Libro, Capítulo

  1    1,     XIV|        llamamos Indias al Perú, y a Méjico, y a la China, y a Malaca,
  2    1,    XVII|        Lisboa a Goa, y de Sevilla a Méjico y a Panamá; y en estotro
  3    1,     XXV|             los reinos de Perú y de Méjico, que nuestros españoles
  4  III,      IV|            las Filipinas, o China a Méjico, suben a mucha altura, hasta
  5  III,     XVI| especialmente aquella tan famosa de Méjico, en la cual hay dos diferencias
  6  III,     XVI|             cómo es.~ ~La ciudad de Méjico está fundada sobre esta
  7  III,     XVI|      bergantines cuando conquistó a Méjico; después pareció que era
  8  III,     XVI|            se lleva harto pescado a Méjico. La provincia de Mechoacán
  9  III,     XIX|            está todo el contorno de Méjico, y lo que mira el volcán,
 10  III,   XXIII|         tierra, que llaman el Nuevo Méjico, donde dicen hay mucha gente
 11  III,    XXIV|          alguna vez.~ ~El volcán de Méjico, que está cerca de la Puebla
 12  III,    XXIV|           esta relación, estando en Méjico, por una carta de un secretario
 13  III,     XXV|        edificios, como es la que en Méjico se trae para algunas fábricas.
 14  III,    XXVI|        muchos pozos. A la ciudad de Méjico tienen por opinión que le
 15   IV,     III|           Como en las provincias de Méjico usan de cacao, que es una
 16   IV,     III|       comodidad, se labró moneda en Méjico y en el Perú; mas hasta
 17   IV,      IV|          estatuas de oro macizo. En Méjico también hubo mucho de esto,
 18   IV,      IV|           traen también mucho oro a Méjico, pero comúnmente es bajo
 19   IV,     VII|             ambas flotas del Perú y Méjico, y era del Rey cuasi la
 20   IV,      XI|           el azogue para llevarle a Méjico, donde la planta se beneficiaba
 21   IV,      XI|          hombre que había estado en Méjico, y visto cómo se sacaba
 22   IV,    XVII|   empantanada. En Europa, en Perú y Méjico, donde hay trigo, cómese
 23   IV,      XX|            se dice uchu, y en la de Méjico, chili. Esta es cosa ya
 24   IV,     XXI|        tráense de los Andes; como a Méjico, de Cuernavaca y otros valles.
 25   IV,    XXII|            más estimado el cacao en Méjico, y la coca en el Perú; y
 26   IV,    XXIV|            toda entera se quita. En Méjico por la mayor parte son pequeñas,
 27   IV,     XXX|           hacen vino los indios. En Méjico le llaman árbol del Perú,
 28   IV,   XXXII|             de Indias; en islas, en Méjico, en Perú y en otras partes
 29   IV,   XXXII|             dado en Indias, digo en Méjico y Perú; pero hasta hoy no
 30    V,     III|          halla en su modo en los de Méjico, y hoy día en los chinos
 31    V,     III|          del Cuzco, ni en lengua de Méjico; por donde los que predican
 32    V,      IV|            en medio de la ciudad de Méjico. Pero en esta parte la idolatría
 33    V,    VIII|          sacerdotes y religiosos en Méjico (que los había con extraña
 34    V,      IX|           de Nueva España, en lo de Méjico y Tezcuco y Tlascala y Cholula
 35    V,      IX|        poder.~ ~Otro ídolo había en Méjico muy principal, que era el
 36    V,      IX|            Cholula, que es cerca de Méjico y era república por sí,
 37    V,      IX|             los españoles ganaron a Méjico. Es la provincia de Tlascala
 38    V,    XIII|            los soberbios templos de Méjico Pero, sin comparación, fué
 39    V,    XIII|            tales.~ ~Había, pues, en Méjico el Cu, tan famoso templo
 40    V,    XIII|         estaba fundada la ciudad de Méjico, cuatro calzadas en cruz
 41    V,    XIII|               Había en la ciudad de Méjico otros ocho o nueve templos
 42    V,     XIV|             dioses les mandan.~ ~En Méjico hubo en esto extraña curiosidad;
 43    V,      XV|        género de muerte cruel.~ ~En Méjico tuvo también el demonio
 44    V,     XVI|           el demonio puesto, fué en Méjico, porque había en la cerca
