Libro, Capítulo

  1    1,     III|      redondez de la tierra sobre la mar.~ ~Y aunque San Agustín28
  2    1,     III|          sobre las aguas y sobre el mar, siendo verdad que antes
  3    1,     III|       debajo de la tierra; y así el mar y aguas que ciñen la tierra
  4    1,     III|             esos grandes golfos del mar océano, y caminando por
  5    1,     III|            de aquella vista. Mas la mar, si la miráis, o ponéis
  6    1,      VI|          ambos polos tiene tierra y mar~ ~No está hecho poco, pues
  7    1,      VI|              podríase pensar que la mar ocupa toda la parte que
  8    1,      VI|         antártico, esté ocupada del mar, pero no es toda ella, antes
  9    1,      VI| congregaciones de aguas se llamaron mar, y como ellas son muchas,
 10    1,      VI|        América es uno el que llaman mar del Norte, y otro el mar
 11    1,      VI|            mar del Norte, y otro el mar del Sur. Y en la India Oriental,
 12    1,      VI|           India Oriental, uno es el mar Indico, otro el de la China.~ ~
 13    1,      VI|   relaciones de otros, que nunca la mar se aparta de la tierra más
 14    1,      VI|       navegan más de mil leguas del mar océano, que esto sería disparate,
 15    1,      VI|        redondo se puede navegar por mar, como en nuestro tiempo
 16    1,      VI|        nunca corre mayor espacio de mar, tomándolo por la parte
 17    1,      VI|           mil leguas. En este mismo mar del sur, aunque no se halla
 18    1,      VI|             mundo. Pues ya por este mar del sur navegan también
 19    1,      VI|          dicen que pasan más, largo mar que viniendo de España a
 20    1,      VI|            continúan y traban el un mar océano con el otro, digo
 21    1,      VI|         océano con el otro, digo el mar del Sur con el mar del Norte,
 22    1,      VI|          digo el mar del Sur con el mar del Norte, por la parte
 23    1,    VIII|            ese infinito piélago del mar océano, parecía cosa increíble
 24    1,    VIII|            pasar esa inmensidad del mar océano, pues de otra suerte
 25    1,    VIII|           incomparable grandeza del mar océano. Y el mismo parecer
 26    1,    VIII|           es imposible navegarse el mar. En una epístola que escribe, 50
 27    1,    VIII|          que después de Cádiz es la mar innavegable de hombres.
 28    1,    VIII|           de Gibraltar navegando la mar. Y aunque es verdad que
 29    1,    VIII|  descubierto y conocido. Ni el otro mar de la India oriental, ni
 30    1,      IX|            que no consentía, ni por mar ni por tierra, pasar los
 31    1,      IX|      algunas partes la grandeza del mar que la ataja.~ ~Hasta aquí
 32    1,      IX|            y en las navegaciones de mar, pues hay gran diferencia
 33    1,      IX|           sí, por atajarlas el gran mar océano. En esto postrero
 34    1,      IX|            demás tiénelo ocupado el mar océano.~ ~Aunque hay muchos
 35    1,       X|           es, a saber, navegarse el mar océano con gran facilidad
 36    1,      XI|             Clemente que, pasado el mar océano, hay otro mundo y
 37    1,      XI|             Gibraltar, costeando la mar, hasta lo último de Arabia,
 38    1,      XI|           los Latiros, salió por el mar Bermejo al mar océano, y
 39    1,      XI|         salió por el mar Bermejo al mar océano, y por él volteando
 40    1,      XI|            fuerza del viento por el mar océano, vino a reconocer
 41    1,      XI|        navegaciones y viajes por el mar; sabía bien, como filósofo,
 42    1,      XI|             fin llegaría a pasar el mar océano, y, pasándole, descubrir
 43    1,      XI|             con que se pasó el gran mar océano.~ ~Y que éste haya
 44    1,      XI|        ahora es otro tiempo,~ ~y el mar de fuerza o de grado~ ~ha
 45    1,      XI|           abajo dice así:~ ~Al alto mar proceloso~ ~ya cualquier
 46    1,     XII|            golfo (y va hablando del mar Atlántico, que es el que
 47    1,     XII|        ellas, cercada del verdadero mar. Esto cuenta Cricias en
 48    1,     XII|         entonces la mayor parte del mar océano, llamado Atlántico,
 49    1,     XII|             este Perú y América. El mar verdadero que dice estar
 50    1,     XII|         firme, declaran que es éste mar del sur, y que por eso se
 51    1,     XII|          por eso se llama verdadero mar, porque en comparación de
 52    1,    XIII|            la China y otro infinito mar; y no es verosímil que atravesasen
