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Libro, Capítulo
1 Prom | intento ambas cosas.~ ~En los dos primeros libros se trata, 2 Prom | en vulgar. En los otros dos libros siguientes se trata, 3 Prom | advertir al lector que los dos primeros libros de esta 4 1, II| haber visto y notado ambos a dos polos, en que el cielo se 5 1, II| cabal, que resulta de los dos elementos, y tiene sus términos 6 1, III| averiguada que, en mirándose dos o tres veces, apenas hay 7 1, VI| Porque siendo así que los dos elementos de tierra y agua 8 1, VI| continúan y corren estos dos mares, grande cosa es que 9 1, VII| de burla convienen estos dos autores: pero en las razones 10 1, IX| y se comprende entre los dos trópicos, que es la mayor 11 1, IX| animales, está entre los dos trópicos en la misma tórrida 12 1, IX| por estar en medio de los dos extremos y en el mismo puesto 13 1, X| esta de en medio hay otras dos regiones de ambos lados, 14 1, X| cruel frío de las otras dos extremas, son templadas. 15 1, X| son templadas. Mas estas dos templadas no se pueden comunicar 16 1, X| le cupo alcanzar aquellas dos grandes maravillas es, a 17 1, X| pudieron persuadir. De estas dos maravillas la postrera, 18 1, XI| hoy día navegan, pasando dos veces la equinoccial, que 19 1, XI| Taprobana? ¿Qué diremos de las dos Etiopías? ¿Qué de los Bracmanes? ¿ 20 1, XI| del de Medea, son más de dos mil; que el océano anchuroso 21 1, XIV| con diversas letras los dos dichos vocablos, teniendo 22 1, XIX| más de lo que en aquellos dos naufragios se navegó, el 23 1, XX| piloto, que por tormenta pasó dos o tres grados arriba del 24 1, XXII| tres redondos de mar, y dos de tierra, tan parejos que 25 1, XXIII| este traje. Y que estos dos vestidos, que solamente 26 1, XXV| que de éste procedieron dos familias o linajes, uno 27 II, I| espacio que hay entre los dos trópicos, se ha de reducir 28 II, II| afirman. Cuanto a las otras dos cualidades, que son humedad 29 II, V| En resolución, en las dos regiones, o zonas templadas, 30 II, V| España, viendo que aquellas dos cualidades no se aparean, 31 II, VI| sin duda toman de ancho dos leguas y más, no pudiéndolas 32 II, IX| bien decir de las otras dos cualidades, que son calor 33 II, X| Mirándolo ahora en común, dos causas son generales para 34 II, X| región que está entre los dos trópicos tiene menos desigualdad 35 II, X| pues, en una balanza estas dos propiedades de la tórrida, 36 II, X| parecerá que igualan a otras dos contrarias, que son tener 37 II, XI| universales y comunes las dos propiedades que he dicho, 38 II, XII| filósofos afirman que las dos regiones extremas del aire, 39 II, XIV| Adviértese al lector que los dos libros precedentes se escribieron 40 III, II| Habiéndose, pues, en los dos libros pasados tratado lo 41 III, III| universales cualidades como los dos dichos. Pero comúnmente 42 III, IV| se sientan. En donde hay dos cosas maravillosas: una, 43 III, IV| las Filipinas, y navegó dos mil y setecientas leguas 44 III, IV| habiendo hecho su viaje en dos meses, sin faltarles jamás 45 III, V| navegar cuentan treinta y dos diferencias de vientos, 46 III, V| cuentan más de treinta y dos porque estas divisiones 47 III, V| rigor, como ponen treinta y dos, podrían poner sesenta y 48 III, V| fabrican haciendo una cruz con dos líneas, que la una vaya 49 III, V| diferencias que son las dos declinaciones mayores que 50 III, V| con razón se cuentan otros dos vientos, que son oriente 51 III, V| por el consiguiente otros dos ponientes contrarios a éstos, 52 III, V| notables del cielo, que son los dos polos, y los dos equinoccios, 53 III, V| son los dos polos, y los dos equinoccios, y los dos solsticios 54 III, V| los dos equinoccios, y los dos solsticios con los opuestos 55 III, V| De manera, que hacen como dos cuadrillas de vientos, de 56 III, V| ni podrá con los otros dos laterales suyos, que son 57 III, VI| cual se han de presuponer dos fundamentos verdaderos: 58 III, VI| moverse circularmente. Esotros dos elementos fuego, y aire 59 III, VI| la suya chica.