Libro, Capítulo

 1    1,     XIV|         veces se entiende por la piedra crisólito o jacinto; otras
 2    1,     XVI|         antigüedad. El uso de la piedra imán, y del aguja de marear,
 3    1,     XVI|        excelente propiedad de la piedra imán la hayan ignorado tanto
 4    1,     XVI|          tantas maravillas de la piedra imán, jamás apunta palabra
 5    1,     XVI|       visto, aunque tratan de la piedra imán. Tampoco San Agustín
 6    1,     XVI|   maravillosas excelencias de la piedra imán, en los libros de la
 7    1,     XVI|    maravillas se cuentan de esta piedra, todas quedan muy cortas
 8    1,     XVI|        aguja de marear, ni de la piedra imán: sólo dice, que el
 9    1,     XVI|    alcanzaron este secreto de la piedra imán, ver que para cosa
10    1,    XVII|         y virtud admirable de la piedra imán para navegar; y que
11    1,    XVII|      dicho se entiende, que a la piedra imán se debe la navegación
12    1,    XVII|          Mas con la fuerza de la piedra imán se abre camino descubierto
13    1,    XVII|        marear, y la virtud de la piedra imán. Desde qué tiempo haya
14    1,    XVII|             mención alguna de la piedra imán, siendo verdad que
15    1,    XVII| instrumento el aguja tocada a la piedra imán. Autores nobles escriben
16    1,    XVII|     refregado con la parte de la piedra imán, que en su nacimiento
17    1,    XVII|        hierro de fregarse con la piedra imán, concibe tanta virtud
