Libro, Capítulo

  1    1,       I|             sintieron, que el cielo era todo redondo, como en efecto,
  2    1,      IV|         entender para declarar cómo era posible ser la tierra escabelo
  3    1,      IX|            los antiguos a creer que era imposible el pasar los hombres
  4    1,      IX|           la inmensidad del océano, era el calor de la región que
  5    1,      IX|            zona tórrida inhabitable era el ardor del sol, que siempre
  6    1,       X|   inexpugnable. Veían que, en tanto era una región más caliente,
  7    1,       X|             día dijéramos todos que era razón concluyente y matemática,
  8    1,      XI|           aquende, que antiguamente era la más remota, por caminarse
  9    1,     XII|           estrecho de Gibraltar), y era aquella isla que estaba
 10    1,    XIII|           que halló Cristóbal Colón era el Ofir, de donde Salomón
 11    1,    XIII|         mención en el Génesis: 73 y era esta provincia abundante
 12    1,    XIII|            San Jerónimo, el de Ofir era tenido por el más fino,
 13    1,     XIV|         huía, pues saliendo de Jope era imposible navegar a la India
 14    1,     XIV|      prolija. Todo lo cual sin duda era de la India oriental, que
 15    1,     XVI|         referida de Salomón, que no era tan difícil de navegarse.~ ~
 16    1,     XVI|     alcanzaron del arte de navegar, era todo mirando las estrellas,
 17    1,     XIX|          muy lejos, y la navegación era en unos cueros de lobo marino
 18    1,      XX|       pretensión de tener caza, que era otra respuesta, no lo tengo
 19    1,     XXI|      dieciocho días sin ver tierra, era imposible no perderse, sin
 20    1,     XXI|             ve bien cuán ajena cosa era para los indios usar naos
 21    1,     XXI|    averiguar esto, pareciéndome que era negocio de gran momento
 22    1,    XXII|       Platón en su Timeo. Porque si era la isla Atlántida tan grande
 23    1,    XXII|             de oro, y por de dentro era todo de bóveda de marfil
 24    1,    XXII|            infinidad de tierra, que era más que toda la Asia y África
 25    1,   XXIII|           Porque por aquella región era el camino muy largo de año
