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Alfabética [« »] séneca 7 senensis 1 seno 1 señor 131 señora 9 señorea 1 señorean 1 | Frecuencia [« »] 132 unas 131 medio 131 misma 131 señor 129 hace 129 mayor 129 veces | José de Acosta Historia natural y moral de las Indias Concordancias señor |
Libro, Capítulo
1 Ded | Majestad del Rey, nuestro Señor, dado licencia de ofrecer 2 Ded | también el Rey, nuestro Señor, huelgue de entretener alguna 3 Ded | noticia de lo que Dios nuestro Señor repartió, y depositó de 4 Ded | necesitadas de él. Dios nuestro Señor guarde y prospere a V. A. 5 1, I| conocieron al Criador y Señor de todo, 11 no le sirvieron, 6 1, III| Dios, añade: Gozarse ha el Señor en sus obras; y después: ¡ 7 1, III| engrandecidas son tus obras, Señor! Bien parece que salieron 8 1, III| Gran recreación me habéis, Señor, dado con vuestras obras, 9 1, XIV| refiere que quiso huir del Señor a Tarsis. Otros quieren 10 1, XV| y será el reino para el Señor. Esto es puesto de nuestra 11 1, XV| y será el reino para el Señor.~ ~Mas por qué Sefarad, 12 1, XV| sino para Cristo nuestro Señor.~ ~Quien quisiere declarar 13 1, XV| remotas, y que convertirán al Señor muchas y varias gentes, 14 1, XVII| han visto las obras del Señor, y sus maravillas en el 15 II, VI| trabajos y peligros le libró el Señor, para hacerle de nuestra 16 III, I| del Hacedor; y el mismo Señor, largamente respondiendo 17 III, II| entre otras grandezas del Señor; y lo mismo replicó el profeta 18 III, XXVI| fué gran misericordia del Señor prevenir la gente con un 19 IV, II| la sabiduría del eterno Señor quisiese enriquecer las 20 IV, II| tiempos, aprovechándose el Señor para sus fines soberanos 21 IV, VII| vicario de Cristo nuestro señor, en cuya fe y obediencia 22 IV, VII| de los herejes. Y pues el Señor de los cielos, que da y 23 IV, XII| Y así es la doctrina del Señor, y lo han de ser las almas 24 IV, XIV| tantas, dijo el italiano: Señor, éstas valen a escudo. Así 25 IV, XXVII| al rey don Felipe nuestro señor.~ ~En la Nueva España estiman 26 IV, XXX| mandado del omnipotente Señor, en ninguna región deja 27 IV, XXXVII| al rey don Felipe nuestro Señor, su padre, y mirándolas 28 IV, XLII| entender cómo el universal señor y autor omnipotente a todas 29 V, Pro| tampoco lo que los siervos del Señor han trabajado y fructificado, 30 V, III| sienten y confiesan un supremo señor y hacedor de todo, al cual 31 V, III| que hay un supremo Dios y señor de todo, y que éste es el 32 V, III| razón haber un soberano señor y rey del cielo, lo cual 33 V, III| aquel supremo y solo Dios y Señor. Y esto es sumamente necesario 34 V, III| lo que el verdadero Dios, señor y hacedor suyo les concede.~ ~ 35 V, IV| llamaba el todopoderoso y señor de lo criado; y como a tal 36 V, V| así. Pidió al cacique y señor principal, que le diese 37 V, V| cacique: dime, ¿quién es el señor y el principal, aquel indio 38 V, V| criado de aquel altísimo Señor, que por su mandado anda 39 V, V| se le debe a su Criador y señor de todo.~ ~Cuadróles mucho 40 V, V| ser. Porque Dios es gran señor, y con gran sosiego y señorío 41 V, VII| sacrificar para que acompañase un señor difunto, respondió: que 42 V, VIII| fuera vivo. Y si era rey, o señor de algún pueblo, le ofrecían 43 V, XI| Jesucristo, nuestro Dios y señor, en su ley evangélica, que 44 V, XVIII| inventado que, como a autor y señor, le ofrezcan y sacrifiquen 45 V, XIX| Abraham la probó y aceptó el Señor, el hecho de degollar a 46 V, XXII| carga. Y fué providencia del Señor que en esta disposición 47 V, XXII| misericordia les ha hecho el Señor en comunicalles su ley mansa, 48 V, XXIII| que Jesucristo nuestro Señor instituyó y usa su santa 49 V, XXIII| el evangelio de nuestro señor Jesucristo echó todas estas 50 V, XXV| Mas ya, por la gracia del Señor, se van desengañando del 51 V, XXV| ha sido providencia del Señor permitir el uso pasado para 52 V, XXV| dificultosa; y así en todo, el Señor es glorificado, y el demonio 53 V, XXVI| aunque, por la gracia del señor y diligencia de los perlados 54 V, XXVI| gloria de nuestro Dios y Señor.~ ~ 55 V, XXVIII| quiere decir el padre y señor sol, el hijo sol, el hermano 56 V, XXIX| Dios de lo criado, y al señor por quien vivimos, y al 57 V, XXX| voz muy humilde y baja: Señor, sabrás que de aquí a nueve 58 V, XXXI| agradecidos a Dios, nuestro Señor, dándole infinitas gracias 59 6, XII| con los demás ministros: Señor, esto te ofrecemos, porque 60 6, XII| guerras, y conserves a nuestro señor el Inga en su grandeza y 61 6, XV| religión y las de su rey y señor.