Libro, Capítulo

  1 Prom         |            llover en ella cuando el sol anda más cerca, y otras
  2    1,       I|           mueve y anda, sino que el sol y la luna y las estrellas
  3    1,      II|       tuerce, como es forzoso si el sol y luna y estrellas no dan
  4    1,      II|            diámetro entre ella y el sol, y así estorbar el paso
  5    1,      II|             el paso a los rayos del sol; lo cual cierto no podría
  6    1,      II|           le comunica de la luz del sol. 14 Mas ya esto es demasiado
  7    1,      II|     comunicación del resplandor del sol. También, si lo miramos,
  8    1,      II|            tierra, por pasársele el sol a otra banda. Pues si el
  9    1,      II|            a otra banda. Pues si el sol no pasa por la otra parte
 10    1,     III|          claro, donde dice: Nace el sol y pónese, y vuélvese a su
 11    1,     III|   Neocesariense o el Nacianceno: El sol, habiendo corrido toda la
 12    1,       V|          por el astrolabio toman el sol, y ven en él el altura en
 13    1,     VII|             es el cielo redondo, el sol y las estrellas habrán de
 14    1,    VIII|        parte de la tierra, donde el sol nace al tiempo que a nosotros
 15    1,      IX|        inhabitable era el ardor del sol, que siempre anda encima
 16    1,      IX|            por tener tan cercano al sol, carece de aguas y de pastos.~ ~
 17    1,      IX|          causado de la vecindad del sol, y por esta causa carecer
 18    1,       X|            donde anda de contino el sol, y está abrasada como de
 19    1,       X|          cielo:~ ~De éstas, una con sol perpetuo ardiente~ ~tienen
 20    1,       X|           en medio de las cuatro el sol derrite.~ ~Y otro poeta
 21    1,       X|            mediodía, que tuviese el sol sobre su cabeza, necesariamente
 22    1,       X|             acercarse o alejarse el sol. Y echando de ver que estando
 23    1,       X|           trópico, a donde llega el sol en verano, con todo eso,
 24    1,       X|          cuenta, que si tuvieran al sol tan cerca de sí, que anduviera
 25    1,     XIV|         jacinto cuando reverbera el sol.~ ~Pero con mucha razón
 26    1,     XVI|           sino por las estrellas, y sol y luna. Cuando esto faltaba,
 27    1,    XVII|        verdad que en los relojes de sol portátiles que usamos, es
 28    1,     XXV|           se escondió y conservó el sol y por eso antiguamente le