 26   II,      II|             sin duda que la tórrida era inhabitable~ ~Ahora, pues,
 27   II,      II|        sequedad: y así dijeron, que era a maravilla abrasada y seca,
 28   II,     III|       conforme a buena filosofía.~ ~Era lo postrero que se propuso
 29   II,      IX|          entendieron que la tórrida era seca y caliente, y lo uno
 30   II,      IX|            al sol, por abrigarme, y era en tiempo que andaba el
 31   II,      IX|          todo eso, dice de ella que era templada, abundante y rica.
 32   II,      IX|            pudieron advertir que no era tan inhabitable, como la
 33   II,       X|            averigua alguna cosa que era fuera de nuestra opinión,
 34  III,      IV|         secretos, les enseñó que no era el navegar por el océano,
 35  III,      VI|         mismo aire movido del cielo era el que llevaba los navíos,
 36  III,      VI|        llevaba los navíos, y que no era aquello viento propiamente,
 37  III,      IX|            pensaran los hombres que era aquel el mal de muerte,
 38  III,      IX|              entre ellos, a uno que era de la Compañía y siendo
 39  III,       X|            aspereza del tiempo, que era ya entrado el invierno,
 40  III,      XI|         Sarmiento porfiaba que allí era el estrecho, y tardó más
 41  III,      XI|            la furia del viento, que era travesía, los de la capitana
 42  III,      XI|             de persuadirse que allí era el estrecho. Y porque tenían
 43  III,      XI|           pudo; mas, como el viento era travesía y forzoso, entendió
 44  III,      XI|            entendió de él, sino que era verdadero estrecho, y tierra
 45  III,      XI|     consintieron, pareciéndoles que era ya muy entrado el tiempo
 46  III,     XIV|            Porque, siendo esto así, era claro que el crecer el mar
 47  III,     XIV|         crecer el mar de una parte, era descrecer de otra, que es
 48  III,     XIV|          afirma. Respondióme que no era de esa suerte, sino que,
 49  III,     XIV|            después bajar y menguar, era cosa que cada día la veían,
 50  III,     XIV|             la una y otra creciente era (como tengo dicho) a las
 51  III,      XV|         pescar en el Callao de Lima era para mí cosa de gran recreación,
 52  III,      XV|            Toledo; verdad es que no era en mar, sino en un río,
 53  III,     XVI|         Méjico; después pareció que era más seguro no usarlos; y
 54  III,     XIX|             consta, porque como les era natural aquella región a
 55  III,      XX|            la ciudad del Cuzco (que era antiguamente la corte de
 56  III,    XXIV|          Quito cayó de modo, que no era posible andar por las calles.
 57  III,    XXIV|           fuego sin parar. De éstos era aquél, que en nuestro tiempo
 58  III,    XXIV|         cudicioso se persuadió, que era masa de oro la que ardía,
 59   IV,     III|            saber cuánto de qué cosa era justo dar por tanto de otra
 60   IV,     III|              sino la plata por peso era el precio, como de los romanos
 61   IV,      IV|            auri. Y también entonces era la mayor cantidad de oro
 62   IV,      VI|          dejó, conoció el metal que era muy rico, por la experiencia
 63   IV,      VI|            ciudad de los Reyes, que era vecino en Porco del dicho
 64   IV,      VI|            aquel su vecino labraba, era diferente de lo de Porco,
 65   IV,      VI|            de Diego Centeno, que no era menos rica, aunque era más
 66   IV,      VI|           no era menos rica, aunque era más dura de labrar, y con
 67   IV,      VI|             llamaba Villarroel, que era un español que residía en
 68   IV,      VI|            y fuerza de las aguas. Y era tan rico el metal, que tenía
 69   IV,     VII|  trescientos años, cuya profundidad era de mil quinientos pasos,
 70   IV,     VII|      llamaban corriente, la cual no era marcada y quintada; y es
 71   IV,     VII|            quedaba por quintar, que era toda la que andaba entre
 72   IV,     VII|         riqueza de Potosí, si ya no era la mitad, no se manifestaba,
 73   IV,     VII|         cobranzas por romana (tanta era la grosedad que había);
 74   IV,     VII|         flotas del Perú y Méjico, y era del Rey cuasi la mitad,
 75   IV,      IX|             un ascua roja de fuego, era espectáculo agradable. Ahora
 76   IV,      XI|           el rostro de minio. Y que era estimado en Roma en tanto
 77   IV,     XIV|              vista por el otro, que era de excelente cualidad y
 78   IV,     XIV|           de esmeralda. Por ventura era, como dice Plinio, 174 de
 79   IV,    XVII|         estando en la Española, que era propia comida para contra
 80   IV,     XIX|          sabor no quiso ver qué tal era. De estas piñas en la Nueva
 81   IV,     XXI|        celebraron, y éste de Indias era de una especie; mas visto
 82   IV,     XXI|       principal porque le estimaban era por la sombra que hacía;
 83   IV,     XXI|          aunque la hoja de aquéllos era grande, no en tanto exceso,
 84   IV,    XXII|        tiempo de los reyes Ingas no era lícito a los plebeyos usar
 85   IV,    XXII|      regalada, y en sus sacrificios era la cosa que más ofrecían,