 53    1,     XIV|        región de la India; otras la mar, que tiene el color de jacinto
 54    1,     XIV|        navegar a la India por aquel mar; porque Jope, que hoy se
 55    1,     XIV|        llama Jafa, no es puerto del mar Bermejo, que se junta con
 56    1,     XIV|        Bermejo, que se junta con el mar oriental Indico, sino del
 57    1,     XIV|           oriental Indico, sino del mar Mediterráneo, que no sale
 58    1,     XIV|   Mediterráneo, que no sale a aquel mar Indico: de donde se colige
 59    1,     XIV|             rey Josafat) iba por el mar Bermejo a Ofir y a Tarsis;
 60    1,     XIV|      estrecho, que se hace donde el mar Bermejo se junta con el
 61    1,     XIV|         Escritura, comúnmente, o el mar grande, o regiones apartadísimas
 62    1,      XV|           toda ella está rodeada de mar. Por las ciudades del austro
 63    1,     XVI|             fuerza pasó tan copioso mar el linaje de los indios? ¿
 64    1,     XVI|         Pirú. Porqué o vinieron por mar o por tierra; y si por mar,
 65    1,     XVI|          mar o por tierra; y si por mar, o acaso o por determinación
 66    1,     XVI|          nicolaos para pasarlos por mar. Dejando, pues, pláticas
 67    1,     XVI|          animaron a hacer viaje por mar, y no parar hasta dar con
 68    1,     XVI|          pilotos muy diestros en la mar, y que con éstos se hizo
 69    1,     XVI|   embarazarse con la inmensidad del mar océano, pues pudo bien conjeturar
 70    1,     XVI|            día los hombres pasan el mar océano, de cualquiera parte
 71    1,     XVI|           Los que algo entienden de mar, entienden bien lo que digo.
 72    1,     XVI|        marinero puesto en medio del mar sepa enderezar su proa a
 73    1,     XVI|              Si se hallaban en alta mar, tan entrados que por todas
 74    1,     XVI|          navegan grandes caminos de mar guiados de sola su industria
 75    1,    XVII|            y a Panamá; y en estotro mar del sur hasta la China y
 76    1,    XVII|           ido y vuelto, pasando ese mar océano, en el cual cierto
 77    1,    XVII|            muy cierto camino por el mar, y senda muy segura entre
 78    1,    XVII|          fuese yendo sin nao por la mar! Pero porque tus obras no
 79    1,    XVII|            madero, y atravesando el mar se han escapado en un barco.
 80    1,    XVII|            bien: Los que bajan a la mar en naos haciendo sus funciones
 81    1,    XVII|             tan pequeña mande en la mar, y obligue al abismo inmenso
 82    1,    XVII|              que el primero que por mar la descubrió, que fue Vasco
 83    1,    XVII|           que el uso de la aguja de mar no le alcanzaron los antiguos:
 84    1,   XVIII|         tomando, como ahora todo el mar del sur se navega cuasi
 85    1,   XVIII|       arrojado a lo muy adentro del mar océano, ni pienso que lo
 86    1,     XIX|          sigue, que si vinieron por mar, haya sido acaso, y por
 87    1,     XIX|              por inmenso que sea el mar océano, no es cosa increíble.
 88    1,     XIX|             no conocidas, pasado el mar océano. ¿Quién no sabe,
 89    1,     XIX|              hijo de Augusto, en el mar de Arabia, cuentan haber
 90    1,     XIX|           uno desde España hasta el mar Bermejo, y el otro desde
 91    1,     XIX|         arrendados los derechos del mar Bermejo, navegando la vuelta
 92    1,     XIX|             nao de cartagineses del mar de Mauritania fué arrebatada
 93    1,     XIX|        tienen alguna experiencia de mar, el correr a veces temporales
 94    1,     XIX|      aquellos gigantes vinieron por mar, y que hicieron guerra a
 95    1,     XIX|             que se haya navegado la mar del sur, antes que viniesen
 96    1,      XX|            naufragio y tempestad de mar. Mas ofrécese aquí una dificultad,
 97    1,      XX|            hayan venido hombres por mar a tierras tan remotas, y
 98    1,      XX|         embarcarlas y llevarlas por mar a las Indias. La razón porque
 99    1,      XX|             hombres se llevaron por mar con naos, como los vemos
100    1,      XX|           para caza se trajeron por mar, por cierto es cosa muy
101    1,      XX|            lobos, y mantenerlos por mar. Cierto es cosa de burla
102    1,      XX|                Pues si vinieron por mar estos animales, sólo resta,
103    1,      XX|           veces: pero pasar todo el mar océano volando es imposible,
104    1,      XX|            dicen que llega hasta el mar Seítico, o hasta el Germánico.
