Libro, Capítulo

 1    1,      IX|     inmensidad del océano, era el calor de la región que llaman
 2    1,      IX|        tiene exceso de frío ni de calor, pero tiénele en su latitud,
 3    1,      IX|          del frío del norte y del calor del mediodía, sino por otra
 4    1,      IX|           trópico por el excesivo calor. Mas las partes del mundo
 5    1,      IX|           región que se abrasa de calor, y la tal región, por tener
 6    1,      IX|     tórrida zona, por el excesivo calor, causado de la vecindad
 7    1,       X|        poblaciones~ ~por el bravo calor.~ ~Fundóse esta opinión
 8    1,       X|     sentir un perpetuo y excesivo calor.~ ~Demás de esto veían también
 9    1,       X|        discurso del año, fuera el calor tan insufrible, que, sin
10   II,      II|          cuya variación, y frío y calor se causa de acercarse, o
11   II,      II|          causas para abrasarse de calor, una la vecindad del sol,
12   II,      II| apresurado del cielo.~ ~Cuanto al calor y al frío lo que está dicho
13   II,      II|     tórrida, juntamente exceso de calor y de sequedad: y así dijeron,
14   II,     III|         tiempo que reina el mayor calor del año, es a saber, desde
15   II,      IV|          fríos andan juntas, y el calor con la sequedad. En toda
16   II,      IV|         hasta todo septiembre. El calor y la sequedad vuelven cuando
17   II,       V|           en el estío o tiempo de calor; y de la cuenta del verano
18   II,       V|        verano se concierta con el calor y la sequedad: el invierno
19   II,       V|      dichas cualidades. Porque al calor siguen las lluvias; al frío (
20   II,       V|         frío (frío llamo falta de calor excesivo) sigue la serenidad.
21   II,       V|       lluvias, y el verano por la calor y por la serenidad, nuestros
22   II,       V|   allegamiento del sol síguese el calor y el frío, o templanza necesariamente;
23   II,       V|           llueve, aunque haga más calor; poco importa. Lo que importa
24   II,     VII|       aparta y se va templando el calor, no caen lluvias ni aguaceros.
25   II,     VII|           dicha, que el exceso de calor en la tórrida causa las
26   II,     VII|          que la fuerza grande del calor, cuando halla materia aparejada,
27   II,     VII|       deshacen, y así el moderado calor los levanta y los conserva.
28   II,     VII|          no tiene tanta fuerza el calor del sol, que baste a consumir
29   II,     VII|        cual todo hace para que el calor tenga poca fuerza. Mas cuando
30   II,     VII|     levanta.~ ~Para la fuerza del calor ayuda ser el sol más cercano
31   II,     VII|          la fuerza excesiva de su calor atrae y levanta cuasi súbito
32   II,     VII|           vehemencia excesiva del calor puede levantar de presto
33   II,     VII|       corre ni destila, porque el calor va con moderación sacando
34   II,     VII|       tórrida la mucha fuerza del calor cause las lluvias que en
35   II,     VII|      suele causar la flaqueza del calor.~ ~ ~ ~
36   II,      IX|           dos cualidades, que son calor y frío. Al principio de
37   II,      IX|          es húmeda y cálida, y su calor, por la mayor parte, no
38   II,      IX|          había de poder sufrir el calor terrible; fué tan al revés,
39   II,      IX|     inquirir otra causa de frío y calor sin los rayos del sol, pues
40   II,      IX|            que unos se abrasan de calor y otros no se pueden valer
41   II,      IX|         templados con un moderado calor, Platón114 ponía su tan
42   II,      IX|       tuvieron por intolerable el calor de la tórrida, pero pudieron
43   II,       X|               Capítulo X~ ~Que el calor de la tórrida se templa
44   II,       X|          lluvia de suyo mitiga el calor; y pues hemos ya asentado
45   II,       X|           causa para templarse su calor.~ ~A esto añadiré otra causa,
46   II,       X|        así, siendo el espacio del calor del día más breve y menor,
47   II,       X|           el Perú no siente tanto calor, porque los días de verano
48   II,       X|        las noches tan cortas y el calor del día se templa mucho
49   II,       X|         horas, con razón hará más calor que donde son de doce o
50   II,       X|      lluviosa al tiempo del mayor calor, y de tener los días más
51   II,      XI|         declinan más a frío que a calor, y la gente que crían es
52   II,      XI|           templar y refrigerar el calor; porque, aunque es salobre
53   II,      XI|           templar y refrescar del calor demasiado; por eso se siente
54   II,      XI|  demasiado; por eso se siente más calor en tierra que en mar coeteris
55   II,      XI|         beneficio para templar su calor.~ ~ ~ ~
56   II,     XII|           todo eso no es igual el calor, sino en una mucho, y en
57   II,     XII|      afirman estos autores que el calor no es propiedad de elemento
58   II,     XII|       para refrescar y templar el calor de la media región que llaman
59   II,    XIII|           son tanto fatigadas del calor, que estar en ellas estar
60   II,    XIII|           mares que sienten mucho calor, como cuentan del de Mozambique
61   II,    XIII|          hallan más reparados del calor, que en España con techo
62   II,    XIII|          luego se siente excesivo calor? Ítem, ¿por qué siendo toda
63   II,    XIII|           luego se aplaca todo el calor, por grande que sea. Y donde
64   II,    XIII|        tierra, se junten y causen calor y congoja, lo cual en Europa
65   II,    XIII|       encumbrar, por eso el mayor calor se siente por las mañanas,
66   II,     XIV|           de la equinoccial y del calor y frío, sequedad y lluvias
67  III,      II|        suyo caliente, y porque el calor atrae vapores es juntamente
68  III,      IX|        haber muy gentiles soles y calor en el mismo paraje, por
69  III,      IX|         penetrativo, que apaga el calor vital y corta su influencia,
70  III,      IX|          la corrupción procede de calor y humedad. Cuanto a otro
71  III,     XVI|           más no pueden sufrir el calor. En medio de esta laguna
72  III,     XIX|         que otra, no llega, ni al calor de la costa, ni al destemple
73  III,     XIX|           sierras para templar el calor del sol. Y así, todo lo
74  III,    XXII|         continuada humedad con el calor de la tórrida.~ ~Con ser
75  III,    XXII|      temple sano y templado entre calor y frío, hay verano e invierno
76   IV,       V|         la piedra deshecha con el calor se vuelve en cobre. Admirablemente
77   IV,    XVII|           el extremo de humedad y calor juntamente que hay en aquella
78   IV,     XIX|       para refrescar en tiempo de calor son buenos: móndase la cáscara,
79   IV,     XXI|    inclina un poco más a frío que calor esta fruta. Suélense los
80   IV,    XXII|           los Andes, de valles de calor insufrible, donde lo más
81   IV, XXXVIII|           que tienen necesidad de calor moderado; también se hacen
82   IV,     XLI|           sanas, y que templan el calor demasiado; y lo mismo hace
83   IV,     XLI|        muere en los llanos con el calor. Acaece estar todo cubierto
84    V,      XX|        sol, a quien ofrecía aquel calor y vaho del corazón; y luego
85    7,     VII|      vuelta al sol, recibiendo su calor; alrededor había gran variedad
86    7,  XXVIII|  mercaderes y soldados que con el calor de la cudicia y del mando,
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