 86   IV,     XXV|             que había una fruta que era carne de membrillo, y otra
 87   IV,     XXV|            de membrillo, y otra que era manjar blanco, porque les
 88   IV,  XXVIII|            del bálsamo de Palestina era pequeño y a modo de vid,
 89   IV,  XXVIII|            árbol antiguo de bálsamo era del tamaño de granados.
 90   IV,     XXX|           del otro castaño o que se era, donde entraban a caballo
 91   IV,   XXXII|           junto a Trujillo, también era hacienda gruesa, y no menos
 92   IV,  XXXVII|           por el cuadro para ver si era pluma aquélla, pareciéndole
 93   IV,  XXXVII|         obras de plumería rica, que era cosa de mucho precio. Hoy
 94   IV,     XLI|           la caza de vicuñas, si no era para fiestas con orden suyo.
 95   IV,     XLI|           los ojos y estarás bueno. Era una poca de carne de vicuña
 96   IV,     XLI|             que los antiguos usaban era enterrar viva la res que
 97    V,       I|           no sabiendo de cierto que era el mismo Dios, pero teniendo
 98    V,     III|            éste hacían adoración, y era el principal que veneraban
 99    V,     III|         llamaban el Pachacamac, que era el principal santuario de
100    V,      IV|          hacen los nublados.~ ~Esta era guaca (que así llaman a
101    V,      IV|     sacrificios. Y en el Cuzco, que era la corte y metrópoli, se
102    V,      IV|          haberlo él averiguado, que era poniendo una como manopla
103    V,      IV|       adoraban el arco del cielo, y era armas o insignias del Inga
104    V,      IV|          las demás guacas o ídolos, era abrir las manos, y hacer
105    V,       V|        todos de peña. Y a la verdad era cosa maravillosa pensar
106    V,       V|           los indios, que el sol no era Dios, sino sólo criado de
107    V,       V|             que estaban con él, que era gran verdad, y que se habían
108    V,       V|            parecía a él, que el sol era Dios, ni lo podía ser. Porque
109    V,      VI|            los que no sabían lo que era, les provocaban a adorarlas.
110    V,     VII|             un hombre tuerto, y que era mejor dársele con dos ojos,
111    V,    VIII|       llenos de grandes disparates. Era oficio de sacerdotes y religiosos
112    V,    VIII|            como si fuera vivo. Y si era rey, o señor de algún pueblo,
113    V,    VIII|             habían servido; lo cual era grandeza entre los señores
114    V,    VIII|            trajes diferentes, según era la cualidad del que moría.~ ~
115    V,      IX|             como está arriba dicho, era Vitzilipuztli; esta era
116    V,      IX|             era Vitzilipuztli; esta era una estatua de madera estrellada,
117    V,      IX|         este ornato y el demás, que era mucho, tenía sus significaciones,
118    V,      IX|           Méjico muy principal, que era el dios de la penitencia
119    V,      IX|       llamaba Tezcatlipuca, el cual era de una piedra muy relumbrante
120    V,      IX|           descubriesen sus delitos, era éste, en cuya fiesta, que
121    V,      IX|           éste, en cuya fiesta, que era de cuatro a cuatro años,
122    V,      IX|         pintaban en otra forma, que era sentado con mucha autoridad
123    V,      IX|            que es cerca de Méjico y era república por sí, adoraban
124    V,      IX|       adoraban un famoso ídolo, que era el dios de las mercaderías,
125    V,      IX|        valor y de diversos colores. Era en figura de hombre, pero
126    V,      IX|           los cholulanos a su dios, era a propósito, aunque ellos
127    V,       X| representación, que en unas fiestas era de un año y en otras era
128    V,       X|            era de un año y en otras era de seis meses y en otras
129    V,      XI|          leemos del otro Micas, que era sacerdote del ídolo vano,
130    V,     XII|       ministros infieles hechiceros era como el demonio les enseñaba;
131    V,     XII|            enseñaba; ordinariamente era de noche, y entraban las
132    V,     XII|           La respuesta de ordinario era en una manera de silvo temeroso,
133    V,     XII|        cuanto les avisaba y mandaba era encaminado a su engaño y
134    V,     XII|           fuese cosa muy principal. Era este templo como el Panteón
135    V,     XII|         casa estaba el Punchao, que era un ídolo del sol, de oro
136    V,     XII|             sol, daba en él, y como era el metal finísimo, volvían
137    V,    XIII|        hermosísimo patio; toda ella era labrada de piedras grandes,
138    V,    XIII|             que servían al ídolo.~ ~Era este patio tan grande y
139    V,    XIII|            templo de Vitzilipuztli, era el del ídolo Tezcatlipuca,
140    V,    XIII|             ídolo Tezcatlipuca, que era dios de la penitencia y
141    V,     XIV|         ejercicio de los sacerdotes era incensar a los ídolos, lo
142    V,      XV|              a quien él las daba; y era hacelles gran merced; este
143    V,      XV|           de estos monasterios, que era gran cuantidad de doncellas
144    V,      XV|        mantenían. ~ ~A ningún padre era lícito negar sus hijas cuando
145    V,      XV|    delinquido contra su honestidad, era infalible el castigo de