105    1,      XX|             el cabo Mendocino en la mar del sur, tampoco se sabe
106    1,      XX|              no tanto navegando por mar, como caminando por tierra;
107    1,     XXI|           rocas y peñascos sobre la mar; y como veían que andaban,
108    1,     XXI|             más, el cual espacio de mar, no hay duda, sino que pueden
109    1,     XXI|             camino de tierra que de mar; o si hubo navegación, que
110    1,    XXII|     Atlántida, y por eso dejó aquel mar imposibilitado de navegarse,
111    1,    XXII|       collado sacó tres redondos de mar, y dos de tierra, tan parejos
112    1,    XXII|          misma manera anegada en la mar desapareció.~ ~Por cierto
113    1,    XXII|             echan de ver debajo del mar, y los que lo han de echar
114    1,    XXII|           se navega, ni puede aquel mar, porque la mucha lama que
115    1,    XXII|             es notorio que en aquel mar donde dicen había la dicha
116    1,    XXII|             Atlántida, de que aquel mar hoy día se nombra mar Atlántico,
117    1,    XXII|         aquel mar hoy día se nombra mar Atlántico, es de poca importancia,
118    1,    XXII|         Plinio109 que se le puso al mar el nombre de Atlántico.
119   II,      VI|          Magdalena, que entra en la mar entre Santa Marta y Cartagena,
120   II,      VI|             ver que, diez leguas la mar adentro, hacía clarísima
121   II,      VI|           las olas e inmensidad del mar océano. Mas hablándose de
122   II,      VI|           en duda si le llame río o mar. Corre este río desde las
123   II,      VI|         tierra y que va a dar en el mar del sur, y traen, por consecuencia,
124   II,      VI|          río que se ve entrar en la mar de muy cerca, sin saber
125   II,     VII|             levantan de la tierra y mar, y así éstos vapores se
126   II,     VII|           de vapores de la tierra y mar océano; y siendo tanta la
127   II,      XI|       especialmente la vecindad del mar océano~ ~Mas siendo universales
128   II,      XI|            tierra firme, desnuda de mar, sino también en islas cercadas
129   II,      XI|        también en islas cercadas de mar acaece lo propio. La isla
130   II,      XI|          cálida, con estar sobre la mar del norte. Estotra costa
131   II,      XI|        costa del Perú, que cae a la mar del sur, es muy templada.~ ~
132   II,      XI|       especiales puse la primera la mar, porque, sin duda, su vecindad
133   II,      XI|             profundidad inmensa del mar océano no da lugar a que
134   II,      XI|       experiencia que el agua de la mar refresca, y así, en algunos
135   II,      XI|            o cántaros metidos en la mar.~ ~De todo lo cual se infiere
136   II,      XI|          más calor en tierra que en mar coeteris paribus. Y comúnmente
137   II,      XI|           nuevo orbe muy cercana al mar océano, aunque esté debajo
138   II,      XI|             razón diremos que de la mar recibe gran beneficio para
139   II,     XII|            en igual distancia de la mar y en unos mismos grados,
140   II,     XII|         Pues, habiendo de una parte mar, de otra sierras altísimas,
141   II,    XIII|     oriental; y en lo occidental el mar de Panamá, que por eso cría
142   II,    XIII|             eso cría caimanes, y el mar del Brasil. Hay otros mares,
143   II,    XIII|           por cesar el viento de la mar por las mañanas y levantarse
144   II,    XIII|         llaman, o marea o viento de mar, que todo es uno, que comienza
145  III,      II|           que para los que andan en mar es fuerte peligro. Hay vientos
146  III,      II|             y cuajan la playa de la mar; en otras partes llueven
147  III,      II|          ábrego, que llaman los del mar océano sur, y los del Mediterráneo
148  III,      II|            poco espacio de tierra o mar un mismo viento tiene propiedades
149  III,     III|           línea, y muy dentro en la mar. Y en Potosí el viento que
150  III,      IV|           brisas No es el camino de mar como el de tierra, que por
151  III,      IV|            de Tebas a Atenas. En la mar no es así, por un camino
152  III,      IV|          galeras costeando.~ ~En el mar Océano en ciertos parajes
