Libro, Capítulo

  1    1,     III|            igual y pareja, etcétera. Luego, según San Jerónimo, lo
  2    1,     III|          ojos con atención, sino que luego se divierten a mirar otras
  3    1,      VI|            una bola, no por eso está luego en la mano que por aquella
  4    1,      VI|         mucho menos. La tierra firme luego corre una cosa infinita
  5    1,     VII|             tiempo y lugar conocido, luego se cae: y si la razón no
  6    1,      IX|             mucha verdad; pero añade luego: Por cuanto a la otra parte
  7    1,      XI|           Séneca a conjeturar lo que luego pone, como el extremo a
  8    1,      XX|          macho y hembra? Y aún queda luego otra cuestión: ¿por qué
  9    1,    XXII|             no vienen con la verdad, luego dan en que se han de entender
 10   II,     III|            de Capricornio, comienzan luego las aguas, lluvias y nieves,
 11   II,       V|              y esa es su definición. Luego entonces en realidad de
 12   II,     VII|           arriba copia de vapores, y luego, apretándolos, por no hallar
 13   II,     VII|             con que llaman sombrero, luego se torna en licor y gotea
 14   II,     VII|          arriba, otro de derretirlos luego y volverlos en licor cuando
 15   II,       X|              nuestra opinión, querer luego inquirir y saber la causa
 16   II,    XIII|             saliendo de ella al sol, luego se siente excesivo calor?
 17   II,    XIII|       volviendo el frescor del aire, luego se aplaca todo el calor,
 18  III,      IV|              en la tórrida, y hallan luego la brisa, y navegan a popa,
 19  III,      IX|             en la bestia. Y con esto luego tantas arcadas y vómitos,
 20  III,      XI|              farol de la capitana, y luego desapareció, que nunca más
 21  III,      XI|             de que el estrecho hacía luego isla, y se juntaban ambos
 22  III,      XV|           lastimado y sañudo se echó luego tras él con un cuchillo,
 23  III,      XV|         donde respiran las ballenas; luego le golpea con otro palo
 24  III,      XV|          sacan su barco a cuestas, y luego le deshacen; y tienden por
 25  III,     XIX|              se entre, tras la costa luego se va subiendo, subiendo,
 26  III,    XXIV|           hasta que cesa del todo, y luego se convierte en una como
 27  III,    XXIV|           hierro y el caldero cuando luego se deshacía y cortaba como
 28  III,    XXVI|         advertidos por la costumbre, luego se pusieron en cobro, saliéndose
 29   IV,       V|           cosa ordinaria haber cerca luego otras y otras vetas.~ ~El
 30   IV,      VI|            español, y Guanca, indio. Luego, de allí a pocos días, se
 31   IV,      VI|            descubrimiento de Potosí, luego acudieron muchos españoles
 32   IV,      IX|              ciertas señales conocen luego su fineza.~ ~Todo este metal
 33   IV,       X|            azogue naturalmente rodea luego el oro, y lo esconde en
 34   IV,       X|           cobre, hierro u otro metal luego las pasa y barrena, y toda
 35   IV,       X|              sube arriba resuelto, y luego el mismo humo, que es cosa
 36   IV,       X|              llegando a región fría, luego al punto se cuaja, y torna
 37   IV,     XII|             mejor la plata. Exprimen luego con un lienzo de Holanda
 38   IV,     XVI|             la yuca y cazavi, de que luego diré.~ ~El grano del maíz,
 39   IV,    XVII|              El trigo en sembrándolo luego nace con grande frescura,
 40   IV,   XXVII|           los pimpollos que brotaron luego rosas en abundancia, y de
 41   IV,  XXVIII|              fácil experiencia dicen luego para qué son buenas.~ ~Entre
 42   IV,    XXIX|            tan pesado como hierro, y luego se hunde en el agua; de
 43   IV, XXXVIII|           pero es menester quitarles luego aquel redondo que tienen
 44   IV,     XLI|          topan caminantes o bestias, luego huyen, como muy tímidas;
 45   IV,     XLI|         hallan en él, de que diremos luego. Hay otro género que llaman
 46    V,    VIII|          todo se hacía ceniza. Salía luego un sacerdote vestido con
 47    V,      IX|      reverencia y solemnidad. Íbanse luego todos a guisar las carnes
 48    V,      XV|        levemente, sin remisión moría luego, diciendo que había violado
 49    V,      XV|             por principal que fuese, luego le daban la muerte. En este
 50    V,     XVI|              este sacrificio se iban luego a lavar a una laguna; no
 51    V,      XX|               que los cercaba. Salía luego un sacerdote vestido con
 52    V,      XX|          calor y vaho del corazón; y luego volvía al ídolo y arrojábaselo
 53    V,      XX|            arrojábaselo al rostro; y luego el cuerpo del sacrificado
 54    V,     XXI|           que se defendiese, y salía luego el que le había de sacrificar,
 55    V,     XXI|              viva del ídolo, el cual luego que entraba en el oficio,
 56    V,     XXI|             a entender que pasaba, y luego las mujeres salían con sus
 57    V,     XXI|           que se acordasen de ellos. Luego los reyes se apercibían,
 58    V,   XXIII|              aquel día sacrificaban. Luego mandaban entrar los forasteros
 59    V,    XXIV|              estación y sacrificios. Luego partían con la misma priesa
 60    V,    XXIV|              le tenían hecha, venían luego los mancebos, y derramaban
 61    V,    XXIV|      veneraban que a su dios. Salían luego los sacrificadores y hacían
