Libro, Capítulo

 1 Prom         |         el que alumbra desde los montes altísimos de su eternidad.
 2    1,     XIV|     Asirios, llegó a los grandes montes Ange (que por ventura es
 3    1,     XIV|         el Tauro), 76 los cuales montes caen a la siniestra de Cilicia,
 4    1,      XX|         salieron del arca en los montes de Ararat, donde ella hizo
 5   II,     XII|        es que las cumbres de los montes son más frías que las honduras
 6   II,     XII|   experiencia, porque cuanto los montes se acercan más a ella, tanto
 7   II,     XII|       llena de muchas cumbres de montes, que con su vecindad refrescan
 8   II,     XII|     harto, que es participar los montes y lugares altos más de la
 9  III,       X|          entre los dos mares, de montes y peñas durísimas, que bastan
10  III,      XV|      golpes en la mar, y levanta montes de agua, y húndese dentro
11  III,     XIX|           que los hay crueles, y montes enteros de arena; ya por
12  III,     XIX|   conveniente la vecindad de los montes y sierras para templar el
13  III,      XX|     corriendo dos cordilleras de montes al parejo, y en una misma
14  III,      XX|    algunos valles, los andes son montes espesísimos. Tienen los
15  III,      XX|    sierra son dos cordilleras de montes altísimos, y deben de correr
16  III,    XXIV|         las cumbres de los otros montes. Tienen en lo alto una llanura,
17  III,    XXVI|      terribilísimo que trastornó montes enteros, y cerró con ellos
18   IV,       V|    piedras en lo profundo de los montes y senos de la tierra, o
19   IV,       V|     plata comúnmente en cerros y montes muy ásperos y desiertos,
20   IV,    VIII|     grande trecho barrenando los montes a luz de candelas, donde
21   IV,     XXX|       habiéndose perdido en unos montes, sin saber adonde ni por
22   IV,  XXXIII|       espereza y espesura de los montes, como por su multitud, no
23   IV,  XXXIII|       millares sin dueño por los montes y campos.~ ~Aprovéchanse
24   IV,   XXXIV|          suma por todos aquellos montes; pero los más no son venados
25   IV, XXXVIII|    espinazo; éstos andan por los montes a manadas; son crueles y
26   IV, XXXVIII| animalejos pequeños que andan en montes, y por la defensa que tienen
27   IV,     XLI|       ligereza, por andar en los montes, por parecerse algo a cabras.
28    V,       V|       cerros, las cumbres de los montes que ellos llaman apachitas,
29    V,       V|        pico de arena en medio de montes espesísimos de piedra. Para
30    V,    VIII|        los sacrificaderos de los montes; otros quemaban, y enterraban
31    V,    XXVI|       espesuras y cumbres de los montes y a las cuevas escuras y
32    V,    XXVI|          y iban de noche solos a montes y cuevas escuras y temerosas,
33    V,    XXVI|          otras fieras que en los montes se crían, huirían de ellos
34    6,     XXI|    conocería; y así juntó de los montes gran suma de piedras, que
35    7,      II|     sustentaban. Dormían por los montes en las cuevas y entre las
36    7,     III|      tenían; pero siempre en los montes y llegados a las sierras
37    7,      XV|          les hicieron huir a los montes y rendirse finalmente cruzadas
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