~ ~De estos dos presupuestos se sigue la 60 III, VI| que anda el sol entre los dos círculos de Cancro y Capricornio.~ ~ 61 III, VIII| a popa. Ya dije, que en dos mil y setecientas leguas 62 III, VIII| viento fresco; y así en dos meses hicieron tan gran 63 III, IX| solamente quiero referir dos: uno, que con dar angustias 64 III, X| océano, y éste dividen en dos: uno, que llaman Mar del 65 III, X| la tierra lo sumo, y los dos mares se allegan tanto uno 66 III, X| Nombre de Dios y Panamá, que dos mil y trescientas que hay 67 III, X| que Dios puso entre los dos mares, de montes y peñas 68 III, X| peligroso de inquirir, si estos dos grandes abismos se juntaban 69 III, XI| Francisco de Toledo armó y envió dos navíos buenos, para que 70 III, XI| y que se juntan allí los dos mares de norte y sur), o 71 III, XII| comunicación, y pasó entre los dos mares al polo antártico, 72 III, XIII| en altura de cincuenta y dos grados escasos al sur; tiene 73 III, XIV| el de cada mes, que son dos; es, a saber, a la entrada 74 III, XIV| y vacía la mar cada día dos leguas, como se ve en Panamá, 75 III, XIV| menstrua; y la cotidiana es dos veces al día natural, y 76 III, XV| y aun no sé si ambos a dos. Yo vi por pasatiempo echar, 77 III, XV| lado y de otro se van una y dos leguas en alta mar a pescar; 78 III, XVI| que no es para beber. Cría dos géneros de pescado en abundancia; 79 III, XVI| por Omasuyo, que son las dos riberas de la laguna, juntan 80 III, XVI| al Collao, hay en lo alto dos lagunas hermosas a una banda 81 III, XVI| de Méjico, en la cual hay dos diferencias de aguas, una 82 III, XVII| como carbón. Salen de él dos manantiales a partes contrarias, 83 III, XVIII| mundo, porque recogido entre dos peñas altísimas tajadas, 84 III, XIX| alta, fría y seca hay los dos beneficios que he dicho 85 III, XIX| que recompensan bien otros dos que tienen las tierras bajas 86 III, XIX| muy calientes. Entre estos dos extremos hay la tierra de 87 III, XX| terriblemente. Lo quinto, corriendo dos cordilleras de montes al 88 III, XX| lo que llaman sierra son dos cordilleras de montes altísimos, 89 III, XX| de aquellos reinos), las dos cordilleras que he dicho 90 III, XXI| los llanos, se suelen ver dos como cielos, uno claro y 91 III, XXIII| libro se dijo. En las otras dos zonas polares tampoco se 92 III, XXIII| perfecto del universo, las dos coronas de Portugal y Castilla, 93 III, XXIII| Filipinas llegó a Macán en dos de mayo, según su cuenta; 94 III, XXIII| cuando los otros cuentan a dos; y los unos ayunan sábado 95 III, XXIII| tornasen a juntar, se llevarían dos días de diferencia en su 96 III, XXIV| arena, en cuya subida gastan dos días; pero no han hallado 97 III, XXV| tiene de diámetro más de dos mil leguas, no se puede 98 III, XXVI| pocos años el de ochenta y dos fué el temblor de Arequipa, 99 III, XXVI| la tierra adentro cuasi dos leguas, porque subió más 100 III, XXVII| admirable. Tienen estos dos elementos partida entre 101 III, XXVII| leguas al derredor, se ven dos como torres altísimas, o 102 IV, V| sabanas a campos. Estas son en dos maneras: unas llaman sueltas, 103 IV, VI| antártico, veintiún grados y dos tercios, de suerte que cae 104 IV, VI| Tendrá la dicha población dos leguas de contorno; en ella 105 IV, VII| peñas, y sacar agua, son dos trabajos insufribles para 106 IV, VII| la mitad, y de éstas las dos tercias partes del Perú.~ ~ 107 IV, VIII| Saca un hombre carga de dos arrobas atada la manta a 108 IV, IX| plata, va de ordinario entre dos peñas que llaman la caja, 109 IV, IX| el que de un quintal da dos, o tres pesos, o cinco, 110 IV, IX| Ahora si llegan a mil o dos mil guayras, será mucho, 111 IV, X| barreño de azogue echar dos libras de hierro, y andar 112 IV, XII| beneficiadas se sacarán más de dos mil quintales de azogue.