   IV,   XXXII|         riegan a mano, porque la lluvia del cielo en los llanos
9    7,   XXVII|      Cargó luego tan copiosísima lluvia, que los indios cobraron
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