153  III,      IV|           en la tórrida señorean la mar siempre los vientos que
154  III,      IV|            Panamá, y de allí por la mar del sur al Perú.~ ~Cuando
155  III,      IV|    navegaciones que se hacen por el mar del sur, navegando de la
156  III,       V|      euroaquilo, que llaman los del mar océano nordeste, y los del
157  III,       V|             en diversas carreras de mar y tierra tienen diversos
158  III,       V|             dichos vientos.~ ~En el mar Mediterráneo, aunque siguen
159  III,       V|              nuestros marineros del mar océano de Indias. Es así
160  III,       V|             que cuando navega en la mar una nao, puede caminar,
161  III,       V|        trillada a los que andan por mar, y no había necesidad de
162  III,      VI|  exhalaciones que se levantan de la mar; y esto causa ser en aquellas
163  III,      VI|            vahos y exhalaciones del mar; y vemos manifiestamente,
164  III,     VII|          ordinario los vahos que la mar levanta; así al revés los
165  III,     VII|        certidumbre de vientos en la mar, que en la tierra. Unas
166  III,    VIII|         vientos y calmas que hay en mar y tierra Lo que se ha dicho
167  III,    VIII|             se ha de entender en la mar en los golfos grandes; porque
168  III,    VIII|           también en las costas del mar en la tórrida, se hallan
169  III,    VIII|          hay mareros que soplan del mar: de ordinario los de mar
170  III,    VIII|            mar: de ordinario los de mar son suaves y sanos, y los
171  III,    VIII|        comienza a encumbrar; los de mar, desde que el sol va calentando
172  III,    VIII|             la llama, humea más. La mar, como tiene más sutiles
173  III,    VIII|          más con la noche, y el del mar, al contrario, más con el
174  III,    VIII|           también se hallan en alta mar. No deja, con todo eso entre
175  III,    VIII|        aunque sea muy adentro en la mar, porque para eso bastan
176  III,    VIII|          exhalaciones y vapores del mar, que se mueven a veces presurosamente
177  III,    VIII|             íbamos muy dentro en la mar, y cuasi debajo de la línea,
178  III,    VIII|           en la tórrida zona por el mar.~ ~
179  III,      IX|             enturbian el agua de la mar, y la ponen verdinegra:
180  III,      IX|           la novedad del aire de la mar, porque aunque es así que
181  III,      IX|        causa es el aire y vahos del mar, lo cual extraña tanto el
182  III,      IX|             Y que sea el aire de la mar el principal movedor de
183  III,      IX|         corriendo cierto aire de la mar fuerte, acaece marearse
184  III,      IX|          que cuanto mas se entra en mar, y se apartan de tierra,
185  III,      IX|            embocando aire de gruesa mar, se siente mucho más aquel
186  III,      IX|       negocio es, que el aire de la mar causa de ordinario ese efecto
187  III,      IX|            sino mucho más que en la mar. Algunos lo tienen por fábula,
188  III,      IX|             suben de la costa de la mar a la sierra, que no en los
189  III,      IX|        ahora se va de ordinario por mar, y algunas veces, por la
190  III,       X|           rodea las Indias, y de la mar del norte y del sur En materia
191  III,       X|            principado tiene el gran mar océano, por el cual se descubrieron
192  III,       X|             porque, o son islas del mar océano, o tierra firme,
193  III,       X|           el nuevo orbe descubierto mar mediterráneo, como le tienen
194  III,       X|             brazos de aquel inmenso mar y hacen mares distintos,
195  III,       X|     columnas de Hércules. Aunque el mar Rojo, desasido de esotros
196  III,       X|           en el océano Índico, y el mar Caspio con ninguno se junta.~ ~
197  III,       X|              como digo, ningún otro mar se halla sino el océano,
198  III,       X|             en dos: uno, que llaman Mar del Norte; otro, Mar del
199  III,       X|         llaman Mar del Norte; otro, Mar del Sur. Porque la tierra
200  III,       X|         tierra vinieron a descubrir mar de la otra parte de ella,
201  III,       X|              Y de ahí quedó nombrar Mar del Sur todo aquel océano,