~ ~ 113 IV, XII| que es cosa de ver; de dos de estas piñas se hace una 114 IV, XII| azogue, que jamás baja de dos mil y trescientos y ochenta 115 IV, XIII| de plata y metales restan dos cosas por decir: una es 116 IV, XIII| pasar adelante a los otros dos propuestos de plantas y 117 IV, XIV| menos de cuarenta mil hacer dos pares como aquél. En diversas 118 IV, XIV| partes cuatro y en partes dos, y que en su tiempo en Tiro 119 IV, XIV| vine de Indias, trajeron dos cajones de esmeraldas, que 120 IV, XV| gruesas. Raras veces se hallan dos que en todo convengan en 121 IV, XV| Cuando se aciertan a topar dos que en todo convengan, suben 122 IV, XV| llegasen al valor de las dos perlas de Cleopatra, que 123 IV, XV| otra dice que, partida en dos, fué puesta en el Panteón 124 IV, XVI| cañas y cada una lleva una o dos mazorcas, donde está pegado 125 IV, XVI| Francisco de Toledo, que dos cosas tenía de sustancia 126 IV, XIX| chabacanas. Estas tienen dos o tres hosezuelos pequeños 127 IV, XX| siete se trajeron veinte y dos mil cincuenta y tres quintales 128 IV, XXI| crecido como estado y medio o dos, echa un racimo sólo de 129 IV, XXI| menos, y grueso como de dos dedos o tres, aunque hay 130 IV, XXII| coca en el Perú; y ambos a dos árboles son de no poca superstición. 131 IV, XXII| cesto de coca en el Cuzco de dos pesos y medio a tres, y 132 IV, XXII| mercadería a manadas, con mil y dos mil y tres mil cestos. El 133 IV, XXIV| y mayores; tienen uno o dos huesos dentro; es la carne 134 IV, XXXIII| innumerable multitud. Y de esto en dos maneras: uno ganado manso, 135 IV, XXXIII| y quinientos y treinta y dos pesos. Cuando descarga una 136 IV, XXXV| han pasado en una de las dos maneras dichas. Cuanto a 137 IV, XLI| estos carneros o llamas en dos especies: unos son pacos 138 IV, XLI| de tejer lana, labran a dos haces todas las labores 139 IV, XLI| manadas de carneros con mil y dos mil barras, y mucho más, 140 IV, XLI| viaje largo no caminan sino dos o tres leguas, o cuatro 141 IV, XLI| y acaece esperarle bien dos y tres horas, a que se desempaque 142 IV, XLI| muy pegajoso. Un carnero o dos que tenga un indio, no lo 143 IV, XLII| unas veces una, y otras dos, tres y cuatro. En la figura, 144 IV, XLII| crece. Yo vi en el Perú dos piedras fundadas sobre dos 145 IV, XLII| dos piedras fundadas sobre dos piñones de Castilla, y a 146 V, I| esto, principalmente, son dos. Uno es el que está tocado 147 V, I| enemigos de Dios. Y son dos los males que hace el demonio 148 V, II| idolatría a cabezas, hay dos linajes de ella: una es 149 V, II| primera de éstas se parte en dos, porque, o la cosa que se 150 V, II| humana, tiene también otras dos diferencias: Una de lo que 151 V, IV| o insignias del Inga con dos culebras a los lados a la 152 V, IV| los mismos adoran otras dos que andan cerca de ella, 153 V, VII| que era mejor dársele con dos ojos, y pareciéndole bien 154 V, IX| Estaban siempre juntos estos dos ídolos, porque los tenían 155 V, XII| Ingas.~ ~Entre todas fueron dos señaladas: una que llaman 156 V, XIII| por remate de los estribos dos indios de piedra, asentados 157 V, XIII| una calzada muy hermosa de dos y tres leguas; y así había 158 V, XIII| cumbre del templo estaban dos piezas como capillas, y 159 V, XIII| capillas, y en ellas los dos ídolos que se han dicho 160 V, XIII| curiosidad, porque estos dos templos eran como iglesias 161 V, XV| uno, en el cual estaban dos géneros de mujeres: unas 162 V, XV| templo principal, había dos casas de recogimiento, una 163 V, XVI| asentada en su silla, con dos chinos delante de ella arrodillados 164 V, XVI| la cerca del gran templo dos monasterios, como arriba 165 V, XVII| ninguna había de servir dos veces.