Libro, Capítulo

 1  Ded         |   apacible, no deje de pasar los ojos por las demás, que podrá
 2    1,      II|        que la vemos con nuestros ojos los que vivimos, en el Pirú;
 3    1,      II|           podemos alegar con los ojos, pues vemos manifiestamente,
 4    1,     III|      veces, apenas hay poner los ojos con atención, sino que luego
 5    1,     III|          la miráis, o ponéis los ojos en un peñasco alto, que
 6    1,      VI|          ya la experiencia a los ojos lo ha mostrado ser así,
 7    1,       X|         experiencia por vista de ojos no nos hubiera desengañado,
 8    1,      XI|         nuevo, como con nuestros ojos le vemos, y que en tantos
 9    1,      XI|      mundo, vémoslo por nuestros ojos cumplido, y en esto no hay
10    1,     XVI|         se me desaparezca de los ojos.~ ~Cosa cierta es que vinieron
11    1,     XVI|      pensar, que el que está sin ojos muestre con el dedo lo que
12   II,     VII|         la cosa muy cerca de los ojos, ni muy lejos; en buena
13   II,       X| desigualdad.~ ~Esto por vista de ojos lo hemos probado en estas
14  III,     XII|  refieren los mismos que por sus ojos las vieron.~ ~
15  III,     XIV|        que los hombres no tienen ojos para ver tanta distancia,
16  III,     XIV|       pies para poder llevar los ojos con la presteza que una
17   IV,       X|        azogue que por los oídos, ojos, narices o boca les entrase
18   IV,  XXVIII|       refiere Plinio de vista de ojos, y hoy día los que lo han
19   IV,     XLI|        con tan terrible dolor de ojos, que me parecía se me querían
20   IV,     XLI|        Ponte, padre, esto en los ojos y estarás bueno. Era una
21    V,       I|         en Job, 193 que pone sus ojos en lo más alto, y que entre
22    V,     VII|        era mejor dársele con dos ojos, y pareciéndole bien esta
23    V,    VIII|         las coyunturas, y muchos ojos de espejuelos, con un gran
24    V,      XV|        es cosa tan acepta en los ojos de la divina Majestad, y
25    V,     XVI|       las cabezas muy bajas, los ojos en el suelo, sin osar alzarlos
26    V,   XVIII|          derecho, y volverle los ojos hacia el sol diciendo diferentes
27    V,      XX|          con miel, que tenía los ojos de unas cuentas verdes,
28    V,    XXII|    vieron que una tarde ante sus ojos sacrificaron sesenta o setenta
29    V,    XXIV|        de madera, y poníanle por ojos unas cuentas verdes, o azules,
30    V,    XXIX|         día oración, alzados los ojos al cielo, con suspiros y
31    6,       V|    estudiar tanto, que traen los ojos gastados, y les azotan muy
32    6,     XXI|     betún, que parecía vivo. Los ojos tenía hechos de una telilla
33    7,       X|       alas y las pestañas de sus ojos y las barbas de su rostro;
34    7,     XII| mejicanos! la lumbre de vuestros ojos, mas no la del corazón,
35    7,     XII|          sangre real. Volved los ojos, y mirad alrededor, y veréis
36    7,     XII|         quién, adonde echáis los ojos, y a quien se inclina vuestro
37    7,      XV|         de las pasadas abrió los ojos a los Tezcuco, gente principal
38    7,      XX|         todos tenían puestos los ojos para tal cargo. ~ ~Sabiendo
39    7,   XXIII|          admirado, volviendo los ojos al cielo, y no viendo estrellas
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