146    V,      XV|     santimonia más de por un año; y era de esta manera: dentro de
147    V,      XV|             El ejercicio que tenían era regar y barrer el templo
148    V,      XV|            que a la continua traían era todo blanco, sin labor ni
149    V,     XVI|            el brasero del dios, que era como lámpara, la cual ardía
150    V,     XVI|             de cosas manuales, como era enramar y componer los templos
151    V,     XVI|            sacerdotes; y su vestido era una tela que allá se hace
152    V,    XVII|       sacerdotes y religiosos, como era ayunar cinco y diez días
153    V,    XVII|    Tezcatlipuca, que se dijo arriba era el Dios de la penitencia.
154    V,    XVII|            la fiesta de el Itu, que era grande, ayunaba toda la
155    V,   XVIII|         males. En el segundo género era su ordinario sacrificio
156    V,   XVIII|          res que se mata. Porque si era pintada, se dirigían las
157    V,   XVIII|            no faltase el agua; y si era blanco raso, ofrecíanle
158    V,   XVIII|             con unas palabras; y si era lanudo, con otras, para
159    V,   XVIII|            alumbrase y criase; y si era guanaco, que es como pardo,
160    V,   XVIII|          Perú como en Méjico, donde era muy ordinario el sacrificio
161    V,   XVIII|           de moros. Este sacrificio era el más acepto para contra
162    V,     XIX|        hasta diez; y lo más de esto era en negocios que importaban
163    V,     XIX|            borla al nuevo Inga, que era la insignia del rey, como
164    V,     XIX|            El modo de sacrificarlos era ahogarlos y enterrarlos
165    V,     XIX|             grande y muy general, y era que cuando estaba enfermo
166    V,      XX|          habidos en guerra; y si no era de cautivos, no hacían estos
167    V,      XX|       víctima al sacrificio, porque era de cosa vencida; como también
168    V,      XX|              quasi ab hoste, porque era ofrenda hecha de sus enemigos,
169    V,      XX|             si lo quisieran. La una era, por tener en que ejercitar
170    V,      XX|         tenían en estos sacrificios era que en aquella palizada
171    V,      XX|          una ceremonia con ellos, y era que a todos los ponían en
172    V,      XX|            ordinario del sacrificio era abrir el pecho al que sacrificaban,
173    V,      XX|           ministro de cosa sagrada: era ésta una dignidad suprema,
174    V,      XX|          tenía oficio de matar, que era el sexto de éstos, era tenido
175    V,      XX|          que era el sexto de éstos, era tenido y reverenciado como
176    V,      XX|       pontífice, el nombre del cual era diferente según la diferencia
177    V,      XX|            El nombre de su dignidad era papa y topilzín; el traje
178    V,      XX|           topilzín; el traje y ropa era una cortina colorada a manera
179    V,      XX|             de la cámara del ídolo. Era tan puntiaguda esta piedra,
180    V,     XXI|          capitán famoso; y como tal era después tratado; pero si
181    V,     XXI|            después tratado; pero si era vencido, allí en la misma
182    V,     XXI|           Otro género de sacrificio era cuando dedicaban algún cautivo
183    V,     XXI|           cuya semejanza decían que era. Cada año daban un esclavo
184    V,     XXI|    escarnecidos a los miserables; y era tanta la multitud de los
185    V,     XXI|             una donosa invención, y era, que cuando les parecía,
186    V,     XXI|         toda su contienda y batalla era prenderse unos a otros para
187    V,     XXI|         matarse; porque todo su fin era traer hombres vivos para
188    V,     XXI|          comer a los ídolos; y este era el modo con que traían las
189    V,     XXI|            advertir, que ningún rey era coronado, si no vencía primero
190    V,     XXI|       dioses. Y así, por todas vías era infinita cosa la sangre
191    V,    XXII|             tenía crueldades, y que era muy a nuestro propósito,
192    V,    XXII|             y buena, entendimos que era la verdadera ley, y así
193    V,    XXII|             la escalera abajo, como era su costumbre, cuando llegó
194    V,   XXIII|           hallarse en la corte, que era el Cuzco.~ ~Al cabo de estos
195    V,   XXIII|          mes llamado Coyaraime, que era septiembre, en la fiesta
196    V,    XXIV|            un ídolo tan grande como era el de madera, y poníanle
197    V,    XXIV|            ponían en la cabeza, que era ceremonia ordinaria entre
198    V,    XXIV|          maíz tostado y bledos, que era la misma de que el ídolo
199    V,    XXIV|            la misma de que el ídolo era hecho, hechos a manera de
200    V,    XXIV|             del ídolo Vitzilipuztli era precepto muy guardado en
201    V,    XXIV|            con miel de que el ídolo era hecho; y este manjar se
202    V,     XXV|           ásperas, especialmente si era hombre pobre el que hacía
203    V,     XXV|          limpiarse de sus culpas; y era en esta forma, que poniéndose
204    V,     XXV|         rigurosas penitencias, como era: ayunar, dar ropa, oro,
205    V,    XXVI|         venía a dar a las corvas, y era tanto el peso que en la