~ ~Demás de esto tenían 166 V, XVII| grande, ayunaba toda la gente dos días, en los cuales no llegaban 167 V, XVIII| despoblados. Al encuentro de dos ríos hacen particular reverencia 168 V, XX| a esto Motezuma que por dos causas no habían allanado 169 V, XX| las gradas, que no había dos pies de espacio entre la 170 V, XXIV| su dios Vitzilipuztli, y dos días antes de la fiesta, 171 V, XXVIII| señores del Perú, tenían dos géneros de fiestas: unas 172 V, XXVIII| ella ayunaba toda la gente dos días, en los cuales no llegaban 173 V, XXVIII| comían y bebían, y bailaban dos días con sus noches, diciendo 174 V, XXIX| llevando delante de sí dos sacerdotes con dos braseros 175 V, XXIX| de sí dos sacerdotes con dos braseros o incensarios incensando 176 V, XXX| le purificaban, lavándole dos veces en un lago, que llamaban 177 V, XXX| la fiesta venían ante él dos viejos muy venerables de 178 6, I| policía y gobierno, para dos fines: el uno, deshacer 179 6, II| luego volvían a contar uno, dos, etc. Partían también los 180 6, II| eran por todos cincuenta y dos años. Pintaban en medio 181 6, II| cabo de los cincuenta y dos años que se cerraba la rueda, 182 6, II| siglo, que eran cincuenta y dos años, y comenzaban otra 183 6, IV| cifras.~ ~De aquí se sacan dos cosas bien notables, la 184 6, IV| escritura, sino de las otras dos maneras, que son imágenes 185 6, VII| siglo, que eran cincuenta y dos años, como se dijo arriba; 186 6, VII| San Pedro y a San Pablo, dos cabezas con coronas, y unas 187 6, VIII| acaece en el Perú a cabo de dos y tres años, cuando van 188 6, VIII| casa una gallina, y acullá dos haces de yerba para sus 189 6, XI| refieren, han durado más de dos mil años, por el gran gobierno 190 6, XI| solamente se han descubierto dos reinos o imperios fundados, 191 6, XI| y policía hicieron estos dos reinos gran ventaja a todos 192 6, XI| España y Francia. De estos dos gobiernos (como de lo más 193 6, XIII| todos sus pueblos usaban dos parcialidades, que eran 194 6, XV| enajenar, ni aun dividir entre dos herederos. Estas tierras 195 6, XV| corte: una rica de cumbí a dos haces; otra vil y grosera, 196 6, XVII| que es legua y media, en dos casillas, donde estaban 197 6, XVII| con ser cien leguas) en dos días o poco más.~ ~Después 198 6, XX| dicen, que dió principio a dos linajes principales de Ingas: 199 6, XXII| haber la división de los dos hermanos y sus gentes; y 200 6, XXIV| a éstos, juntamente con dos señores o reyes sujetos 201 6, XXIV| de la elección se hacían dos maneras de fiestas: unas 202 6, XXVII| y libertad, que son las dos pestes de aquella edad, 203 6, XXVIII| cantar todos, yendo uno o dos diciendo sus poesías y acudiendo 204 6, XXVIII| Ponían en medio del patio dos instrumentos: uno de hechura 205 6, XXVIII| En estos bailes se hacían dos ruedas de gente; en medio, 206 6, XXVIII| bien desviados, salían de dos en dos los demás, bailando 207 6, XXVIII| desviados, salían de dos en dos los demás, bailando en corro 208 7, II| Méjico. Hay en aquella tierra dos provincias: la una llaman 209 7, II| el año de novecientos y dos, a nuestra cuenta.~ ~ 210 7, III| que añuda y junta estos dos mundos, o si hay mar en 211 7, IV| pues, pasado trescientos y dos años que los seis linajes 212 7, VII| sangre; y partiéndose en dos arroyos, era el uno azul 213 7, XI| lástima del muchacho; pero dos principales contradijeron 214 7, XII| puesta en orden, no uno, ni dos, sino muchos y muy excelentes 215 7, XIII| había nombrado. El cual hizo dos partes su gente, y a los 216 7, XIV| que, de tres partes, las dos eran de estos cuatro. Lo 217 7, XVI| noche siguiente acaeció oír dos búhos dando aullidos tristes 218 7, XVIII| saliendo a combatirse los dos señores de Méjico y Tlatellulco, 219 7, XVIII| quién era vencedor de los dos. Y obedecido el mandato, 220 7, XXII| jamás se vestía un vestido dos veces, ni comía, ni bebía 221 7, XXIII| también diversos monstruos con dos cabezas, que llevándolos 222 7, XXIII| todos estos monstruos vencen dos muy extraños: uno fué, que 223 7, XXVI| amparados con las rodelas de dos soldados que iban con ellos. 224 7, XXVI| puentes de madera para pasar dos acequias grandísimas y muy 225 7, XXVI| siguiendo obstinadamente dos o tres días, sin dejarles 226 7, XXVII| en la Florida con otros dos o tres compañeros que solos 227 7, XXVIII| gentes la grandeza de estos dos imperios, que he dicho, 228 7, XXVIII| que la división entre los dos hermanos Atahualpa y Guáscar, 229 7, XXVIII| Arauco y Tucapel, que son dos valles que ha más de veinte