202  III,       X|          primer descubridor de este mar del sur dicen haber sido
203  III,       X|            dista más de lo dicho un mar del otro.~ ~Han platicado
204  III,       X|         siete leguas y juntar el un mar con el otro, para hacer
205  III,       X|            y trescientas que hay de mar. A esta plática no falta
206  III,       X|             quieren decir que el un mar está mas bajo que el otro,
207  III,       X|           la misma consideración el mar Rojo con el Nilo, en tiempo
208  III,       X|           estrecho, pues, que en la mar del sur halló Magallanes,
209  III,       X|         sino que son islas entre la mar, porque lo que es tierra
210  III,       X|            de ellas se juntan el un mar con el otro amplísimamente,
211  III,       X|          decir, se es todo un mismo mar. Pero de cierto consta haber
212  III,       X|           habiendo ya reconocido la mar del norte, dió la vuelta
213  III,      XI|          sur, hiciéronse mucho a la mar y, con muy próspero viaje,
214  III,      XI|           en fin tornó a salir a la mar, y hízose a lo largo. El
215  III,      XI|           leguas por aquel brazo de mar adentro, sin ver fin de
216  III,      XI|           estrecho, y, salidos a la mar del norte, fueron a no 
217  III,      XI|          dije, procuró hacerse a la mar lo más que pudo; mas, como
218  III,      XI|         estrecho, como vamos por el mar del sur, no corría por el
219  III,     XII|           plático y excelente en la mar, afirmaba ser cosa cierta
220  III,     XII|           que se habían visto en la mar del norte pedazos de navíos
221  III,     XII|           no hubiera paso de la una mar a la otra.~ ~Ítem, refería
222  III,     XII|        tiempos, que venían del otro mar; otros indicios también,
223  III,     XII|        costa de Nueva España por la mar del sur, y aún se piensan
224  III,    XIII|          tiene de espacio, desde un mar a otro, noventa, o cien
225  III,    XIII|        leguas que tiene de largo de mar a mar, se reconoce claro
226  III,    XIII|             tiene de largo de mar a mar, se reconoce claro que las
227  III,    XIII|            entrando por su parte la mar del sur, y va haciendo señal
228  III,    XIII|        setenta leguas hace señal la mar del norte con las suyas.~ ~
229  III,    XIII|         entrada del estrecho por la mar del sur. Estas mismas treinta
230  III,    XIII|        setenta leguas, que entra la mar del norte, se halla fondo,
231  III,    XIII|         venir las unas mareas de la mar del norte y las otras de
232  III,    XIII|             norte y las otras de la mar del sur claramente; y en
233  III,    XIII|     bonancible, vienen las olas del mar del norte muy quebrantadas,
234  III,    XIII|          que entran; y las olas del mar del sur, por ser su profundo
235  III,     XIV|             Del flujo y reflujo del mar océano en Indias Uno de
236  III,     XIV|           es el flujo y reflujo del mar, no solamente por la extrañeza
237  III,     XIV|         diversas playas de un mismo mar.~ ~Hay mares que no tienen
238  III,     XIV|    Mediterráneo superior, que es el mar de Venecia, cosa, que con
239  III,     XIV|           como el océano, y es otro mar de Italia no lo tiene; pero
240  III,     XIV|             que llaman aguas vivas. Mar que tenga el crecimiento
241  III,     XIV|             en que llena y vacía la mar cada día dos leguas, como
242  III,     XIV|    diferencia. Lo común es tener el mar océano creciente y menguante,
243  III,     XIV|       movimiento local del agua del mar, de suerte que el agua que
244  III,     XIV|             en la parte opuesta del mar cuando es acá creciente.
245  III,     XIV|          otra. Otros afirman que el mar a un mismo tiempo crece
246  III,     XIV|            menguaban las mareas del mar del sur, al tiempo que subían
247  III,     XIV|            subían y pujaban las del mar del norte, y al contrario.
248  III,     XIV|          era claro que el crecer el mar de una parte, era descrecer
249  III,     XIV|            creciendo las mareas del mar del norte y las del mar
250  III,     XIV|             mar del norte y las del mar del sur, hasta encontrarse