 62    V,    XXIV|              los sacrificios, salían luego todos los mancebos y mozas
 63    V,    XXIV|             manjar se había de comer luego en amaneciendo, y que no
 64    V,     XXV|             ninguno en la otra, baja luego hacia abajo, y levántase
 65    V,     XXV|             allí están.~ ~Y comienza luego a confesarse, y unos de
 66    V,    XXVI|             ofrecido a sus dioses, y luego acudiesen a los sortílegos,
 67    V,    XXIX|            pie de las gradas. Salían luego los mozos y mozas recogidas
 68    V,    XXIX|           las andas con ella, ponían luego una sarta de lo mismo al
 69    V,    XXIX|             a donde lo ponían; salía luego gran cuantidad de gente
 70    V,    XXIX|              las cabezas y echábalas luego al pie del altar, adonde
 71    V,    XXIX|            lo habían llevado. Salían luego todos los mancebos puestos
 72    V,     XXX|         dicho, porque no se fuese, y luego de mañana lo sacaban de
 73    V,     XXX|            asquerosa, y era que iban luego y tomaban las navajas del
 74    V,     XXX|          cuasi insensible, volviendo luego al ordinario canto; y aun
 75    6,      II|              los ceros hasta trece y luego volvían a contar uno, dos,
 76    6,      II|          Pintaban en medio un sol, y luego salían de él en cruz cuatro
 77    6,     VII|              como que se confiesa; y luego para aquélla: a Dios todopoderoso,
 78    6,     VII|      mandamientos por cierto modo; y luego allí haciendo ciertas señales
 79    6,     XII|         culto del rey muerto, porque luego lo tenían por Dios, y había
 80    6,     XII|          dicho. En tomando la borla, luego se hacían fiestas muy solemnes
 81    6,     XII|              provincia, era su aviso luego pasar lo principal de los
 82    6,    XIII|         conquistando cada provincia, luego reducían los indios a pueblos
 83    6,     XIV|     entendiendo que se había de caer luego toda la puente, que es de
 84    6,      XV|              que allá dicen carache, luego había de ser enterrada viva,
 85    6,      XX| supersticiones de su idolatría, como luego diré.~ ~
 86    6,    XXII|              por haber esto sucedido luego que los indios habían hecho
 87    7,      IV|             ropa los que quedasen, y luego, sin ruido, alzasen su real
 88    7,      VI|          pareció bien la embajada, y luego la dió con mucho aderezo
 89    7,     VII|             sin dilación se pusieron luego a la empresa. Y dividiéndose
 90    7,     VII|        tapias y cubriéronla de paja. Luego, habida su consulta, determinaron
 91    7,    VIII|              Culhuacán.~ ~Enviáronle luego embajadores a pedírselo
 92    7,    VIII|            en sus asientos de reyes, luego se levantó uno de aquellos
 93    7,      IX|        llegaron a Azcapuzalco, donde luego sacaron sus pollos. Por
 94    7,       X|              ungían su ídolo. Hízolo luego un retórico una elegante
 95    7,      XI|            pena y de mohína adoleció luego y murió poco después. Con
 96    7,      XI|           ciegos de ira, se pusieron luego en armas para vengar la
 97    7,     XII|           escureció la tierra, y que luego volvió la luz a ella. Si
 98    7,     XII|         muerte de vuestro rey, salga luego el sol, elegid otro rey,
 99    7,    XIII|   descubiertos los de Azcapuzalco, y luego ellos salieron con furia
100    7,    XIII|           llevaba en las espaldas; y luego, alzando gran grita y apellidando
101    7,    XIII|         principal parte cupo al rey; luego a Tlacaellel; después, a
102    7,     XIV|            que en prendiendo alguno, luego le cortaban un poco del
103    7,      XV|             bien reconocerles, desde luego, por superiores, y aprobar
104    7,     XVI|           aparato que a los pasados. Luego que lo eligieron, le llevaron
105    7,     XVI|             y enojo los Chalcas, que luego dieron en los mejicanos,
106    7,   XVIII|       mejicano, acordó Ajayaca hacer luego jornada como se requería
107    7,   XVIII|              de persona a persona, y luego apercibió su gente, mandando
108    7,     XIX|         atado aquel hechicero, haría luego asolar la ciudad. Con el
109    7,      XX|              los dioses a incensar y luego ofrecer sus sacrificios,
110    7,     XXI|          ternura dió en su elección, luego, viéndose rey, comenzó a
111    7,     XXI|         mandar a su consejo quitasen luego todos los asientos y oficios
112    7,    XXII|             se había servido, dábalo luego a sus criados, que con estos
113    7,    XXII|         cayendo en algo de esto, era luego sentencia de muerte con
114    7,   XXIII|               Respondió el labrador, luego después de haberle mirado:
115    7,     XXV|          traidores? Volveos, volveos luego y mirad a Méjico, porque
116    7,    XXVI|          después murió la muerte que luego diré.~ ~Como se vieron tan
117    7,   XXVII|             lo que él les diría, que luego llovería. Ellos se ofrecieron
118    7,   XXVII|              Cosa maravillosa: Cargó luego tan copiosísima lluvia,
119    7,   XXVII|          señal de la cruz, y sanaban luego; de donde vino a decirse
120    7,   XXVII|            lo alto, apagaba el fuego luego, y esto visiblemente lo
121    7,  XXVIII|              dejó el Señor de enviar luego muy buenos obreros y fieles
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