 45    V,     XVI|           en estos mozos y mozas de Méjico tanto, que con tan gran
 46    V,    XVII|          sacerdotes y religiosos de Méjico se levantaban a media noche,
 47    V,   XVIII|        frecuente en el Perú como en Méjico, donde era muy ordinario
 48    V,      XX|             se aventajaron a los de Méjico, porque no he leído ni entendido
 49    V,    XXII|            conquistada la ciudad de Méjico, estando en Cuyoacán, le
 50    V,    XXII|             durante la conquista de Méjico. Y otra vez hallaron en
 51    V,    XXIV|         hijos de soberbia ordenó en Méjico, la cual, aunque sea un
 52    V,    XXIV|           una legua de la ciudad de Méjico, llamado Chapultepec, y
 53    V,    XXIV|          volviéndose a la ciudad de Méjico sin hacer pausa. Hacíase
 54    V,    XXVI|         sacerdotes de los ídolos en Méjico se ungían en esta forma:
 55    V,   XXVII|         como se ve en los reinos de Méjico y del Cuzco, donde es cosa
 56    V,   XXVII|       ceremonias; y lo mismo fué en Méjico por el rey Izcoalt, que
 57    V,   XXVII|          que ver con lo del Cuzco y Méjico, donde satanás estaba como
 58    6,       I|          Perú; y en las materias de Méjico, Juan de Tovar, prebendado
 59    6,       I|            que fué de la Iglesia de Méjico y ahora es religioso de
 60    6,      II|           entraron los españoles en Méjico, con una pintura de un hombre
 61    6,       V|   experiencia de esto hallándome en Méjico con unos chinos, y pedí
 62    6,      VI|          más un indio del Perú o de Méjico, que ha aprendido a leer
 63    6,     VII|            juntó en la provincia de Méjico a los ancianos de Tuscuco
 64    6,     VII|           de Tuscuco y de Tula y de Méjico, y confirió mucho con ellos,
 65    6,    VIII|            los de la China y los de Méjico; mas no por eso conservaron
 66    6,    VIII|           con pinturas, como los de Méjico, aunque las del Perú eran
 67    6,      IX|           de arriba abajo.~ ~Los de Méjico, por la misma razón no escribían
 68    6,       X|           tan grandes, los reyes de Méjico y del Perú; o qué modo de
 69    6,       X|              y así, daban premio en Méjico a los tres o cuatro primeros
 70    6,       X|           llevaban a los señores de Méjico pintado el negocio de que
 71    6,      XI|         excedían los Ingas a los de Méjico: en antigüedad era más antiguo
 72    6,     XIX|   Occidentales, excepto el reino de Méjico; para lo cual es de saber
 73    6,     XIX|          monarquía, que hallamos en Méjico y en el Perú, porque los
 74    6,    XXIV|            él por su mano al rey de Méjico.~ ~Fueron los mejicanos
 75    6,  XXVIII|             se llamaban Areytos, en Méjico se dicen Mitotes.~ ~En ninguna
 76    6,  XXVIII|           un pueblo siete leguas de Méjico, vi hacer el baile o mitote,
 77    7,      II|           reino que llaman el Nuevo Méjico. Hay en aquella tierra dos
 78    7,      II|      vinieron a poblar la tierra de Méjico, y en sus librerías hacen
 79    7,      II|             ahora tienen poblada de Méjico, enteros ochenta años.~ ~
 80    7,      II|            entraron en la tierra de Méjico el año de novecientos y
 81    7,     III|    Navatlacas poblaron la tierra de Méjico Estos siete linajes que
 82    7,     III|         orilla de la gran laguna de Méjico, hacia el mediodía, y fundaron
 83    7,     III|         está el famoso volcán entre Méjico y la ciudad de los Ángeles.
 84    7,     III|             grandeza. Estando yo en Méjico año de ochenta y seis, toparon
 85    7,     III|      imperios grandes.~ ~Así fué en Méjico, así fué en el Perú y así
 86    7,      IV|         derivó después el nombre de Méjico y el de su nación mejicana.~ ~
 87    7,      IV|             alcanzado cuando ganó a Méjico.~ ~
 88    7,       V|      Chapultepec Hay de Mechoacán a Méjico más de cincuenta leguas.