251  III,     XIV|       volvían a bajar cada una a su mar; y que este pujar y subir,
252  III,     XIV|            a las setenta leguas del mar del norte y treinta del
253  III,     XIV|             del norte y treinta del mar del sur.~ ~De donde se colige
254  III,     XIV|              donde se junta todo el mar océano entre sí. Porque
255  III,      XV|          del mismo género que en la mar de Europa se hallan, como
256  III,      XV|            sábalos, que suben de la mar a los ríos, dorados, sardinas
257  III,      XV|       llaman bobos, que suben de la mar a los ríos. Besugos, ni
258  III,      XV|             en una poza que hace la mar, un cuarto de un rocín,
259  III,      XV|      pececillos que se hallan en la mar dentro de los trópicos,
260  III,      XV|       escapar de ellos saltan de la mar, y van buen pedazo por el
261  III,      XV|   cruelísimamente a la orilla de la mar. El caimán con su cola daba
262  III,      XV|          ballena, y da golpes en la mar, y levanta montes de agua,
263  III,      XV|          ordinario los indios en la mar. Hacen unos como manojos
264  III,      XV|        llévanlas a cuestas hasta la mar, donde arrojándolas con
265  III,      XV|             caballeros se entran la mar adentro, y bogando con unos
266  III,      XV|            una y dos leguas en alta mar a pescar; llevan en los
267  III,      XV|        porfía cortando las olas del mar, que es bravo allí donde
268  III,      XV|           sus balsas entraron en la mar: a la vuelta, el Inga tuvo
269  III,      XV|             verdad es que no era en mar, sino en un río, que llaman
270  III,      XV|           ya que hemos salido de la mar, vamos a esotros géneros
271  III,     XVI|       hallan en Indias En lugar del mar Mediterráneo, que gozan
272  III,     XVI|        amarga y salobre como la del mar; pero es tan gruesa, que
273  III,     XVI|      después se hace río, y va a la mar del sur; de la otra dicen
274  III,     XVI|            una es salobre y como de mar, otra clara y dulce, causada
275  III,    XVII|             estando tan metido a la mar, que no había visto de tierra,
276  III,    XVII|      juntándose con otros sale a la mar del norte con excesiva corriente.
277  III,   XVIII|            brazo que viene hasta el mar del norte. Decíanos un religioso
278  III,   XVIII|         viene ya a mezclarse con el mar, que es cuasi debajo, o
279  III,   XVIII|             excede a la anchura del mar Mediterráneo; aunque otros
280  III,   XVIII|             del Perú, y entra en la mar en altura de treinta y cinco
281  III,   XVIII|          comparación, y deja hechos mar los campos que bañan por
282  III,     XIX|          baja es la que es costa de mar, que en todas las Indias
283  III,     XIX|            Vivían de pesquerías del mar y de las sementeras que
284  III,     XIX|          parte de toda la costa del mar es de esta suerte en Indias,
285  III,     XIX|         mayormente por la parte del mar del sur. En nuestro tiempo
286  III,     XIX|            la costa el comercio por mar con España, del cual pende
287  III,     XIX|     beneficio de la contratación de mar y la fertilidad de vino,
288  III,     XIX|           mayormente distando de la mar. Tiene también cuasi canta
289  III,      XX|          los llanos son costa de la mar, la sierra es todo cuestas
290  III,     XXI|             corre más del viento de mar, el cual, no teniendo contrario,
291  III,   XXIII|            ochenta o cien leguas de mar en medio.~ ~Y es cosa maravillosa
292  III,    XXIV|            que los navegantes de la mar del sur descubren de muy
293  III,    XXVI|            pueblos muy apartados de mar y aguas sienten menos de
294  III,    XXVI|            hombres, y hizo salir la mar de sí por algunas leguas,
295  III,    XXVI|            Hizo también entonces la mar el mismo movimiento que
296  III,    XXVI|        mediterráneas y apartadas de mar sienten a veces grandes
297  III,    XXVI|            y no mucha distancia del mar Adriático, antes parece
298  III,   XXVII|           se abrazan la tierra y la mar Acabaré con este elemento
299  III,   XXVII|            mansamente. Hay donde la mar se entra por la tierra adentro
