Libro, Capítulo

 1    1,      II|       pinte, está sujeta a los pies de un hombre, pues la pudo
 2    1,      IV|    tierra de escabelo para mis pies; si fuéramos del error de
 3    1,      IV|      la tierra escabelo de los pies de Dios, estando en medio
 4    1,      IV|   mundo, porque había de tener pies de una parte y de otra,
 5    1,     VII|    decir hombres que traen sus pies contrarios a los nuestros.
 6    1,     VII|     haber gentes que andan los pies arriba y la cabeza abajo? ¿
 7    1,     VII|        las cabezas abajo y los pies arriba. Cierto es cosa maravillosa
 8    1,     VII|        la tierra, han de andar pies arriba y cabeza abajo; y
 9    1,   XXIII|      rodeado encima; traen los pies descalzos, o su calzado
10  III,      IX|    estómago, sino dolor en los pies o manos; finalmente, es
11  III,      IX|       sin dar pena a manos, ni pies, ni parte exterior, revuelve
12  III,      IX|       les caen cortados de los pies y manos dedos, que es cosa
13  III,      IX|     tres o cuatro dedos de los pies que, pasando por aquel despoblado
14  III,     XIV|        ver tanta distancia, ni pies para poder llevar los ojos
15  III,     XVI|     borbollón de más de veinte pies en largo y ancho, y es allí
16   IV,       I|       Sabio, 138 que son a los pies de los insipientes y necios;
17   IV,      VI|   cresta que tenía trescientos pies de largo y trece de ancho,
18   IV,    VIII|      ancho por donde más, seis pies; por donde menos, un palmo.
19   IV,    VIII|    llano. Tienen de ancho ocho pies, y de alto más de un estado.
20   IV,     XXI|      hombre, poco menos que de pies a cabeza. Así que no hay
21   IV,     XXX|       hueco tenía ochenta y un pies, que más parecía cueva o
22   IV,  XXXVII| pájaros, que penitus no tienen pies grandes ni pequeños, y cuasi
23   IV, XXXVIII|        en cada mano: menea los pies y manos como por compás
24   IV,     XLI|   traban y envuelven entre los pies, y embarazan para que no
25    V,    XIII|        un paseadero de treinta pies de ancho, todo encalado:
26    V,    XIII|     había un patio de cuarenta pies en cuadro, en medio del
27    V,    XIII|        mesa de ciento y veinte pies de ancho, y junto a ella
28    V,      XV|  pequeños en figura de manos y pies, y otros retorcidos como
29    V,      XX|      los cuatro para tener los pies y manos del que había de
30    V,      XX|       gradas, que no había dos pies de espacio entre la piedra
31    V,    XXIV|      arriba, y poníanlos a los pies del ídolo por todo aquel
32    V,    XXVI|       esta forma: Untábanse de pies a cabeza, y el cabello todo;
33    V,    XXVI|   tinta siempre untados de los pies a la cabeza, que parecían
34    V,    XXIX|     aquel maíz, emplumados los pies y los brazos, y las mejillas
35    V,    XXIX|  tiempo salían, y tomándole de pies y manos, el papa le cortaba
36    V,     XXX|    pequeño teatro de a treinta pies en cuadro, curiosamente
37    6,     VII|      hincado de rodillas a los pies de un religioso, como que
38    6,     XIV|       yo una de treinta y ocho pies de largo y de diez y ocho
39    6,     XIV|        el grueso sería de seis pies; y en la muralla de la fortaleza
40    6,     XIV|     serán trescientos y tantos pies. La profundidad de aquel
41    6,  XXVIII|       alto derecho, puestos de pies danzan y hacen mil mudanzas;
42    6,  XXVIII|         con las plantas de los pies y con las corvas menean
43    6,  XXVIII|    voces, como en el mover los pies, con tal destreza, que era
44    7,    XXII|       por ello: jamás puso sus pies en el suelo, sino siempre
45    7,   XXIII|      los dedos pulgares de los pies y manos.~ ~Disgustado de
46    7,     XXV|   niños y niñas, que no tienen pies ni manos para se defender;
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License