206    V,    XXVI|            humo con que se tiznaban era ordinario, de tea, porque
207    V,    XXVI|         negros muy atezados, y ésta era su ordinaria unción, excepto
208    V,    XXVI|           grande ánimo. Esta unción era hecha de diversas sabandijas
209    V,    XXVI|       pedían. Su particular cuidado era andar a caza de estas sabandijas,
210    V,    XXVI|        dioses, diciendo que aquélla era su comida, y así la llamaban
211    V,    XXVI|    siguiente, que por curso natural era imposible saberlas tan presto.
212    V,   XXVII|            opacuna, que llaman, que era bañarse en agua, para quedar
213    V,   XXVII|          viniesen a descansar, como era costumbre entre ellos, y,
214    V,  XXVIII|            adorar a Tangatanga, que era un ídolo, que decían que
215    V,  XXVIII|        cuando se trae el maíz de la era a casa, se hacía la fiesta,
216    V,  XXVIII|       guanacos, que decían que ésta era la fiesta del sol; en este
217    V,  XXVIII|         había muchas, la más famosa era la que llamaban Itu. La
218    V,    XXIX|       fiesta del ídolo Tezcatlipuca era muy solemnizada. Venía esta
219    V,    XXIX|             ídolo Tezcatlipuca, que era a los diez y nueve de mayo.~ ~
220    V,    XXIX|       Aunque este dolor de ellos no era sino por temor de la pena
221    V,    XXIX|      ofrenda de las codornices, que era de los pobres, usaban esta
222    V,    XXIX|        invenciones de manjares, que era cosa de admiración. Hecha
223    V,    XXIX|             llegando al puesto, que era al pie de las gradas, hacía
224    V,    XXIX|        podían, de la cual a ninguno era lícito comer sino a ellos.~ ~
225    V,    XXIX|           él, y cuando éstos morían era el año del jubileo e indulgencia
226    V,     XXX|            llamaba Quetzaalcoatl, y era dios de gente rica, tenía
227    V,     XXX|           superstición asquerosa, y era que iban luego y tomaban
228    V,     XXX|           quitar a éste la tristeza era porque lo tenían por muy
229    V,     XXX|             mercaderes, cuya fiesta era ésta; y llevándolo a la
230    V,     XXX|      comprar esclavos, a cuyo cargo era ofrecer cada año un esclavo
231    V,     XXX|             semejanza de su Dios.~ ~Era este ídolo de los más principales
232    V,     XXX|             el templo en que estaba era de mucha autoridad, el cual
233    V,     XXX|             y baja, que para entrar era menester inclinarse mucho.
234    V,     XXX| continuamente residía allí, el cual era como semanero, porque puesto
235    V,     XXX|           la doctrina de los mozos, era que todos los días, a la
236    V,     XXX|          usamos tañer a la oración. Era tan grande este atambor,
237    6,      II|         cuyo primer mes y principio era por marzo cuando comienza
238    6,      II|        porque su primer día del año era a veintiséis de febrero,
239    6,      II|        brazo de la misma color, que era cuatro diferentes, de verde,
240    6,      II|             una ceremonia donosa, y era, que la última noche quebraban
241    6,      II|      prorrogádoles otro siglo. Este era su modo de contar años,
242    6,     III|            la ciudad del Cuzco (que era la corte de los reyes Ingas,
243    6,     VII|       componían sus poetas, lo cual era imposible aprenderse por
244    6,      IX|           de indios, que su modo no era escribir reglón seguido,
245    6,       X|     ejercitarse en correr.~ ~Cuando era caso de importancia llevaban
246    6,      XI|            de Méjico: en antigüedad era más antiguo el reino de
247    6,      XI|     mejicanos la sucesión del reino era por elección, como el Imperio
248    6,      XI|           Romano, y en los del Perú era por herencia y sangre, como
249    6,     XII|             se llamó Inga Yupangui, era hermana suya, porque los
250    6,     XII|             la sucesión en el reino era del hijo de la Coya. Verdad
251    6,     XII|            lo demás. Por este orden era inmenso el tesoro que en
252    6,     XII|        tomaba la posesión del reino era una borla colorada de lana
253    6,     XII|         Inga la podía traer, porque era como la corona o diadema
254    6,     XII|            que tenían; y, sin duda, era grande la reverencia y afición
255    6,     XII|          inmenso trabajo, que dicen era por ejercitar a los indios,
256    6,     XII|             de nuevo una provincia, era su aviso luego pasar lo
257    6,     XII|             castigo por los delitos era riguroso. Así concuerdan
258    6,    XIII|           los Ingas de sus vasallos era tan particular, que con
259    6,    XIII|             éste llamaban Huno, que era cargo principal; y sobre
260    6,    XIII|             cada año del Cuzco, que era la corte, y volvían para
261    6,    XIII|          que salen del Cuzco, donde era la corte, y se juntaban
262    6,    XIII|             parcialidad, lo cual no era por partes iguales, sino
263    6,     XIV|              según están ajustadas, era forzoso proballa muchas
264    6,     XIV|            un ojo, y, así, del todo era imposible hacer puente de
265    6,      XV|             que impuso a los indios Era incomparable la riqueza