 29   II,       I|          así, porque cuando anda el Sol por ella, hace en todo el
 30   II,      II|        clarísimamente vemos, que el sol con llegarse calienta, y
 31   II,      II|            acercarse, o alejarse el sol. Lo segundo, y no menos
 32   II,      II|             cuanto se acerca más el sol, y hiere más derechamente
 33   II,      II|     apartare más del movimiento del sol. Así experimentamos, que
 34   II,      II|           al zodíaco, donde anda el sol, son más calientes. Por
 35   II,      II|          que se van más llegando al sol, y son heridas más derecho
 36   II,      II|        participar más el fervor del sol. Añaden algunos otros razón
 37   II,      II|          calor, una la vecindad del sol, otra herirla derechos sus
 38   II,      II|            causarla el acercarse el sol, y la humedad el alejarse
 39   II,      II|           la humedad el alejarse el sol: porque la noche, como es
 40   II,      II|              El invierno, cuando el sol está más lejos, es más frío
 41   II,      II|      lluvioso; el verano, cuando el sol está más cerca, es más caliente
 42   II,     III|           tanto es mayor, cuanto el sol está más cercano a la tierra.
 43   II,     III|          zona, que al tiempo que el sol anda encima muy cercano.
 44   II,     III|            y sin lluvias, en que el sol anda más apartado; y al
 45   II,     III|         caen, que aquella en que el sol anda más cercano y vecino.
 46   II,     III|         antártico, entonces está el sol más lejos, cuando está más
 47   II,     III|          adelante, y acercándose el sol al círculo de Capricornio,
 48   II,     III|    diciembre. Y cuando volviendo el sol de Capricornio hiere encima
 49   II,     III|        claro; y es la causa, que el sol, pasando la equinoccial
 50   II,     III|           muchas lluvias, cuando el sol se torna hacia ellas, y
 51   II,     III|          que todo es uno, cuando el sol se aleja, es el tiempo sereno
 52   II,     III|           mucho o poco apartarse el sol, así es tener la tierra
 53   II,      IV|             hay más aguas cuando el sol se aparta más~ ~Fuera de
 54   II,      IV|           el frío, al tiempo que el sol se aparta más de aquella
 55   II,      IV|          sequedad vuelven cuando el sol se vuelve a acercar allá;
 56   II,      IV|             por abril, cuando ya el sol pasa del signo de Aries,
 57   II,       V|           más ni menos. Y cuando el sol anda por el cenit de sus
 58   II,       V|          noche por la presencia del sol y por su ausencia en nuestro
 59   II,       V|       invierno, por la vecindad del sol, o por su apartamiento,
 60   II,       V|         movimiento propio del mismo sol, y esa es su definición.
 61   II,       V|         verdad es verano, cuando el sol está en la suma propincuidad;
 62   II,       V|     apartamiento y allegamiento del sol síguese el calor y el frío,
 63   II,       V|        mansa, con que se encubre el sol. Mas como está dicho, verano
 64   II,       V|        vecindad, o apartamiento del sol, se, han de determinar;
 65   II,       V|         tiempo se acerca y aleja el sol, no hay razón para decir
 66   II,       V|          aguas con acercarse más al sol, antes en la tórrida zona
 67   II,      VI|        resuelven en la misma con el sol. Baste esta digresión para
 68   II,     VII|         Trátase la razón por qué el sol fuera de los trópicos, cuando
 69   II,     VII|           que la gran fuerza que el sol tiene en ella atrae y levanta
 70   II,     VII|             más recios; y cuando el sol ya se aparta y se va templando
 71   II,     VII|          que la fuerza poderosa del sol es la que allí causa las
 72   II,     VII|             cuando ya los rayos del sol han tomado toda su fuerza;
 73   II,     VII|             contrarias que el mismo sol cause las lluvias en la
 74   II,     VII|             muy cercano, y el mismo sol las cause fuera de ella,
 75   II,     VII|            se secan y cuajan con el sol y con: el hielo. El sueño
 76   II,     VII|             se ve. Si los rayos del sol son muy flacos, no levantan
 77   II,     VII|           cuando va entrando más el sol. A este tono hay otros mil
 78   II,     VII|        debemos maravillarnos que el sol con su mucha vecindad levante
 79   II,     VII|       lluvias la mucha vecindad del sol, y fuera de la tórrida las
 80   II,     VII|           tanta fuerza el calor del sol, que baste a consumir los
 81   II,     VII|         aquel tiempo de invierno el sol está lejos y los días son
 82   II,     VII|            cuando se va llegando el sol a los que están fuera de