 89    7,       V|          hasta ponerse una legua de Méjico, en Chapultepec, lugar célebre
 90    7,       V|            un tunal, donde se fundó Méjico. Vinieron a las manos los
 91    7,      VI|          San Antón, a la entrada de Méjico, y el barrio que se llama
 92    7,     VII|                  De la fundación de Méjico Siendo ya llegado el tiempo
 93    7,     VII|       cuatro barrios principales de Méjico, que hoy día se llaman San
 94    7,     VII|            crecimiento la ciudad de Méjico Tenoxtitlán.~ ~
 95    7,      IX|            se hacen en la laguna de Méjico en medio de la misma agua,
 96    7,      IX|            acrecentado su ciudad de Méjico de muchos edificios, calles
 97    7,       X|            gran fiesta y regocijo a Méjico, e hicieron la ceremonia
 98    7,       X|        aliviados y contentos los de Méjico; mas el contento duró poco,
 99    7,       X|          otro año después el rey de Méjico, Vitzilovitli, dejando de
100    7,      XI|        libertarse.~ ~Pasaban los de Méjico gran penuria de agua, porque
101    7,      XI|  Chapultepec, que está una legua de Méjico, como arriba se dijo; lo
102    7,      XI|             en hora buena en los de Méjico. Cuasi todos venían en esto,
103    7,      XI|          era a Chimalpopoca, rey de Méjico, y que así prometían de
104    7,      XI|          estando el muchacho rey de Méjico durmiendo sin guardia, muy
105    7,      XI|             esto les rogaron los de Méjico se quedasen con ellos y
106    7,     XII|          feneció aquí la nobleza de Méjico, ni se acabó la sangre real.
107    7,     XII|             a ella. Si se oscureció Méjico con la muerte de vuestro
108    7,     XII|           mis deudos, y lo bueno de Méjico; el que tiene ánimo para
109    7,     XII|       diligencia; con esto volvió a Méjico, dando su palabra a las
110    7,     XII|      guardas de volver.~ ~El rey de Méjico, agradeciéndole su buen
111    7,    XIII|             desafío por el vulgo de Méjico, con la acostumbrada cobardía
112    7,    XIII|            gran grita y apellidando Méjico, Méjico, dieron en los Tepanecas;
113    7,    XIII|         grita y apellidando Méjico, Méjico, dieron en los Tepanecas;
114    7,    XIII|         victoriosos, a la ciudad de Méjico.~ ~Otro día mandó el rey
115    7,    XIII|           común para los barrios de Méjico, a cada uno las suyas, para
116    7,    XIII|           otro, sino sólo al rey de Méjico.~ ~
117    7,     XIV|            por donde vedó el rey de Méjico que ninguno de los suyos
118    7,     XIV|          Cuyoacán, ni admitiesen en Méjico ninguno de ellos. Con esto
119    7,     XIV|           puesto en armas.~ ~Los de Méjico dicen que les hicieron en
120    7,      XV|       entendido por Izcoalt, rey de Méjico, envió su general Tlacaellel
121    7,      XV|       calzada, que atravesase desde Méjico a Suchimilco, que son cuatro
122    7,      XV|            agua podían hacer daño a Méjico; lo cual, visto por el rey,
123    7,      XV|            debían sujetar al rey de Méjico y convidalle con su ciudad,
124    7,      XV|           salían a campo con los de Méjico y se combatían y rendían
125    7,      XV|            Con esto quedó el rey de Méjico por supremo señor de Tezcuco,
126    7,      XV|            tierra de Tezcuco, quedó Méjico por señora de toda la tierra
127    7,     XVI|                   Del quinto rey de Méjico, llamado Motezuma, primero
128    7,     XVI|           las armas los mancebos de Méjico, y juntamente tuviesen copia
129    7,     XVI|            orden y policía que tuvo Méjico, de consejos, consistorios
130    7,   XVIII|             Ajayaca, séptimo rey de Méjico Ya era muy viejo en este
131    7,   XVIII|           Teguantepec, que dista de Méjico doscientas leguas, y en
132    7,   XVIII|            se habían juntado contra Méjico. El primero que salió delante
133    7,   XVIII|       grandísima presa y riquezas a Méjico, donde se coronó soberbiamente,
134    7,   XVIII|     Recibían la corona los reyes de Méjico de mano de los reyes de
135    7,   XVIII|            otra ciudad muy cerca de Méjico, la cual llamaron Tlatellulco
136    7,   XVIII|          reconocer a los señores de Méjico, ni prestalles obediencia.