266    6,      XV|           la mayor riqueza de todas era la innumerable multitud
267    6,      XV|        gasto, y todo cuanto sacaban era para el Inga. Con esto hubo
268    6,      XV|             aquellos bárbaros reyes era ser sus esclavos todos sus
269    6,      XV|           La primera parte de ellas era para la religión y ritos,
270    6,      XV|          gastaba en el Cuzco, donde era el universal santuario;
271    6,      XV|            sólo este efecto, y ésta era una gran parte del tributo
272    6,      XV|              porque en unas tierras era más y en otras menos, y
273    6,      XV|           otras menos, y en algunas era cuasi todo, y esta parte
274    6,      XV|            cuasi todo, y esta parte era la que primero se beneficiaba.~ ~
275    6,      XV|             las tierras y heredades era para el Inga; de ésta se
276    6,      XV|      guarniciones y soldados; y así era la mayor parte de los tributos,
277    6,      XV|             y cuidado, y, cuando no era menester, estaba guardado
278    6,      XV|            Y aunque lo que se cogía era del Inga, o del sol, o guacas;
279    6,      XV|           indios cosa propia, si no era por merced especial del
280    6,      XV|            mujer y sus hijos, y así era unos años más, otro menos,
281    6,      XV|         años más, otro menos, según era la familia, para lo cual
282    6,      XV|              porque todo su tributo era labrar y beneficiar las
283    6,      XV|             así de lo que se criaba era una parte para su religión,
284    6,      XV|             gran diligencia, porque era y es toda la riqueza de
285    6,     XVI|           naturaleza, dijéramos que era vida de gran perfección;
286    6,     XVI|            otras mil diferencias. Y era ley inviolable no mudar
287    6,   XVIII|        otros, sino solamente la que era verdadera mujer, con quien
288    6,   XVIII|          matrimonio, porque ésta no era más de una, y recibíase
289    6,   XVIII|         solemnidad y ceremonia, que era ir el desposado a su casa,
290    6,   XVIII|      frailes Franciscos abierto. Si era la novia doncella, la ojota
291    6,   XVIII|            novia doncella, la ojota era de lana; si no lo era, era
292    6,   XVIII|         ojota era de lana; si no lo era, era de esparto. A ésta
293    6,   XVIII|          era de lana; si no lo era, era de esparto. A ésta servían
294    6,   XVIII|        dentro de un año: comúnmente era de menos edad que el marido.~ ~
295    6,   XVIII|              con otras parientas no era prohibido el casarse o amancebarse;
296    6,   XVIII|             sólo el primer grado lo era.~ ~Hermano con hermana tampoco
297    6,   XVIII|          entre los mismos indios no era legítimo aquel matrimonio. ~ ~
298    6,     XIX|         principal a quien adoraban, era el Viracocha Pachayachachic,
299    6,      XX|         Vizaquiráo. Este, aunque no era gran señor, todavía se servía
300    6,     XXI|          para que creyesen que esto era verdad, que aunque estaba
301    6,     XXI|          que éste dejó a su familia era inmensa, y que había de
302    6,    XXII|             rey, porque, en efecto, era legítimo sucesor. Fué grande
303    6,    XXII|            Viracochas, creyendo que era gente enviada de Dios, y
304    6,    XXII|      hubiéramos dado el ejemplo que era razón, aquellos indios habían
305    6,    XXII|        habían acertado en decir que era gente enviada de Dios.~ ~
306    6,    XXIV|        siempre a la guerra, y cuasi era lo principal aquello para
307    6,    XXIV|         Otra fiesta, y más solemne, era la de su coronación, para
308    6,    XXIV|           La corona e insignia real era a modo de mitra por delante,
309    6,    XXIV|         derribada, de suerte que no era del todo redonda, porque
310    6,    XXIV|        redonda, porque la delantera era más alta y subía en punta
311    6,    XXIV|        subía en punta hacia arriba. Era preeminencia del rey de
312    6,    XXIV|         casa de animales que tenía, era casa soberbia y no vista
313    6,    XXIV|                Cuando ya vía que no era posible sustentarse algún
314    6,     XXV|          más honor. Después del rey era el grado de los cuatro como
315    6,     XXV|             lanzas arrojadizas, que era un género de armas que ellos
316    6,     XXV|          hombres. El tercer dictado era de los que llamaban Ezuahuacatl,
317    6,     XXV|           mes por lo menos una vez. Era el tributo de todo cuanto
318    6,    XXVI|             de otra de un bastón, y era esta arma tan furiosa, que
319    6,    XXVI|         modo principal de vencer no era tanto matando, como cautivando;
320    6,    XXVI|            esta orden de caballeros era el mismo rey, también, y
321    6,   XXVII|              Gran orden y concierto era éste de los mejicanos en
322    6,  XXVIII|         estas danzas la mayor parte era superstición y género de
323    6,  XXVIII|         pies, con tal destreza, que era de ver.~ ~En estos bailes
324    6,  XXVIII|        honra de sus ídolos; pero no era eso de su institución, sino,
325    7,      II|            todo su ejercicio y vida era cazar, y en esto eran diestrísimos.