 83   II,     VII|         verano, es ya la fuerza del sol tal, que juntamente levanta
 84   II,     VII|       fuerza del calor ayuda ser el sol más cercano y los días mas
 85   II,     VII|        tórrida, el apartamiento del sol es igual a la mayor presencia
 86   II,     VII|          razón, no llueve cuando el sol está más remoto en la tórrida,
 87   II,     VII|       cuando en la tórrida llega el sol a la suma fuerza y hiere
 88   II,    VIII|            en ella llueve cuando el sol anda más cercano. Pues esto
 89   II,    VIII|            que no llueva estando el sol más cercano, sino más distante,
 90   II,    VIII|           ejemplo: Podrá ser que el sol cause lluvias y el viento
 91   II,    VIII|       lluvias en ella son cuando el sol anda más cerca. ~ ~ ~ ~
 92   II,      IX|           algunas veces me salía al sol, por abrigarme, y era en
 93   II,      IX|             en tiempo que andaba el sol sobre las cabezas derechamente,
 94   II,      IX|             calor sin los rayos del sol, pues acaece en un mismo
 95   II,      IX|             tiempo del año tenía al sol encima de sí; con todo eso,
 96   II,       X|          qué la región que tiene al sol más cercano y sobre sí,
 97   II,       X|            causará de los rayos del sol puro. Pruébase bien esto
 98   II,       X|           que está abrasadísima del sol porque no tiene lluvias
 99   II,       X|            que templen la furia del sol. Las nubes hacen estorbo
100   II,       X|             estorbo a los rayos del sol, para que no hieran tanto,
101   II,       X|           excede en la vecindad del sol, excédenla esotras regiones
102   II,       X|       regiones en la prolijidad del sol. Y es, según razón, que
103   II,       X|        contrarias, que son tener el sol más cercano y más derecho,
104   II,      XI|          caliente con el fervor del sol, de la manera que se calientan
105   II,     XII|        repercusión de los rayos del sol en los lugares bajos y cóncavos,
106   II,     XII|            expuesta a los rayos del sol. Pues si preguntamos ahora
107   II,     XII|            ordinariamente cuando el sol anda por su zenit. Así que,
108   II,    XIII|           que en la región donde el sol se pasea siempre y con su
109   II,    XIII|            se templase el ardor del sol. No parece que iban muy
110   II,    XIII|          parte~ ~está siempre de un sol bravo encendida,~ ~sin que
111   II,    XIII|     corregir tan bravos ardores del sol. Así que por beneficio del
112   II,    XIII|          siendo en marzo, cuando el sol anda por cima. Aquí cierto
113   II,    XIII|         saber, ¿por qué hiriendo el sol en la tórrida, y particularmente
114   II,    XIII|            y en saliendo de ella al sol, luego se siente excesivo
115   II,    XIII|             tan grande el ardor del sol, que, aunque sea en medio
116   II,    XIII|          que queda como quemada del sol del día, son las noches
117   II,    XIII|           faltando de los rayos del sol, con cualquier sombra se
118   II,    XIII|      mañanas y levantarse ya que el sol comienza a encumbrar, por
119  III,      II|             región más apartada del sol, es de suyo frío. El ábrego,
120  III,      II|           celeste, que ha de ser el sol, y movimiento e influencia
121  III,     III|             que es la región que el sol más calienta. Pues la misma
122  III,     III|         norte, a causa de gastar el sol siete días del año más hacia
123  III,      IV|           vienen del nacimiento del sol, que perpetuamente soplan,
124  III,      IV|             más sujeta al ardor del sol; y es al contrario; que
125  III,       V|            el oriente donde sale el sol, y el poniente donde se
126  III,       V|         porque en el nacimiento del sol, de donde se nombra el oriente,
127  III,      VI|             cada día lo vemos en el sol, luna, y estrellas, sino
128  III,      VI|            como lo hace la luna, el sol, y la estrella de Venus.~ ~
129  III,      VI|            es el camino que anda el sol entre los dos círculos de
130  III,    VIII|             medianoche hasta que el sol comienza a encumbrar; los
131  III,    VIII|            los de mar, desde que el sol va calentando hasta después
132  III,    VIII|          humea más ida la llama del sol, como lo hace la leña mal
133  III,    VIII|             marzo, que es cuando el sol anda más derecho encima,
134  III,      XI|            que buscaban, tomando el sol halláronse en cincuenta
135  III,      XI|             la tormenta, tomando el sol se hallaron en cincuenta
