Libro, Capítulo

1   IV,     XIX|   de los Andes; pero no son buenas ni bien maduras. Al emperador
2   IV,   XXIII|    las coloradas no son tan buenas de ordinario.~ ~Hay otros
3   IV,  XXVIII|    dicen luego para qué son buenas.~ ~Entre éstas, el bálsamo
4   IV, XXXVIII|    navajas, con que dan muy buenas heridas y navajadas si no
5   IV,     XLI| perpetuo. Son frescas y muy buenas para en tiempo de calores;
6    V,       V|   eterna perdición. Mas con buenas y fáciles razones desengañarlos
7    7,     VII|   de gozo volvieron con las buenas nuevas al pueblo.~ ~La noche
8    7,     XII|   dió al mensajero unas muy buenas armas. Y con esto le avisó
9    7,   XXVII|    heridas ciertas palabras buenas, haciendo la señal de la
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