Libro, Capítulo

 1    1,    XIII| descubrimientos del nuevo mundo poner nombres a las tierras y puertos
 2    1,    XIII|           nombra la Escritura; ni los nombres de Tito y de Paulo que usaron
 3    1,    XVII|           Norte, y contábalas por sus nombres, de que no me acuerdo bien.
 4  III,      II|         vientos, y así se les dan sus nombres generales, como propios,
 5  III,       V|            estos, y participan de los nombres de aquellos a que se allegan,
 6  III,       V|             averiguar al presente los nombres latinos y griegos de los
 7  III,       V|              anduve confuso con estos nombres viéndoles usar de estos
 8  III,       V|             percibí bien, que más son nombres generales, que no especiales
 9  III,       X|          mares distintos, tomando los nombres de las provincias y tierras
10   IV,     VII|              tanto que aun los mismos nombres de los que descubrieron
11   IV,    VIII|          entre diversos dueños, cuyos nombres tienen de ordinario. La
12   IV,     XIX|       primeros españoles les pusieron nombres de España, tomados de otras
13   IV,     XIX|           Castilla se llaman por esos nombres.~ ~Las piñas son del tamaño
14   IV,     XXV|               el sabor digno de estos nombres. La carne de membrillo o
15   IV,   XXVII|              allá otras muchas, cuyos nombres no sabré decir, coloradas
16   IV,     XXX|              de ellos no se saben los nombres. Los cedros, tan encarecidos
17   IV,   XXXIV|          recibieron diéronles también nombres de nuevo, los cuales de
18   IV,   XXXIV|              ordinario son los mismos nombres españoles, aunque pronunciados
19   IV,    XXXV|              y es claro indicio tener nombres de allá, que a la gallina
20    V,      IV|             al cual llamaban por tres nombres, Chuquilla, Catuilla e Intiillapa,
21    V,   XVIII|              aguas. Tienen diferentes nombres según la color, y así sirven
22    V,    XXIV|            concierto y orden, con sus nombres y dictados: salían unos
23    6,     III|              siete planetas, de cuyos nombres se nombran también los días
24    6,       V|          pueden escribir en su lengua nombres propios, especialmente de
25    6,       V|             como es difícil en tantos nombres hallar semejanza de cosas,
26    6,       V|          trabajoso escribir los tales nombres. Tanto, que nos decía el
27    6,       V|     cualquiera cosa, aunque fuesen de nombres propios de acá, y me mostraron
28    6,      VI|              menos podrá escribir los nombres de cosas que no conoce,
29    7,       X|               grandes agoreros en dar nombres a sus hijos), mandó que