326    7,     III|            que hasta entonces no la era, y tratando ya con esotra
327    7,      IV|             dondequiera que paraban era edificar casa o tabernáculo
328    7,      IV|             bien se parece quién él era, pues no se ha visto ni
329    7,       V|   grandísima hechicera, cuyo nombre era Hermana de su Dios, porque
330    7,       V|          que a él lo agradaban, que era abrir los pechos y sacar
331    7,      VI|             a sus sacerdotes que no era aquél el sitio adonde él
332    7,      VI|          donde estaba su ídolo, que era muy oscura, para que ofreciese
333    7,     VII|            piedra, que, según dijo, era donde por su mandado habían
334    7,     VII|           esto viesen, supiesen que era el lugar donde se había
335    7,     VII|       bienaventurado lugar, que les era prometido; lo cual causó
336    7,     VII|         partiéndose en dos arroyos, era el uno azul espesísimo,
337    7,     VII|      Vitzilipuztli, que en todo les era padre y siempre les había
338    7,    VIII|              y salió de acuerdo que era bien eligir rey a quien
339    7,      IX|          los Topanecas, cuya cabeza era la ciudad de Azcapulco,
340    7,      IX|           el tributo que le pagaban era poco, y que de ahí adelante
341    7,      IX|             les demandaba, y que no era otra cosa sino buscar ocasión
342    7,      IX|           cuando mucho, creerán que era encantamento del demonio,
343    7,      IX|             gran dios, que todo les era fácil. Y a ellos les dijo
344    7,      IX|      tributos; pero que al presente era bien callar y obedecer.
345    7,       X|          barbas de su rostro; y que era necesario fuese valeroso,
346    7,       X|             llamaban divina, porque era la misma con que ungían
347    7,       X|       hicieron su reconocimiento.~ ~Era soltero este rey, y pareció
348    7,       X|            pareció a su consejo que era bien casarle con hija del
349    7,       X|      solemnidad del casamiento, que era atar un canto de la capa
350    7,       X|          dios, se hacía al rey, que era su semejanza, y por eso
351    7,      XI|           hijo Chimalpopoca, aunque era muchacho de diez años, pareciéndoles
352    7,      XI|       pareciéndoles que todavía les era necesario conservar la gracia
353    7,      XI|              porque la de la laguna era cenagosa y mala de beber,
354    7,      XI|             diciendo que ya aquélla era mucha desvergüenza, pues
355    7,      XI|             a servir; que ¿qué cosa era aquélla, o de qué presumían
356    7,      XI|     determinación de los suyos, que era matar a los mejicanos, rogóles
357    7,      XI|           reciamente, afirmando que era mal consejo, porque Chimalpopoca,
358    7,      XI|         porque Chimalpopoca, aunque era de su sangre, era por vía
359    7,      XI|            aunque era de su sangre, era por vía de madre, y que
360    7,      XI|             convenía quitar la vida era a Chimalpopoca, rey de Méjico,
361    7,      XI|            Añadieron que su intento era o morir o vengar tan grande
362    7,     XII|           que habéis perdido al que era la luz y guía en esta república
363    7,     XII|         culebra de navajas, el cual era hijo del primer rey Acamapíchtli,
364    7,     XII|           esclava suya; y aunque no era legítimo, le escogieron,
365    7,     XII|     costumbres, en valor y esfuerzo era el más aventajado de todos.