18  III,     XVI|         menester de leña, yerba, piedra, madera, frutos de la tierra
19  III,    XVII|          en peña. De esta peña o piedra tienen edificadas casi todas
20  III,    XVII|        casas de aquel pueblo. Es piedra blanda, y suave de cortar;
21  III,    XVII|         en el vientre, y se hace piedra; y así han muerto algunos
22  III,    XVII|       Como se va convirtiendo en piedra, el agua que va manando
23  III,   XVIII|          algunos ríos puentes de piedra por la diligencia de algunos
24  III,    XXIV|   españoles y sacado alcrebite o piedra azufre para hacer pólvora.
25  III,     XXV|         cerros, de donde se saca piedra quemada y muy liviana; pero
26  III,     XXV|         resuelve en ceniza, o en piedra pómez, o semejante. Y que
27   IV,      IV|          y oro en polvo y oro en piedra. Oro en pepita llaman unos
28   IV,      IV|        de los demás.~ ~El oro en piedra es una veta de oro que nace
29   IV,      IV|         oro que nace en la misma piedra o pedernal, y yo he visto
30   IV,      IV|          la mitad oro y la mitad piedra. El oro de esta suerte se
31   IV,      IV|          labrar el oro sacado de piedra, que usaron antiguamente
32   IV,       V|          saca de la tierra, y la piedra deshecha con el calor se
33   IV,      IX|          es, todo ello le parece piedra de por ahí; mas los mineros
34   IV,      XI|          azogue en una manera de piedra, que da juntamente el bermellón,
35   IV,      XI|       hurtasen algo, sino así en piedra como lo sacaban de la mina,
36   IV,      XI|         la cual es un peñasco de piedra durísima empapada toda en
37   IV,     XII|         saca con él la plata. La piedra, o metal donde el azogue
38   IV,     XII|         ingenios, que golpean la piedra como batanes, y después
39   IV,     XIV|         las he visto en la misma piedra, que van haciendo como veta,
40   IV,     XIV|         como dice Plinio, 174 de piedra verde que tira a esmeralda,
41   IV,     XIV|  reinaron en Córdoba, que son de piedra de esmeralda.~ ~En la flota
42   IV,    XXVI|        uno es menester darle con piedra muy grande y buena fuerza.
43   IV,     XLI|      oriental, de donde traen la piedra bezaar; o si son de aquel
44   IV,    XLII|     propios del Perú se halla la piedra bezaar, de la cual han escrito
45   IV,    XLII|  presente bastará decir que esta piedra que llaman bezaar se halla
46   IV,    XLII|        más gruesas.~ ~Hállase la piedra bezaar en machos y hembras
47   IV,    XLII|    esotros animales que crían la piedra bezaar, los cuales comen
48   IV,    XLII|      hierba crían en su buche la piedra, y de allí le proviene toda
49   IV,    XLII|          no se halla en ellos la piedra bezaar? Responden que no
50   IV,    XLII|     ellos han hallado también la piedra bezaar. Parece venir con
51   IV,    XLII|          ellos se halla la dicha piedra.~ ~El efecto principal de
52   IV,    XLII|        El efecto principal de la piedra bezaar es contra venenos
53   IV,    XLII|     tiene sabor alguno propio la piedra bezaar, como de ella también
54   IV,    XLII|         virtudes grandes en esta piedra. El primer grado de estima
55   IV,    XLII|         halló en lo íntimo de la piedra, y no por eso se arguye
56   IV,    XLII|         y cuajarse sobre ello la piedra, la cual se va criando poco
57    V,      II|         o estatuas de palo, o de piedra o de oro, como de Mercurio
58    V,       V|         de montes espesísimos de piedra. Para fundir una campana
59    V,       V|         pueden más, siquiera una piedra; y todo esto es como ofrenda
60    V,       V|         porque ni el Mercurio de piedra siente la ofrenda, ni el
61    V,      VI|          ídolo o estatua suya de piedra, la cual llamaba Guaoiquí,
62    V,      IX|      semejanza de animales, o la piedra inútil, que no tiene más
63    V,      IX| Tezcatlipuca, el cual era de una piedra muy relumbrante y negra
64    V,      IX|          en el ombligo, una rica piedra verde; en la mano izquierda,
65    V,       X| sustituyeron ciertas estatuas de piedra hechas a su semejanza, que
66    V,    XIII|       los estribos dos indios de piedra, asentados con unos candeleros
67    V,    XIII|        ciento y veinte gradas de piedra. Delante de sus aposentos
68    V,    XIII|         medio del cual había una piedra de hechura de pirámide verde
69    V,    XVII|          unos a otros con cierta piedra cuantidad de golpes en las
70    V,      XX|     subía por encima de una gran piedra que estaba fijada en un
71    V,      XX|          del patio: llamábase la piedra Quauxicalli, que quiere
72    V,      XX| Quauxicalli, que quiere decir la piedra del águila.~ ~Subiendo el
73    V,      XX|      pieza como cañutillo de una piedra azul.~ ~Venían estos seis
74    V,      XX|     poníanse en orden junto a la piedra piramidal, que arriba se
75    V,      XX|          Era tan puntiaguda esta piedra, que echado de espaldas
76    V,      XX|       espaldas encima de aquella piedra puntiaguda, donde el quinto
77    V,      XX|      facilidad, porque estaba la piedra puesta tan junto a las gradas,
78    V,      XX|         pies de espacio entre la piedra y el primer escalón, y así,
79    V,     XXI|       pie en una rueda grande de piedra, y dábanle una espada y
80    V,     XXI|        vencido, allí en la misma piedra en que estaba atado le sacrificaban.~ ~
81    V,     XXV|      cuantidad de golpes con una piedra hasta que lo dice todo,
82    6,    VIII|      otra el Credo, y saber cuál piedra es: que fué concebido de
83    6,     XIV|          porque para encajar una piedra con otra, según están ajustadas,
84    6,     XIV|         a las riberas, porque de piedra, ni de madera no hacían
85    6,     XIV|        imposible hacer puente de piedra, ni de madera. El ingenio
86    6,    XXIV|          o esculpida en mármol o piedra. Y para diversos géneros
87    7,     VII|          tunal, que nacía de una piedra, que, según dijo, era donde
88    7,     VII|  apareció el tunal nacido de una piedra, y en él estaba un águila
89    7,     VII|           que significa tunal en piedra; y sus armas y insignias
90    7,     VII|        comprar de los comarcanos piedra y madera y cal a trueque
91    7,     VII|         su ciudad, y haciendo de piedra y cal otra capilla mejor
92    7,      XI|      proveyese de madera y cal y piedra, y enviase sus oficiales,
93    7,    XIII|    dalles tierras y sementeras y piedra y cal y madera, y tenellos
94    7,   XXIII|       para esto dió en traer una piedra grandísima, para hacer sobre
95    7,   XXIII|        oyeron una voz junto a la piedra, que no trabajasen en vano,
96    7,     XXV|          compusieron un altar de piedra y le cubrieron de flores
97    7,  XXVIII|         el Altísimo, que aquella piedra de Daniel, 250 que quebrantó
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