300  III,   XXVII|            la tierra con echar a la mar unas puntas que llega a
301  III,   XXVII|        porque se hallan islas en la mar del sur, y otras en la del
302  III,   XXVII|              que salen en medio del mar, y junto a ellos no se halla
303   IV,      IV|            libro de la historia del mar Eritreo, o Bermejo, según
304   IV,     XII|              y de allí se lleva por mar a Arica, y de allí a Potosí
305   IV,      XV|          los ostiones o conchas del mar, entre la misma carne, y
306   IV,      XV|             más abundancia es en el mar del sur, cerca de Panamá,
307   IV,      XV|            y mejores se sacan en el mar del norte, cerca, del río
308   IV,      XV|          las peñas y escollos de la mar. De allí los arrancan y
309   IV,      XV|            del agua allá dentro del mar es grande, y mucho mayor
310   IV,    XVII|          valles y de la costa de la mar, y de los españoles regalados,
311   IV,   XXXII|     arenales; o si es humedad de la mar (como otros piensan), hase
312   IV,   XXXII|             está hacia los llanos y mar, está verde y da fruta en
313   IV,   XXXIV|            siendo verosímil que por mar pasasen en Indias, pues
314   IV,    XXXV|                 que muchas pasan la mar y van a regiones muy extrañas,
315   IV,    XXXV|           tan grande golfo, como el mar océano de Indias, no 
316   IV,    XXXV|           de Indias hayan pasado la mar descansando en islotes y
317    V,       I|             he sentado en medio del mar.~ ~Este tan malvado apetito
318    V,      IV|         señalan, como luna, lucero, mar, tierra. Los Ingas, señores
319    V,      IV|    celebraban la diosa Tellus; y al mar, que llamaban Mamacocha,
320    V,       V|          las estrellas, y tierra, y mar y cosas generales de naturaleza;
321    V,   XVIII|       llaman mollo, y conchas de la mar, y a veces oro y plata,
322    V,   XVIII|            u ofrecían conchas de la mar, que llaman mollo. y ofrecíanlas
323    V,   XVIII|            conchas eran hijas de la mar, madre de todas las aguas.
324    V,     XXV|           los recibe, llévalos a la mar, donde nunca más parezcan.~ ~
325    V,  XXVIII|      rogándole las llevase hasta la mar, porque allí había de recibir
326    6,       V|             de fuego, de hombre, de mar, y así de lo demás.~ ~Pruébase
327    6,     XII|              y muchas conchas de la mar de todas maneras, y muchas
328    6,    XVII|          Cuzco pescado fresco de la mar (con ser cien leguas) en
329    6,     XIX|        largo; por lo ancho hasta la mar del sur al poniente, y hasta
330    6,    XXII|        cierta gente que vino por la mar había desembarcado y preso
331    6,    XXIV|              y para los pescados de mar tenía estanques de agua
332    6,     XXV|             todo cuanto en tierra y mar se cría, así de atavíos,
333    7,     III|          estos dos mundos, o si hay mar en medio, es tan corto,
334    7,     XVI|       muchos géneros de pescados de mar y de ríos, cuantidad de
335    7,     XVI|       valeroso y virtuoso, llegó de mar a mar, valiéndose en todo
336    7,     XVI|            virtuoso, llegó de mar a mar, valiéndose en todo del
337    7,     XVI|           fué conquistando hasta la mar del norte, y dando vuelta
338    7,   XVIII|          hoy día muy conocido en la mar del sur.~ ~De esta jornada
339    7,     XIX|       puesto donde un gran brazo de mar impedía el paso a los mejicanos.
340    7,     XXI|       provincia muy remota hacia el mar océano del norte: llevó
341    7,    XXIV|         Salvador, aparecieron en la mar del norte unos navíos con
342    7,    XXIV|            a todas las costas de la mar que estuviesen en vela y
343    7,    XXIV|          ocho, vieron asomar por la mar la flota en que vino el
344    7,    XXVI|             la guerra a Méjico, por mar y tierra, con la invención
345    7,   XXVII|       bárbaros, penetrando hasta el mar del sur, cuenta y es autor
346    7,  XXVIII|          Motezuma imperaba desde el mar océano del norte, hasta
347    7,  XXVIII|          océano del norte, hasta el mar del sur, siendo temido y
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