136  III,     XIX|            de lo mejor que rodea el sol) mírese que, por doquiera
137  III,     XIX|           para templar el calor del sol. Y así, todo lo más habitado
138  III,      XX|         cuando más desviado anda el sol, y lo contrario cuando más
139  III,   XXIII|      siempre ganando día, porque el sol les va saliendo más presto;
140  III,   XXIII|            o atrasándose, porque el sol les va saliendo más tarde,
141  III,   XXIII|         computación de eclipses del sol y de la luna. Agora, pues,
142  III,   XXIII|           que van al nacimiento del sol, van contando el día más
143  III,    XXIV|             por la mañana salido el sol, y a la noche cuando se
144   IV,       I|           por virtud y eficacia del sol, y de los otros planetas,
145   IV,      VI|          tener la color gastada del sol y agua, y llevólos a Porco
146   IV,    VIII|           mirando al nacimiento del sol; a la occidental no se halla
147   IV,    VIII|             que nunca los visita el sol, no sólo hay perpetuas tinieblas,
148   IV,    XVII|            y déjanlas secar bien al sol y, quebrantándolas, hacen
149   IV,     XXI|             suerte que no había más sol debajo de un plátano que
150   IV,    XXII|              que para guardarle del sol y que no le queme, ponen
151   IV,   XXVII|        bueno. La flor que llama del sol es cosa bien notoria, que
152   IV,   XXVII|             que tiene la figura del sol y se vuelve al movimiento
153   IV,   XXVII|            vuelve al movimiento del sol. Hay otras que llaman claveles
154   IV,     XXX|          cuales, también por ver el sol y tomar algún tino, por
155    V,      II|           se adora es general, como sol, luna, fuego, tierra, elementos;
156    V,      IV|     comúnmente veneran y adoran, el sol, y tras él esotras cosas,
157    V,      IV|         después del Viracocha y del sol, la tercera guaca o adoratorio
158    V,      IV| sacrificaban también niños, como al sol. A estos tres que he dicho,
159    V,      IV|            que he dicho, Viracocha, sol y trueno, adoraban en forma
160    V,      IV|            supremo Dios adoraban al sol; y así a Hernando Cortés,
161    V,      IV|             V, le llamaban hijo del sol, por la presteza y vigor
162    V,      IV|            estas criaturas insignes sol, luna, estrellas, elementos,
163    V,      IV|            o las muchas aguas, o el sol, o la luna, creyeron que
164    V,      IV|          oración al Viracocha, y al sol y a las estrellas, y a las
165    V,      IV|        manos con mi boca mirando al sol, cuando resplandece, o a
166    V,       V|       ciegos indios que adorasen al sol, y la luna, y las estrellas,
167    V,       V|            o cejas, y ofrecerlas al sol, o a los cerros y apachitas,
168    V,       V|       corporales más ilustre que el sol, y es a quien los gentiles
169    V,       V|     persuadido a los indios, que el sol no era Dios, sino sólo criado
170    V,       V|             capitán, pasa entre ese sol que vemos y el Criador de
171    V,       V|          Criador de todo. Porque el sol no es más que un criado
172    V,       V|           sin razón y engaño dar al sol la honra que se le debe
173    V,       V|             antepasados adoraban al sol, dijo que no le parecía
174    V,       V|             le parecía a él, que el sol era Dios, ni lo podía ser.
175    V,       V|            hace sus cosas; y que el sol nunca para de andar, y que
176    V,      VI|            adorar criaturas como al sol y a la milicia del cielo,
177    V,      VI|      estatuas e ídolos en honra del sol y de la luna y de la tierra,
178    V,     XII|       Punchao, que era un ídolo del sol, de oro finísimo, con gran
179    V,     XII|       artificio que, en saliendo el sol, daba en él, y como era
180    V,     XII|          claridad, que parecía otro sol. Este adoraban los Ingas
181    V,     XII|      hermosísima plancha de oro del sol, y como andaba largo el
182    V,     XII|         tahures, diciendo: Juega el sol, antes que nazca.~ ~
183    V,     XIV|            la tercera, a puesta del sol; la cuarta, a media noche.
184    V,   XVIII|          volverle los ojos hacia el sol diciendo diferentes palabras,
185    V,   XVIII|          blanco raso, ofrecíanle al sol con unas palabras; y si
186    V,   XVIII|         cada día un carnero raso al sol, y se quemaba vestido con
187    V,     XIX|           de morir, sacrificaban al sol o al Viracocha, su hijo,
188    V,      XX|         vaheando, se lo mostraba al sol, a quien ofrecía aquel calor
