Libro, Capítulo

 1  III,      IX|           se echaba en el suelo y daba gritos del rabioso dolor
 2  III,      XV|        mar. El caimán con su cola daba recios golpes al tigre,
 3   IV,     VII|           sacó tanta riqueza, que daba a su dueño Aníbal cada día
 4   IV,  XXVIII|      Escritura, el lugar donde se daba este bálsamo le llamaba
 5    V,      VI| pretendiendo contentar al que les daba su obra, sacaban retratos
 6    V,      IX|        que parecía espejo; en que daba a entender que en aquel
 7    V,      IX|       castigo que por los pecados daba a los malos.~ ~Y así, al
 8    V,     XII|         visiblemente el demonio y daba respuestas desde su oráculo,
 9    V,     XII|          que, en saliendo el sol, daba en él, y como era el metal
10    V,      XV|   capitanes suyos, a quien él las daba; y era hacelles gran merced;
11    V,     XVI|         poco más crecido, que les daba a media oreja, excepto que
12    V,     XXI|          al que no le ofrecía, le daba con un canto del pellejo
13    V,   XXIII|          Al cabo de estos días se daba licencia para que entrasen
14    V,   XXIII|          de comunión diabólica se daba también en el décimo mes
15    V,    XXIX|           voluntad, y con esto se daba fin a esta solemnidad.~ ~
16    V,     XXX|       tornaba a tocar, con que se daba señal de que ya amanecía;
17    6,       X|       pintura o memoriales se les daba muy a menudo razón de todo
18    6,    XIII|           cual obedecían todos, y daba cuenta cada un año de todo
19    6,      XV|    ocupados y atentos a lo que le daba gusto a su rey.~ ~De cada
20    6,      XV|           tercera parte de tierra daba el Inga para la comunidad.
21    6,      XV|           mismos depósitos se les daba a los necesitados, porque
22    6,      XV|       tomaban. Si a alguna res le daba sarna o roña, que allá dicen
23    6,     XVI|           proveerles de lana, los daba por vestidos. Todos sabían
24    6,    XVII|         con el recaudo que se les daba, a toda furia, hasta dallo
25    6,   XVIII|        edad que el marido.~ ~Esta daba el Inga de su mano a sus
26    6,     XXI|          virtud más de la que les daba; y que le hacía saber que
27    6,     XXV|         determinaban, y al rey se daba a ciertos tiempos noticia
28    7,      IV| tabernáculo, y allí les avisaba y daba leyes y ceremonias, y así
29    7,    VIII|           de los sitios no se les daba la ventaja que merecían,
30    7,      IX|           que, pues su dios se lo daba todo hecho, que quería que
31    7,   XXIII|    despecho la dice no pocas. Así daba voces en el desierto, 246
32    7,   XXIII|         veces que salía, la gente daba grandes gritos, como acostumbraban,