137    7,   XVIII|            y reconociesen al rey de Méjico. A este recado respondió
138    7,   XVIII|      soberbia, desafiando al rey de Méjico para combatir de persona
139    7,   XVIII|          hacer mayor burla a los de Méjico, mandóles tomar disfraces
140    7,   XVIII|           tomar por engaño a los de Méjico que pasasen por los caminos
141    7,   XVIII|       combatirse los dos señores de Méjico y Tlatellulco, mandaron
142    7,   XVIII|          las espaldas, porque el de Méjico cargaba sobre él más de
143    7,   XVIII|          dura el darse trato los de Méjico a los de Tlatellulco, y
144    7,   XVIII|             regocijo se volvieron a Méjico. Fué este rey tenido por
145    7,     XIX|            de Autzol, octavo rey de Méjico Entre los cuatro electores
146    7,     XIX|             los cuatro electores de Méjico que, como está referido,
147    7,     XIX|             que traían el tributo a Méjico, y alzándose con él; tuvo
148    7,     XIX|            gran riqueza y triunfo a Méjico a coronarse según su costumbre.~ ~
149    7,     XIX|          está trescientas leguas de Méjico; no fué menos liberal que
150    7,     XIX|          Parecióle que la ciudad de Méjico gozaba poca agua y que la
151    7,     XIX|         agua de madre y la metía en Méjico, había de anegar la ciudad.
152    7,     XIX|           por donde fuese el agua a Méjico, en fin salió con su intento,
153    7,     XIX|       Compañía, que había venido de Méjico, vió ésta y las demás historias,
154    7,     XIX|         Finalmente, el agua llegó a Méjico; pero fué tanto el golpe
155    7,      XX|             Motezuma, último rey de Méjico En el tiempo que entraron
156    7,      XX|      después de muerto éste, los de Méjico eligieron otro, y aun en
157    7,     XXI|             le habían cobrado.~ ~En Méjico se hicieron las fiestas
158    7,     XXI|        nunca vistas, ni conocidas a Méjico, y aun los mismos enemigos
159    7,     XXI|     quisieron rendir a los reyes de Méjico, Mechoacán, ni Tlascala,
160    7,     XXI|           los de Mechoacán a los de Méjico, y lo mismo hicieron los
161    7,     XXI|             él y a los españoles de Méjico, pretendió fundar la primera
162    7,     XXI|       conquista que después hizo de Méjico, se pasó a ella toda la
163    7,   XXIII|          extraños que acaecieron en Méjico, antes de fenecerse su imperio
164    7,   XXIII|             entrada de la ciudad de Méjico, donde súbito se cayó en
165    7,   XXIII|       laguna grande, que está entre Méjico y Tezcuco, sin haber aire,
166    7,    XXIV|            Con este recado fueron a Méjico los de la costa, llevando
167    7,    XXIV|          aquélla para su entrada en Méjico, hizo que le aderezasen
168    7,    XXIV|       serían temidos y recibidos en Méjico. Para esto hicieron soltar
169    7,    XXIV|      destruirlos. Cuando llegaron a Méjico estaba Motezuma en la casa
170    7,     XXV|         entrada de los españoles en Méjico No pretendo tratar los hechos
171    7,     XXV|             volveos luego y mirad a Méjico, porque sepáis lo que ha
172    7,     XXV|             que volvieron a mirar a Méjico y que la vieron arder y
173    7,     XXV|            acercándose el marqués a Méjico, acordó Motezuma hacer de
174    7,     XXV|           les hacían siempre los de Méjico, y que quería entender quién
175    7,     XXV|         Cortés de hacer ausencia de Méjico y dejar al pobre Motezuma
176    7,    XXVI|          salida de los españoles de Méjico En la ausencia de Cortés
177    7,    XXVI|            la ausencia de Cortés de Méjico, pareció al que quedó en
178    7,    XXVI|            que murió. Los indios de Méjico afirman que no hubo tal,
179    7,    XXVI|            a socorrer a los suyos a Méjico, y aguardando a tiempo que
180    7,    XXVI|              donde a tres leguas de Méjico está hasta el día de hoy
181    7,    XXVI|       volvieron a hacer la guerra a Méjico, por mar y tierra, con la
182    7,    XXVI|     Sucedieron en esta conquista de Méjico muchas cosas maravillosas,
183    7,  XXVIII|        plata y todas riquezas. Y en Méjico, Motezuma imperaba desde
184    7,  XXVIII|            como iban los señores de Méjico y del Cuzco conquistando
185    7,  XXVIII|             de mil lenguas, y la de Méjico debe correr poco menos.
186    7,  XXVIII|            la victoria y señorío de Méjico, y sin ellos fuera imposible
187    7,  XXVIII|     disposición, que si Motezuma en Méjico, y el Inga en el Perú se
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