189    V,   XXIII|            forma: Las mamaconas del sol, que eran como monjas del
190    V,   XXIII|            que eran como monjas del sol, hacían unos bollos pequeños
191    V,   XXIII|      bocados, agradeciendo mucho al sol tan grande merced, diciendo
192    V,   XXIII|              ni pensarían contra el sol, ni contra el Inga, y que
193    V,   XXIII|           recibían aquel manjar del sol, y que aquel manjar estaría
194    V,   XXIII|          fidelidad que guardaban al sol y al Inga su rey.~ ~Esta
195    V,   XXIII|     recebillos; y les decían que el sol les inviaba aquello en señal
196    V,     XXV|         ningún hombre, sino sólo al sol para que él los dijese al
197    V,     XXV|             he dicho mis pecados al sol, tú, río, los recibe, llévalos
198    V,  XXVIII|        ponían las tres estatuas del sol y las tres del trueno, padre,
199    V,  XXVIII|             que decían que tenía el sol y el trueno.~ ~En estas
200    V,  XXVIII|        porque las tres estatuas del sol se intitulaban Apointi,
201    V,  XXVIII|       quiere decir el padre y señor sol, el hijo sol, el hermano
202    V,  XXVIII|          padre y señor sol, el hijo sol, el hermano sol, y de la
203    V,  XXVIII|             el hijo sol, el hermano sol, y de la misma manera nombraban
204    V,  XXVIII|          que ésta era la fiesta del sol; en este mes se hacían gran
205    V,  XXVIII|        hielo, el aire, el agua y el sol no dañasen a las chácaras;
206    V,  XXVIII|           sacaban las mamaconas del sol gran cantidad de bollos
207    V,  XXVIII|          confederación y lealtad al sol y al Inga, como está ya
208    V,    XXIX|             por quien vivimos, y al sol, con otros principales dioses
209    V,    XXIX|           hacia el ídolo y hacia el sol, diciéndoles subiesen sus
210    V,    XXIX|             podía, y mostrándolo al sol, y al ídolo, como ya queda
211    V,    XXIX|         comer y beber, a puesta del sol íbanse aquellas mozas a
212    V,     XXX|            a la hora que se pone el sol, tañía un grande atambor,
213    6,      II|          años. Pintaban en medio un sol, y luego salían de él en
214    6,     III|            cada uno, donde salía el sol, y donde se ponía. Estos
215    6,     III|          demás. A estos pilares del sol hacían ciertos sacrificios
216    6,     III|             puede pensar) cuando el sol comienza a volver del último
217    6,     III|            la del año por curso del sol, ni como la del mes por
218    6,      IV|             así como una imagen del sol pintada no se puede decir
219    6,      IV|           es escritura o letras del sol, sino pintura.~ ~Ni más
220    6,      IV|           está escrita esta palabra sol, no percibe el griego ni
221    6,       V|           figuras de cosas, como de sol, de fuego, de hombre, de
222    6,       V|      concibe, como es decir, que el sol calienta, o que miró al
223    6,       V|             calienta, o que miró al sol, o que el día es del sol:
224    6,       V|            sol, o que el día es del sol: finalmente, los casos,
225    6,      IX|            medio, donde pintaban al sol, y de allí iban subiendo
226    6,     XIV|          que bien parecen hijos del sol.~ ~Las puentes que usaban
227    6,      XV|             que es el criador, y el sol, y el Chuquilla, que es
228    6,      XV|             a costa del Inga, o del sol o de las guacas, cuyas tierras
229    6,      XV|           cogía era del Inga, o del sol, o guacas; pero las tierras
230    6,     XIX|           mundo, y después de él al sol; y así el sol, como todas
231    6,     XIX|      después de él al sol; y así el sol, como todas las demás guácas
232    6,     XXI|     habiendo él hecho el cielo y el sol y el mundo y los hombres,
233    6,     XXI|          hacían veneración igual al sol y al trueno y a la tierra
234    6,     XXI|              y que las estatuas del sol y del trueno le hiciesen
235    6,     XXI|       Viracocha más alta que la del sol y del trueno y de las demás
236    6,     XXI|       chacras, tierras y ganados al sol y al trueno y a otras guacas,
237    6,    XXII|             en el famoso templo del sol.~ ~Hoy día se muestran muchos
238    7,     VII|          tendidas, y ella vuelta al sol, recibiendo su calor; alrededor
239    7,     XII|          breve tiempo se eclipsó el sol, y se escureció la tierra,
240    7,     XII|         vuestro rey, salga luego el sol, elegid otro rey, mirad
241    7,   XXIII|            amanecer cuando salía el sol, llegaba al puesto de medio
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