~ ~ 62 6, XIX| rey don Felipe, nuestro Señor, se hizo averiguación, con 63 6, XIX| Perú no había reino, ni señor a quien todos obedeciesen; 64 6, XX| Este, aunque no era gran señor, todavía se servía con vajilla 65 6, XXI| Inga Yupangui, para hacerse señor, inventó y dijo que, estando 66 6, XXI| quejándosele que, siendo él señor universal y criador de todo, 67 6, XXI| contra ellos y le haría señor, porque le enviaría gente 68 6, XXI| alcanzó la victoria, y se hizo señor, y quitó a su padre y a 69 6, XXI| Viracocha fuese tenido por señor universal, y que las estatuas 70 6, XXI| dando por razón que, siendo señor universal y criador, no 71 6, XXII| llamado Guaynacapa Al dicho señor sucedió Guaynacapa, que 72 6, XXII| después de admitido por señor y rey, porque, en efecto, 73 6, XXII| para poner en libertad a su señor, así por estar muy apoderados 74 6, XXII| pues no podían librar a su señor, él enviase del cielo gente 75 6, XXIII| justicia del que tenían por su señor.~ ~Tras esto sucedieron 76 6, XXV| intitulado Tlillancalquí, que es señor de la casa negra o de negregura, 77 7, I| Trataré, pues, con ayuda del Señor, del origen y sucesiones 78 7, I| hijo Jesucristo, nuestro señor, al cual suplico enderece 79 7, II| nuestra cuenta, fué el año del Señor de ochocientos y veinte, 80 7, VI| enviaron sus mensajeros al señor de Culhuacán, pidiéndole 81 7, VI| ellas.~ ~Visto esto por el señor de Culhuacán, y que habían 82 7, VIII| embajada en esta forma: Gran señor, nosotros, tus vasallos 83 7, VIII| razón, estar sin cabeza y señor que nos mande, corrija, 84 7, VIII| suplicámoste nos lo des por señor, al cual estimaremos como 85 7, VIII| aquel por quien vivimos, señor de la noche y día, y de 86 7, VIII| los vientos. Vaya y sea señor del agua y de la tierra 87 7, VIII| en esta manera: Hijo mío, señor y rey nuestro, seas muy 88 7, VIII| parientes padecen lo que el señor de lo criado se sabe. Mira, 89 7, VIII| lo criado se sabe. Mira, señor, que vienes a ser amparo, 90 7, XI| ánimos, elegid primero rey y señor, que os guíe, esfuerce y 91 7, XII| nuestro verdadero y legítimo señor. Aquí podréis escoger a 92 7, XII| prevalecen contra nosotros. Ea, señor, comienza a descoger y tender 93 7, XII| suyos, y fuesen todos de un señor; y que para recabar esto, 94 7, XII| vuelto al rey le dijo: ¿Cómo, señor, permites tal cosa? Habla 95 7, XV| yendo en su alcance, el señor de Cuytlavaca les salió 96 7, XV| rey de Méjico por supremo señor de Tezcuco, y no quitándoles 97 7, XVII| súbdito, que siendo supremo señor; pues, en efecto, es ello 98 7, XVIII| este recado respondió el señor de Tlatellulco con gran 99 7, XVIII| se le escapó a Ajayaca el señor de Tlatellulco, porque pensando 100 7, XX| España, que fué el año del Señor de mil quinientos diez y 101 7, XX| Motezuma, que quiere decir señor sañudo. Hiciéronle gran 102 7, XX| autoridad, pues te comunicó el Señor de lo criado tanta, que 103 7, XX| generosísimo mancebo y muy poderoso señor nuestro!, ten confianza 104 7, XX| buen ánimo, que pues el Señor de todo lo criado te ha 105 7, XX| me hacer, sino acudir al Señor de lo criado, que me favorezca, 106 7, XXIII| Cesariense. 241 Porque el mismo Señor de los cielos y de la tierra 107 7, XXIII| podrían llevarla, porque ya el señor de lo criado no quería que 108 7, XXIII| que no es la voluntad del Señor de lo criado, que se haga 109 7, XXIII| el aguila: Poderosísimo señor, ya traje a quien me mandaste. 110 7, XXIII| de haberle mirado: Gran Señor, éste parece a nuestro rey 111 7, XXIV| llevasen aquellas piedras a su señor y dijesen que de presente 112 7, XXIV| venido su antiguo y gran señor Quetzaalcoatl, que él había 113 7, XXIV| ellos sabían que su gran señor Quetzaalcoatl venía allí, 114 7, XXIV| que allí no venía su rey y señor Topilcin, sino dioses enemigos 115 7, XXV| pues no ha regido como señor, sino como tirano traidor. 116 7, XXVI| con ellos. En viendo a su señor Motezuma pararon todos y 117 7, XXVI| pagó el justo juicio del Señor de los cielos lo que merecía. 118 7, XXVI| que aquí les libró nuestro Señor por milagro, defendiéndoles 119 7, XXVI| aquellas naciones tenía el Señor predestinadas, requería 120 7, XXVII| innumerables, concurriendo el Señor maravillosamente, de suerte 121 7, XXVII| entienda, que ha tenido nuestro Señor cuidado de favorecer la 122 7, XXVII| castigo. Y lo que es más, el Señor de todos, aunque los fieles 123 7, XXVIII| fué suma providencia del Señor. Porque el haber en el orbe 124 7, XXVIII| el orbe una cabeza, y un señor temporal (como notan los 125 7, XXVIII| indios que no reconocen un señor. Véanlo en la Florida, y 126 7, XXVIII| también gran providencia de el Señor, que cuando fueron los primeros 127 7, XXVIII| cristianos; sea el sumo Señor bendito por sus grandes 128 7, XXVIII| bien trabajosos, no dejó el Señor de enviar luego muy buenos 129 7, XXVIII| Agustín, con otros siervos del Señor, que vivieron santamente, 130 7, XXVIII| que el Padre de nuestro Señor Jesucristo tuvo por bien 131 7, XXVIII| occidentales, pidiendo al sumo Señor de todos, y rogando a sus