Libro, Capítulo

 1    1,     III|           como hartos de aquella vista. Mas la mar, si la miráis,
 2    1,     III|    recreación, y jamás enfada su vista, que parece, sin duda, que
 3    1,       V|   crucero de acá es hermoso y de vista admirable. Crucero llamamos
 4    1,       X|         la misma experiencia por vista de ojos no nos hubiera desengañado,
 5    1,     XVI|    partes perdiesen la tierra de vista, no sabían enderezar la
 6    1,   XVIII|    certidumbre, por ir siempre a vista de tierra, es empero muy
 7    1,     XIX|        de brisas hasta ponerse a vista del nuevo orbe. No es cosa
 8    1,     XXI|      cercanas, y cuasi siempre a vista de tierra. A esto se alega
 9   II,       X|          desigualdad.~ ~Esto por vista de ojos lo hemos probado
10  III,      VI|          a los hombres faltos de vista: pues en una rueda es evidente,
11  III,      XI|        juntarse con la tierra de Vista que llaman, que responde
12  III,     XIX|        haber visto en Indias tal vista, ni en islas, ni en tierra
13  III,      XX|       más de mil leguas la una a vista de la otra, cuasi como paralelas.
14  III,    XXII|          excelentes cualidades y vista, como ébano y otras, para
15  III,    XXII|        hermosísima y fresquísima vista, porque todo el año están
16  III,    XXII|          mucha hoja y frescor de vista, y no llega a fruto. El
17  III,    XXVI|      temer, y así todos tengan a vista alguaciles de la divina
18   IV,      VI|           tiene una graciosísima vista, a modo de un pabellón igual,
19   IV,     XIV|  lapidario y preguntó el precio; vista por el otro, que era de
20   IV,     XIV| agradable, ni más saludable a la vista, y tiene razón, pero importa
21   IV,   XXVII|      flores no tienen más que la vista, porque el olor no es bueno,
22   IV,   XXVII|       que sea de precio, sino la vista. Otras flores hay que con
23   IV,   XXVII|      Otras flores hay que con la vista, ya que no tienen olor,
24   IV,   XXVII|     mucho está muy expreso, y la vista en sí es bella, aunque no
25   IV,  XXVIII|           como refiere Plinio de vista de ojos, y hoy día los que
26   IV,     XXX|          Laureles de hermosísima vista y altísimos, palmas infinitas,
27   IV,  XXXVII|       ligereza, y no menos aguda vista; para limpiar las ciudades
28   IV,  XXXVII|         tan bien asentada que la vista no pudiese juzgar si eran
29   IV, XXXVIII|         la de iguanas, aunque su vista es bien asquerosa, pues
30    V,     XIX|      primogénito sobre el muro a vista de los de Israel, a los
31    6,     XXI|         gente que, sin que fuese vista, le ayudase. Y fué así que
32    6,    XXII|       tesoro de éste fué cosa no vista, y como poco después de
33    6,    XXIV|           era casa soberbia y no vista otra tal como la suya. Porque
34    7,     XII|        vino a ponerse en salvo a vista de las guardas. Y desde
35    7,     XIX|         terrible águila, de cuya vista espantados se volvieron
36    7,   XXIII|         de extraña hechura, y no vista. Lleváronla a Motezuma;
37    7,    XXIV|      naos, y como era cosa jamás vista por los indios, quedaron
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