366    7,     XII|            nuevo rey de Azcapuzalco era piadoso, que le pidiesen
367    7,     XII|            y, oída su embajada, que era pedirle paz con honestos
368    7,     XII|    Azcapuzalco quisiera paz, porque era de buena condición, los
369    7,     XII|          dió la nueva que la guerra era ya rompida sin remedio,
370    7,    XIII|          ellos ya se tenían, que no era pequeño, y mandó que estuviesen
371    7,    XIII|            saquearon la ciudad, que era riquísima. Y no contentos
372    7,     XIV|          principal de los Tepanecas era Azcapuzalco, había también
373    7,     XIV|             acogerse al templo, que era muy fuerte, con otros tres
374    7,      XV|           habiendo quien dijese que era bien reconocerles, desde
375    7,      XV|       aunque en gente y aderezos no era muy desigual de ambas partes,
376    7,      XV|              No escarmentaron, como era razón, algunos comarcanos,
377    7,      XV|            su perdición. Cuytlavaca era una ciudad puesta en la
378    7,     XVI|            provincia de Chalco, que era de gente belicosa. Este
379    7,     XVI|            y con tanta policía, que era no menos de ver la entrada
380    7,     XVI|            amó y estimó mucho, como era razón.~ ~La guerra en que
381    7,     XVI|          donde él subiese. Creyendo era ceremonia de quererse más
382    7,    XVII|           otro. Porque decía él que era mejor para la república
383    7,    XVII|           él solo, pues sin ser rey era cierto que había de trabajar
384    7,    XVII|     pareciéndole que sin ser rey lo era, pues cuasi mandaba a los
385    7,   XVIII|            séptimo rey de Méjico Ya era muy viejo en este tiempo
386    7,   XVIII|             los reyes de Tezcuco, y era esta preeminencia suya.
387    7,   XVIII|   estuviesen quedos hasta ver quién era vencedor de los dos. Y obedecido
388    7,     XIX|    principal de aquella ciudad, que era un famosísimo hechicero,
389    7,     XIX|        ciudad, y todo lo caído, que era ruín edificio, lo reparó
390    7,      XX|            las cosas de este rey.~ ~Era Motezuma de suyo muy grave
391    7,      XX|          supremo consejo, de que él era, ponía admiración su aviso
392    7,      XX|        donde, aun antes de ser rey, era temido y respetado. Estaba
393    7,      XX|           del negocio tan arduo que era regir tanta gente, fuese (
394    7,      XX|         molledos y espinillas, como era costumbre. Pusiéronle sus
395    7,     XXI|         mucho inconveniente, porque era enajenar y apartar de sí
396    7,     XXI|     desechados. Replicó él, que eso era lo que él quería, y que
397    7,     XXI|      servicio que los tales hacían, era cual ellos eran, con que
398    7,     XXI|              que pará su coronación era necesaria. Habíase rebelado
399    7,     XXI|         pasados habían hecho: tanto era el temor y respeto que le
400    7,    XXII|          andaban ricos y lucidos.~ ~Era en extremo amigo de que
401    7,    XXII|            cayendo en algo de esto, era luego sentencia de muerte
402    7,    XXII|              su trato con los suyos era poco, raras veces se dejaba
403    7,   XXIII|             endemoniados, que Jesús era el salvador, que había venido
404    7,   XXIII|              El rey de Tezcuco, que era gran mágico y tenía pacto
405    7,   XXIII|          acostumbraban, entendiendo era pronóstico de gran mal.
406    7,   XXIII|        multitud de centellas: dicen era su figura de una cola muy
407    7,   XXIII|           el labrador, entendió que era el gran Motezuma. Respondió
408    7,    XXIV|    informado los españoles de quién era su rey y de su gran potencia,
409    7,    XXIV|       dijeron todos que, sin falta, era venido su antiguo y gran
410    7,    XXIV|  pareciéndole a Hernando Cortés que era buena ocasión aquélla para
411    7,    XXIV|          nombre, y que sabía que él era el Topilcin, que les había
412    7,    XXIV|             dando a entender que él era el que decían, de que quedaron
413    7,    XXIV|           traza fuera adelante, que era por bien ganar aquella gente,
414    7,    XXIV|      negocio y cuán poderoso y rico era el reino de Motezuma, parecióles
415    7,    XXIV|      artillería de las naos, y como era cosa jamás vista por los
416    7,    XXIV|         medios muchas veces, porque era grande el trato que tenían
417    7,     XXV|            al camino de Chalco, que era por donde venían los españoles.
418    7,     XXV|       conocieron los hechiceros que era su ídolo, y humilláronse
419    7,     XXV|          sin pena, que su venida no era para quitarle ni disminuirle
420    7,     XXV|           palacio principal, que lo era mucho, y él se fué a otras
421    7,     XXV|      sentado él en su silla: Que él era criado de un gran príncipe,
422    7,    XXVI|         artillería y ballestas, que era grande, a desvialles de
423    7,    XXVI|      estuviesen descansando, porque era su uso en la guerra, cada
424    7,    XXVI|            y sin el favor del cielo era imposible vencerse tantas
425    7,   XXVII|        morada de los españoles, que era donde es agora la iglesia
426    7,  XXVIII|             niego; pero esa riqueza era imposible habella, ni conservalla,
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